Quizas su hijo le haya preguntado alguna vez
'¿Por qué tengo que ir a la escuela?'.
Generalmente estas preguntas ocurren justo en el momento en que usted
esta tratando de levantar a su niño de la cama y lo mas
probable que salgan respuestas como: 'Porque si no te salen
orejas de burro' o 'Simplemente… porque sí'.
El niño necesita saber hacia dónde va,
hacia dónde se dirige y cuanto falta para llegar al destino.
Recuerde simplemente algún viaje que hayan efectuado en familia y
vendra a su mente las constantes preguntas de:
'¿Cuanto falta ¿A
dónde vamos?'. No importa que usted se lo haya dicho cinco minutos
atras, su hijo necesita saberlo y necesita la respuesta para sentirse
guiado y seguro. De igual modo ocurre con la escuela. El niño no se
conforma con sólo saber que tiene que ir, sino que busca entender para
qué va.
El niño va madurando y conjuntamente va
madurando sus patrones de paciencia, la noción del tiempo y la noción de distancia
(aunque en algunos casos, ciertos niños tardan mas que otros). El
alumno necesita reconocer cuales son los objetivos y a medida que va aprendiendo, puede ir entiendo los objetivos a corto,
mediano y a largo plazo. De igual manera, se le canalizaran
sus progresos dividiéndolos en períodos concretos. Es
decir, a un niño que se encuentre cursando el
cuarto grado, no podra visualizar sus estudios de igual manera que un
adolescente que esta en el último año de la
educación superior y en las puertas de elegir su carreraprofesional.
La motivación del
niño o del
adolescente debe ser dividida en etapas. Si bien reza el dicho de 'El que
persevera, alcanza', no pretenda decirle a un niño de primer grado
que tiene que ir a la escuela hoy, para ser un profesional del mañana.
Si bien es cierto esto, para esa criatura es una meta
muy lejana en donde la espera del
premio se hace abstracta para él. La meta
académica debe ser clara y para eso necesitamos la ayuda del maestro. Busque
tener la información de los objetivos que se esperan sean
logrados diariamente, semanalmente, mensualmente, trimestralmente y a final del curso escolar. Es
importante que el niño tenga un mensaje claro.
Que sepa por ejemplo que 'hoy' ira a la escuela a compartir
con sus amiguitos, a leer su composición acerca los dinosaurios, etc.
Otro ejemplo es que las metas pueden ser semanales, dígale al
niño que esta semana es importante porque aprenderan las bases
para aprender a multiplicar, que tendran las practicas para el
examen final de literatura, etc.
A medida que el niño crezca y se vaya formando como adolescente, los
padres necesitamos mostrarle que el aprendizaje es un modo de vivir. Busquemos
inculcarle una curiosidad constante de analisis y un
disfrute pleno del
saber. Este adolescente deberan llegar a la madurez
necesaria para entender las metas escolares que se esperan de él (para
esto se necesita mantener una comunicación constante entre el alumno, el
maestro y los padres). Los logros académicos deben
serindividuales, ya que cada niño posee distintas capacidades para el
aprendizaje. No permita que se establezcan metas a nivel competitivo entre
hermanos, amistades o acorralandolo a una meta
que usted simplemente como
padre se ha empeñado que debe ser. Recuerde en todo momento la
motivación y decirle elogios ante su constante esfuerzo.
La actividad de enseñanza y de aprendizaje debe tener un
valor, un orden, un esquema y debe convertirse en un modo natural de vida. Debe darse de manera natural, espontanea, relajada y de disfrute.
Es importante que los padres conversen con sus hijos ya
adolescente, haciéndoles ver el futuro profesional y laborar. No
es cuestión de llegar a la universidad y recibir la corona profesional. Ese es el comienzo a un compromiso mas en donde se necesitaran
las herramientas y la participación activa de manera independiente.
Los padres tenemos la tarea de estimular sus
intereses, sus inclinaciones, cultivarle la inteligencia, ofrecerle apoyos e
incentivos. Debemos ser seres inspiradores, modelos y ejemplos
a seguir. Cuando establezca las metas escolares
recuerde fraccionarlas. Aplique el plan de estudio y a medida que el niño vaya madurando, tendra la suficiente
independencia para escoger que quiere aprender y tendra el control. Busque la manera de enseñarle la pasión para aprender
y a disfrutar lo que hace. Haga que descubra en él un ser apasionado y que desarrolle la persistencia para
lograrlo.
En el caso escolar ocurre lo mismo. Alos mas
pequeñines, solo le basta saber que al terminar los 30 minutos de la
clase, tendran una recompensa concreta por parte de su maestra. Su necesidad de reconocimiento o premio es su motivación
inmediata. A medida que el niño crece,
cada vez se distancian los reconocimientos y los premios, pero estos no deben
desaparecer por mas grandes que ellos se encuentren. Por ejemplo, el niño hara la tarea del
día porque sabe que tendra el privilegio de ir al parque a jugar
con sus amigos o los adolescentes sabran que dependiendo de sus
calificaciones del
lapso podran ir a la fiesta en donde asistiran sus amigos. Si
bien es cierto que estudiar es el deber del niño, también es
cierto que los padres tenemos el deber de guiar a nuestros hijos a enfrentar
las exigencias y enseñarles a aprovechar las oportunidades de la
sociedad moderna. Recuerde que estamos formando seres que se integraran a la
vida laboral y para hacerlo de manera exitosa, tendran que permanecer
conscientes, pacientes, consistentes y persistentes en cada uno de los pasos
que formen las bases y que consoliden estas metas.
Estimulemos a nuestros hijos a tener hambre de conocimientos,
de progresos, de aprendizaje, mas que hambre de triunfo. El éxito vendra por añadidura, pero sin
olvidar alimentar la mente, el corazón y el espíritu. El
niño no debe ser un alma deambularte que se llena de puntuaciones
o calificaciones. El niño debe desarrollante como un ser completo
e integrado a sí mismo y a la sociedad.