Equilibrio Genetico
Mientras la investigación en citogenética y mutaciones tenía a los individuos como
objeto de estudio, las poblaciones ocupaban un lugar central en los estudios
dirigidos a explicar, partiendo de las leyes de Mendel, el cambio evolutivo de
las comunidades de apareamiento. En el año 1908 se formuló un
descubrimiento importante, por partida doble e independientemente: el
matemático Hardy en Gran Bretaña y el antropólogo Weinberg en Alemania
demostraron que la composición genética de una población permanece en
equilibrio mientras no actúen ni la selección ni ningún otro factor y no se
produzca mutación alguna. A pesar de la mezcla de genes que supone la
reproducción sexual, la persistente reorganización de estos en este tipo de reproducción no cambia la frecuencia de estos
en las sucesivas generaciones. Es decir, la herencia mendeliana, por sí misma,
no engendra cambio evolutivo, no es un mecanismo de
alteración de las frecuencias de los genes en las poblaciones. Este principio
es conocido como
equilibrio Hardy-Weinberg.
La alteración genética de una población sólo puede darse por factores como
mutaciones, selección, influencias casuales, convergencias o divergencias
individuales. El cambio genético que surja significa la perturbación del
equilibrio. Con estos concepto quedaron instalados los cimientos de la genética
de poblaciones, que no sería desarrollada hasta Chetverikov (1926) y Fisher,
Seawall Wright y Haldaneen los años 1930 - 32. Desde este
momento, influiría también en la teoría de la evolución.
La demostración de este equilibrio es sencilla, como se muestra a continuación,
e implica que las frecuencias génicas (la frecuencia de cada gen o alelo)
permanecen constantes de generación en generación, siempre que la población
cumpla las siguientes condiciones ideales
a–S Ser lo suficientemente amplia como para que todos los cambios que se
produzcan en ella sigan las leyes de la estadística. Tampoco debe existir
inmigración ni emigración.
a–S Los organismos componentes de esa población han de
ser diploides y de reproducción al azar (panmixia).
a–S En esta población no hay mutaciones ni selección
natural, de modo que los individuos tienen las mismas probabilidades de
reproducirse, independientemente de sus genotipos.
Para una explicación más práctica, vamos a
tomar un ejemplo real, el de la enfermedad metabólica
hereditaria denominada fenilcetonuria. (Los conocimientos
previos para entender esto se reducen a dominar las leyes de Mendel y algo de
aritmética y probabilidad).
Los niños con fenilcetonuria no pueden procesar un
aminoácido de las proteínas llamada la fenilalanina. Como
resultado, la fenilalanina se acumula en el torrente sanguíneo y
causa daño cerebral y retraso mental. Los individuos con fenilcetonuria deben
permanecer con una dieta restringida a través de la niñez y la adolescencia, y
quizás también a través de toda suvida. En Europa, uno de cada 10.000 nacidos
la padecen: su incidencia es del
0'0001 (o del
0'01%).
La enfermedad la provoca un gen recesivo cuando se da
una situación de homocigosis aa. Vamos a expresar la frecuencia del gen sano
como p y la del gen 'defectuso' como q, y calcularemos la incidencia
de los portadores de la combinación aa. (Obviamente, p + q = 1).
Si realizamos un cruzamiento de dos portadores Aa, en donde permanece oculto el
gen recesivo, los genotipos obtenidos en la siguiente generación serán los
siguientes (p y q reciben el nombre de frecuencias génicas, mientras que las
frecuencias de los genotipos AA, Aa y aa se llaman frecuencias genotípicas):
A (p) |a (q) |
|A (p) |AA (p2) |Aa (pq) |
|a (q) |Aa (pq) |aa (q2) |
Los tres genotipos AA : Aa : aa aparecen en una relación p2 : 2pq : q2. Si las
sumamos, nos daría de nuevo la unidad
p2 + 2pq + q2 = (p + q) 2 = 1.
La frecuencia de los genotipos enfermos de fenilcetonuria era 0'0001. Este valor corresponde a q2. La frecuencia q del
gen a será la raíz cuadrada de 0'0001, es decir, 0'01. La enfermedad tiene una
incidencia de 1 cada 10.000 individuos, pero la frecuencia del gen es 100
veces mayor, 1 cada 100. sDónde, entonces, se ocultan los
genes a? Se encuentran en el par Aa con una frecuencia
2pq = 2q(1 - q) = 2· 0'01·(1 - 0'01) = 0'02.
Esto quiere decir que un 2% de todos los individuosde la población europea
portan este peligroso gen: tuno de cada cincuenta
Este ejemplo nos da una idea de lo persistente que puede llegar a ser un gen recesivo manteniéndose 'clandestino' en
heterocigosidad.
Mediante cálculos similares, igualmente sencillos, se puede demostrar que en
una población de este tipo, en sucesivos cruzamientos
las frecuencias génicas siguen manteniéndose constantes. Es lo que arriba se
mencionaba como
equilibrio Hardy-Weimberg. Se puede demostrar igualmente que
resulta muy difícil reducir la frecuencia de estos genes recesivos en valores
significativos.
El apareamiento aleatorio es un supuesto razonable,
pero en la realidad este no existe en la mayoría de los casos, ya que siempre
hay algún tipo de selección de pareja.
Está claro que una población de este tipo no existe en
la naturaleza, pero sirve de punto de partida para el estudio de otras leyes:
los organismos están sujetos a mutación, selección o otros procesos que cambian
las frecuencias génicas, pero lo efectos de estos procesos pueden ser medidos a
partir de sus desviaciones de la ley de equilibrio.
Los procesos básicos que cambian las frecuencias génicas son
la mutación, la migración, la deriva genética y la selección natural.
Consecuencias de la mutación.
Las variantes hereditarias que posibilitan la evolución
surgen por el proceso de mutación. Pero este es
un proceso muy lento, debido a que las tasas de mutación son muy bajas.Veamos
un ejemplo.
Consideremos un alelo A que se convierte en B por
mutación a una tasa del
1 por 100.000, que es típica de muchos genes (en cada generación una
cienmilésima de todos los alelos A se convierte en B). Si en un
momento dado, la frecuencia del alelos A es
0'10, en la generación siguiente será del
0'0999999, un cambio pequeñísimo. Y así sucesivamente.
La fracción del alelo
que cambia es siempre la misma; pero como la
frecuencia del
alelo es cada vez menor, el efecto de la mutación se va reduciendo de
generación en generación. En nuestro caso, se requieren 10.000 generaciones
para que la frecuencia del alelo A se reduzca de 0'1 a
0'09.
Por otra parte, las mutaciones son reversibles: el alelo B también puede mutar a A. La frecuencia de los alelos cambiará aún más
lentamente.
De todo esto se deduce que la mutación, aunque tiene su contribución, no es
fuerza suficiente para impulsar todo el proceso evolutivo. Las
frecuencias de los genes están determinadas por la interacción entre mutación y
selección.
La migración genética.
La migración, en el sentido genético, implica que los organismos (o sus gametos
o semillas) que van de un lugar a otro se entrecruzan con los individuos de la
población a la que llegan. Por eso la migración se llama
flujo genético.
En este caso, lo que cambian son las frecuencias
génicas de una localidad dada, si es el caso que las frecuencias de los
emigrantes y de los residentes no son iguales.