Rutherford se dedicó toda su vida a la radioactividad. Logró clasificar las partículas radiactivas en alfa,
beta y gamma, y descubrió que la radiactividad suponía la
desintegración de los elementos. Esto último le hizo ganar
un Premio Nobel de Química en 1908.
Ya centrandonos en los modelos atómicos, Rutherford
junto a su grupo de investigadores realizó un
experimento que mostraban la distribución de los electrones y los
protones en el atomo en 1910.
El experimento estaba constituido por una fuente de radiactividad
(núcleo de helio, ión positivo) que se dirigía
perpendicularmente hacia una lamina fina de oro, atravesandola y
llegando a una pantalla cubierta de sulfuro de cinc
donde se producía un destello luminoso que solo se podía verse
con una lupa.
Se vio que la mayoría de las partículas pasaban la lamina
sin desviarse pero algunas (una de cada veinte mil)habían
sido desviadas e incluso rebotadas.
Con este experimento se demostró que el modelo
de Thomson no era valido ya que como
decía Thomson la masa y la carga estaba distribuida uniformemente, y si
esto era así todas las partículas deberían haber
atravesado la lamina sin desviación o rebote.
El atomo según Rutherford estaba formado por:
Una parte con una fracción muy pequeña de volumen pero con mucha
masa, con gran densidad y con carga positiva debido a los protones, a esta
parte la denominó núcleo (esto explicaba el rebote y la
desviación de algunas partículas alfa, ya que estas iban cargadas
con carga positiva y al dos cargas positivas se repelen)
Y otra parte que ocupaba la mayor parte del volumen del atomo pero
carecía casi de masa por lo que se puede considerar una zona de
vacío. Esta zona estaba cargada negativamente debido a los electrones
denominada corteza que giraban alrededor del núcleo.