Horacio
Vasquez
Nació en Estancia Nueva, Moca en 1860 y murió en Puerto Rico en 1936. Político y militar
dominicano, fue presidente en tres ocasiones, y su tercer período
presidencial fue probablemente el mas democratico en toda la
historia dominicana.
Tal como fue programado
en el acuerdo de evacuación, el general Horacio Vasquez
prestó juramento como
Presidente Constitucional el 12 de julio de 1924. Ese
día la bandera extranjera fue arriada de los edificios principales de
todo el país, aun ocupados por las tropas norteamericanas. El tercer gobierno de Vasquez se inicio en medio de una
situación económica llena de dificultades. La
situación era tan difícil que las escuelas se encontraban casi
todas cerradas desde hacía dos años,y
los fondos de los empréstitos hechos por el gobierno militar
norteamericano se habían agotado y por ello las obras públicas se
encontraban semiparalizadas.
Necesitado de recursos, Vasquez acudió al congreso, que refrendo
una resolución el 26 de julio de 1924. Agotados
prontamente los recursos de último empréstito, el presidente
Vasquez continúo el camino del endeudamiento. A fines de
1924, inicio negociaciones para la concertación de un
nuevo empréstito que envolvía la suma de $ 25,000.000 de
dólares, con el propósito de consolidar ladeuda externa y
continuar el programa de obras publicas. El gobierno de
Estados Unidos condiciono la petición al establecimiento de una nueva
Convención, la cual fue firmada por ambos gobiernos el 27 de diciembre
de 1924.
Esta convención reemplazo a la de 1907. Fue
ratificada por el gobierno de Estados Unidos en abril de 1925, y por el
dominicano en mayo de ese mismo año. En este nuevo acuerdo los Estados Unidos reafirmaba el control
sobre las finanzas de la República Dominicana. Es decir, Estados Unidos
mantenía el derecho de designar el Receptor General de Aduanas, quien
nombraría sus funcionarios ayudantes y recaudadores, los cuales eran
pagados con los fondos percibidos.
Por su parte, el enfrentamiento de los velazquistas del
Partido Progresista y los horacistas del
Partido Nacional, determino la abstención electoral de los primeros en
los comicios municipales que se efectuaron en diciembre de 1926.
La burguesía no puede existir sin revolucionar incesantemente los
instrumentos de producción y, por consiguiente, las relaciones de
producción y con ello, todas las relaciones sociales. Una
revolución continua en estos aspectos (en la producción, en las
condiciones sociales) y una inquietud y movimiento constantes distinguen la
época burguesa de todas las anteriores.
Mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía dio un
caracter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los
países, quitando a la industria su base nacional (las antiguas
industrias nacionales estan destruyéndose continuamente,
suplantadas por nuevas que ya no emplean materia prima indígena, sino
traída de lejanas regiones del mundo, y cuyosproductos no se consumen en
el mismo país, sino en todas partes del globo). En lugar de las antiguas necesidades, satisfechas con productos nacionales,
surgen nuevas que reclaman para su satisfacción productos de los
países mas aparatados y de los climas mas diversos. Se
establece un reclamo universal (ocupando el lugar del aislamiento regional y a nivel nacional, que se
bastaban a sí mismas), una interdependencia universal de las naciones,
tanto en cuanto a la producción material como a la intelectual.
Obliga a todas las naciones, si no quieren sucumbir, a
adoptar el modo burgués de producción, las constriñe a
introducir la llamada civilización, es decir, a hacerse burguesas: se
forja un mundo a su imagen y semejanza.
La burguesía ha sometido el campo al dominio de la ciudad, los
países barbaros a los países civilizados, el Oriente al
Occidente. Ha hecho que la población se aglomere, se centralicen los
medios de producción y concentre la propiedad en manos de unos pocos. La
consecuencia final de esto ha sido la centralización política:
las provincias interdependientes –ligadas entre sí mas que
nada por lazos federales, intereses, leyes, gobiernos y diferentes tarifas
aduaneras- han sido consolidadas en una sola
nación, bajo un solo Gobierno, una sola ley, un solo interés
nacional y una sola línea aduanera.
Hemos visto que la burguesía se creó sobre una base que
surgió en la sociedad feudal. Al alcanzar cierto grado
de desarrollo, lasrelaciones feudales de propiedad, dejaron de corresponder a
las fuerzas productivas ya desarrolladas. Era preciso romper con estas
trabas que frenaban la producción en vez de impulsarla, y así
fue. En su lugar se estableció la libre concurrencia,
con una constitución social y política y con la dominación
económica y política de la clase burguesa.
Un movimiento parecido se esta produciendo ante
nuestros ojos: las relaciones burguesas de producción y de cambio, las
de propiedad y toda la sociedad burguesa moderna que ha hecho surgir tan
potentes medios de producción y de intercambio, se asemeja a un mago que
ya no es capaz de dominar las potencias infernales que ha desencadenado con sus
conjuros. Desde hace algunas décadas, la historia de la industria y del
comercio no es mas que la historia de la rebelión de las fuerzas
productivas modernas contra las actuales relaciones de propiedad que
condicionan la existencia de la burguesía y su dominación.
Las armas de que se sirvió la burguesía para
derribar al feudalismo se vuelven ahora en su contra. Esta no ha forjado
solamente las armas que deben darle muerte, ha producido también los hombres que empuñaran estas armas: los
proletarios.
En la misma proporción en que se desarrolla la burguesía, es
decir, el capital, se desarrolla también el proletariado, la clase de
los obreros modernos, que viven condicionados a
encontrar trabajo, y lo encuentran únicamente mientras su trabajo
acrecienta el capital. Estosobreros, obligados a venderse, son una
mercancía como cualquier otro artículo de comercio, sujeta, por
tanto, a todas las vicisitudes de la competencia, a todas las fluctuaciones del
mercado.
El creciente uso de las maquinas y la
división del trabajo quitan al trabajo Para entonces simpatizantes de Horacio Vasquez habían
lanzado a la opinión pública la idea de extender su mandato
presidencial hasta 1930. El proyecto fue rechazado con
ardor por los partidarios de Velazquez. Según estos, el
presidente había prestado juramento bajo los canones de la
Constitución de 1924, que fijaba en cuatro años la
duración del
periodo del
mandatario.