Etología
Comportamiento animal.
¿En qué piensan las aves?
¿Qué tratan de expresar con sus parloteos? ¿Son
felices nuestras aves? ¿Nos preocupamos por su felicidad o
simplemente nos interesan a efectos productivos?
A lo largo de este artículo, vamos a intentar
comprender a nuestras aves y el porqué de sus comportamientos; y
trataremos de hacerlo con un lenguaje preciso pero intentando evitar
tecnicismos que puedan dificultar su comprensión, haciendo accesible
esta sección a todos los criadores y aficionados.
La etología es la ciencia, o mejor dicho, la rama
de la biología, que estudia el comportamiento de los animales. Cuando
nos refiramos a las aves, hablaremos consecuentemente
de etología aviar.
Todos los animales, incluido el ser humano, nos regimos por los mismos
principios conductuales, pues no en vano, nuestro origen
es común y persiguen la misma finalidad. Actualmente, se admite como
valido que el comportamiento animal se sustenta en dos pilares
basicos: conductas innatas y conductas aprendidas.
Las conductas innatas son aquellas con las que el individuo nace,
implícitas en su programa genético, y son comunes a todos los
individuos de la especie; son también definidas como instintos. Las
conductas aprendidas por contrario, son culturales, derivadas del pensamiento y de la experiencia de cada
individuo, y requieren de aprendizaje y de procesos inteligentes que permiten
la resolución de problemasque se plantean a cada individuo en su propio
entorno.
A lo largo de la historia, diversos autores han clasificado a su vez de muy
diversas maneras los diferentes tipos de instintos, sin embargo aquí
vamos a clasificarlos sólo en tres tipos, para simplificar y facilitar
la comprensión de los conceptos. Así, los clasificaremos en tres
grupos: Instintos primarios o de supervivencia, Instintos secundarios o de
perpetuación de la especie, y por último, instintos terciarios o
de auto satisfacción.
La primera necesidad de todo individuo es la de sobrevivir, sencillamente
porque si no la satisface devine su inexistencia. Se trata de necesidades
basicas encaminadas a evitar la muerte, como puedan serlo la
necesidad de alimentarse, de luchar contra la enfermedad o de disponer de un
espacio seguro a salvo de predadores. Sólo cuando
estas necesidades basicas estén satisfechas por completo y el
individuo tenga garantizada su propia existencia, podran emerger los
instintos secundarios y terciarios, y esta idea debemos tenerla muy presente en
nuestros manejos.
Los instintos secundarios o de perpetuación de la especie, estan
relacionados con ciertos procesos fisiológicos que se producen una vez
alcanzada la madurez sexual, que en el caso de los machos corresponden con la
producción de andrógenos (hormonas masculinas), y en el caso de
las hembras de estrógenos (hormonas femeninas). Estos
procesos hormonales son los quefavorecen los signos correspondientes al
dimorfismo sexual y a la elevación de la libido, y que al final
propician la disposición para la reproducción. Así, todo individuo esta programado para desarrollar
conductas sexuales cuyo fin es la reproducción. Sin embargo y como
se indica anteriormente, desarrollar conductas reproductivas estara
siempre condicionado a que los instintos de supervivencia estén
satisfechos, ya que de otro modo, si el individuo no tiene garantizada siquiera
su propia existencia, no tiene cabida la reproducción, pues ésta
representa un esfuerzo adicional que la Naturaleza no permite si no existen
probabilidades de éxito. Este concepto es clave
fundamental para explicar multitud de fracasos reproductivos en nuestros
aviarios, y debemos tenerlo siempre muy presente.
Por último y no menos importante, estan los instintos terciarios
o de auto satisfacción, que son aquellos que, una vez satisfechos los
primarios, llevan a todo individuo a realizar actividades que le resulten
placenteras y que desarrollen su personalidad, dando lugar a la capacidad de
sentir placer, pero también de sufrir. Tales instintos
pueden verse desarrollados por los ejemplares jóvenes mediante el juego,
o por los ejemplares adultos mediante el acicalamiento mutuo; o por contrario,
por la profunda depresión en que entran algunos individuos tras la pérdida
de su pareja, especialmente en especies monogamicas. La
practica del
sexo sin finesreproductivos, sino como
proporcionador de placer y satisfacción, entraría también
en este grupo y no es exclusivo del
ser humano; diversos estudios realizados con colobos, delfines y también
aves, confirman que los animales mas evolucionados e inteligentes
desarrollan practicas sexuales por el mero placer de
autosatisfacción.
Sin embargo, los instintos por sí mismos no justifican todos los
comportamientos animales, siendo necesario, como se indica al principio, el
desarrollo de conductas o conocimientos aprendidos, que requieren de
observación, del ejercicio de ensayo y error, de experiencia propia y de
suficiente capacidad cognitiva e intelectual para interpretarlos y encontrar
soluciones; es decir, de inteligencia animal. Así, un
pollo de canario recién abandona el nido sabe que tiene que comer, pero
no sabe qué tiene que comer, ni sabe dónde buscar el alimento, ni
siquiera sabe ingerirlo, necesitando de todo un proceso de aprendizaje, ayudado
por sus progenitores, que se conoce como
emancipación. Este tipo de comportamientos, ademas del
ejemplo simple antes expuesto, podemos apreciarlo en multitud de conductas
animales, y tal vez la expresión maxima pueda observarse en el
adiestramiento.
Estas reflexiones nos conducen ciertamente a considerar la inteligencia de las
aves como una realidad,
considerando inteligencia como
la capacidad de interactuar con el entorno respondiendo a estímulos
externos y su capacidadpara analizarlos y resolver diferentes problemas
planteados, que inexorablemente requieren de la capacidad de pensar.
Si bien en el pasado se consideraba a las aves en general, como seres carentes
de inteligencia, asociada ésta al pequeño tamaño de su
cerebro (de ahí frases como “tienes cabeza de chorlito”), en
la actualidad, el ambito científico admite a las aves entre los
seres mas inteligentes del planeta, donde multitud de estudios con
diferentes especies avalan esta teoría, comparandolas con
especies tan evolucionadas como los primates y los delfines, y con una
capacidad de sentir emociones (miedo, alegría, tristeza, pena, etc.)
similar a la de un niño de entre 3 y 4 años. Esta misma
inteligencia y la capacidad de sentir conducen a comportamientos sociales muy
complejos y desarrollados, otorgando a las aves la posibilidad de ser mascotas
inigualables, desarrollando inteactuaciones y sentimientos altamente afectivos
con sus cuidadores, pero siendo por ello también muy susceptibles a
neurosis y alteraciones psicológicas que derivan en muy diversos
problemas conductuales.
De todo lo expuesto anteriormente podemos deducir que nuestra actividad como
cuidadores de aves debe considerar como primer objetivo el satisfacer sus
necesidades primarias, sin lo cual, difícilmente lograremos su
reproducción; pero nuestra obligación no queda ahí, pues
debemos un respeto a cualquier animal, maxime si somos conscientes de
suinteligencia, de su capacidad de sentir emociones, y de su necesidad de
autosatisfación. Por ello, también estamos obligados a
proporcionales los medios para que puedan desarrollar sus conductas naturales y
que se realicen como
individuos, alcanzando la cima mas alta posible en lo que se refiere a
bienestar animal.
En resumen, este artículo ha pretendido sentar unas bases fundamentales,
aunque de manera sencilla y escueta, para facilitar una mejor
comprensión de la conducta de las aves, presentandolas como
animales que, al igual que nosotros, se rigen por instintos, pero
también dotadas con la posibilidad de aprender y de desarrollar
complejas conductas sociales, al tratarse de seres inteligentes y sintientes, y
consecuentemente, también capaces de interactuar con nosotros. Estos conceptos tienen multitud de aplicaciones en el manejo de
nuestros aviarios y pueden representar la diferencia entre el éxito y el
fracaso. De otro lado, también debería hacernos
reflexionar sobre el trato que proferimos a estos animales que son objeto de
nuestro cuidado, y como
corresponde a “amantes” de las aves, aprendamos a tratarlas
respetando su sensibilidad y evitando proferirles sufrimiento alguno. Si
comprendemos que, ademas de darles comida y agua, debemos velar
también por su felicidad, habremos dado un paso
de gigante que nos conducira a una concepción distinta de esta
afición, sin duda muchísimo mas gratificante que la mera
competición