Arquitectura
Arquitectura en el Siglo de Oro
En el siglo XVI se pasa del estilo plateresco del Renacimiento durante los
Reyes Católicos al mas plenamente renacentista durante el reinado
de Carlos I; después, durante el de su hijo Felipe II, surge el
Manierismo de Juan de Herrera, creador del Estilo herreriano y del monumental
Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y de la espectacular y tristemente
inacabada Catedral de Valladolid, y durante el siglo XVII domina el Barroco y
Churrigueresco.
En España, el Renacimiento comenzó unido a las formas
góticas en las últimas décadas del siglo XV. El
estilo comenzó a extenderse sobre todo a manos
de arquitectos locales: es la razón de un estilo renacentista
específicamente español, que reunió la influencia de la
arquitectura del
sur de Italia, a veces proveniente de libros ilustrados y pinturas, con la
tradición gótica y la idiosincrasia local. El
nuevo estilo se llama plateresco, debido a las fachadas decoradas en exceso,
que recuerdan a los intrincados trabajos de los plateros. Órdenes
clasicas y motivos de candeleros (candelieri) se combinan con libertad
en conjuntos simétricos.
Monasterio de El Escorial.
En este contexto, el Palacio de Carlos V realizado por
Pedro Machuca, en Granada,
supuso un logro inesperadodentro del Renacimiento mas avanzado de la
época. El palacio puede ser definido como una anticipación al manierismo,
debido a su dominio del
lenguaje clasico y sus logros estéticos rupturistas. Fue
construido antes de las principales obras de Miguel Angel y Palladio. Su influencia fue muy limitada y mal entendida, las formas
platerescas se imponían en el panorama general.
Según pasaban las décadas, la influencia gótica desaparece
y la búsqueda de un clasicismo ortodoxo
alcanzó niveles muy altos. Aunque el plateresco es un término
usado habitualmente para definir a la mayoría de la producción
arquitectónica de finales del siglo XV y primera mitad del siglo XVI,
algunos arquitectos adquirieron un gusto mas sobrio, como Diego de
Siloé, Rodrigo Gil de Hontañón y Gaspar de Vega. Ejemplos
de plateresco son las fachadas de la Universidad de Salamanca, el Palacio de Santa Cruz (Valladolid) y del
Hostal San Marcos de León.
La cumbre del Renacimiento español esta
representado por el Real Monasterio de El Escorial, realizado por Juan Bautista
de Toledo y Juan de Herrera, en el que una adherencia excesiva al arte de la
antigua Roma fue superado por el estilo extremadamente sobrio. La influencia de
los techos flamencos, el simbolismo de la escasa decoración y el preciso
corte del
granito establecieron la basepara un estilo nuevo, el herreriano.
Con un estilo mas próximo al manierismo,
el siglo se cierra con arquitectos como
Andrés de Vandelvira (Catedral de Jaén).
Véase también: Arquitectura del
Renacimiento.
Cuando las influencias barrocas italianas llegaron a
España, gradualmente sustituyeron en el gusto popular al sobrio gusto
clasicista que había estado de moda desde el siglo XVI. Tan pronto como
en 1667, las fachadas de la Catedral de Granada de Alonso Cano y la de
Jaén de Eufrasio López de Rojas indican la facilidad de su
interpretación a la manera barroca de los motivos tradicionales de las
catedrales españolas.
Fachada del Obradoiro de la Catedral de Santiago de Compostela
El barroco local mantiene raíces en Herrera y en la construcción
tradicional en ladrillo, desarrollada en Madrid a lo largo del siglo XVII
(Plaza Mayor y Ayuntamiento de Madrid).
En contraste al barroco de la Europa septentrional, el arte
español de la época busca agradar a los sentidos mas que
al intelecto. La familia Churriguera, que se especializó en
altares y retablos, se rebelaron contra la sobriedad del clasicismo herreriano y promocionaron un
estilo intrincado, exagerado y casi caprichoso de decoración
superficial, conocido como
churrigueresco. En medio siglo, convirtieron a Salamanca en unaciudad
churrigueresca ejemplar.
La evolución del estilo pasó por tres
fases. Entre 1680 y 1720, los Churriguera popularizaron la mezcla de columna
salomónica de Guarini y el orden compuesto, conocido como «orden
suprema». Entre 1720 y 1760, la columna churrigueresca o estípite,
en forma de cono o obelisco invertido, se estableció como elemento
principal de la decoración ornamental. Los años 1760 a 1780
vieron un desplazamiento gradual del
interés desde el movimiento retorcido y excesivo de la
ornamentación hacia el equilibrio y la sobriedad del neoclasico.
Dos de las mas espectaculares creaciones del barroco español son las fachadas de
la Universidad de Valladolid (Diego Tomé,
1719) y del Hospicio de San Fernando en Madrid (Pedro de Ribera,
1722), cuya extravagancia curvilínea parece anunciar a Antonio
Gaudí y el modernismo. En este caso y en muchos
otros, el diseño incluye el juego de techos y elementos decorativos con
poca relación con la estructura y función. sin embargo, el
barroco churrigueresco ofrece alguna de las combinaciones de luz y espacio
mas espectaculares, como en la Cartuja de Granada, considerada la
apoteosis del churrigueresco aplicado a espacios interiores, y el
«transparente» de la Catedral de Toledo de Narciso Tomé,
donde escultura y arquitectura se integran para conseguir unefecto dramatico
de la luz.
Palacio Real de Madrid, construido en el siglo XVIII para sustituir al antiguo del XVII que fue devastado por un incendio
El Palacio Real de Madrid y las construcciones del
Paseo del Prado (Salón del Prado y Puerta de Alcala)
también en Madrid,
merecen ser mencionados. Fueron construidos en el sobrio barroco internacional,
a menudo confundido con el neoclasico, por los reyes
borbones Felipe V y Carlos III. Los palacios reales de La Granja de San
Ildefonso, en Segovia, y el de Aranjuez, en Madrid, son buenos ejemplos de la
integración de arquitectura y jardines del barroco, con notable
influencia francesa (La Granja es conocido como el «Versalles
español»), pero con concepción espacial local, que de
alguna manera muestra herencia de la ocupación musulmana.
El rococó se introdujo en España por primera
vez en la Catedral de Murcia, en 1733, en su fachada occidental.
También en la zona levantina, se destaca la exuberante decoración
de la puerta del
palacio del Marqués de Dos Aguas en Valencia, diseñada por el
pintor y grabador Hipólito Rovira (1740-1744). El mejor representante
del estilo fue el maestro español Ventura Rodríguez, responsable
de la Santa Capilla de la Virgen del Pilar (1750) en el interior del templo de
Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza.