Todavía no he
visto la peli 300.
Por lo visto plantea el choque entre Oriente y Occidente.
Esparta era una ciudad griega famosa por vivir para el arte
de la guerra. Como
contraposición Atenas. Estas ciudades
estuvieron en guerra. Eran antagónicas.
En el enclave donde estuvo la ciudad de Esparta hoy se
levanta una ciudad y sólo quedan unas pequeñas ruinas. Eso es todo lo que les queda. La vida militarizada no
impidió que desaparecieran. No legaron nada a
occidente. Solo los fascismos han alzado a Esparta
(Mussolini los aclamaba).
Atenas en cambió nos ha legado muchas cosas. Lo
primero la democracia (frente el absolutismo espartano), lo segundo su obra
artística tanto en arquitectura (la Acrópolis, el
Partenón) como
en escultura (Fidias, Praxiteles). Tercero, la filosofía:
Sócrates, Platón, Aristóteles, que son sólo el
exponente de una larga lista de grandes nombres. También
influyeron en las matematicas (Pitagoras) y ciencias varias.
Su huella en nosotros y en el mundo es clara.
Oriente también nos dejó un legado, en
matematicas (al fin y al cabo los números son arabes),
arte, medicina y materias de ciencias. Esparta murió
en el campo de batalla. Consagrandose a la
guerra descuidaron las materias importantes. Vidas
desperdiciadas.
[pic]
Carlomagno desempeñó un importante papel
a la hora de sentar las bases del
futuro económico europeo. Siguiendo las reformas de su
padre, abolió el sistema monetario basado en el oro sou y, junto al rey
anglosajónOffa de Mercia,
impulsó el sistema que había puesto en marcha Pipino. En
esa época existían razones pragmaticas para tomar esta
decisión, principalmente la escasez de oro en sí, consecuencia
del tratado de paz que se había firmado con Bizancio, la cesión
de Venecia y Sicilia, y el fin de las relaciones comerciales con Africa
y Oriente.
Comenzó a circular una nueva moneda, la libra carolingia (cuyo nombre
deriva de la libra romana, la libra moderna), basada en una libra de plata, una
unidad tanto monetaria como de peso, equivalente a 20 sous (del latín
solidus, que fue utilizado principalmente en registros contables pero sin ser
nunca acuñado, y del cual deriva el chelín moderno) o 240 deniers
(del latín denarius, el penique moderno). Durante este
período, la livre y el sou fueron unidades de cuenta, mientras que
sólo el denier era una moneda real.
Carlomagno instituyó los principios de la contabilidad mediante el
capitulare de villis (802), escrito que establece una serie de normas por las que debían ser registrados todos los
ingresos y gastos públicos.
La usura fue prohibida, prohibición reforzada en 814, cuando se
introdujo la Capitulare de los judíos, por la cual se prohibía a
los judíos prestar dinero.
Ademas de estas practicas macroeconómicas, el monarca
francés llevó a cabo un importante número de ejercicios
microeconómicos, tales como el control directo sobre los precios o los
gravamenes especiales a determinados bienes y productos
basicos.Carlomagno aplicó este sistema a gran parte del
continente europeo; paralelamente, el sistema de Offa se adoptó de forma
voluntaria en Inglaterra. Tras la muerte del monarca franco, la moneda
europea sufrió una importante degradación, haciendo que la mayor
parte de Europa adoptara el uso de la moneda britanica hasta c. 1100.
[editar] Reformas educativas
Gran parte del
éxito de Carlomagno como
militar y administrador puede atribuirse a su admiración por el
aprendizaje. A causa del renacimiento de la
enseñanza, la literatura, el arte y la arquitectura que los caracteriza,
ciertos historiadores se refieren a su reinado y a su época bajo el
nombre de «renacimiento carolingio». Carlomagno entró en
contacto con la cultura y la educación presente en otros países,
especialmente en la España visigoda, la Inglaterra anglosajona y la
Italia lombarda, merced
a sus conquistas. Durante su reinado se multiplicaron las
escuelas monasticas y scriptorias existentes en Francia. Los escolares carolingios copiaron y preservaron muchas de las
obras clasicas latinas que habían sobrevivido. De hecho,
los primeros manuscritos disponibles en los textos antiguos tienen su origen en esta época: casi todos los textos que
sobrevivieron hasta su reinado sobreviven hoy en día. Muchos hombres que
trabajaban para el emperador indican la existencia del caracter
paneuropeo que tenía la influencia carolingia: Alcuino, un
anglosajón de York; Teodulfo, un visigodo de Septimania; Pablo
eldiacono, lombardo; Pedro de Pisa y Paulino de Aquilea, italianos; y
Angilberto, Angilramm, Eginardo y Waldo de Reichenau, francos.
Carlomagno mostró un serio interés en
las becas y en la promoción de las artes liberales en la corte. Ordenó que todos sus descendientes fueran bien educados.
Él mismo estudió gramatica con Pablo el diacono;
retórica, dicción y astronomía con Alcuino 24] y aritmérica con Eginardo. Este último
menciona el único fracaso académico de Carlomagno, el no saber
escribir: trató de aprender en su vejez practicando durante
su tiempo libre en su cama la formación de las letras en libros y tablas
de cera que escondía bajo la almohada, «sus esfuerzos llegaron
demasiado tarde y dieron poco fruto». Su capacidad para leer se ha puesto
en tela de juicio, pues Eginardo no hace referencia a la misma en ningún
momento, ni esta avalada por fuente contemporanea alguna 25]
Reformas culturales
Lorsch Gospels, escrito durante el reinado de Carlomagno.
Durante el reinado de Carlomagno, la letra romana mayúscula y su
modalidad cursiva, que había dado lugar a diversas letras
minúsculas, se combinaron con determinados tipos de letra empleados en
los monasterios ingleses e irlandeses. La minúscula carolingia fue
creada a a partir de esta combinación durante
el reinado del
emperador homónimo. Es probable que participara en su
concepción Alcuino de York, hombre que trabajaba en la escuela de
palacio y en el scriptorium de Aquisgran. Apesar de ello, el
caracter revolucionario de la reforma carolingia ha podido ser
sobreestimado; los esfuerzos por dominar las intrincadas caligrafías
merovingia y germanica ya estaban presentes antes de que Alcuino llegara
a Aquisgran. La nueva minúscula fue
difundida primero desde Aquisgran, y posteriormente desde el influyente
scriptorium de Tours, donde Alcuino
ingresó como
abad.
Reformas políticas
Carlomagno realizó numerosas reformas que no tenían precedente
entre sus antecesores en el trono de los francos; no
obstante, optó por continuar con muchas practicas tradicionales, como la división del reino entre los hijos.
Organización
Artículo principal: Gobierno del Imperio
carolingio
El rey carolingio ejerció el bannum, el derecho a reinar y comandar. Gozaba de la jurisprudencia suprema en materia judicial, legislaba,
lideraba el ejército, y tenía el deber de defender a la Iglesia y
a los desfavorecidos. Su administración llevó a cabo un intento
de organizar y adherir al reino la iglesia y la nobleza; no obstante, el reino
era dependiente de la eficiencia y la lealtad de ambos órdenes
Coronación imperial
Trono de Carlomagno en la Catedral de Aquisgran.
Los historiadores han debatido durante largo tiempo si Carlomagno era
consciente de que el Papa tenía la intención de coronarle
emperador antes de que dicho nombramiento se hiciera efectivo.[26] No obstante,
este debate ha ensombrecido a otro mucho mas importante: por qué
razón se concedióeste título al monarca franco, y por
qué razón éste lo aceptó.
Roger Collins señala que «los motivos que sitúan la
aceptación del título imperial como consecuencia de un
interés romantico y antiguo por resucitar el Imperio romano son
sumamente improbables» 27] Por un lado, tal
aspecto romantico no habría llamado la atención ni de los
francos ni de los católicos romanos de principios del siglo IX, puesto
que éstos desconfiaban de la herencia clasica. Los francos se vanagloriaban
de haber «combatido y sacudido de sus hombros el pesado yugo
romano» y del «conocimiento obtenido a través del bautismo,
ataviando en oro y piedras preciosas los cuerpos de los santos martires
a quienes los romanos habían matado con fuego, espadas y animales
salvajes», tal como describió Pipino III en una ley emitida en el
año 763 o 764.[28] Ademas, el nuevo título conllevaba el
riesgo de que el emperador «introdujese cambios drasticos en las
formas y procedimientos tradicionales de gobierno» o «centrase su
atención en asuntos de Italia o el Mediterraneo con mayor
frecuencia»,[29] lo que amenazaba alienar al líder franco.
Tanto para el Papa como para Carlomagno, el Imperio romano seguía siendo
un poder importante dentro de la política europea de la época, y
aún conservaba una parte considerable del territorio de Italia, con
fronteras no muy lejos de la mismísima ciudad de Roma. Se trata del
imperio al cual la historiografía ha denominado Imperio bizantino,
puesto que su capitalera Constantinopla - la antigua Bizancio - y cuyo pueblo,
gobernantes y costumbres tornaron poco a poco hacia sus raíces griegas.
Ciertamente, Carlomagno estaba usurpando las prerrogativas del emperador romano de Constantinopla, en
primer lugar, con el sencillo acto de poder juzgar al Papa
¿Por quién, no obstante, podría él [el Papa] ser
juzgado? ¿Quién, en otras palabras, estaba cualificado para
emitir un juicio acerca del Vicario de Cristo? En circunstancias
normales la única respuesta posible a esta pregunta sería el
emperador de Constantinopla, pero en ese momento Irene
ocupaba el trono imperial. Que la emperatriz fuera famosa por haber cegado y asesinado a su propio hijo era algo, para
León y Carlos, irrelevante: sencillamente se trataba de una mujer. Ambos creían que el sexo femenino era incapaz de gobernar, y
la tradición salica impedía que ocurriera. Por lo
que respecta a Europa Occidental, el trono bizantino estaba vacío: Irene
no era mas que una prueba, si es que se necesitara alguna mas,
del envilecimiento en el que había caído el Imperio romano.
Coronación de un rey idealizado, presente en el sacramentario de Carlos
el Calvo (c. de 870).
Por ello, para el Papa «no había ningún emperador en el
trono bizantino en esa época» 30] No
obstante, Henri Pirenne pone en duda esta cuestión al afirmar que la
coronación «no se vio alterada por el hecho de que en ese momento
una mujer estuviera reinando en Constantinopla».[31] Desde 727,el papado
había mantenido una tensa relación con los predecesores de Irene
en el trono de Constantinopla. Esta tensión diplomatica había
sido provocada por la adhesión de los bizantinos a la cultura
iconoclasta y la destrucción de imagenes cristianas.
En 750, el poder secular del Imperio bizantino en
Italia Central había sido neutralizado. Al conceder la corona imperial a
Carlomagno, el Papa se arrogaba a sí mismo «el derecho de nombrar
al emperador de los romanos, haciendo de la corona imperial un regalo personal
suyo, y al mismo tiempo concediéndose de forma implícita una
cierta superioridad sobre un emperador al que él mismo había creado.» Ademas, «los bizantinos se
habían mostrado incapaces de hacer honor a su posición militar,
doctrinal y políticamente, por lo que el Papa estaba en la
obligación de reemplazarlos por un monarca occidental: un hombre que por
su sabiduría, su capacidad política y su poder territorial se
destacara por encima de sus coetaneos.»
Representación de la coronación imperial de
Carlomagno.
Con la coronación de Carlomagno «se mantenía la unidad del Imperio romano, y los dos [Carlomagno y León]
tenían la responsabilidad de mantener su cohesión, con Carlos como su emperador.» Aunque existía la posibilidad de que
«la coronación, con todo lo que implicaba, sería
airadamente rechazada en Constantinopla.»[32]
Observando las circunstancias del
nombramiento de Carlos desde un punto de vista realista, el Papa y el propio
Carlomagnodebieron darse cuenta de que existían pocas posibilidades de
que los bizantinos aceptaran al monarca de los francos como su emperador. Alcuino habla
esperanzadamente en sus cartas de un Imperium Christianum
(«Imperio Cristiano») en el que, «del mismo modo que en el Imperio romano, los
habitantes estuvieran unidos por una ciudadanía común».
Asimismo, la responsabilidad de mantener una unidad imperial recaería en
la fe cristiana 33] Pirenne comparte este punto de
vista al afirmar que «Carlos era el emperador de la ecclesia concebida
por el papado, de la Iglesia Romana, reconocida como la Iglesia universal.»[34
Independientemente, de acuerdo con los escritos del cronista Teófanes,[35] la primera
reacción de Carlomagno tras su coronación fue enviar una embajada
a Irene a través de la cual le proponía matrimonio.
Inesperadamente, la reacción de la basilissa fue favorable a este enlace, ya que la ayudaría a consolidarse en
el trono. Sólo el rechazo de los bizantinos a
esta unión y la concepción de una conspiración que
tenía como
objetivo derrocar a Irene y nombrar emperador a Nicéforo - cosa que
finalmente ocurriría - hicieron a Carlomagno abandonar los planes de
boda. Tras este fracaso, Carlomagno redujo al
mínimo el alcance de su título e hizo que el pueblo se dirigiera
a él como
«Rex francorum et langobardum» («rey de los francos y los
lombardos»).
El título de emperador se mantuvo en su familia durante
todo su reinado y el de su hijo, siendo abandonadotras el conflicto que
enfrentó a los descendientes de Luis por alcanzar la supremacía del Estado franco. No
obstante, el papado no olvidó el título ni
renunció a su derecho de concederlo. Cuando la dinastía
carolingia cesó de producir herederos considerados «dignos»,
el Papa optó por coronar a cualquier líder italiano capaz de
protegerle de sus enemigos. La arbitrariedad que caracterizaba a la
concesión del
título abrió la puerta - como
era de esperar - a su desaparición durante casi cuarenta años
(924 - 962). Finalmente, en la Roma de una Europa radicalmente diferente a la
de Carlomagno, el Papa volvió a coronar (962) a un
«emperador romano». Este nuevo emperador, Otón el Grande,
vinculó este título a los monarcas
alemanes durante casi un milenio, ya que la historiografía le considera
el primer representante del
Sacro Imperio Romano Germanico. Otón era el
sucesor de Carlomagno, y por ende, el de Augusto.
[editar] Divisio regnorum
En 806, Carlomagno realizó las primeras previsiones a fin de dividir su
Imperio a su muerte. A Carlos el Joven le habría legado
Austrasia, Neustria, Sajonia, Borgoña y Turingia; a Pipino Italia,
Baviera y Suabia; a Luis Aquitania, la Marca Hispanica y la Provenza. No
existe mención alguna a los títulos imperiales, no obstante, ciertos
historiadores han afirmado que el monarca franco
consideraba los títulos como una
recompensa que debía ganarse cada uno, y no como una herencia.
Esta división podría haber sido
efectiva, peroLos fallecimientos de Pipino (810) y Carlos (811) obligaron a
Carlomagno a reconsiderar el reparto. En 813 brindó a Luis la
oportunidad de reinar con él hasta su muerte, al coronarle y nombrarle
co-emperador y co-rey de los francos. La única
parte del Imperio que no concedió a su heredero
fue Italia, prometida años atras a Pipino, hijo ilegítimo
de Bernardo.
Impacto cultural
El nombre y la figura de Carlomagno son y han sido
atemporales. El autor de Visio Karoli Magni - escrita c. de 865 - emplea
extractos de la obra de Eginardo y datos obtenidos a partir de sus propias
observaciones acerca del declive de la familia de Carlomagno tras las
disensiones internas que desembocaron en una guerra civil (840 - 3) como base
para escribir acerca de una visión en la que se le apareció el
espíritu de Carlos.
La Coronación de Carlomagno, por los ayudantes de Rafael
, circa 1516-1517.
Estatua ecuestre de Carlomagno, Agostino Cornacchini (1725),
Basílica de San Pedro di Vaticano.
Carlomagno - que se convirtió en un modelo de
caballero, al formar parte de los Nueve de la Fama - ejerció un profundo
impacto en la cultura europea. La materia de Francia, uno de los mas
importantes ciclos literarios medievales, tiene en Carlomagno a uno de sus
personajes centrales. Ademas, en el famoso Cantar de Roldan se narra
la batalla de Roncesvalles, en la que combatieron el célebre
Roldan y los paladines franceses analogos a los caballeros de la
Mesa Redonda de la corte delRey Arturo. Dichos cuentos
constituyen el primer cantar de gesta de la historia.
En el S. XII se reconoció su santidad dentro de las fronteras del
Sacro Imperio romano. Su canonización - oficiada por el antipapa Pascual
III a fin de obtener el favor de Federico Barbarroja (1165) - no fue reconocida
por la Santa Sede, que anuló todas las ordenanzas de Pascual tras la
celebración del
Tercer Concilio de Letran (1179). No obstante, finalmente se
confirmaría su beatificación.
Se ha afirmado que Carlomagno apoyó la inserción del
filioque en el Credo de Nicea. Los francos
habían heredado la creencia visigoda de que el Espíritu Santo
procedía de Dios Padre y del Hijo (Filioque); y durante el reinado de
Carlomagno, los francos obviaron lo estipulado en el Concilio de Constantinopla
y declararon que el Espíritu Santo sólo procedía del padre. El Papa
León III se opuso a dicha creencia e hizo tallar el Credo de Nicea en
las puertas de la Basílica de San Pedro sin la ofensiva frase. La
insistencia de los francos desembocó en un
declive de las relaciones entre Roma y Francia. No obstante, la Iglesia
Católica acabó adoptando esta frase, enemistandose esta
vez con Constantinopla. Este hecho es contemplado como
uno mas de los muchos precursores del
Cisma de Oriente, sucedido siglos mas tarde 36]
En La Divina Comedia su espíritu se aparece a Dante en el «cielo
de Marte» acompañado de otros «soldados de la fe».
Según la etimología popular El carro de la constelaciónde
la Osa Mayor recibía el nombre de «El
carro de Carlos» (Charles's Wain) en honor a Carlomagno.
Los voluntarios franceses de la Wehrmacht y la ulterior Waffen-SS se
organizaron durante la Segunda Guerra Mundial en una
unidad llamada 33ª División de Granaderos SS Voluntarios
Charlemagne. Una unidad alemana de la Waffen-SS empleó el nombre de
«Karl der Große» durante el
año 1943, pero acabó llamandose 10ª División
Panzer SS Frundsberg.
La ciudad de Aquisgran concede desde 1949 un
premio internacional llamado Karlspreis der Stadt Aachen en su honor. Se galardona anualmente a
los «hombres de mérito que han promovido la idea de una unidad
occidental a través de sus esfuerzos políticos, económicos
y literarios» 37] Entre los laureados se
encuentran el Conde Richard Coudenhove-Kalergi, fundador del movimiento paneuropeo, Alcide De
Gasperi, y Winston Churchill.
En la película Indiana Jones y la última cruzada se cita en una
ocasión a Carlomagno cuando, después de haber empleado su
paraguas a fin de inducir a que una bandada de gaviotas rompieran el cristal de
la cabina y obstruyeran el motor de un avión caza que se hallaba
persiguiéndole, Henry Jones - interpretado por Sean Connery - observa:
«de repente me he acordado de Carlomagno: 'Que mis ejércitos
sean las rocas y los arboles en la tierra, y los pajaros en el
cielo'». A pesar de que esta cita se hizo popular tras la
difusión de la película, no existen pruebas de que Carlomagno la
pronunciara 38]