EDITORIAL
Al iniciar nuestra novísima serie de Suplementos Culturales, bajo el
epígrafe de Edición Especial, dedicamos el primer número a
la memoria del insigne maestro del ciencianismo Doctor Guillermo ROSAS LOAYZA y
en la editorial señalamos, que con la edición de esta serie
“rendiremos homenaje a las eternas glorias del ciencianismo, publicando
sus semblanzas o el curriculum vitae de la vida y obra de ilustres directores,
profesores, auxiliares de educación y alumnos del sesquicentenario
plantel o de deportistas, artistas, empresarios, intelectuales, parlamentarios
o ejemplares ciudadanos que estén vinculados con el glorioso Colegio
Nacional de Ciencias”.
Continuando esta satisfactoria tarea ciencianista, ponemos en vuestras
generosas manos, esta segunda Edición Especial que la dedicamos con todo
afecto a la impoluta memoria del
Doctor Alfredo Yépez Miranda.
Este insigne cusqueño, consecuente con su tradición familiar,
cursó sus estudios primarios y secundarios en nuestro entrañable
colegio bolivariano, por lo que con gratitud y beneplacito
escribió en sus Memorias, intitulados “Por Nuestros
Caminos”, “La educación primaria la hice en el Colegio
Nacional de Ciencias, en la Plaza San Francisco. Había un patio
pequeño a mano izquierda de la entrada donde funcionaba la primaria.
Famosos profesores fueron mis maestros; en primer y segundo año la
señora María Valencia de Bendezú, en tercer año el
doctor Jenaro Fernandez Baca, en cuarto el doctor Rafael Pareja y el
doctor Roberto Garmendia futuro Presidente dela Corte Suprema de Justicia. Tuve
el honor de conservar la amistad con mi ilustre profesor durante toda mi vida y
cuando falleció pronuncié un discurso en su sepelio a nombre de
sus alumnos del
ayer. La educación secundaria la realicé en el mismo Colegio;
fueron mis maestros los famosos matematicos doctores Francisco Sivirichi
y Fortunato L. Herrera, quien era también profesor de Botanica en
la Universidad. El doctor César Jesús Gallegos profesor de
Geografía, nos enseñaba con mucha decisión. Recuerdo
todavía sus lecciones y descripciones de ríos, cordilleras,
planicies y productos. Los doctores Luis E. Valcarcel y Uriel
García de prestigio internacional fueron mis profesores de Historia del
Perú; mi primo Alberto Corazao de matematicas, etc, etc.” 1
Si Alfredo Yépez Miranda, nace en un hogar prestigiado por las dos
líneas: paterna y materna, en el que fueron numerosos los abogados y los
educadores, y nada menos que su padre fue Abogado y Profesor y su madre una
ilustre maestra respetada y admirada en la Provincia de Paucartambo;
intelectualmente Yépez y su brillante generación, nacen en las
seculares aulas del Colegio de Ciencias, formados por una excelente
pléyade de maestros integrantes de la famosísima
“Generación La Sierra”, cuyos gonfaloneros fueron los
doctores Uriel García, Luis E. Valcarcel, José Gabriel
Cosio, Rafael Aguilar, Roberto Garmendia entre otros.
El glorioso Colegio de Ciencias fue el primer escenario ideológico de su
cusqueñización, el atelier donde manos maestras de los
integrantes de la“Generación La Sierra” esculpieron la
personalidad andina de Alfredo Yépez Miranda, enseñandole
a amar y defender los sagrados destinos del Cusco Eterno.
Las universidades de San Antonio Abad del Cusco, San Agustín de Arequipa
y San Marcos de Lima, fueron los escenarios en los que recibió su
enseñanza superior, juntamente que la impronta novecentista de la
época. Sus maestros universitario en las facultades de Letras y Derecho
fueron los mas sobresalientes intelectuales de entonces, entre los que
destacaban, en San Antonio Abad del Cusco, el irresistible “Maese
Reparos”, maestro en el buen decir, Dr. José Gabriel Cosio, el
insigne Sociólogo, Historiador y Literato Dr. Uriel García, el
incomparable incanista y gran cusqueñista Dr. Luis E. Valcarcel,
el temible panfletario y humanista Dr. Luis Velazco Aragón. En las aulas
mistianas de San Agustín fue alumno del eminente jurista Dr. José
Luis Bustamante y Rivero, del Dr. Juan Manuel Polar, de Francisco Gómez
de la Torre y de Don Edilberto Zegarra Ballón; en las aulas de la
cuatricentenaria Universidad de San Marcos, fue alumno del prestigioso
historiador de la República y del Derecho Peruano Dr. Jorge Basadre y de
Don Manuel Abastos, entre otros. Pasó lista juntamente que Sergio
Quevedo Aragón, Baltasar Jara Equileta, Eulogio Tapia Olarte, Aquiles
Chacón Almanza en el Cusco y en Lima con Tomas Escajadillo, Mario
Samamé Boggio, y cien mas de su destacada pléyade. Corana
brillantemente sus estudios profesionales, graduandose de Abogado en
1934 y de Doctor en Letras en 1935 consu excelente tesis titulada “La
Novela Indigenista”.
Como la producción bibliografica del doctor Yépez Miranda,
es muy amplia y abarca diferentes areas de las ciencias sociales,
así como su personalidad tan multifacética e incluso los estudios
que se han realizado sobre su vida y obra ya suman buen número, ya se a
como tesis universitarias, por ejemplo la tesis sustentada en al Facultad de
Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco
por Margarita Sequeiros Aguirre intitulada “Alfredo Yépez Miranda,
su obra intelectual en el Cusco” o los libros que se han escrito sobre
tan destacado intelectual, como el último libro publicado por la
Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, intitulado “Alfredo
Yépez Miranda y su Tiempo” escrito por los doctores Manuel
Jesús Aparicio Vega, Julio Miranda Bernal y Enrique Rosas Paravicino 2
ha sido realmente muy difícil seleccionar para proporcionarles una
Antología de su importante producción bibliografica; por
lo que hemos decidido tomar como fuente basica, sus bellas Memorias
intituladas “Por Nuestros Caminos”, para que en estas
paginas sea el propio doctor Alfredo Yépez Miranda, quien nos
explique su ejemplar trayectoria de ilustre cusqueño.
Al agradecerles por vuestra generosa atención, esperamos recibir de
ustedes las sugerencias que crean conveniente para seguir entregandoles
nuestra Edición Especial.
REENCUENTRO DE CIENCIANOS DE AYER
Tenemos una cita histórica con nuestro querido Colegio. Llegaremos a sus
aulas secularesel 8 de julio próximo, con nuestra carga llena de
maravillosos recuerdos. Tenía razón Jorge Manrique, el dulce
poeta español, cuando en sus tan celebradas estrofas decía con
melancolía: 'Todo tiempo pasado fue mejor'.
Nunca mejor que ahora, es verdad esta frase magica cuando volvemos los
ojos del recuerdo, para ver esa imagen dulce y evocadora de nuestra
adolescencia. En el torbellino de la vida, en estas fatigosas jornadas, en las
que no podemos caminar dos veces por la misma senda, porque el destino nos
empuja hacia nuevas rutas, hay una sola forma de evasión del presente,
de fugar de lo actual, es volver con el alma y el corazón al ayer, es
recordar; por eso, recordar es vivir, recordar es vivir dos veces, es volver al
pasado maravilloso. Para nosotros los ciencianos del ayer, esa vuelta tiene su
marco dorado de ensueños, con magica belleza sentimental, porque
volver, recordar, es bañarnos de nuevo en las horas de la lejana
adolescencia. Volver con el recuerdo a las aulas ciencianas, de la entonces
vetusta casona de la Plaza de San Francisco, para escuchar de nuevo la voz
sonora, paternal y, al mismo tiempo imperativa de ese gran maestro, que fue el
señor Blanco (Luis Blanco Rodríguez, Regente del Colegio de
Ciencias, fallecido en 1936. Un busto originado por la admiración y
respeto de sus discípulos, perenniza su memoria, obra de la Promoción
1936). Escuchar al final de la clase el sonido de la legendaria campana,
anunciando el 'ansiado recreo', correr al canchón, a jugar, a
reir, corretear, en una algarabíadonde surgen los trompos, los boleros,
los tiros de cristal. Volver a oír 'las lecciones' de esos
grandes maestros inolvidables que fueron los doctores Francisco Sivirichi,
José Gabriel Cosio, Rafael Aguilar, Uriel García, Luis
Valcarcel, César Augusto Gallegos, Rafael Calderón,
Alberto Corazao, Leandro Pareja, Albertó Delgado' Sentirnos de
nuevo en el bullicioso afan de hacer travesuras, oír de nuevo
cómo el viento gemía musical en las ramas del gigantesco
arbol del primer patio, en las tardes de sol ¡Oh maravilloso sol
que iluminaba los corredores y aulas de ese magico edificio de nuestros
sueños!
Todo esto sera posible el día del reencuentro, conmemorando el
Sesquicentenario del colegio Nacional de Ciencias fundado por el Libertador
Simón Bolívar, con motivo de su visita a la ciudad del Cusco, en
junio y julio del año 1825, reuniendo los colegios de San Bernardo de
Españoles con el San Borja de Indios Nobles y la universidad de San
Antonio en un abrazo democratico, fusionados bajo el principio de la
libertad republicana; simbólico nacimiento de unión y
afirmación soberana, que es el fuego que lo anima, hasta hoy.
De nuevo nos sentiremos adolescentes al Magico conjuro del reencuentro,
oyendo en clase a nuestros maestros de ayer, nos bañaremos con la luz de
la ingenua niñez, jugando en el canchón, volveremos a leer a
escondidas las novelas de aventuras de Emilio Salgari.
Mi homenaje respetuoso a mis maestros primarios, la señora María
Valencia de Bendezú y doctor Genaro Fernandez Baca, actualmente
en Lima y muyen especial el doctor Roberto F. Garmendia (ex-Presidente de la
Corte Suprema de justicia), con quien tengo el honor de departir con
frecuencia, escuchando su palabra de maestro y guía, propio de su
espíritu selecto que todos admiramos. (hace pocos días, el doctor
Garmendia ha sido objeto de un homenaje recordando su actuación como
Magistrado en la Corte Superior de justicia del Cusco). El doctor Garmendia, en
sus clases orientó nuestras inquietudes infantiles para amar lo nuestro.
En la persona del gran educador doctor César Jesús Gallegos,
Vocal de la Corte Superior y Catedratico cesante, mi homenaje
también a mis queridos maestros secundarios. El doctor Gallegos para
satisfacción nuestra, es la expresión caballeresca de los
auténticos maestros de a verdad, acercarse a él, es encontrar la
lealtad personificada en esta figura cusqueña, lo oímos hace poco
cuando pronunció un elocuente discurso en un homenaje que les tributaba
el ilustre Colegio de Abogados del Cusco a sus miembros que habían
cumplido sus Bodas de Oro profesionales.
Nosotros los de la promoción Centenario obsequiamos hace años una
fotografía que nos fue tomada en el último día de colegio,
alla en los remotos meses del año 1925. Esta fotografía
esta ahora colocada en la sala de la Dirección del plantel;
allí estan los chicos risueños del ayer, convertidos en
los hombres de hoy, agricultores, industriales, militares, médicos,
ingenieros, abogados, farmacéuticos, educadores, forman la
promoción unidos todos por una invisible, pero poderosa fuerza
quellevamos dentro del alma como un talisman, como un emblema, como un
pasaporte seguro en cualquier- momento de la vida; es el
'ciencianismo' el mismo que acrecentado abarca toda la región
y se convierte eh el 'cusqueñismo' para proyectarse sobre toda
la patria, surgiendo el sentimiento íntimo de la 'peruanidad',
sentimientos que llevamos como parte de nuestro propio ser, forjado frente al
paisaje materno en el rodar de los días y de los años y en
fraterna comunión con los hermanos, con los que juntos, vamos
descubriendo todos los días, que todo nos une y aproxima mas; que
las angustias y esperanzas, dolores y victorias nos confunden para formar una
sola colectividad.
Tiene un encanto especial que rejuvenece, tiene una fuerza misteriosa que
embellece el alma, es un elixir permanente de juventud, empujar el pasado como
recuerdo vivo al presente; por eso no olvidaremos nunca nuestros desfiles
formando el Batallón Cienciano, que era aclamado por las multitudes
entusiastas, cuando pasabamos airosos, sintiéndonos invencibles,
por las plazas, por las calles de nuestra ciudad con nuestros uniformes militares,
color kaki, con marciales gorros y llevando arrogantes en el hombro los pesados
fusiles de la guerra del 79. Nuestros compañeros de la Banda de
Músicos con sus marchas militares nos ayudaban a marcar el paso.
También nuestras excursiones a los lugares próximos, como a la
fortaleza de Sacsayhuaman, son inolvidables; otras veces en los meses de
octubre a los baños de Huancaro.
Capítulo especial es relatar la impresión,que nos causaba la
proximidad de las vacaciones cuando llegaban los días de diciembre
refrescados con las primeras lluvias que enverdecían los campos
próximos a la ciudad; a la hora de descanso, todos hablaban de las
bellezas del campo de su tierra natal; alli aprendí a amar nuestra
tierra, sus paisajes y sus hombres, mediante la expresión llena de
bondad y nostalgia de los muchachos de las diversas provincias del Cusco. Casi
olvidabamos el temor de los próximos examenes finales ante
el milagro de la vacación que se anunciaba con los trinos de los tordos.
Volvemos al Colegio otra vez, retornemos a las aulas, con el hechizo
maravilloso de la evocación; en esa forma, nosotros los Ciencianos de
ayer nos sentiremos por unas horas los adolescentes que soñaban con
quimeras convertidas en realidad.
Cusco, enero de 1975.
ALFREDO YEPEZ MIRANDA
Ilustre Cusqueño del Siglo XX
Quiero recorrer con vuestra generosa comprensión los días de mi
vida.
MI INFANCIA
Nací en la ciudad del Cusco el 6 de octubre de 1908, en la Plazoleta de
las Nazarenas, en la casa ahora No. 181, que esta frente a la de
Jerónimo de Cabrera, que era de propiedad de un primo de mi
señora madre Doña María E. Miranda; el Canónigo
Eugenio Oré, Director del Colegio Sagrado Corazón de
Jesús, quien fue mi Padrino de Bautizo. Por rara coincidencia nació
en la misma casa, según una tradición familiar, el Doctor J.
Uriel García, famoso profesor y maestro universitario. Se
señalaba la tienda, ahora clausurada, que quedaba frente al Seminario
deSan Antonio, como el lugar de su nacimiento. Con el tiempo he leído
que se señalaba el pueblo de Huaro como el lugar de su nacimiento y esta
probado que efectivamente vivió desde muy niño en esa Villa.
Cuando pasaron unas semanas de mi nacimiento mis padres me llevaron a la casa
ahora No. 307 de la calle San Agustín, de propiedad de mi señor
abuelo paterno Pedro José Yépez. La casa tenía siete
patios y estaba situada en la esquina de la calle San Agustín y el
callejón de Cabracancha; en el primer patio había un pozo de agua
que surtía de este líquido mediante baldes, que izaban los
muchachos por sogas. Mis padres el Doctor J. Daniel Yépez y mi madre
señora María E. Miranda, vivían en la segunda planta del
primer patio, rodeando a mi abuelita Juana Pérez viuda de Yépez y
a mis tíos Belisario Yépez y Adelaida Yépez, viuda del
famoso poeta Abraham Vizcarra Echave. Mis tíos Felícitas
Yépez y su esposo el sabio matematico Doctor Eusebio Corazao
vivían en la vecina calle de Santa Catalina Ancha, con sus tres hijos:
Laura, Alberto y Julio. Mi tío el Doctor Arturo Yépez, Vocal de
la Corte Superior del Cusco, y su esposa señora Lucrecia
Núñez de la Torre, vivían en la calle San Agustín,
en la casa que hacía esquina con Cabracancha, es decir frente a la casa
de mis abuelos. En la calle de Santa Teresa vivían mis tíos, el
Doctor Augusto de la Barra y Augusta Yépez, él sería con
el tiempo Juez y Vocal de la Corte Superior del Cusco. Mi tío el Doctor
David Yépez, era Magistrado en Puno. La casa de San Agustín
estaba muypoblada; tenía, como ya dije, siete patios. Después del
primer patio, llamado patio grande, estaba el segundo patio, con habitaciones
que se alquilaban y después el corral, que servía de letrina y de
establo para los caballos que llegaban de la hacienda Majopata, ubicada en la
Provincia de Paucartambo. Al otro lado había un patio pequeño llamado
de las gallinas, que estaba en el primer piso; en el segundo, la cocina, la
despensa y los dormitorios de la servidumbre, con puerta a Cabracancha, estaban
el horno y los patios de la picantería y la chichería. Recuerdo
que cuando era niño izabamos en una canasta, por una ventana, los
panes del horno, y también iba con los empleados al portalito de San
Agustín a comprar el pan de Paruro que traían a caballo durante
la noche y al amanecer ya estaban en el Cusco. Comprabamos a tres por
medio, el medio era equivalente a cinco centavos. Era un pan rico y blando.
Había también a veces “rurones” con manteca, un pan
trenzado muy bueno.
Los domingos íbamos a misa a la próxima Iglesia de Santo Domingo.
Allí estaba Fray Domingo de Yépez, que era nuestro pariente,
educado en la Universidad Católica de Lovaina (Francia).
Las impresiones de la niñez persisten. Recuerdo que cuando
tendría tres o cuatro años hubo un bullicio en la calle y desde
el balcón pude ver al señor Campana hacer disparos de
revólver, gritando “viva Aspíllaga”; eran los tiempos
electorales, en los que había fervor a favor del democratico
Billingurt.
Con frecuencia llegaban de la hacienda los “propios” que
traíanvíveres para la despensa; los empleados subían por
una escalerita a un mirador que estaba en el tejado. La vista era
magnífica. Allí aparecía el Cusco, rodeado de bellas
montañas. Nuestras miradas se dirigían principalmente hacia el
Este, donde estaba la colina de Socorro, se podía distinguir a los
viajeros que venían de la finca; y como niño me sentía muy
alegre con estas escenas. Recuerdo también que cuando tenía unos
4 ó 5 años, viajamos a caballo a la finca; yo iba en un caballito
manso, con los pies amarrados a la montura. Me impresionó la vista de la
pampa (Chitapampa), las lindas casitas de Huancalle, con su arroyo remuroso y
espumoso; el pueblo de Písac donde los corazones de parientes
próximos, mi primo Luís Rozas y familia nos acogían con
cariño. Después seguíamos el curso del río Chongo,
las verdes laderas de la comunidad de Cuyo y finalmente una planicie hermosa,
con bellos riachuelos, con rebaños de ovejas, donde estaba el
caserío del fundo Chahuaytire, donde nos hospedabamos; era
administrador mi tío el Capitan en retiro Federico Rozas
Yépez, veterano de la guerra con Chile.
Al día siguiente seguíamos viaje por pintorescos parajes, como
Lloclla, Yurac Cancha hasta llegar a un cerro muy alto, llamado Ituni, desde
cuya cima se contemplan altas montañas. El camino sigue hasta el
río Huilluca, por cuyos bordes llenos de praderas, arboledas, pastan
muchos animales. Sigue el camino bordeando el río que termina en el
río Paucartambo, entonces el camino continúa por la cuenca del
río, hasta el caserío que esta en laladera. Decenas de
veces he recorrido por esta vía que resultó muy familiar; unas
veces a pie, otras a caballo, sólo o acompañado; me he
compenetrado del valor que tiene nuestra serranía; he saboreado la luz
del paisaje en las mañanas llenas de sol brillante; he sentido el calor
del medio día, así como la melancolía de las cumbres al
atardecer. Caminando por nuestros campos se convierte uno en parte
complementaria de la vida campestre, especialmente cuando se viaja a pie, el
misterio de la soledad conmueve; la canción del riachuelo encanta y el
mugir de las vacas o el balido de las ovejas tienen un sentido místico.
Volviendo al Cusco, recuerdo que por la calle San Agustín, pasaba una
línea con rieles de fierro que servían para un tranvía que
recorría tirado por cuatro caballos. Venía de la Estación
de los Ferrocarriles del Sur que esta en Huanchac y
recorría por la calle San Agustín, Santa Catalina Ancha y Angosta
hacia la Plaza de Armas, siguiendo por el Parque Espinar y calle
Marqués, bajaba por la calle de San Andrés y Avenida Pardo hasta
la Estación. El boleto costaba 10 centavos.
MIS ESTUDIOS
Ingresé al Colegio Mixto de Santa Ana, en la Plazoleta de Santa
Catalina. Recuerdo que el primer día estuve muy temeroso; me cogí
con fuerza de las ventanas de hierro que habían junto a la puerta
principal. Una vez dentro del Colegio a los varoncitos nos designaron una clase
dirigida por la Madre Cecilia. Estabamos en cinco grupos los alumnos de
toda la primaria; entre ellos recuerdo a Zinaigo, que vivía en lacalle
San Agustín, por tanto nos acompañabamos al ir al Colegio. Otro
alumno era Abelardo Ugarte, que cuando yo era de “Preparatoria”,
él estaba en Tercer Año. Ugarte sería después mi
compañero en el Colegio de Ciencias y muy amigo en la vida profesional.
Otra Profesora era la Madre Federica. Bueno es recordar que a ambas las he
visto muchas veces, como cuando volvían al Cusco a enseñar en el
Colegio después de largas estadías en otros centros de
enseñanza.
EL COLEGIO NACIONAL DE CIENCIAS
La educación primaria la hice en el Colegio Nacional de Ciencias, en la
Plaza San Francisco. Había un patio pequeño a mano izquierda de
la entrada donde funcionaba la primaria. Famosos profesores fueron mis
maestros; en primer y segundo años la señora María
Valencia de Bendezú, en tercer año el doctor Jenaro
Fernandez Baca, en cuarto el doctor Rafael Pareja y el doctor Roberto
Garmendia, futuro Presidente de la Corte Suprema de Justicia. Tuve el honor de
conservar la amistad con mi ilustre profesor durante toda mi vida, y cuando
falleció pronuncié un discurso en su sepelio a nombre de sus
alumnos del ayer. La educación secundaria la realicé en el mismo
Colegio; fueron mis maestros los famosos matematicos doctores Francisco
Sivirichi y Fortunato L. Herrera, quien era también profesor de
Botanica en la Universidad. El doctor César Jesús Gallegos
profesor de Geografía, nos enseñaba con mucha decisión.
Recuerdo todavía sus lecciones y descripciones de ríos,
cordilleras, planicies y productos. Los doctores Luís E.
Valcarcel y UrielGarcía, de prestigio internacional fueron mis
profesores de Historia del Perú; mi primo Alberto Corazao de
matematicas, etc. etc. Recuerdo que en 1924 nos alborotamos, hubo
huelga, vinieron los universitarios, pronunciaron discursos candentes. Nuestro
profesor el poeta Alberto Delgado había sido apresado en la Prefectura;
salimos en tropel junto con los universitarios. Rompimos muchas ollas de
arcilla que para su venta habían apiladas en la Plaza San Francisco.
Llegamos hasta la Prefectura (actual Palacio Municipal) y conseguimos la
libertad del profesor. En 1923 se realizó en el Cusco un concurso
poético en el que el poeta Alberto Delgado fue laureado por su bella
composición poética “La Piedra’. La coronación
fue todo un acontecimiento social.
Recuerdo que mi prima la señorita Laura Corazao Yépez fue
declarada Reyna de Belleza y en el Teatro Municipal (hoy Galerías
Turísticas) coronó al poeta.
Los ciencianos éramos fanaticos por nuestro Colegio, lo que
demostrabamos principalmente en los desfiles, en los días de
fiestas patrias, con nuestros uniformes de color kaki, con bandas en las
pantorrillas, teníamos aire militar y salíamos a la calle
portando con aire de invencibles, los viejos fusiles de la Guerra del 79. Nos
aplaudían en las calles muchedumbres entusiastas, especialmente a los
mas pequeños que con mucha gallardía desfilaban.
También en las competencias de fútbol resaltaba nuestro
ciencianismo. Las barras eran muy entusiastas con vítores y burras, y en
el fervor llegaban en las noches a contiendasbélicas, afrontada en la
Plaza de Armas, especialmente con los salesianos.
En el mes de octubre había vacaciones para tomar baños. Ibamos a
pie junto con nuestra familia a los pozos de Huancaro. Había una poza
principal, donde los boletos costaban cinco centavos por persona.
Existían también pozas pequeñas para familias; allí
pagabamos diez centavos por persona. También había
baños de la familia Ugarte en la calle Saphy. Ir a bañarse era
una fiesta. Los menores de mi familia entonces comprabamos a cinco
centavos unas chancaquitas y panes de rejilla a dos por cinco centavos. Ahora
que hablamos de dulces, en la puerta del Colegio habían mujeres que
vendían en mesitas melcochas trenzadas a veinte “por medio”,
ya sea de color crema o blanco con rosado. El portero del Colegio nos
vendía rejillas a dos por medio en las horas de descanso. El Regente
Luis Blanco Rodríguez era un gran maestro, muy noble y gran amigo de los
colegiales. Con su voz potente dominaba a los chicos, él y la campana
que tocaba para entrar al Colegio, para salir al recreo y para salir del
Colegio, influían en nuestra vida.
LA UNIVERSIDAD
A fines de 1924, cuando fuimos alumnos del cuarto de secundaria llegó de
Lima una noticia muy importante. El año 1925 solamente con dar
examenes en marzo de los cursos de Economía Política y
Trigonometría quedaríamos en condiciones de poder ingresar a la
Universidad. Se había suprimido el quinto de secundaria en
conmemoración del Primer Centenario de la Batalla de Ayacucho. Fue
entonces que terminamos lasecundaria junto con los de quinto ano, que aceptaron
la noticia con evidente desagrado; en cambio nosotros estabamos muy
contentos.
En 1925, ingresé a la Facultad de Letras de la Universidad del Cusco.
Yo, Hildo Ortiz de Zevallos, ahora (1992) en Barcelona desde 1928 y
Tomas Díaz, famoso médico ya fallecido, teníamos
para disgusto de los antiguos universitarios pantalones cortos, por
razón de nuestra edad. Se susurraba que nos darían un baño
ejemplarizador en la pileta que había al centro del patio universitario.
Discretamente nuestros padres nos hicieron confeccionar vestidos con pantalones
largos. Un nuevo ambiente surgía en mi vida de adolescente.
En la Universidad gocé espiritualmente con las admirables clases de
maestros que, de a verdad, eran guías espirituales. El doctor
Luís E. Valcarcel catedratico de Historia del Perú.
Con emoción nos relataba la grandeza de la civilización andina,
prodigio en el que los Incas conquistaron el lomo de los Andes y lo pusieron al
servicio del hombre con una civilización que derrotó a los tres
enemigos mas poderosos del hombre: El hambre, la miseria y el temor. El
doctor Uriel García profesor de Psicología y Metafísica;
lo respetabamos mucho y en su clase había un silencio
espectacular. Se podía oír el rumor de las moscas al volar. Las
palabras graves y profundas del maestro las escucho todavía en el
recuerdo. Otros maestros, como los doctores José Gabriel Cosio y Rafael
Aguilar, forjaban el espíritu cusqueñista de los alumnos. Pasados
los años sería también mi profesor elorador y panfletario
Luis Velasco Aragón, que había recorrido las universidades de
Bolivia, Argentina y Uruguay, pronunciando discursos fogosos. Fue desde luego
cliente del Frontón y San Lorenzo, prisiones políticas donde
ilustres peruanos eran recluidos por sus ideas políticas. El doctor
Cosme Pacheco, que era también Fiscal de la Corte Superior, descendiente
del Coronel Cosme Pacheco que luchó en el Ejército Libertador en
la Batalla de Ayacucho, era profesor de Sociología, muy fervoroso,
apasionado, vehemente; nos invitaba a los alumnos a tomar parte en debates que
organizaba en clase. Mis primeras experiencias oratorias se deben a la
iniciativa de mi querido maestro doctor Cosme Pacheco, a quien no
olvidaré nunca.
En 1927, tomamos parte activa en movimientos universitarios. Como se recordaba
en 1920 el Cusco había sido centro donde se reunió el Primer
Congreso Nacional de Estudiantes, que tuvo éxito internacional. Fue su
Presidente el joven trujillano Víctor Raúl Haya De la Torre, que
sería después el gran pensador peruano y fundador del Partido
Aprista, que ha intervenido profundamente en la vida política del
país. Haya De la Torre, daba una gran importancia al Cusco en la vida
nacional. En el discurso de clausura del Congreso había dicho:
“Aquí nacera el nuevo verbo y la nueva
acción”. Como dije el año 1927 queríamos reformas,
nos alborotamos, tomamos el local. La policía apareció por los
tejados y fuimos obligados a salir. Se recesó la Universidad. 40 alumnos
trasladamos nuestra matrícula a la Universidad deArequipa. Recuerdo
algunos nombres: Ernesto Loayza, David Mejía, Sixto Coello Jara,
Baltazar Jara, Zoilo Gamarra, Max Gamarra, José Anchorena, Ladislao
Casapino, Alcides
Estrada, Hildo Ortiz de Zevallos, Aquiles Chacón Almanza, etc. Al
comienzo fuimos recibidos con cierta indiferencia, hubo algo de pugna. El
provincialismo arequipeño era notorio y poco a poco se realizó un
acercamiento muy fructífero, pues formamos un Grupo llamado Ande; ellos
tenían el Grupo Arequepay. Recitabamos poemas, había
intensa actividad intelectual. Recuerdo que mis primeras composiciones
poéticas fueron publicadas en la revista Waraca, dirigida por el
estudiante universitario Justo P. Velarde Fernandez, natural de
Chuquibamba. En Arequipa fuímos alumnos de la Facultad de Derecho; entre
otros fueron mis profesores los doctores Francisco Gómez de La Torre,
Edilberto Zegarra Ballón, el recientemente fallecido doctor José
Luis Bustamante y Rivero, ex-Presidente de la República. Los
examenes eran orales y resultaban verdaderos concursos de
capacitación y talento. Tuve el honor de merecer el calificativo de
veinte en los examenes promocionales de Derecho Constitucional.
VACACIONES
Llegados los examenes del año de 1927, la mayoría volvimos
a pasar vacaciones en el Cusco, la tierra lejana que tanto habíamos
añorado. Se había encendido en mi corazón una
pasión fuerte por mi Cusco querido, de modo que constituía una
verdadera obsesión volver y encontrarse con su paisaje y sus hombres.
Fue un bailo espiritual de alegría y de satisfacción
elreencuentro con los míos y la ciudad, con sus callos y plazas
pintorescas. De inmediato fui al campo a pasar vacaciones en el fundo Majopata
de Paucartambo, que era de propiedad de mi primo Octavio Vizcarra Yépez.
Cuantas veces he recorrido el paisaje jovial y alegre, caminando por los
senderos jubilosos de nuestras serranías, de modo que acuden a mi
memoria escenas palpitantes de este paisaje. Recuerdo especialmente mas
alla del fundo Chawaitire, un alto cerro, una montaña llamada
Ituni; cuantas veces la he subido a pie o a caballo. Sirve de
límite entre las provincias de Calca y Paucartambo. Subir, ganar altura,
tenía su ímpetu de lucha que coronaba con la victoria, porque el
esfuerzo, la fatiga del cuerpo era recompensado con la mayor altitud, que
ganaba nuevos horizontes hasta que llegando a la cumbre, sentía la gran
satisfacción de haber dominado un gran espacio, rodeado de altas
montañas que se destacaban a la lejanía. En esos lugares el
silencio era imponente, casi siempre surgían en los cielos los
cóndores, los señores de esas alturas, que en raudo vuelo,
haciendo círculos se acercaban hacia nosotros; lanzando gritos los
auyentabamos. Allí soplaban fuertes vientos que a veces nos
obligaba a ponemos las manos como bocinas frente a la boca, para poder
respirar. Eran momentos solemnes en que la vida bullía en mi corazón.
Era un espectaculo imponente. Al otro lado de la montaña
surgía un río bullicioso, era el Willuka. Pasaran los
días, pasaran los años, otros jóvenes, con
brío en el corazón, haciendo derroche deentusiasmo y fervor,
ascenderan hasta estas cumbres, pero me duele pensarlo que yo no estaré
allí. El avatar de los tiempos me habra alejado y sólo
quedara en mí el recuerdo de esas hazañas. Cerca de Ituni,
en dos o tres ocasiones, tuve que acampar en pleno sendero, porque no
habían viviendas próximas. Era “perseguido
político”, pues dormí cobijado en mi poncho, teniendo las
estrellas en el firmamento con su impresionante belleza, como magico
presente. Allí las nubes caprichosas al pasar por las punas producen un
hermoso espejismo, por lo que parece que las estrellas cayesen o que fugitivas se
alejasen, mientras a lo lejos se oye ladridos de los perros. Pasando el Ituni
esta el río Willuka, como ya dije. Allí el paisaje es
distinto, alegre, jovial; surgen pequeños bosquecillos junto al
río. Lindas praderas, con retamales en flor, donde pacen rebaños
de ganado vacuno. El río espumoso canta su canción jubilosa. Me
recuerda el valle del Cauca, descrito en la novela “María”
por el novelista Jorge Isaac. Mucho de ese paisaje apacible surge aquí
en el Perú, en la cuenca del Willuka. El camino sigue la cuenca del
río, hasta cruzarlo por un puente muy pintoresco en el lugar llamado
Carpinto. Es un puente rústico que vuelvo a recordar me trae a la
memoria los puentes descritos en la ya mencionada novela
“María”. Pasado el puente, se sigue la cuenca del río
hasta la confluencia con el río Grande o Paucartambo, continuando esta
cuenca hasta que en la ladera aparece la casa blanca, tan soñada y
recordada que es el caserío del fundoMajopata, donde gozaba de la
dulzura del trato de mi primo Octavio Vizcarra Yépez y Griselda Rozas de
Vizcarra. La vacación resultaba mas grata con la presencia de sus
hijos, hoy distinguidos profesionales, los doctores Edgard y Abraham Vizcarra,
montados a caballo hacíamos jornadas, visitando todos los lugares
próximos a la hacienda, que limitaba con el fundo Udcamarca, de
propiedad de mis primos Placido Pilares y Elena Rozas de Pilares.
Allí saboreabamos muy agradables panes horneados en la misma
casa-hacienda, que servían para tomar sendas tazas de un inmejorable
café con leche que recuerdo todavía. Pasando el río Grande
al frente del pequeño pueblo de Challabamba, la tradición cuenta
que allí acamparon las tropas de Sinchi Roca, cuando su
expedición al Antisuyo. En esa cuenca esta el fundo Puco que fue
de mi tío, el Capitan en retiro Federico Rozas Yépez,
veterano de la guerra con Chile, que nos contaba las escenas de su
heróica actitud en las batallas de San Francisco, Tarapaca y
Tacna. A continuación esta el fundo Totora, de propiedad del señor
Alberto Braganini y su esposa señora Felícitas Alonso de
Braganini. En todos estos lugares éramos magníficamente bien
recibidos y pasabamos horas llenas de esparcimiento, donde el afecto, la
simpatía eran un homenaje cotidiano a la vida campestre, que ahora es
tan difícil encontrar. En la ladera donde esta el fundo de
Majopata, había un lugar llamado Buena Vista, ubicado
estratégicamente entre la cuenca del río Paucartambo y la cuenca
del río Kollota. Era un paraje alucinante,atractivo; cada vez que iba quedaba
encantado al contemplar, desde allí las dos cuencas y oír el
ruido maravilloso de sus ríos. Difícilmente dejaba ese paraje,
prometiendo para mis adentros volver lo mas pronto posible. Me
parecía que había una influencia extra-terrenal. Había
unos cimientos que demostraban que allí hubo un caserío, tal vez
en la época incaica. Lo que mas recuerdo de Majopata es su
azotea, que desde sus barandas se contempla el río. Se oía su
rumor, me atraía, me subyugaba, me sentía fascinado y por largos
momentos contemplaba el río desde las barandas de esta azotea. Una
tarde, nunca lo olvido, mi madre que estaba allí se me acercó y
con una dulzura, que sólo las madres tienen, me alisó amorosa mis
cabellos, y me dijo suavemente:
¿Qué miras hijo? Miro el río, oigo su rumor que me golpea
en el corazón. Es una música que me da vida y esperanza y me hace
soñar. Tienes razón hijo mío, me contestó. Ese
rumor del río es un mensaje de vida y de esperanza y hace soñar.
Es la historia de nuestro pueblo. Tienes la obligación de hacer algo por
tu tierra el Perú y dos lagrimas corrieron por sus mejillas.
Desde entonces comprendo que tengo una obligación sagrada, que
ojala el destino me permita poner algo de mi parte a favor de nuestro
pueblo. Ese rumor no me deja, lo llevo en el corazón. En el afan
viajero de mis días de peregrino, cuando hablo al público, siento
ese rumor, ya sea en Cusco, Urubamba, Quillabamba, Abancay, Puno, Arequipa,
Lima, Trujillo, Buenos Aires, La Plata, Paris, Sevilla, Barcelona, Madrid,etc.
Parece que fuera mi blasón, parece que me protegiera, rumor inolvidable
que penetra en mi ser, cómo parte integrante de mi propio yo.
En Majopata, con mis primos, en vacaciones, teníamos muchas
distracciones, montar a caballo, pescar en el río, construir carreteras,
derribar arboles en el bosque y también tomabamos parte en
reuniones familiares. Mi primo Octavio era un escritor metido a hacendado. En
la huerta del fundo había una glorieta con una largavista que
servía para mirar el bellísimo paisaje de la región. Allí
se reunía con sus amigos que llegaban de Paucartambo, el doctor Sven
Ericson, padre del Ministro de Agricultura en la época de Belaunde, el
cura Segundo Gamarra, el señor Alberto Braganini, el pintor Manuel
Figueroa Aznar, el profesor José Angel Tresierra, leían, discutían,
pronunciaban discursos, recitaban versos, hacían una bohemia muy
elevada. Los muchachos los oíamos con admiración y por nuestra
-parte íbamos y en parajes acogedores, subíamos a los
arboles y desde allí leíamos en voz alta
“Paginas Libres” de Manuel Gonzalez Prada, “Los
Comentarios Reales” del Inca Garcilaso, “Cuentos Andinos” de
Enrique López Albujar y los versos de Abraham Vizcarra Echave, famoso
poeta cusqueño, padre de Octavio Vizcarra Yépez.
Ibamos también a Paucartambo, que es una linda villa llena de luz y
color, con su famoso puente de Carlos III, que ahora tiene otro nuevo que
rivaliza en prestancia. En la Iglesia Parroquial, se guarda celosamente la
lengua del gran orador el cura José Pérez Armendariz, que
fuedespués Obispo y Rector de la Universidad del Cusco. Se cuenta que
este tribuno eclesiastico paseaba a orillas del río Paucartambo,
oía su rumor y largos momentos contemplaba el río con verdadera
emoción. Ese rumor del río lo traducía después en
palabras, en sus magníficas arengas, en las que parodiando a Miguel Hidalgo
y Costilla, cura de la Iglesia de Dolores en México, subía al
púlpito como pastor de almas y bajaba como conductor de multitudes.
Pérez Armendariz era un gran orador, tomó parte en el movimiento
revolucionario de 1814, junto con los hermanos Angulo y el Brigadier Pumacahua.
Esta revolución es un verdadero honor para el Cusco, porque demuestra
que el Perú estuvo presente en la hora de las grandes revoluciones
emancipadoras del siglo XIX. Se ha demostrado con el acopio de abundantes documentos
de los archivos de América y Europa, que forman un volumen de mas
de mil paginas escritas por el doctor Manuel Jesús Aparicio Vega,
Catedratico de la Universidad Nacional del Cusco, que el Cusco y Buenos
Aires estuvieron vinculados en esas horas de prestancia histórica. Si
las circunstancias hubieran sido favorables los relojes de la historia que nos
dieron la victoria en Ayacucho en 1824, se hubieran adelantado diez
años, señalando la victoria de las armas patriotas en la Batalla
de Umachiri. Con mucho fervor, el santo y sabio cura de Paucartambo José
Pérez y Armendariz había pronunciado estas palabras
históricas, que no debemos olvidar: “Si Dios puso una mano en la
creación, en esta revolución puso las dos manos”.Paucartambo
es también notable por el culto a la Virgen del Carmen “La Mamacha
Carmen”, que se celebra con mucho entusiasmo y fervor el 16 de julio de
cada año, fecha en la que se congrega una gran cantidad de feligreses,
llegados a veces de regiones muy lejanas. Me contaron que el Ingeniero Anaya,
casado con una paucartambina señora Yabar, que residían en
París, dos o tres veces, hablan hecho el largo viaje de París a
Paucartambo, para estar presentes en las ceremonias del día 16. Yo
también he tenido la suerte de estar ese día hace muchos
años. Hay alborozo, hay entusiasmo. La sagrada Imagen de la Virgen del
Carmen es sacada en procesión. Va acompañada por veinte a treinta
comparsas de bailarines, compuestas por distinguidas personalidades de la
provincia que con mucho fervor toman parte en esas reuniones. Una
película llamada “Kukuli”, en la que los protagonistas
principales son paucartambinos, entre éllos, la bella damita Judith
Figueroa Yabar, que es el personaje central. Esta obra ha sido muy
aplaudida por el público nacional como por el internacional. Para ml
tuvo un caracter muy especial este acontecimiento, porque también
fue la ocasión en la que tuve el honor de ser invitado por el Concejo
Provincial de Paucartambo para descorrer el velo del retrato de mi
señora madre, la profesora María E. Miranda, que fue colocado en
la Sala de Sesiones del Municipio. Mi madre había sido durante
mas de treinta años profesora en la Escuela de Mujeres de
Paucartambo, donde puso todo su empeño a favor de la juventud femenina
dela Villa junto con mi inolvidable abuelita la Directora señora
Melchora Navarrete. El pueblo en agradecimiento ha construido para mi abuelita
un mausoleo en el Cementerio de esa localidad, con el aporte generoso de
mas de cien personalidades de la Provincia. No han permitido que cumpla
mi deber de hacer construir ese mausoleo. Sólo han aceptado que colabore
con una cantidad de dinero. Por estas razones mi aprecio especial por esta
población llena de generosos sentimientos. Ademas hasta por dos
veces han enviado solicitudes a la Dirección Departamental de
Educación del Cusco, pidiendo que el Centro Escolar de Mujeres de
Paucartambo lleve el nombre de mi señora madre. Ojala que estas
autoridades otorguen favorable tramite a esta solicitud, porque
sería una justa retribución a la contribución leal que otorgó,
dedicando su vida al servicio de la juventud femenina.
OTRA VEZ LA UNIVERSIDAD
Cuando volvimos a Arequipa, en abril de 1928, debemos recordar que la
línea de los Ferrocarriles del Sur hacía un itinerario con dos
trenes a la semana. El primer día se iba hasta Juliaca y al día
siguiente se hacía el trayecto de Juliaca a Arequipa. El primer
día se almorzaba en Sicuani, paraba el tren por unos veinte a treinta
minutos con ese objeto. Habían hoteles en la Estación y
también mesitas en los andenes ofreciendo su comida a los pasajeros. En
el tren había el servicio de coche salón y se ofrecía
almuerzo para los pasajeros que no deseaban bajar a la Estación. En la
tarde se tomaba lonche en la localidad de Ayaviri, dondeeran famosos unos
asados muy agradables llamados “canchachos”. En Juliaca
habían varios hoteles, siendo el principal y mas conocido el
Hotel Rati o Gran Hotel. En la mañana, en el viaje a Arequipa
había mucha animación en la Estación, porque allí
se esperaba al tren que venía de Puno y de allí también
partía otro tren para el Cusco.
El año 1928 fue muy significativo para nosotros, porque hubo una huelga.
Se pretendía imponer como candidato al rectorado de la Universidad al
destacado médico Edmundo Escomel, quien tenía muchos opositores,
especialmente en la juventud por su filiación leguiísta. La
situación se agravó, culminando con el receso de la Universidad y
la expulsión de un grupo de alumnos, de modo que para el año de
1929, tuvimos que dirigirnos a Lima a la Universidad de San Marcos. Sólo
habían cinco universidades en todo el Perú. San Marcos, La
Católica que estaban en Lima y las de Arequipa, Cusco y Trujillo en
provincias.
El año 1929, hicimos gestiones para matricularnos en la Universidad de
San Marcos, las que no prosperaron, de modo que tuve que volver al Cusco un
tanto desilusionado. Una vez aca, hice mi ingreso en la docencia como
profesor del cuarto año de primaria del Colegio de La Merced, como dije
mas antes, era Director el Padre Feliciano Arteaga y me llegó a
agradar el profesorado. Bueno es recordar que mi señor padre el doctor
Daniel Yépez fue profesor secundario y mi madre la señora
María Miranda fue profesora en educación primaria en Paucartambo.
De manera que tenía en las venas sangre deprofesores y resultó mi
ocupación principal en la vida posponiendo a la de abogado.
MIS PRIMERAS COMPOSICIONES
En las vacaciones de ese año, fui invitado por mi primo, el profesor de
Matematicas, doctor Alberto Corazao Yépez para ir a su hacienda
Compone, que esta situada junto al pueblo de Ollantaytambo, donde pude
admirar la fortaleza y una serie de andenerías admirables, pues la
hacienda tiene decenas de andenes, en los que se cultiva un excelente
maíz. Hay el río Pallata, que viene de las punas, cuyas aguas en magníficas
acequias riegan estos andenes, que estan convenientemente alineados con
un declive apropiado para evitar la erosión del suelo. De vez en cuando
llegaban turistas, algunos de los cuales procedentes del extranjero los
alojabamos en el caserío, los que en amena conversación
nos contaban las aventuras de sus viajes, pues el turismo era una verdadera
aventura. Fue en esa ocasión que se despertó en mí, una
cualidad, la de escribir, pues mi primo que era muy aficionado a
Matematicas tomaba sus cuadernos y comenzaba a hacer ejercicios horas y
horas y apenado de que yo quedase desvinculado de él, me propuso que
escribiera algo, que narrara mis experiencias o las que podía colegir
del ambiente. Así me propuse escribir una novela y todos los días
parece que durante un mes escribía en la misma mesa, en la que
hacía sus operaciones matematicas mi primo Alberto, yo narraba
los sucesos de la vida campestre en forma novelada. Así surgió mi
novela “Los Andes Vengadores” que quedó guardada en un
baúl yque después de conversaciones con distintos amigos, a los
que leí mi trabajo, lo entregué a la publicidad el año
1933, publicandola en la Editorial Rozas. Fue todo un acontecimiento,
porque anteriormente había escrito uno que otro verso, que publicaba en
el diario “El Comercio” del Cusco, en una sección llamada
Tribuna Libre, que era auspiciada por el Director del diario el escritor Carlos
Ríos Pagaza. En la edición del primero de enero de 1933
salió en dicho Diario, una carta que desde Trujillo me escribía
mi antiguo profesor el doctor José Gabriel Cosio, felicitandome
por la publicación de la novelita. Poco después llegaron nuevas
cartas de felicitación, que también fueron publicadas, como las
del doctor Luís E. Valcarcel, Enrique López Albujar,
famoso novelista lambayecano, Vladimiro Bermejo, catedratico de
Literatura Peruana de la Universidad de Arequipa, Alberto Guillén,
famoso poeta arequipeño, José Wagner, Director del Colegio
Nacional de Ciencias, etc. etc., desde entonces he continuado escribiendo
cuentos y ensayos, dejando la poesía. Me he apasionado mucho por el
Cusco, por su glorioso pasado y las posibilidades de su porvenir. Me he
convertido en un verdadero cusqueñista. Hasta el momento de escribir
esta nota tengo veinticuatro publicaciones presentadas al público.
En la Hacienda Compone también salíamos a pasear a caballo,
especialmente a las punas. Hay una quebrada con un río muy hermoso que
desemboca en el Vilcanota, es el río Pallata. Siguiendo su curso
llegabamos a las punas, especialmente al parajellamado Marcacocha, donde
se realiza la festividad de los Reyes Magos. Había misa solemne,
procesión del Niño Jesús, con bailarines y, finalmente,
una corrida de toros; iban las autoridades y personajes de Urubamba.
En 1930 volví a Lima a seguir mis estudios universitarios. Recuerdo entre
mis profesores al Catedratico de Procesal Civil doctor Ezequiel
Muñoz, el de Procesal Penal doctor Zavala, el de Derecho Civil doctor
Jiménez. Fue entonces que primero tenía mi pensión en la
calle Padre Jerónimo y después en la Avenida Leguía, en la
cuadra diecisiete, donde estaba el Edificio Rizzo. Un domingo del mes de agosto
hubo despliegue policial, iban y venían vehículos con
policías. Se tomaban estas precauciones porque el Presidente Augusto B.
Leguía estaba invitado para asistir a una misa en la Iglesia de Lince.
Al poco rato desde el balcón de la casa que ocupaba pudimos verlo en
carro descubierto con el sombrero en la mano, saludando aca y
alla, y nadie lo aplaudía. Estaba desprestigiado. Fue la
última misa dominical a la que asistió, porque a los pocos
días se levantó en armas en Arequipa el Comandante Luis M.
Sanchez Cerro. El Presidente todavía probó fortuna
asistiendo a las carreras de caballos en el Hipódromo de Santa Beatriz.
Cuando volvió a Palacio en el Jirón de la Unión lo
silbaron. Se oyeron descargas de fusilería. Así terminaba su
gobierno de once años. Ya no pudo organizar el nuevo Gabinete nuevo. El
Diputado cusqueño por Acomayo doctor José Angel Escalante le
propuso dominar la conspiración, para lo que deberíanombrarlo
Ministro de Guerra. Leguía no tomó decisiones y la ola
revolucionaria avanzó. Se asiló en el Crucero Grau. Su casa fue
saqueada. Nosotros los estudiantes vimos a los saqueadores que corrían
por las calles. El barco tuvo que volver y Leguía fue apresado. La
revolución había triunfado y escuché el discurso del
Comandante Sanchez Cerro desde el Palacio de Gobierno en la Plaza de Armas,
ante un gentío que fue calculado en cien mil personas. Con gran rapidez
se habían realizado sucesos que transformaron profundamente la vida del
país. Sanchez Cerro llegó a tener gran popularidad.
Estableció la olla popular, que ofrecía comida a los desocupados.
Sus actitudes antidemocraticas lo desprestigiaron y la juventud
universitaria estuvo resueltamente en su contra. La juventud comenzó a
tomar parte activa en la vida política del país. San Marcos
resultó ser un centro de gran actividad. Surgieron los primeros grupos
de apristas y comunistas en franca actitud de rebeldía.
En 1931 volví al Cusco. Fue entonces que contraje matrimonio en el Cusco
con una compañera mía de estudios en la Universidad, la que fue
después profesora Visitación Gamarra, hija del connotado
político cusqueño doctor Manuel Jesús Gamarra, quien a los
pocos meses de mi matrimonio en el mes de junio del año 31, tomó
parte activa en la revolución del Comandante Cabrera que sublevó
a las tropas de Cusco y Puno. También tenía aceptación en
Arequipa. Había la posibilidad de que la opinión se tornase en su
favor. El doctor Gamarra, fue aclamado cuando pronuncióun discurso desde
el escenario revolucionario de la Plaza de Armas. Fue nombrado Jefe
Político del Movimiento. Entonces puso en su bolsillo el primer decreto
de la Junta Revolucionaria por el que se disponía el establecimiento del
Gobierno Descentralista en el país. El decreto estaba firmado, le
faltaba solamente la fecha para su ejecución. Sensiblemente las tropas
rebeldes de Puno avanzaron en tren para obligar se adhiriesen al movimiento.
Las de Juliaca, en el camino, en el paraje de Paucarcolla fueron detenidas por
una columna de policías que se había atrincherado junto a la
vía. Hubo tiroteo y los de Puno fueron derrotados y el Decreto Ley no
pudo ponerse en vigencia. Las tropas leales al Gobierno entraron en el Cusco.
El doctor Gamarra tuvo que esconderse para evitar ser capturado. Pasadas las
semanas, el Gobierno dispuso la convocatoria a elecciones. Se realizaron las
inscripciones electorales. Era el requisito para ser candidato el estar
inscrito en el Registro Electoral. Los que estaban perseguidos y desterrados y presos
no podían cumplirlo. Entonces surgió como remedio una
amnistía, la que comenzaría a cumplirse desde el día
siguiente al de cierre de inscripciones en el Registro Electoral, con lo que se
impedía que se inscribiesen en los Registros los enemigos del Gobierno.
Gamarra se vid obligado a inscribirse presentandose en el pueblo de San
Jerónimo. El Jefe de la Oficina del Registro Electoral se negó a
inscribirlo. El doctor se impuso revólver en mano y recabó su
boleta de inscripción. Inútilmente laPolicía del Cusco
salió en su persecución. El y sus acompañantes montados a
caballo ya se habían puesto a buena distancia. Al día siguiente
se presentaban en las calles del Cusco, ya no podían tocarlo, la
amnistía lo protegía. Hubo elecciones generales para Presidente
de fa República y para una Asamblea Constituyente. El doctor Gamarra fue
elegido Constituyente con la votación mas alta.
MI LABOR DOCENTE
También en 1931 tuve el honor de ser nombrado profesor de secundaria en
los cursos de Historia y Literatura en el Colegio Particular de Las Mercedes.
Su Directora la distinguida profesora cusqueña señorita Carmen
Segunda Pardo me dio la oportunidad de realizar mi labor pedagógica.
También fui profesor en la Academia Comercial dirigida por el profesor
Luis Santisteban Ochoa y en la sección secundaria del Colegio de La
Merced, donde ya había trabajado en primaria el año anterior. De
modo que ese año tuve intensa actividad en el profesorado. Tenía
un verdadero deleite al dictar clases. La inspiración poética
había surgido en Arequipa. Tengo actualmente un volumen de versos
inéditos, la mayor parte de los cuales estan escritos cuando era
estudiante en la Universidad de Arequipa, de modo que lo primero que
escribí fue en verso. Hasta el año de 1933, mas o menos,
de vez en cuando me dedicaba a la poesía hasta que repentinamente,
seguramente por el trabajo intelectual dejé de escribir en verso y
comencé a escribir en prosa.
En 1932 decidí poner en ejecución mi plan de viajar a Lima para
residir en esa ciudad.Tenía la posibilidad de ingresar a uno de [os
mas famosos estudios jurídicos de la Capital, el del doctor
Diómedes Arias Schereiber. Cuando un suceso inesperado cambió el
curso de mi vida, pues el doctor Rafael Aguilar, Catedratico de la
Universidad del Cusco, que ejercía el cargo de Decano del Colegio de
Abogados, tuvo un duelo con el Capitan de Policía Félix
Del Piélago, resultando herido de un sablazo en el cuello, razón
por la cual fue hospitalizado y estuvo con atención médica
durante varios meses. Fue entonces que tomando en consideración que
había terminado mis estudios en la Facultad de Letras, pero que
carecía de los títulos de Bachiller y Doctor en Letras fui
nombrado Catedratico Accidental en su reemplazo mientras durase su licencia
por razones de salud. Yo era muy muchacho. Mis futuros alumnos tenían
mas edad que yo. El ofrecimiento era tentador, presentaba buenas
perspectivas. Acepté y me quedé en la catedra durante
cuarenta años, desde luego que el doctor Aguilar volvió a la
catedra, pero a mí me dieron otros cursos. Así se
cambió mi destino y me dediqué con mucho entusiasmo y fervor a la
catedra, especialmente de Literatura Americana, Peruana y a los cursos
de Filosofía Antigua, Historia de América e Historia de la Civilización
Antigua.
MI LABOR COMO PROFESOR
Ya dijimos que el año de 1932 fue el que me dio la oportunidad de
ingresar a la Universidad como Catedratico Interino de la Facultad de
Letras. También ese año el doctor José S. Wagner, Director
del Colegio Nacional de Ciencias me llamó paraque dictase los cursos de
Historia Antigua y Contemporanea en Educación Secundaria, los que
continué dictando con pequeñas interrupciones hasta 1946, en que
por razones de incompatibilidad renuncié a dicho cargo por haber sido
elegido Rector de la Universidad Nacional del Cusco. En esa forma fui profesor
secundario del principal Colegio de Varones de la ciudad. Mi padre el doctor
Daniel Yépez y mis tíos sus hermanos Arturo, David y Belizario
habían sido también profesores y alumnos de dicho Colegio. Fui
alumno en primaria y secundaria, de modo que eran muchos los motivos de
simpatía que me atraían hacia ese Colegio. Seguramente por eso y
por mi inclinación espiritual al profesorado, daba mucha preferencia a
esta ocupación. Han pasado muchos años y todavía mis
alumnos de ese entonces, que ahora son ilustres y respetados profesionales,
recuerdan mis lecciones, e inclusive hasta algunas frases que yo había
pronunciado, en tal o cual ocasión.
El método de enseñanza que ponía en practica era de
mi propia iniciativa, procuraba que cada uno de los alumnos tuviera un libro de
texto en lo posible Malet, que servía para que estudiasen las lecciones.
Disertaba sobre determinado tema y al día siguiente dictaba un
pequeño esquema, de modo que se formaba un cuaderno con esquemas o simples
reflexiones, que resultaron de gran utilidad. Ademas, indicaba a los
alumnos que elaborasen trabajos sobre determinados temas que los
exponían en clase y concluían en un debate en el que
intervenían los demas alumnos, de modo que la
participacióndel alumno era muy activa y atrayente. En la Universidad
también, con mayor razón, disponía que los alumnos
hicieran exposiciones de determinados temas. En el momento de matricularse los
alumnos ya sabían el tema que serviría para que preparasen una
lección magistral. Eran diez temas numerados del uno al diez, de manera
que cada alumno resultaba con el tema cuyo número correspondía al
número también de la matrícula, de modo que se
documentaron y prepararon un trabajo de veinte o treinta paginas que
muchas veces sirvió de base para tesis de grado. En esa forma les
interesaba por un tema, les exigía que reuniesen bibliografía al
respecto y finalmente escribiesen una monografía. Las reuniones eran
animadas y los muchachos con mucho entusiasmo colaboraban para el mejor
éxito del plan educativo. En esa forma se descubrieron inclinaciones,
talentos y capacidades que antes parecían ignoradas por un
estímulo externo. Yo también me contagiaba del entusiasmo de los
muchachos y leía incansablemente, en esa forma llegué a organizar
una verdadera biblioteca de autores americanos, especialmente de habla
castellana y todos los libros, particularmente novelas y ensayos que se
publicaban, llegaban a mi conocimiento para que los estudiase, especialmente
del curso de Literatura Americana y Literatura Peruana que, siguiendo las
normas establecidas en las universidades de San Marcos, Arequipa y Trujillo, se
independizaron, formando los cursos de Literatura Americana y Peruana.
FORMACION DEL GRUPO CUSQUEÑISTA “INCA GARCILASO”
En 1935,en el mes de agosto formé el Centro Cusqueñista Inca
Garcilaso, con el propósito de orientar la opinión pública
a favor del Cusco, para que recuperase su prestigio ancestral y obtuviese el
privilegio de ocupar el puesto de honor que le correspondía en la vida
nacional e internacional. En este empeño se tomó el nombre del
ilustre mestizo el Inca Garcilaso, como la figura representativa que sirviese
de bandera a este pensamiento. Junto conmigo colaboraron en este empeño
un grupo muy distinguido de futuras personalidades, entre ellos estaban
Julian Santisteban Ochoa, Luis A. Pardo, Roberto Frisancho, Miguel Angel
Delgado, Alberto Delgado, Manuel E. Cuadros, Constantino Zúñiga
Vargas, Víctor Pilares Polo, etc. y llegaríamos a publicar una
revista que llevaba por nombre el del Cronista Garcilaso; dictabamos
conferencias y se realizó una activa labor que ha durado hasta nuestros
días.
La primera actividad cultural que realizamos fue la de celebrar el Primer
Centenario de la Confederación Perú-Boliviana, suceso histórico
de enorme importancia en la historia nacional, al -que se trataba de
subestimar. Creímos que era necesario demostrar que el Cusco
había sido tomado en consideración en un papel principal para que
se tomase en cuenta para ser la Capital de la Confederación. Con este
criterio trabajamos activamente. El profesor Julian Santisteban Ochoa
viajó a La Paz, Sucre y Cochabamba; se vinculó con los
historiadores del Altiplano. Visitó archivos, se documentó
perfectamente y escribió una historia sobre la ConfederaciónPerú-Boliviana
en seis tomos que mecanografiados fueron entregados a la Biblioteca de la
Universidad del Cusco, valiosísimo aporte histérico que merece
ser publicado. Ojala las autoridades universitarias lo tomen en
consideración.
El doctor Enrique López Albujar, destacado novelista e historiador
nacional, autor de célebres novelas, como “Cuentos Andinos”,
“Matalache”, “El Hechizo de Tomayquichua”, etc. etc.,
opinaba en contra de la Confederación. Fue entonces que un militante de
nuestro grupo el doctor Jorge Cornejo Bouroncle, le salió al encuentro.
Hubo una polémica muy interesante que agitó el ambiente
intelectual de aquella época. Allí se demostró que el
movimiento panperuanista de reubicación, de unión del Alto y Bajo
Perú era muy lógico como oportuno y conveniente. Se levantaron
los valores panperuanos, y también intervine publicando mi trabajo sobre
Perú-Bolivia y Chile Unidos, en él manifestaba que Portales, en
vez de pensar en impedir la Confederación debió proponer el
ingreso de Chile a esa nueva unidad estatal, convirtiendo el nuevo estado en un
poderoso imperio político. El doctor Cornejo Bouroncle, publicó
un folleto de la Confederación Perú-Boliviana. Estas actividades
del Centro Cusqueñista “Inca Garcilaso” conmovieron
también la opinión de escritores de Arequipa, Puno y Lima.
Conseguimos entonces que el Cusco fuese tomado en consideración, de
acuerdo con el prestigio histórico que poseía. Nuestra labor fue
intensa y mereció el aplauso de la opinión pública.
Indudablemente que la mas importantelabor del Centro Cusqueñista
Inca Garcilaso fue la conmemoración del 400 Aniversario de su
nacimiento, es decir el 12 de abril de 1539. Realizamos una gran labor en la
que tuve el agrado de contar con el valiosísimo aporte del Secretario
que fue el escritor Manuel E. Cuadros Escobedo, conocido en el mundo de las
letras como Mece. El Centro publicó una famosa carta que salió en
los diarios y revistas de todo el continente, llamando a los pueblos de
América a una unión espiritual, con el recuerdo del primer
peruano que era el Inca Garcilaso, representativo de una estirpe y de una nueva
raza, llamada a devolver a nuestra
América el prestigio que le correspondía en la historia. La carta
terminaba con esta frase que se hizo famosa: “América siempre
nuestra”. En esa forma, la celebración adquirió
categoría internacional. El gobierno del General Benavides
declaró Semestre Jubilar de Garcilaso al primer semestre del año
de 1939 y dio un Decreto Ley disponiendo que la casa donde presumiblemente
nació, ubicada en la calle de Heladeros, que forma esquina con la calle
Coca, que fue proclamada Calle Garcilaso, fuese adquirida para ser destinada
para que en ella funcionase la Facultad de Letras e Historia de la Universidad
del Cusco; disponía también la reedición de sus obras,
especialmente de “Los Comentarios Reales”.
El pueblo del Cusco comprendió la importancia de la efemérides.
El nombre del Inca Garcilaso sirvió para que se le recordase; así
la Calle Coca, donde esta ubicada su casa se la llamó Calle
Garcilaso. El Estadio esllamado Garcilaso. Un Cine, tomó su nombre,
así como la Librería de la calle de Mantas fue llamada
Librería Garcilaso; su propietario era el señor Anibal
Fernan-Zegarra, mi hermano político. Después en el nuevo
barrio de Huanchac surgiría la Avenida Garcilaso y Hotel
Garcilaso, se llama el que funciona en la calle del mismo nombre; finalmente,
el Centro Cusqueñista tuvo por vocero la Revista Garcilaso, que
adquirió calificado renombre.
El 12 de abril de 1939, es decir hace cincuenta años, se realizó
una ceremonia recordatoria muy importante en la misma casa donde Garcilaso
vivió en compañía de sus padres el Capitan
español Don Sebastian de Garcilaso, entroncado con linajudas
familias de la Península y su madre la bella Ñusta Isabel
Chimpu-Ocllo, sobrina del Emperador Huayna Ccapac y nieta de Tupac Inca
Yupanqui. Asimismo, ese mismo día se realizó en la Plaza de San
Francisco la colocación de la primera piedra del monumento que se
eregiría en homenaje al ilustre cusqueño. Entre las
personalidades que llegaron de Lima se encontraba el Garcilasista doctor
Aurelio Miro Quesada y el doctor Víctor Andrés Belaunde. En la
ceremonia se pronunciaron varios discursos, entre ellos uno del señor
Alcalde, el doctor David Chaparro y otro del Rector de la Universidad. Yo
también hice uso de la palabra como Presidente del Centro
Cusqueñista Inca Garcilaso. Estaba profundamente emocionado con la
trascendencia del momento histórico que vivíamos, entonces dije
que teníamos derecho a llamarnos una nación, porque teníamos
dos figurasrepresentativas que forjaron nuestra historia y eran el Inca
Garcilaso, luz, voz, pensamiento, y Túpac Amaru, rayo, trueno y
tempestad. Tuve el honor de ser interrumpido con el abrazo efusivo del doctor
Víctor Andrés Belaunde. También había participado
en la actuación que se realizó en la Casa de Garcilaso. Se
cumplió nuestro propósito. La Universidad publicó en un
número de la Revista Universitaria todos los discursos y
artículos que se habían escrito con motivo de esta
efemérides. .Garcilaso ocupaba el puesto que le correspondía en
la historia y el Cusco era tomado en consideración como la Roma
Americana, frase significativa con la que el Inca Garcilaso calificaba a esta
metrópoli. También un certamen literario convocó a juegos
florales sobre la personalidad del Inca Garcilaso. Allí fue premiado con
el primer puesto el joven poeta Luis Nieto Miranda, con una hermosa
composición enaltecedora de la figura del ilustre Inca. El poeta Edmundo
Delgado, ocupó el segundo puesto y la señora Ana de Teves el
tercero. Hubo una intensa actividad literaria con este motivo.
Otra actividad importante del Centro Cusqueñista, fue la
celebración del Segundo Centenario del Nacimiento del Inca Túpac
Amaru. el año de 1942. Era necesario poner de relieve esta gran figura
de nuestra historia. Movimos el ambiente intelectual.
A Túpac Amaru no se le tomaba en cuenta de acuerdo con el mérito
que poseía. Era evidentemente Jefe de un Movimiento Revolucionario que
le daba categoría de Movimiento Precursor de la Emancipación
Americana. Merecía sercolocada su figura junto a las de José de
San Martín y Simón Bolívar. Nuestra labor fue intensa.
Pronunciamos discursos y realizamos un concurso histórico que fue ganado
por el profesor primario doctor Julio Miranda. Se publicó en un folleto
especial el valioso trabajo histórico que lo consagró como
historiador del gran revolucionario peruano.
El año 1946, con ocasión de recordarse el 250 Aniversario de la
Obtención del Primer Título Universitario en la Universidad
Nacional del Cusco, celebramos este acontecimiento histórico con
diversas actuaciones, destacandose entre ellas el discurso conmemorativo
que fue pronunciado por el profesor doctor Julian Santisteban Ochoa, que
fue muy aplaudido y ovacionado por haber demostrado gran conocimiento
histórico del tema, su gran vocación cusqueñista y su
oratoria que conmovió a los oyentes. Fue ocasión para que se
diese importancia al hecho significativo de la creación de la
Universidad del Cusco y la gran actividad académica que realizó
en la Colonia, tomandose en consideración especialmente el
Rectorado de Manuel Mollinedo y Angulo que fue Obispo y Rector de la
Universidad y que convirtió el oro de los incas en joyas de inapreciable
valor histórico. Este Mecenas que había venido de España,
donde fue Parroco del Templo de La Almudena, impulsó el
movimiento artístico del Cusco, que se convirtió en un centro de
arte, en una verdadera Florencia Americana, artistas anónimos que
tenían dormidas en sus venas las calidades artísticas de sus
antepasados los incas, expresaron suemoción pictórica en 200,000
cuadros, según unos, y 100,000 según otros, que circularon por
todo el continente y aún España y Europa, llevando el arte
cusqueño que fue calificado como “Escuela de Pintura
Cusqueña”.
Otro Rector de la Universidad y Obispo del Cusco en el siglo XIX fue
José Pérez y Armendariz, de quien ya nos ocupamos, fue un
verdadero abanderado de la revolución en Cusco el año 1814. El
doctor Julian Santisteban Ochoa, al hacer la exposición de los
méritos históricos de la Universidad, manifestaba también
las posibilidades futuras de la Universidad, de acuerdo con su prestigio del
ayer. Todo esto me hizo pensar en la necesidad de hablar de nuestra Universidad
con un criterio continentalista, porque la Universidad del Cusco no es una
universidad mas de caracter regional, es de proyección
continental, y debe ser una Universidad Americana que exprese las calidades
espirituales propias de nuestro pueblo, que sea la manifestación de la
Integración Americana.
LA UNIVERSIDAD INDOAMERICANA DEL CUSCO
De acuerdo con estos pensamientos es que el año 1964, me permití
presentar una moción en el XXXIV Congreso de Americanistas de Madrid,
pidiendo la creación de una Universidad Indo-Americana con sede en el
Cusco. La moción fue aprobada, pero como estos congresos no tienen
fuerza ejecutiva quedó solamente en declaración, por ello en
conferencias, conversaciones, artículos periodísticos y folletos,
he ido incansablemente defendiendo la necesidad de buscar los caminos de la
Integración Americana, medianteacción cultural que
realizaría una Universidad Indo-Americana con sede en el Cusco.
Los grandes movimientos de integración se han realizado mediante
guerras, se han definido en los campos de batalla. Allí estan la
unidad italiana, la unidad alemana, la unidad española, la unidad
soviética y aún la norteamericana. Eran pueblos con igual
raigambre histórica, divididos en varios estados, muchas veces rivales.
Considero que los movimientos unitarios del siglo XXI que llevaran a
América Latina a la integración, seran obra de sus
juventudes reunidas bajo el alero histórico del Cusco, donde profesores
y alumnos comprendan la necesidad de integrar América, unirla en sus
atributos esenciales, buscar sus posibilidades de acercamiento y calificar,
presentar sus valores propios y esenciales para que la América ingrese a
dirigir los destinos de la historia con una personalidad propia y definida,
distinta a la de Europa.
Considero que el siglo XX demuestra la capacidad cultural de Europa, el mundo
de Occidente ha dominado al mundo físico mediante su capacidad
matematica y científica, haciendo posible que el hombre pueda
caminar en el suelo de la luna. Asombrosa acción, milagro
científico de la técnica del hombre del siglo XX, pero
también el siglo XX ha creado la bomba atómica,
terrorífica arma, cuyo uso destructivo impediría que haya
vencedores y vencidos en una contienda bélica, porque con sus tremendos
efectos mortíferos, en una guerra atómica, todo quedaría
destruido, y la muerte sería la señora que reinaría en los
camposdesiertos de los cinco continentes. Es urgente reaccionar contra estas
posibilidades. Necesitamos un cambio en busca de los verdaderos valores de la
vida. Es necesario que se oiga la voz del corazón y que los sentimientos
gobiernen la vida de los pueblos, crear la mística capaz de convertir al
mundo en un nuevo escenario de paz, amistad y confraternidad, en que cada
hombre vea a su vecino como a un hermano y cada país comprenda que los
pueblos limítrofes son fraternos. Ojala que el siglo XXI sea de
Integración Americana y que una Universidad Indo-Americana con sede en
el Cusco, proclame los nuevos valores humanos de concordia, libertad, paz con
mística de fraternidad. Nuestro siglo, Siglo de la ciencia y de la creación
científica, ha olvidado que sólo la paz y el sentimiento de
fraternidad haran posible la mística de un pensamiento nuevo que
rija a los pueblos.
El Cusco ya fue eje de un gran movimiento de integración realizada en la
época del Imperio Incaico. Los pueblos al ser conquistados se integraban
al Cusco y tenían que enviar porciones de su tierra que eran mezcladas
en ceremonia religiosa solemne en la Plaza de Haucay-Pata. En esta forma
tierras de Colombia y de Ecuador, Chile, Bolivia y Argentina estan fraternalmente
unidas con las del Cusco en esta plaza histórica.
En estos tiempos ha habido necesidad de dos sucesos trascendentales para que
tomemos nota en su valor esencial de la importancia de la integración.
La guerra de las Malvinas, en las que Inglaterra atacó a la Hermana
República de la Argentina en suplan de retener la posesión de las
Islas Malvinas, y segundo la necesidad de los países latinoamericanos de
abonar su deuda externa, de acuerdo con sus posibilidades económicas,
han demostrado que nada podemos solos, que necesitamos estar unidos para que
seamos tomados en consideración. Es por eso que es realidad lo que dijo
el escritor Guillermo García: “o América Latina se une o
América Latina se hunde”. Considero que el siglo XXI sera
el de la Integración Americana. Todo nos une, nada nos separa. Nuestros
países hermanos, todos estan reunidos geograficamente en
América del Sur y del Centro. Históricamente aquí
florecieron culturas aborígenes, como la maya, y la inca, que son hasta
ahora la admiración del mundo. Todos nuestros países fueron
invadidos por los conquistadores europeos y todos también sufrieron la
humillación del coloniaje. Asimismo, todos se levantaron, consiguiendo
su independencia y ahora todos también estan sufriendo los mismos
problemas y tienen las mismas necesidades inclusive económicas..
Allí, creo que el papel del Cusco es definitivo. Esta abuela de los
Andes, nacida entre montañas, de una admirable fuerza telúrica
que le otorga originalidad, debe volver a ser la Capital Espiritual de
América. De los muchos caminos que se busca para conseguir la
integración, el mas importante es el de la formación de
una Universidad Indo-Americana con sede en el Cusco. Aquí profesores y
alumnos cobijados bajo el mismo alero histórico, sintiendo la misteriosa
fuerza del pasado, seran capaces de orientar sus pasospara buscar el
verdadero camino de América. América nuestra, nuestra
América, como algo distinto a lo occidental. Esas son las ideas surgidas
como consecuencia de mi ponencia del año 1964 en el Congreso de Americanistas
reunido en Madrid, pues, ya lo he repetido varias veces, el mundo tiene que
recordar la necesidad de poner de relieve la fraternidad, la paz y la
mística de la unión a base de los sentimientos que animen a los
corazones de una nueva concepción de la vida.
FUNDACION DEL INSTITUTO AMERICANO DE ARTE
El año 1937 fue muy importante en la vida universitaria del Cusco. El
profesor J. Uriel García, autor de los libros “Cusco, la Ciudad de
los Incas”. El Nuevo Indio, Pueblos y Paisajes sud peruanos, colaborador
de los periódicos “La Prensa” y “La
Nación’ de Buenos Aires y participante en muchas reuniones
culturales de Argentina y Uruguay, consiguió el patrocinio de la
creación del Instituto Americano de Arte en la ciudad del Cusco el
día 5 de octubre de ese año 1937.
Mediante el arte se vincularían los pueblos y se podría admirar
la originalidad, la fuerza y el atractivo del arte peruano en su música,
sus danzas, poesías, teatro, etc. Fue significativa la creación
del Instituto Americano de Arte. El doctor Uriel García, me hizo el
honor de tomar parte, como fundador. Recuerdo a1gunos nombres de destacadas
personalidades, como las del profesor y periodista Julio G. Gutiérrez,
que conmigo somos los sobrevivientes del grupo de fundadores. Vuelvo a repetir,
entre ellos estaban los doctores José GabrielCosio, Rafael Aguilar,
Víctor Guillén, Federico Ponce de León, Alberto Delgado,
los señores Manuel Figueroa Aznar, Julio Rouvirós, Martín
Chambi, Roberto Latorre, Víctor Navarro Del Aguila, Humberto Vidal Unda,
Roberto Ojeda, etc. Desde entonces este grupo de intelectuales trabajó
intensamente, propiciando un mayor acercamiento entre nuestros países
mestizos, fomentando que se acrecentase la fraternidad, especialmente del
Perú, Bolivia, Argentina y Uruguay.
El año de 1987, con motivo del Cincuentenario de la Fundación del
Instituto, se realizó una solemne actuación en la que
participé enviando un mensaje de saludo que fue leído por la
socia señora María Del Carmen Stabile de Ferro. Allí
recordaba la importancia y actividad de la Institución y sus
proyecciones para el futuro.
Una de las actividades mas importantes del Instituto Americano de Arte,
es la de fomentar el arte popular, especialmente alentando la presencia de
escultores que intervengan en la famosa Feria del “Santuranticuy” o
fiesta de los santos que se realiza cada 24 de diciembre en la Plaza de Armas
del Cusco, con ocasión de la Navidad, pues artistas, escultores del
barrio de San Blas, el barrio de los artistas, toman parte enviando sus
creaciones para ser adquiridas en dicha feria. Allí esta la
historia del traje típico de los campesinos del Cusco. Aparecen hombres
del campo conduciendo a sus llamas con cargas, llevando productos
típicos, mujeres con sus ruecas, luciendo típicos vestidos, etc.
etc. Allí han surgido artistas de fama internacional, como losOlave,
Mérida, Mendizabal, Mendívil, etc. En esa forma el arte
cusqueño se universaliza y esta feria del Santuranticuy resulta toda una
bandera de autoctonismo.
El Instituto Americano de Arte ha publicado una revista, órgano cultural
de esta Institución. Se han editado mas de veinte números
muy solicitados por las instituciones culturales de todas partes. Ya dijimos
que allí esta la historia palpitante de nuestro pueblo,
representada por el arte popular a veces travieso y burlón. Recuerdo que
pude admirar figuritas representando personajes, como el médico
Arguedas, el canónigo Isaías Vargas, el doctor Jorge Cornejo
Bouroncle. También aparecí alguna vez como motivo de alguna
escultura en la feria del Santuranticuy.
Otra actividad muy importante del Instituto Americano de Arte, fue la de
organizar y realizar una gira artística que se cumplió en la
década del 40, visitando la ciudad de La Paz. El doctor Rafael Aguilar,
catedratico de la Universidad, fue en esa ocasión Presidente y
realizó una obra de mucho mérito, organizando un elenco teatral
formado por jóvenes entusiastas que representaron el drama
“Ollantay”, obra del gran peruanista argentino Ricardo Rojas, quien
después de un prolijo estudio del drama, reestructuró su
argumento, escribiendo la obra en castellano. Fue muy bien recibida en La Paz
esta obra. Se realizaron repetidamente muchas funciones teatrales que fueron
muy bien aplaudidas por un público entusiasta, se dictaron también
varias conferencias. Hubo una verdadera aproximación
espiritualPerú-boliviana.
Se hicieron varias propuestas para que visitasen Buenos Aires, lo que no se
pudo realizar, porque el personal estaba en su mayoría conformado por
jóvenes estudiantes que tenían que volver a sus centros de
enseñanza. En Buenos Aires se recordaba que en 1923 una
delegación cultural cusqueña, presidida por el doctor Luís
E. Valcarcel había visitado esa ciudad y representado durante
treinta noches consecutivas el drama en quechua “Ollantay” en el
Teatro Colón, con sobresaliente éxito. El Perú acreditaba
su gran capacidad artística y su profunda vocación
histórica con la representación del drama “Ollantay”
en Buenos Aires y en La Paz. Creo que es oportuno que hable algo sobre el
argumento de este drama. Considero de acuerdo con la versión de los
cronistas, que en la época del Imperio Inca habían
representaciones teatrales de caracter público, que eran
sumamente aplaudidas en las plazas donde se representaban sobre temas que
preparaban los amautas. Sensiblemente, la persecución cultural que
realizaron los españoles impidió el normal desenvolvimiento de la
actividad teatral, a pesar de ello en la época colonial los
españoles quedaron admirados al constatar que los aborígenes del
Perú tenían gran capacidad artística, en las
representaciones de autosacramentales y otras actividades teatrales,
especialmente de caracter religioso. El Ollantay es, pues, evidentemente
una obra teatral de la época de los incas, la que ha sido reestructurada
en la época colonial, dando paso a la versión quechua, que se
cree sea del cura AntonioValdez, pero me permito pensar que el argumento
quechua en la parte del desenlace ha sido modificado por esta versión
quechua, porque no hay lógica relación entre el argumento
principal y el desenlace. El argumento trata del General Ollantay, victorioso
en muchas guerras de conquista que, aprovechando de esta situación,
solicita al Inca en matrimonio a su hija, lo que es rechazado con
indignación por el Emperador, porque hay una separación radical
entre la nobleza y el pueblo. Ollantay se subleva y huye con la princesa. Es
derrotado y hecho prisionero, y la versión quechua termina con el
perdón del rebelde, quien es premiado con la boda y queda como Virrey
del Imperio. Esta versión no podía haber sido la que se
presentaba en las plazas públicas del Imperio, un rebelde desleal,
traidor a su monarca, es vencido y termina perdonado y matrimoniado, de acuerdo
con el mismo monarca. Entonces resultaría educar al pueblo para que se
subleve contra las leyes del imperio, porque el vencido sera premiado y
perdonado. Resulta sin lógica, un verdadero absurdo pensar en esta
conclusión. Creo que en la época de la Colonia, por
“razones políticas”, tal vez la revolución de
Túpac Amaru, fue la que impulsó a cambiar el tenor de la
última parte, pero desfigurando la versión inca, que era
representada en las plazas públicas del Imperio. Sería
interesante cotejar cuidadosamente la primera parte del desenlace de la
versión quechua, para poder observar si el estilo del quechua utilizado
en la primera parte y del desenlace, pertenecen a unasola época, porque
los idiomas tienen su particularidad de estilo que corresponde a cada
época histórica. El Ollantay es el drama, representación
de una cultura, de un pueblo. Es la época inca la que surge en su
argumento. Es el alma de un pueblo, por eso considero que así como el
Mahabarata y el Ramayana representan a la cultura indostanica y La
Ilíada y La Odisea a la cultura de la antigua Grecia, el Ollantay es el
representativo del pueblo Inca.
Es muy grato constatar que el Cusco es el estandarte cultural que ha influido
para su debida representación en Bolivia y la Argentina.
MIS PUBLICACIONES
El año de 1933 publiqué mi novelita “Los Andes
Vengadores”, de la que ya me ocupé bastante. Es mi obra primigenia
con todo el fervor de la juventud. Allí siguiendo la prédica de
Gonzales Prada, considero que la educación es el factor principal para
la transformación del indio. Planteo un personaje imaginario, la
profesora Juana Cutiri que llega a su comunidad después de haber seguido
estudios en una escuela normal para maestros indígenas. Ella en su ayllu
organiza la escuela y realiza una verdadera revolución cultural, porque
les habla del legendario Imperio de los Incas que son los abuelos del pueblo,
que habían perdido completamente la tradición de sus antepasados.
De modo que hablarles de Manco Capac y de los gloriosos Incas era un
verdadero cuento fantastico que llegaba a sus oídos. En la
novelita se habla de los abusos de las autoridades, que aprovechan de la
ignorancia de los indígenas, y se plantea ladevolución de unos
terrenos que estan ocupados por los campesinos del ayllu, para que las
autoridades les entreguen a unos hacendados que los reclaman. Pero el acto de
la entrega provoca una indignación general. Entonces acuden en defensa
de sus hijos “Los Andes vengadores”. Hay una torrencial lluvia, se
forman torrentes que hacen precipitar grandes piedras que ruedan con estruendo
al caer en las quebradas. Hay muertos y heridos y la devolución de
tierras no llega a realizarse. En uno de los capítulos se plantea un
problema. Es el hijo del Subprefecto, un joven universitario que habla de la
necesidad de que el gobierno cumpla sus funciones con mejor conocimiento del
pueblo. Cree que la capital debe ser el Cusco, que fue un centro
político de primer orden en la época imperial, que fue pospuesto
por disposición de un usurpador que era Francisco Pizarro, quien
fundó la ciudad de Lima como capital para estar cerca del mar, para el
caso de ser derrotado por los peruanos. El estudiante cree que inclusive en
caso de guerra en nuestros días la capital sería bombardeada y
puesta en situación difícil por una escuadra enemiga y la guerra
terminaría victoriosamente para el agresor. En cambio el Cusco ofrecería
mucha resistencia, porque los ejércitos enemigos tendrían que
avanzar por los difíciles senderos de la cordillera donde serían
derrotados por los peruanos. El estudiante planteaba necesidades
políticas, económicas y sociales para proclamar la necesidad de
devolver al Cusco su derecho a la capitalidad política. Este
temaplanteado en la novelita provocó entusiastas discusiones que pasados
los años han reaparecido cuando el senador belaundista el doctor Manuel
Ulloa presentó ante la Camara de Senadores del Perú una
moción, solicitando que el Cusco sea la Capital del Perú. El
doctor Ulloa realizó un viaje Al Cusco, dictando una conferencia en esta
ciudad sobre este tema. Recientemente, durante el actual gobierno del
Presidente Alan García, el diputado aprista por el Cusco doctor
Régulo Mujica Jerí, mi hijo político, ha presentado a su
Camara una moción muy bien sustentada solicitando se devuelva al
Cusco el derecho de ser la Capital del Perú, puntualizando numerosas
razones en ese sentido, como son: Que fue Capital del Imperio Inca, Capital de
la Fracción Almagrista, Capital Judicial con Audiencia establecida
después de la Revolución de Túpac Amaru, proclamada
Capital en 1816 en la Asamblea Constituyente de Tucuman por el Prócer
Belgrano, que solicitaba la restauración del Imperio de los Incas con su
capital en el Cusco, teniendo a Juan Bautista Túpac Amaru como Monarca
Constitucional en el trono de sus antepasados, Capital cuando el gobierno de La
Serna, en la época de la Emancipación, proclamada Capital por Santa
Cruz en la época de la Confederación Perú-Boliviana.
Considerada para Capital por la Asamblea Constituyente de Ayacucho en 1881 por
el representante cusqueño mi tío doctor David Yépez,
cuando los chilenos ocupaban Lima en la época de la Guerra del Pacífico.
Capital por su riqueza mineral, especialmente del Gas de Kamisea,
CentralHidroeléctrica de primer orden, Zona Turística por
excelencia, como cuenca agrícola del Alto Urubamba, con capacidad de
mantener de 20 a 30 millones de habitantes y con posibilidad de unir la cuenca
del pacífico con la del atlantico mediante vías de
penetración que uniesen ambas regiones. Este proyecto ha sido muy bien
recibido y ojala pronto sea discutido en las camaras legislativas
y tomado en su justa y debida consideración. Este proyecto se ha
presentado a consecuencia de un movimiento surgido en la ciudad de Huancayo que
ha sido también aplaudido por el Presidente Alan García para que
la capital sea una ciudad que se encuentre en la Cuenca del Mantaro, vale decir
Huancayo. Fue entonces que el representante por el Cusco Mujica Jerí,
manifestó que era respetuoso de estas opiniones, pero que considerada
que él no pedía la capital para el Cusco sino la
devolución al Cusco de su derecho para ser capital del Perú, como
lo había sido en otras épocas.
En 1934, apareció la publicación de mi trabajo titulado:
“Peruanidad Literaria y Revolución”. Con el fervor propio de
mi edad hacía un apasionado elogio de las posibilidades de la sierra
para ser el centro de la actividad cultural del Perú por su riqueza
geografica, por los Andes con su gran capacidad artística y que
una población que vive en contacto con ella, tenía que seguir en
su acción la gran actividad artística y cultural que devenía
desde la época inca. Pensaba que la creación artística, la
creación cultural, tenían que ser una verdadera revolución
contra el pasadismo,el colonialismo que tenía por su centro a la
región de la costa. De modo que el verdadero Perú debería
buscarse en la región de la sierra. Naturalmente, que hubo encendidos
debates y polémicas en torno a estas ideas aparecidas en mi trabajo del
año 1934. Desde luego que allí hacía en forma apasionada,
elogio de nuestra literatura cusqueña, especialmente de Clorinda Matto
de Turner, de la literatura puneña, de los poetas hermanos Peralta; en
fín de todo gesto, de toda actitud positiva de la literatura llamada
indigenista. El indio debería ser el tema literario por excelencia.
Había que estudiar los diversos indigenismos, como el indigenismo formal
y el esencial. El indigenismo en busca de color y de novedad y el indigenismo
revolucionario que quiere transformar y renovar. Los autores de las calidades
de Luis E. Valcarcel y Enrique López Albujar, eran muy tomados en
consideración así como el pensador cusqueño doctor Uriel
García. Faltó para darle un mayor poder a esa acción
indigenista, la formación de un cenaculo, de una
agrupación de caracter interdepartamental. Lima, la centralista,
era sumamente fuerte y poderosa y había que oponerle una fuerza poderosa
también para poder librar una gran batalla de caracter
doctrinario, defendiendo la sierra y el indigenismo como formas revolucionarias
para derrotar al pasadismo y costeñismo. Desde luego, desde hace
cincuenta años, las cosas han variado sustancialmente y ahora el movimiento
indigenista abarca por igual a todo el Perú con su sentido de
afirmación nacionalista. Recuerdoque Vladimiro Bermejo,
Catedratico de Literatura Peruana de la Universidad de Arequipa, fue uno
de los mas apasionados escritores que defendieron estas mis ideas.
También elogió mi novela “Los Andes Vengadores”.
En 1935 publiqué mi trabajo titulado: “La Novela
Indigenista”, que valió de tesis para optar el grado de Doctor en
la Facultad de Letras. La escribí de un tirón, con mucho apuro,
porque las clases terminaban el 15 de enero del 35, y antes de esa fecha
debía optar el Grado para tener opción de ser nuevamente
declarado Catedratico Interino en el año académico de
1935. El reglamento exigía la presentación de la tesis impresa,
lo que significaba un retraso, dada la angustia del tiempo que tenía
para el doctorado. Hice la contrata y pagué la edición del
trabajo a la Editorial Rozas. El Consejo de la Facultad de Letras acogió
en forma favorable esta mi actitud y conseguí mi tan ansiado
título del Doctorado en Letras.
En esta tésis hice elogio de la Novela Indigenista del Perú, como
una forma de hacer nacionalismo auténtico. Hice hincapié en
proclamar la diferencia entre novela indigenista y novela incaista.
Hablé del arte como una verdadera trinchera cultural para defender mis
ideas. Recuerdo que me ocupé en forma preferente de Clorinda Matto de
Turner, de sus novelas “Aves Sin Nido” e “Indole”, de
la novela poco conocida de “Cori Champi” del autor cusqueño Lizandro
Caller, de César Vallejo y César Falcón, de las novelas y
cuentos de Enrique López Albújar, especialmente de “Cuentos
Andinos”, “Matalaché” y “ElHechizo de
Tomayquichua”. Esta literatura no era indígena, no era escrita por
campesinos; era indigenista, escrita por hombres de la clase media que se acercaban
a los dos grandes protagonistas de la novela, es decir el medio serrano, lleno
de belleza y sugestiones y el protagonista que es el campesino. El tema fue muy
comentado y alcanzó relieve mas alla de nuestras fronteras
patrias. Me llegaron cartas alusivas a esta publicación.
En 1940, la Universidad del Cusco, me hizo el honor de encargarme pronunciar el
discurso de orden en la apertura del Año Académico.
Vivíamos momentos de gran expectación internacional.
Estabamos en plena Segunda Guerra Mundial. Parecía que los
ejércitos del eje Roma y Berlín, ponían en duro aprieto a
las tropas democraticas del mundo libre. La intelectualidad del
Perú, estaba por la democracia. En el Cusco la defendíamos con
verdadera pasión, de modo que el título de mi discurso fue:
“El Proceso Cultural del Perú”. Mostré las
posibilidades del porvenir de América, teniendo el continente como la
tierra de la libertad. Hice hincapié en tres personajes cusqueños
que representaban tres épocas de la vida cultural del Perú a
través de tres siglos. El Inca Garcilaso de la Vega, representativo del
siglo XVI, en el que en el Perú se enfrentaron dos mundos y dos
civilizaciones opuestas para dar lugar al nuevo mundo que nacía con el
mestizo, cuyo representativo era el Inca Garcilaso. El siglo XVII, culteralista
y gongórico, donde el esplendor verbal y la metafora
señalaban los caminos de la vidacultural cuyo mas alto
representativo era el cusqueño El Lunarejo Juan Espinoza y Medrano y,
finalmente, el siglo XVIII estaba magníficamente representado por otro
cusqueño, el famoso Juan Bustamante, apellidado CONCOLOR CORBO, su libro
Lazarillo de Ciegos Caminantes es burlón, travieso, crónica de
caminante que se burla de la realidad de los gobernantes y de sí mismo.
Se ríe cuando el censor suprime setecientas paginas de su libro
que contenían críticas a la época. El siglo bullente del
XVIII, con su fervor que dara fuerza a las revoluciones del futuro,
aparece en este libro del escritor cusqueño. En mi discurso
académico hago hincapié en la potencialidad cultural del mestizo.
El mestizo es el nuevo hombre de América, que debe oír el mensaje
de la tierra, acercarse a su tradición, buscar lo propio en la sabia
íntima de su ser pera mejor conocer América, para comprenderla y
expresarla.
En 1938, era Catedratico de Filosofía Antigua y tuve el agrado
dictar por primera vez en nuestra Universidad, lecciones sobre la
filosofía de la India. Publiqué un trabajo titulado la
“Filosofía del Oriente” en el que hago detallado estudio de
los seis sistemas filosóficos de la India. Estudié con cuidado
las apasionadas paginas escritas al respecto por el sabio
filósofo, el mexicano José Vasconcelos, quien con mucha
pasión presenta el estudio de la Filosofía Indostanica. Leí
libros de filosofía y el Bagabath-Ghita o el Canto del Señor, que
son trozos del poema Mahabarata, plenos de filosofía espiritualista. Yo
creía que el pensamientofilosófico de la India, traería
como consecuencia una verdadera batalla con las doctrinas filosóficas de
Europa, y que el resultado podría ser la presencia valiosa del
pensamiento latino-americano, superando esa pugna y otorgando a nuestra
América una capitalidad espiritual.
El pensamiento indostanico tiene mucho valor, es significativo que el
medio geografico de la India impidió su dominio, entonces el
hombre buscó la conquista de su propio ser, la conquista de su
espíritu y surgió un dominio espiritual extraordinario. Para el
pensamiento indostanico el mundo esta en pleno proceso de cambio
que es eterno, porque la vida es un proceso de creación, que concluye en
un proceso de regresión. Hay un avance seguido de un retroceso. Hay una
ampliación seguida de una disminución, es como un colosal
péndulo que avanza y retrocede a través de millones de
años y que no terminara jamas. La humanidad no conoce la
verdadera realidad, porque todo en el mundo es “maya”, es decir una
ilusión, una farsa, una mentira. Vivimos engañados, porque la
realidad no la conoceremos jamas. El Nirvana, el paraíso de los
espíritus es la dulce ataraxia los griegos; que va mas
alla de los principios epicureos. El Nirvana es el deseo, la
ambición de los espíritus para gozar de este paraíso
espiritual. Prana es el aire purificador que respira el hombre, es la vida
misma, fuerza purificadora que limpia los sentidos y la mente y al ser expulsada
arroja todo lo negativo, la muerte, las enfermedades, el dolor. El alma que
vive en un cuerpo es inmortal, peroesta sometida a la ley de la
reencarnación y de las transmigraciones. Los cuerpos son residencias
temporales, que son dejadas en el camino, como los reptiles dejan su piel
envejecida para dar lugar a la brillante y fresca con la que la reemplazan. Un
general indostano, al ser amenazado de muerte por Alejandro Magno, el
conquistador de la India, le contestó con toda tranquilidad: Si me matas,
le quitas vida a mi cuerpo, pero yo soy inmortal. Mi alma no muere. Esta
anécdota tiene un profundo sentido filosófico. Demuestra el
pensamiento de inmortalidad que tienen los indios. Sería largo seguir
hablando de esta filosofía indostanica, llena de interés,
profundidad y sabiduría. Para ellos todo es vida. Si Descartes dijo:
Pienso, luego existo, ellos también tienen otro filósofo Kapila
que decía: Existo, luego pienso. De modo que incluso los vegetales y
animales pensaban porque existían. El espíritu es la razón
del mundo, la materia una forma del mundo. El mundo es espiritual, lo material
es la forma pasajera. En materia religiosa las tres grandes divinidades que son
Brama, Visnú y Ciba, representan los tres principios fundamentales del
mundo. Brama el principio mantenedor, Visnú el sentido creador y Ciba el
principio destructor. En los Vedas se encuentra la raíz de los
pensamientos mas profundos de la filosofía espiritual de los
indostanos, así como en los poemas el Mahabarata y el Ramayama.
La Revista Universitaria del Cusco publicaba cada semestre una nueva
edición. Era el mas apasionado colaborador que enviaba
misartículos para que fuesen editados en cada número de la
revista. Especialmente mis temas favoritos y preferidos eran sobre literatura,
pues era catedratico de Literatura Peruana y Americana, y me ocupaba de
los temas relacionados con los autores peruanos de la época, entre ellos
del doctor Enrique López Albujar, a quien envié algunos de mis
libritos y él muy gentil me contestó’aplaudiendo mi labor,
insinuandome a que continuase el estudio apasionado de los temas
cusqueños, que eran muy interesantes, pero muy poco conocidos.
También recuerdo haber rastreado sus producciones y mi espíritu
juvenil fue profundamente impresionado con la lectura de sus Cuentos Andinos,
escrito cuando era juez de Huanuco, donde exhibe el espíritu
indígena en inolvidables cuentos de ese libro que provocó
profunda impresión en el alma de los escritores peruanos. Poco después
publicaba una novela de la costa, era Matalaché, la vida de un esclavo
negro que vivía en la hacienda Latina y que llegó a tener un hijo
en la persona de la descendiente del propietario. El tema era verdaderamente
vibrante, impresionante y doloroso. Las dulzuras de la vida serrana aparecen en
el hechizo de Tomayquichua y, finalmente, reaparecen los Cuentos Andinos en una
segunda entrega con personajes muy notables de nuestras serranías. Los
Caballeros del Delito, el Hombre de la Bravura, Sin Tregua, de los Bandoleros,
traficantes de la ley, alejados de la justicia que montados en sus caballos
legendarios realizan jornadas increíbles y a su modo son poseedores de
un animocaballeresco, infunden respeto y hasta simpatía por su
conducta. Tales eran los libros de este ilustre autor, a quien tanto llegué
a apreciar, porque recibí sus bondadosas palabras de estímulo.
Fue Vocal de la Corte Superior de Justicia de Tacna, cuando esta región
cautiva volvió al seno de la patria y por rara coincidencia fue nombrado
también Vocal de la Corte Superior de Tacna mi tío el Magistrado
cusqueño doctor José María Garrido Mendívil, quien
me contaba que llegaron a ser muy buenos y leales amigos en esa tierra
legendaria. Resulta que pasados los tiempos, un tacneño, el escritor y periodista
Fortunato Zora Carvajal, me hizo el alto honor de designarme para prolongar su
libro sobre el poeta José Santos Chocano. Lo hice con el mayor agrado.
Es un libro impresionante porque, recoge muchas noticias sobre la vida
íntima del Poeta de América, a quien había conocido cuando
Zora Carvajal, como buen aprista, fue desterrado a Santiago de Chile,
lugar en el que vivía el poeta. Un día me mostró una
fotografía muy importante en la que estaban presentes Zora Carvajal,
José Santos Chocano y el doctor Enrique López Albujar. Aparecen
los tres en la ciudad de Tacna. Bueno es recordar que Enrique López
Albujar es el padre del actual Ministro de Defensa, General Enrique
López Albujar, quien tuvo la satisfacción de escuchar al
Presidente Alan García, declamando con gran unción
patriótica el bello y apasionante poema A la Bandera, del cual es autor
el poeta y escritor Enrique López Albujar.
En uno de los números de la RevistaUniversitaria, hice recuerdo especial
del poeta cusqueño Abraham Vizcarra Echave, romantico por
excelencia, quien a mi juicio junto con Mariano Melgar, el poeta
romantico de Arequipa, son los representativos auténticos del
romanticismo peruano; en cambio los poetas limeños eran reflejo de
reflejos, eco de ecos de la poesía española de esa época y
los provincianos del sur del Perú, poco conocidos, eran los poetas
auténticos. Melgar, era mas representativo porque su corta vida
estuvo aureolada por haber muerto como héroe de la revolución
emancipadora a consecuencia de haber sido fusilado después de ser
capturado en la batalla de Umachiri. En cambio Vizcarra, en su breve vida,
sintió todos los atractivos del romanticismo, porque conoció en
el Cusco a una bella dama que fue su novia y después su esposa, la
señora Adelaida Yépez, hermana de mi padre doctor Daniel
Yépez. El novio viajó a Lima a seguir estudios en la Universidad
de San Marcos. La lejanía, el mal de ausencia, la tristeza de la soledad
le impulsaron a escribir poemas verdaderamente romanticos, impresionados
también con el recuerdo del valle del Vilcanota donde tenía un
fundo agrícola llamado Uchumuca, ubicado en el distrito de San Salvador
de la provincia de Calca. Ese paisaje, de una belleza extraordinaria a la hora
del atardecer, donde los celajes color violeta hacen juego con el rumor dulce y
lejano, hecho cadencia y armonía, de las aguas del río sagrado.
Todo esto, impulsado por el recuerdo de la amada, la ausencia de la novia, fue
la fuerza interior que palpitó ensus poemas inolvidables. A su vuelta de
Lima, contrajo matrimonio con su novia la bella dama Adelaida Yépez, alla
por el lejano año de 1880, muriendo tres años después,
dejando un hijo Octavio Vizcarra Yépez, quien heredó las virtudes
intelectuales de su señor padre. Era un lector impenitente en la
biblioteca de su hacienda Majopata, ubicada en el distrito de Challabamba de la
provincia de Paucartambo. Su biblioteca era famosa, tenía reuniones con
las personalidades que venían de Paucartambo, hacía bohemia
intelectual. Allí estaban el doctor Sven Ericson, padre del que fue
Ministro de Belaunde, el artista pintor Manuel Figueroa Aznar, famoso
intérprete del alma campesina en sus acuarelas inolvidables, el profesor
José Angel Tresierra, famoso educador de la juventud paucartambina, el
musicólogo señor Domingo Rado, intérprete del alma de
nuestras serranías, el cura parroco de Paucartambo
Monseñor Segundo Gamarra, agil, locuaz; todos ellos se
reunían en Majopata, especialmente en una glorieta ubicada en el
jardín del, fundo, donde existía una largavista que servía
para admirar los maravillosos contornos de las lejanas serranías.
Allí leían, discutían, pronunciaban discursos,
repetían poemas, hacían música, tocando especialmente la
gitarra. Eran famosas “tenidas”, gratas para el espíritu.
Sensiblemente, Abraham Vizcarra Echave no ha dejado ningún libro de
poesías. Vivió en la época en que surgió la figura
de Clorinda Matto de Turner, con la que cultivo una noble amistad. Un incendio
del caserío del fundo Majopata destruyóbuena parte de su
producción literaria. Muchas composiciones originales desaparecieron
así como las notas de sus cuadernos, en los que escribía sus
poemas. Fue muy doloroso para la familia perder los rastros mas
importantes de su producción poética. Dos nietas Elvira Vizcarra
Rozas y Bertha Vizcarra Chavez han cultivado la poesía y han
producido muy hermosas composiciones poéticas. Sensiblemente no han
insistido en continuar las huellas dejadas por su señor abuelo. De todos
modos nos falta un poemario, un libro que recoja toda la poesía
romantica de este vate cusqueño. Recuerdo que su nieta Elvira
Vizcarra Rozas, con noble sentimiento familiar y devoción espiritual por
su abuelo, tenía reunidas sus producciones con una nota sumamente
interesante que le servía como prólogo. Sensiblemente su muerte
impidió su publicación.
El poeta Luis Nieto Miranda, obtuvo el grado de doctor en la Facultad de Letras
de la Universidad del Cusco, con un interesante trabajo dedicado a estudiar e
investigar la trayectoria literaria de dos poetas cusqueños de relieve,
casi olvidados, la del poeta Abraham Vizcarra Echave y la de la poetisa Carmela
Perea de Thonson. Gracias a esta labor del poeta laureado cusqueño, es
que conocemos bastante de la vida y obra de estas dos personalidades
intelectuales del Cusco del siglo XIX en sus últimos días.
RECORDANDO AL INCA GARCILASO
En la Revista Universitaria del año 39, reunimos varios trabajos
encaminados a recordar la vida y obra del insigne cusqueño el Inca
Garcilaso de la Vega, recordandoel cuatrocientos aniversario de su nacimiento,
que fue el 12 de abril de 1539. Como dijimos en otra ocasión, provocamos
un verdadero movimiento intelectual y social recordando al gran cusqueño
de todos los tiempos, ubicandolo en el lugar que le correspondía,
consiguiendo que lo declarasen Ilustre Americano en el Congreso de Americanistas,
reunido en ese año en Lima, donde fue aclamado a iniciativa del Delegado
Boliviano. Conseguimos que en el Perú los periódicos y revistas
se ocupasen de su personalidad, demostrabamos tal como deseabamos que el
auténtico Perú estaba en sus inolvidables paginas. Que
allí estaba la vida misma de la peruanidad, como repito, una
edición de la Revista Universitaria estuvo destinada a recordar a tan
ilustre patricio. Ahora estamos dedicados en igual afan, porque dentro
de algunos días, el 12 de abril de 1989, se recuerda el cuatrocientos
cincuenta aniversario de su nacimiento. Hemos conseguido que se declare este
año “Año Jubilar de Garcilaso’, que se editen
estampillas conmemorativas, que se declare Feriado Laborable esa fecha notable.
Yo fui el año de 1939, Presidente del Centro Cusqueñista Inca
Garcilaso, destinado a través del tiempo a perennizar la figura de
nuestro ilustre paisano. A través de los años así lo
hicimos. Hace poco reuní a mis consocios, varios de ellos fundadores, y
elegimos Presidente Activo al doctor Manuel Jesús Aparicio, destacado
joven catedratico de la Universidad del• Cusco, historiador
notable que ha visitado archivos de España y América y
Vice-Presidente a laDocente Universitaria doctora Zoila Ladrón de
Guevara, de brillante trayectoria en la docencia, apasionada feminista y
notable defensora del Cusco como ciudad de relieve en nuestra vida a
través del tiempo. Se le ha cambiado el nombre al Centro
Cusqueñista, rebautizandolo con el de Instituto Inca Garcilaso.
He merecido el altísimo honor de ser declarado su Presidente Honorario.
En esta forma sigo vinculado a seguir trabajando por el mayor prestigio de la
obra y de la vida del mas Grande Peruano de todos los tiempos.
El doctor José Gabriel Cosio, catedratico universitario y
director del Colegio Nacional de Ciencias, realizó el año de 1939
una apasionada campaña garcilacista desde las columnas de “El
Comercio” del Cusco, diario del cual era director. El Boletín
Municipal, revista publicada por la Municipalidad del Cusco, lanzó
también una edición especial con motivo de esta
conmemoración. Allí esta un interesante artículo
escrito por el doctor Luis A. Pardo, director del Museo Arqueológico y
publicista dedicado a la investigación histórica. También
en esta revista esta un discurso mío, del que ya he hablado y que
fue pronunciado con ocasión de la colocación de la primera piedra
del monumento a Garcilaso en la Plaza San Francisco de esta ciudad. La
conmemoración cuatricentenaria fue un éxito completo. Ahora
esperamos que la del cuatrocientos cincuenta aniversario alcance igual relieve.
El día 11 de abril habra un paseo cívico conduciendo los
restos del Inca, que estan en el zótano de la Iglesia de El
Triunfo, por la Plazade Armas. Se pronunciara un discurso en la puerta de la
Universidad y tres en la Casa del Inca, en la esquina de la calle Garcilaso,
donde hablaran representantes del Instituto Nacional de Cultura, del
Colegio Garcilaso y el Presidente del Instituto Inca Garcilaso. En la puerta de
la Municipalidad hablara el Alcalde del Concejo Provincial y en la
puerta de la Sociedad Pro-Cultura Clorinda Matto de Turner, en el Portal de
Panes, hablara una Socia de esa Institución. Finalmente, el
cortejo ingresara en la Catedral, donde el Arzobispo le ofrecera
un homenaje celebrandose también una Misa. El día 12, a
las 10 de la mañana se izara el Pabellón Nacional y la
Bandera del Tawantinsuyo en la Plaza de Armas y, como Presidente Honorario y
fundador del Instituto Inca Garcilaso pronunciaré un discurso desde el
atrio de la Catedral. Acto seguido habra un desfile con
participación de los alumnos de diversos colegios y centros educativos
así como de las instituciones cívicas. En la noche del día
11 de abril habra una actuación especial en el Paraninfo
Universitario y la noche del día 12 otra en el Salón de Actos de
la Universidad Andina. Los días 11 y 12 de abril seran de
embanderamiento general en la Región Inca. En Lima, la Universidad
Garcilaso esta propiciando una serie de actividades. Esta
institución tiene una Comisión presidida por la docente
cusqueña doctora Lilia Aguilar de Casafranca, que esta realizando
una activa labor. Se ha declarado Año Jubilar de Garcilaso con motivo
del 450 Aniversario de su nacimiento. Se editaranestampillas
conmemorativas. Los embajadores de España, Estados Unidos y Portugal seran
los invitados especiales para que visiten el Cusco. Evidentemente, Garcilaso es
un símbolo del mestizo peruano, de la nueva raza, mezcla de las culturas
europeas y americana que se proyectan al porvenir, formando la raza mestiza que
pasados los tiempos sera la representativa de una nueva cultura que
tenga por base y centro a latinoamérica.
Garcilaso nace en un momento de profundas transformaciones históricas y
sociales, en que dos mundos Europa y América se enfrentan, dos
civilizaciones opuestas luchan, dos pueblos diferentes entran en pugna.
Garcilaso es protagonista de estos cambios. Sufre este conflicto; hijo de un
capitan español y de una princesa incaica que representa al
mestizo peruano, y recibe influencias de las dos culturas. Los parientes maternos
de habla quechua le relatan la historia de los incas. Le enseñan el uso
de los quipus y lo adentran en el conocimiento del dulce idioma quechua. Con
frecuencia sus relatos terminan con esta frase de infortunio:
“Trocósenos el reinar en vasallaje”. De otro lado, el padre
le habla en español y lo hace su escribiente. Asiste a banquetes en los
que estan de ciento cincuenta a ciento ochenta comensales. El
canónigo Cuellar, su maestro Alcobaza y otros españoles lo
adentran en el conocimiento de la cultura europea. Le enseñan
latín a él y a sus condiscípulos mestizos; les dicen en la
escuela: Como quisiera verlos en Salamanca. Garcilaso viaja a España.
Quiere volver. Es un verdaderoproscrito espiritual que siente irresistible
pasión por la madre tierra. Al no conseguir volver, lo hace en el
recuerdo. Escribe con pasión, con dolor esas paginas inolvidables
donde desfila la vida heróica del pueblo incaico. El mismo nos
dira que relata lo que mamó en la leche de su madre, vió y
oyó. Es un libro que es una confesión, es el alegato de un
proscrito, de un desterrado que resultara después una bandera
revolucionaria. Los peruanos debemos proclamar la necesidad de la lectura de
Los Comentarios Reales como una necesidad para afirmar los caminos de la
verdadera peruanidad.
Sí en La Ilíada y La Odisea, que son los poemas homéricos,
esta el alma de la Antigua Grecia, en Los Comentarios Reales esta
el alma del Perú. Por eso, se le llama por Prescott “una
emanación del espíritu indio’. Para Ricardo Rojas’ es
la vocación por América”.
Para Luis Velasco Aragón “es la raíz del arbol que
es el Perú”. Para nosotros “es el cuerpo viviente del
ayer”. Podríamos seguir recordando otras frases famosas que
indican el valor de esta obra. Hace dos días, el 12 de abril de 1989, he
pronunciado un discurso en la Plaza de Armas del Cusco, dentro del programa de
celebraciones con motivo del 450 Aniversario del Nacimiento del Inca.
Allí he dicho que es tan fuerte la presencia espiritual de Los
Comentarios Reales que -al leerlos- sentimos que las piedras eternas del Cusco
se transforman en idea en filosofía, los muros se convierten en
pensamiento, en luz, que son un mensaje que habla de la eternidad de la vida
cantada en esaspiedras, como un mensaje de unión porque son obras de pueblos
unidos al servicio de un ideal. Allí también he dicho que si los
egipcios se enorgullecen de sus piramides eternas, nosotros tenemos los
muros del Sacsayhuaman, que son bloques formidables de piedra, que han
sido colocados unos sobre otros con una precisión matematica
admirable, alarde de la arquitectura inca. Si la antigua Grecia tuvo el templo
del Partenon, como emblema de culto de los antiguos griegos, nosotros gracias a
Garcilaso contemplamos admirados la presencia del Kcoricancha, donde el granito
ha sido moldeado por los artistas quechuas, dónde las curvas
maravillosas de sus muros son símbolo de arte y de belleza puestos al
servicio del culto. Todo esto es sugerido por la lectura de este libro
maravilloso que nosotros debemos utilizarlo como mensaje de nuestro paisano el
Inca Garcilaso. En el mismo discurso digo, que vivimos ahora los países
latinoamericanos horas difíciles, como consecuencia de los problemas
económicos ocasionados por la deuda externa. Aislados nada podemos,
unidos nuestra voz sera reconocida y provechosa. Necesitamos entonces la
integración, el acercamiento; justamente los incas realizaron una obra
admirable de integración americana, unieron todos los países de
América del Sur, teniendo al Cusco por capital mediante caminos
admirables. Utilizaron el “runa simi” como idioma unificador y el
culto al Sol, como símbolo divino. Nos relata una anécdota que
tiene un valioso sentido político, pues cuando conseguían la
anexión de una nuevacomarca al Imperio, traían una porción
de su tierra a la ciudad del Cusco y aquí en el Haucaypata, en nuestra
Plaza Principal, en una ceremonia religiosa la mezclaban con la tierra santa
del Cusco. De modo que en esta Plaza esta la tierra de América,
las tierras de Colombia y de Ecuador,
Chile, Bolivia y Argentina, unidas, mezcladas, integradas, las unas con las
otras, como símbolo viviente de unión que ahora debemos utilizar
en un sentido afirmativo, pues para nuestra necesaria integración, la
creación de una Universidad Interamericana o Indoamericana con sede en
el Cusco, serviría para que docentes y alumnos, de nuestra
América morena se reunan bajo el alero histórico de la ciudad
mas americana de América, mas histórica de todo el
continente, para sentir en su espíritu la verdadera américa, para
comprender el significado propio y original del destino de nuestro continente,
para extraer del fondo del alma de América aquello que es propio de
nuestro espíritu, que es expresión de nuestra alma. Entonces el
Cusco volvera a ser la capital espiritual de América unida. Estos
fueron los conceptos expresados en esta reunión cívica realizada
en nuestra Plaza Mayor.
PUBLICACION DE CUENTOS
En el año de 1967 publiqué cuatro cuentos en un folleto titulado:
“Semblanzas del Cusco”, los mismos que también aparecieron
en el No. 22 de la Revista del Instituto Americano de Arte, separata que lleva
el nombre que he indicado. Ademas, he publicado dos cuentos: “El
Mandato” y “Campiña”, que aparecen como
apéndice a mi libro titulado “LaNovela Indigenista”,
publicado en 1935. En esa época también publiqué en la
Revista Universitaria otro cuento titulado “El Tesoro del Poeta”;
fuera de estos siete cuentos no he vuelto a escribir ninguno. Los amigos me
dicen que estos siete cuentos podrían convertirse en un libro, por ser
todos narraciones que tienen como tema fundamental el Cusco. El año
pasado 1988, publiqué dos de estos cuentos: “El Arriero” y
“La Tierra Llama”, en folleto que ha merecido favorable acogida,
los que con un “Drama de amor a los Andes” y “La Muerte de la
Emoción” edité en mi libro “Semblanzas del
Cusco”. En el cuento “La Tierra Llama” describí un
drama verdadero en forma novelesca. Allí esta la fuerza
extraordinaria del ambiente telúrico en la selva peruana, que tiene una
irresistible atracción que cautiva y aprisiona a los hombres que van a
ella en busca de aventuras del caucho, del oro, etc. Un español lleno de
ambición y energía se instaló en la selva de
Kcosñipata. Explotó a los salvajes, formó una hacienda,
donde como a verdaderos esclavos los hacía trabajar. Atesoraba bastante
oro, ambicionaba llevar ese tesoro a Europa para pasar días de esplendor
y bonanza. Descubrió atemorizado y perplejo, que cada vez que
salía de su hacienda de la selva e iba al Cusco, sentía una
fuerza irresistible que le obligaba a volver a la selva. La ciudad, la
civilización lo aterrorizaban. En la selva estaba la libertad y
volvía a ella urgido y desesperado. Fue entonces que en una de las
caserías que hacía de “mashcos”, salvajes fue
aprisionado ycuando sus captores se aprestaban a ultimarlo en medio de
tremendas torturas fue libertado por la hermosa hija del curaca, junto con la
que fugaron del poblado de salvajes y consiguió volver hasta su
hacienda; fruto de los amores que tuvo con la cautiva, nació un
niño, al cual quiso con toda su fuerza. Lo educó, lo hizo viajar
a Europa donde se profesionalizó como médico. El muchacho
volvió para pasar sus vacaciones en el fundo de propiedad del padre. Iba
para despedirse de la selva, caminaba por los lugares y parajes que
había hecho las delicias de su juventud y comprobó que ese
ambiente también lo había embrujado y decidió quedarse
olvidando la civilización, la profesión médica, sus amores
y amistades. Se lo dijo al padre, quien le suplicó, le rogó con
lagrimas en los ojos que volviese a la vida de civilizado, que lo
vengace, porque él tampoco quería dejar la selva. Hubo
dialogos violentos entre ambos y ante la decisión inquebrantable
del joven médico, el padre en un rapto de indignación y de
impotencia disparó su revolver, matandolo. Este final
impresionante causó fuerte emosión en los lectores y ha merecido
que se le tome muy en cuenta. También el cuento “Un Drama de Amor
en los Andes”, que sigue en su argumento al del drama
“Ollantay”, lo hace terminar con la guerra de Ollantay contra el
Inca, porque su requisitoria para casarse con la princesa Cusi Coyllor no ha
sido escuchada. Entonces huye con ella y la lleva a la Ciudadela de Machupicchu
para que las sacerdotisas de su templo la cobijen, mientras tanto él
esderrotado y obligado a vivir en Ollantaytambo, que sera su
prisión, porque el haber respetado a su princesa enamorada lo
salvó de la muerte. Ollantay no puede resistir la prisión y se
suicida arrojandose desde la peña del castigo y Cusi Coyllor
muere de pena y dolor, cautiva en Machupicchu. Otro cuento que ha agradado
mucho es “El Arriero”, que recuerda la etapa de los años 30,
en los que se construyeron las carreteras de penetración a la selva y
los arriegos, dueños de las serranías peruanas, que unían
pueblos y comarcas con sus infatigables recuas de mulas, fueron desplazados,
reemplazados por los camioneros, que abrieron las rutas de los caminos
carreteros. Un arriero Mariano, que ha pasado la vida recorriendo las
serranías y la cabecera de la selva, que son su vida misma, con sus
dolores y penurias, con sus alegrías y fiestas, decide atacar al primer
vehículo que vea pasar por su pueblo para destruirlo y vengarse de su
competencia. Armado de un grueso garrote se esconde junto a un camino carretero
y cuando constata que hay un auto que avanza veloz por la carretera, se
precipita sobre él, furioso y enardecido, para destruirlo. El chofer
sorprendido pretende detener su vehículo y al no conseguirlo observa con
horror que el imprudente ha sido muerto por las poderosas ruedas de su
vehículo. Estos son los argumentos de algunos de los cuentos que en
número de siete he escrito y publicado.
En 1959 publiqué el folleto titulado: “Descubramos nuestra
América”, que motivó muchos comentarios. Allí
volví a publicar un trabajotitulado: “Camino del Mestizo”,
que salió en varias ediciones dominicales del diario “La
Razón” de La Paz. Todos estos trabajos se ocupan de la importancia
del mestizo, al cual considero como un caminante pasajero, por el camino de la
historia, sin una determinación propia, porque dentro de sí mismo
luchan las dos fuerzas opositoras, que son la razón de su existencia, es
decir las culturas inca y española. Considero que el antagonismo de
estas dos fuerzas psicológicas, tiene que resolverse cuando se destruyan
mutuamente y den lugar a un nuevo ser que sera el definitivo personaje
histérico de nuestro país. Esto sucedera cuando el mestizo
vuelva los ojos y el espíritu hacia la madre tierra. Esta vuelta
traera como consecuencia un reencuentro revolucionario, que dara
origen a este nuevo personaje histórico. Este planteamiento fue muy bien
recibido, especialmente en el extranjero y fueron numerosas las notas de
aprecio que tuve el honor de recibir. Como en estas memorias, me ocupo de los
asuntos mas importantes relacionados con mi persona. Puedo afirmar que
aceptando las indicaciones de numerosos amigos publiqué como
apéndice a dicho folleto las numerosas opiniones recibidas, en las que
como vuelvo a repetir se me hacían elogiosos comentarios. Sería
largo transcribir los comentarios, por lo que sólo va la relación
de las personalidades que hicieron honrosas apreciaciones. Estas son: Revistas
Panorama - Washington. - Revista Las Españas No. 98.- Revista
Universitaria de Antioquía-Colombia. - Revista
“América” Pastor del Río-Cuba.-V. Lillo
Catalan Revista Americana de Buenos Aires. - Alberto Tauro-Lima. -
Augusto Arias-Grupo América de Quito.- Emilio Vasquez-Puno.-
Miguel Cavero Egúsquiza-Lima.Concha Melendez-Universidad de Puerto Rico.
- Ramón Martínez- Pergamino, Buenos Aires.- José G.
Antuña-Montevideo.- Marco Tulio Salazar-Director de la Escuela Normal de
Costa Rica. – Alfredo Gonzales Prad-New York. - Sturgis E.
Leavidd-Universidad de North Carolina. - Willis K. Jones-Universidad de
Oklahoma.- Arturo Capdevila-Universidad de La Plata, Argentina. - Correo de la
Unión Panamericana de Washington. - Revista San Marcos No. 5-Lima.-
Miguel A. Macau-La Habana, Cuba. - Raimundo Lazo-La Habana, Cuba.- Stig
Granberg-Estocolmo, Suecia. - Carlos Echevarri Cortez, Ex-Embajador de Colombia
en el Perú.- José Sanz y Díaz-Madrid, España.-
Guillermo Céspedes Rivera - Director de “La Razón”,
La Paz, Bolivia.- Revista Cultura Peruana No. 130, Abril 1959, Lima.- (Sobre
Drama Ollantay).- Revistas Cultura Peruana No. 130, Abril de 1959, Lima, sobre
“Tierras del Sol”.- Nicanor Dueñas Ubaqui, Cusco.- Oscar
Silva, Arequipa.- Vladimiro Bermejo, Catedratico de la Universidad de
Arequipa.
OTRAS PUBLICACIONES
En 1967 publiqué mi trabajo titulado “La Influencia
Telúrica en la Idea Filosófica Inca”, que define la
importancia espiritual en la política de los Incas. En ella parto de una
apreciación del filósofo norteamericano Jorge Squer que compara
los monumentos incas con las piramides de Egipto, comparación
valedera desde el punto de vista de la importanciahistórica de ambas
arquitecturas, pero sin tomar en cuenta la diferencia fundamental del
espíritu que los anima. Considero que en el Antiguo Egipto se
construyeron las piramides representando un profundo sentimiento
religioso, de amor y respeto a los antepasados muertos. La vida misma de Egipto
esta dedicada a rendir culto a la muerte. El habitante de ese
país es un peregrino para quien la vida es sólo una posada en el
camino; en cambio la muerte es su destino final. Por eso construye casas sin
darle relieve para su conservación; en cambio dedica toda su vida a la
construcción de su tumba que es la casa eterna, su residencia final. Los
faraones construían sus tumbas, esas colosales piramides
trabajadas por millares de arquitectos durante muchas décadas. Entonces
la tumba es la casa final para el egipcio, cuya vida esta regida por el
sol y el río. El sol sale todos los días por el Oriente para ser
devorado por la noche. El río viene de las cataratas y es consumido por
el sediento desierto. En cambio la arquitectura tahuantinsuyana representa el
culto a la vida, el paisaje es de abrumadora belleza, las laderas de los andes
estan regadas por bulliciosos y alegres riachuelos que van hacia los
ríos que le dan fisonomía y color. El peruano rendía culto
a la vida. Así lo demuestran los muros dedicados al culto. En el
Kcoricancha, el famoso santuario edificado en el mismo corazón de la
ciudad se rendía culto al agua y a sus diversas formas de
representación. El agua que siempre varía, el agua que
esta en pleno movimiento, es el mejorsímbolo de la vida, pues el
agua es unas veces río, arroyo, mar o nube, rayo, trueno o lluvia. Es
nieve, es rocío, es arco iris, y justamente en el Kcoricancha se
rendía culto al trueno, al rayo, al arco iris, y hace poco se ha
descubierto una capilla con su acueducto que termina en un chorro cantarino.
Los arqueólogos dicen que esa capilla estaba destinada al culto del
agua. De modo que el agua cambiante, el agua siempre en movimiento es el mejor
símbolo de la Vida, que es algo que varía y permanece en su
eternidad. De modo que frente al culto a la muerte, que era la base de la
filosofía egipcia, representada por las piramides que eran las
tumbas de los faraones, esta el culto a la vida, representado por la
arquitectura inca que no le daba demasiada importancia a la muerte. La prueba
esta en el Kcoricancha donde se rendía culto a los incas en la
figura de sus momias. Se dice que tenían los rostros de personas que
estuviesen durmiendo. La momia participaba en las ceremonias religiosas. En el
Inti Raymi, un quipucamayoc iba junto a la momia del Inca recitando su historia
gloriosa de triunfos cuando fue personaje vivo, es decir la vida abarcaba a la
muerte, la vida era lo universal, lo eterno; la muerte lo pasajero; parodiando
al egipcio como a un caminante que va por los caminos de la vida, buscando la
muerte como posada. Podíamos decir que el hombre del incario iba por los
caminos de la vida como un ser triunfante de la muerte. El paseo de las momias
esta demostrando que la vida sobrepasaba en importancia a la muerte.
Elsantuario de Machupicchu tan conocido universalmente es la
representación de este pensamiento. Allí la vida impresiona con
su fuerza cósmica. Las laderas plenas de verdor, las montañas
imponentes y majestuosas, un cielo que invita a la meditación, son los
símbolos de la vida que esta en consonancia con el rumor eterno
del Wilcamayu, que canta su canción de vida. En Machupicchu, todo es
vida4 todo es fervor de juventud y belleza. En sus muros se da importancia al
Templo de las Tres Ventanas, plenos de sol y de luz. Al Intihuatana, que es el
paraje de donde se contempla con mayor unción la lejanía del
cosmos, donde surge en la mente del espectador las ideas de la eternidad de la
vida. Sólo un arquitecto con su filosofía de la vida como algo
inmortal, algo que es juventud eterna, pudo haber construido esa maravilla que
nos hace soñar a nosotros los hombres del siglo XX. Con razón
Luís Vaudín, piensa que el Tahuantinsuyano era un hombre feliz,
sin graves problemas, porque el Estado lo apoyaba y sustentaba. En resumen podemos
decir recordando a Jorge Squier, que las piramides, esos monumentos
admirables de la arquitectura egipcia son el símbolo, la
representación del culto a la muerte, en cambio el santuario de
Machupicchu, con sus muros rodeados de una naturaleza plena de verdor, con
arroyos cantarinos, con un fondo musical, con la sinfonía del río
Wilcamayu en el fondo, son la representación del culto a la vida, que
esta representada por los bellos surtidores que otorgan música
dulce, dentro del santuario. Ademas hay otrasrazones para pensar que los
Incas adoraban la vida mediante el culto al agua; allí estan la
leyenda del dios Wiracocha que vino del Lago Titicaca y que al volver lo hizo
por el mar. Asimismo, los fundadores del Imperio Inca, Manco Ccapac y
Mama Ocllo, según la leyenda salieron también del Lago Titicaca y
se dirigieron hasta el Cusco donde fundaron el Imperio. Es decir, que un dios
viene y camina hacia el Cusco desde un lugar cuyo origen es el lago Titicaca y
también los fundadores del Imperio hacen igual recorrido. Salen del agua
que los sustenta en busca de las tierras que les serviran para formar un
Imperio. Este culto al agua esta presente en el Kcoricancha, en cuyo
altar principal se observa el arco iris, el rayo y el trueno, y también
se nota la presencia de un manante, es decir el agua, siempre el agua, el agua
que nutre mediante la agricultura, mediante la lluvia o mediante el canal que
es obra del hombre. Volvemos a repetir, el agua que es nieve, que es lluvia,
que es arroyo, manante, río o nube, es decir diversas formas de algo que
es vida que sustenta la naturaleza y le da capacidad de eternidad. Estos
pensamientos provocaron la atención de los estudiosos de nuestro pasado.
Ademas, en Tambo-Machay, que es un verdadero templo dedicado al culto
del agua, se ha encontrado debajo del acueducto una serie de talizmanes o votos
religiosos enterrados seguramente como formas de culto, votos pidiendo la ayuda
del Hacedor. Esto es muy significativo, quiere decir que ese conjunto
arqueológico era un templo, lo queacredita el encuentro de esos votos
tal vez verdaderas conopas. En el propio Sacsayhuaman, se han encontrado
acueductos lo que acredita que fuera de los fines únicamente militares,
existía también un santuario dedicado al culto. Desde luego es
muy importante estudiar el paisaje, la naturaleza y las tradiciones para
explicar el pensamiento filosófico que animó a los antiguos
peruanos para construir sus monumentos eternos. No hay un gran cementerio, no
hay una gran construcción de piedras, no hay un gran templo destinado al
culto de los muertos. La tumba ocupa un papel secundario, tiene una importancia
menor; en cambio la fortaleza, el palacio, el acueducto, el camino, el
Intihuatana son motivos y objetivos de la arquitectura. Allí esta
por ejemplo el Intihuatana de P’isac, bellísima
construcción destinada seguramente como observatorio astronómico.
Se encuentra ubicado en lo alto de la colina, cerca de la actual villa de
P’isac. Allí no hay nada que recuerde el culto a los muertos. Las
tumbas, aparecen discretamente en parajes aislados de los grupos
arquitectónicos principales. Asimismo, en Q’enqo, otro grupo
arquitectónico que provoca asombro y admiración, las tumbas
también no aparecen dentro del grupo principal. Todo esto obedece a una
idea filosófica, a un pensamiento director, el de rendir culto a la vida
como algo eterno, simbolizado por el agua. El desierto es la base fundamental
de la vida en el Egipto. Los andes, con sus laderas, plenas de luz, verdor y
vida, son la expresión del hombre del Perú Antiguo. Mi maestro,
eldoctor Luís E. Valcarcel, decía que así como el
Nilo había creado al Egipto, así también los Andes
habían dado origen al Tahuantinsuyo. De modo que sus arquitecturas
tenían que obedecer a sus principios políticos y religiosos. El
Nilo que es devorado por el desierto y los Andes que se levantan al Este son su
fundamento. Alla el desierto determina la creación de la
piramide. Aca los Andes determinan al santuario que es culto a la
vida en Machupicchu o en P’isac. Los recientes descubrimientos
arqueológicos realizados en la fortaleza de Sacsayhuaman, en la
zona denominada C’usilluchayoc, demuestran que en la parte interna de
este conjunto hay una especie de galería y subterraneo que da
lugar a diversas interpretaciones, una de ellas cree que allí se
realizaba un culto al dios amor. Grupos de jóvenes entusiastas visitan
el recinto y evocan las posibles ceremonias que allí se realizaron. De
todos modos esta determinada con precisión la diferencia
fundamental en la filosofía egipcia e inca, con sus respectivos cultos a
la muerte y a la vida, consecuencia de dos concepciones religiosas opuestas. De
modo que la apreciación del filósofo norteamericano Jorge Squier
en la que da igual importancia a ambas culturas es exacta, pero difiere en que
una cultura tiene por base filosófica el culto a la muerte y la otra el
culto a la vida.
MI RECTORADO EN LA UNIVERSIDAD.
Ya me ocupé de la forma como fui elegido Rector de la Universidad del
Cusco, en las elecciones del año 1946 de acuerdo con la Ley Universitaria,
llamada “LeySanchez”, porque el maestro doctor Luis Alberto
Sanchez, elegido Senador por Lima, fue el principal propugnador de la
Ley Reformista inspirada en el Movimiento Reformista de Córdova y en los
principios doctrinarios del APRA. La ley incluía como novedad, la
intervención del tercio estudiantil en las elecciones para la autoridad
universitaria. De modo que en el Cusco, de cinco facultades universitarias,
cada una de ellas resultaba representada para formar la Asamblea Universitaria
electora del Rector con diez profesores y cinco alumnos, llegando a un total de
75 participantes. Yo estuve en Lima y volvía cuando la pugna electoral
se había reunido alrededor de dos personalidades académicas. El
doctor Eulogio Tapia Olarte, Catedratico de la Facultad de Letras, era
llevado por los reformistas, integrados en su mayoría por profesores
apristas; en cambio el otro candidato era el médico doctor Sergio
Quevedo Aragón, Catedratico de la Facultad de Ciencias,
abanderado de los izquierdistas e independientes. De modo que se hicieron
calculos y estos resultaban negativos para el triunfo de los
reformistas. Fue así que en la noche del 13 de mayo de 1946, el
Comité Electoral
Reformista decidió variar la fórmula para buscar la victoria.
Habían propuesto los nombres de Julio Luna, Ricardo Campana, Miguel
Angel Nieto, pero se consideró que tampoco con esas variaciones se
conseguiría una victoria, por lo que decidieron llevar mi nombre como
candidato para el Rectorado. Consideraban en esa forma que parientes como, mi
primo el doctor AlbertoCorazao y el doctor José María Garrido
Mendívil, votarían a mi favor y que por razones de amistad Otros
dos o tres docentes hartan lo mismo. Ademas decidieron llevar como
candidato al Vice-Rectorado al doctor Luis Saldivar Romainville,
Catedratico de la Facultad de Ciencias, restando así un voto al
doctor Quevedo. A eso de las tres de la mañana, golpes dados en la
puerta de calle de mi casa, me dieron aviso que me buscaba una comisión,
compuesta por los doctores Julian Santisteban Ochoa, Horacio Villanueva
y Mario Campana, para anunciarme que había sido propuesto por la
Comisión Electoral. Después de algunas dudas acepté la
proposición. Muy temprano salí a buscar adhesiones, pues las
elecciones se realizarían a las nueve de la mañana del 14 de mayo
de 1946. Recuerdo que busqué a mi maestro el doctor José Gabriel
Cosio, quien muy cortésmente me manifestó que tenía
compromiso con el doctor Quevedo. Igualmente mi tío el doctor
José María Garrido Mendivil, me expresó que él
también sería candidato y que para una posible segunda rueda me
proponía mutuo apoyo en caso necesario. Recuerdo también que mi
noble amigo el doctor Isidoro Flores Arestegui, me expresó que
sentía mucho no votar por mí, porque ya tenía compromiso
adquirido con el doctor Domingo Velasco Astete. Los doctores Miguel Angel Nieto
y César Muñiz, gustosos me ofrecieron su colaboración.
Tuve que suspender las visitas a otros docentes, porque ya había llegado
la hora cero, pues eran las nueve de la mañana y me dirijí
presuroso al Paraninfo de la Universidad, queestaba completamente lleno. De
inmediato se procedió a constatar el quorum que formaban cincuenta
profesores y veinticinco alumnos, haciendo un total de setenticinco. No faltaba
nadie. La votación secreta se decidió en una sola vuelta con el
siguiente resultado: Doctor Alfredo Yépez Miranda treintiocho votos.
Doctor Sergio Quevedo Aragón veintinueve votos. Doctor José
María Garrido Mendivil cuatro votos. Otros, tres votos. En blanco un
voto. Total setenticinco votos.
Hubo entusiastas exclamaciones de júbilo, especialmente entre los
numerosos alumnos que colmaban la sala. El doctor Quevedo, en forma que
demostraba sus sentimientos democraticos de lealtad universitaria, se
levantó y me dio un fuerte abrazo de felicitación. Lo hizo
también el Rector cesante doctor David Chaparro y después en
bulliciosa algarabía todos los demas. El doctor Chaparro y yo
fuimos levantados en hombros. De inmediato se procedió a la
elección del Vice-Rector, resultando elegido el doctor Luis Saldivar
Romainville, Catedratico de la Facultad de Ciencias. En días
posteriores se hicieron elecciones académicas para designar a los
flamantes decanos y subdecanos. En ellas, los resultados favorecieron
también a los reformistas, habiéndose elegido por la Facultad de
Letras como Decano el doctor Eulogio Tapia Olarte, Sub-Decano el doctor Domingo
Velasco Astete. Por la Facultad de Ciencias, Decano el doctor Alberto Corazao
Yépez, como Sub-Decano el doctor Gonzalo Gamarra Caller. Por la Facultad
de Derecho, Decano el doctor César Muñiz
Rodríguez,SubDecano el doctor Luis Felipe Paredes Obando. Por la
Facultad de Educación, Decano el doctor Julian Santisteban Ochoa,
Sub-Decano el doctor José Gabriel Callo Ortiz. Por la Facultad de
Ciencias Económicas, Decano el doctor Mario Campana Espejo, Sub-Decano,
el doctor Antonio Jara Salas. Las primeras sesiones del Consejo Universitario y
de los Consejos de Facultad, con intervención de los alumnos delegados,
fueron de adecuar el Estatuto Universitario a la vida universitaria del Cusco.
Muchas de las sesiones fueron apasionadas y acaloradas, pero siempre en todo
momento guiadas por el sentimiento a favor del espíritu universitario
antoniano.
Hubo algunos incidentes de diverso orden, uno de ellos molestoso, porque se
había realizado una riña entre dos empleados de la Universidad,
uno de ellos pidió apoyo policial y el agresor fue detenido. Esto
causó gran alarma y provocó que la revista Vanguardia, que
publicaba en Lima el político izquierdista Eudocio Ravines, se ocupase
en términos duros contra la Universidad del Cusco, indicando entre otras
cosas que allí reinaba el nepotismo, señalando entre los
favorecidos al entonces señor Agustín Tamayo Poblete, quien en
una carta enérgica y esclarecedora desmintió las aseveraciones.
En realidad ningún pariente mío había obtenido
nombramiento y los que tenían eran docentes con años de servicios
y su elección no podía atribuirse a mi influencia.
Un acontecimiento de importancia fue la celebración del 250 Aniversario
de la Fundación de la Universidad, tomando en consideración
elPrimer Grado Académico que se había realizado el 5 de noviembre
de 1696, cuando Pedro Oyardo, obtuvo el Grado Académico de Doctor en
Teología. Hubo muchas ceremonias jubilosas con este motivo, entre ellas
una de homenaje a ese 250 Aniversario con un discurso de orden en el que el
Catedratico de Historia y Decano de la Facultad de Educación
doctor Julian Santisteban Ochoa rindió un brillante y fervoroso
homenaje con abundancia de datos históricos y citas
bibliograficas y que fue estruendosamente aplaudido. Esto dio lugar a
que siguiese realizando estudios de investigación histórica, los
que se concretaron en un libro con mas de mil paginas de texto,
titulado HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD DEL CUSCO, que sensiblemente esta todavía
inédito y se conserva archivado en la Biblioteca de la Universidad.
Ojala lo mas pronto posible las autoridades universitarias
dispongan su publicación.
Las autoridades universitarias formadas por elementos que muchos consideraban
ser demasiado jóvenes, sin experiencia, realizamos una intensa labor en
beneficio de esta institución. Mi principio de acción era buscar
el progreso, conservando la fraternidad con la docencia universitaria. Tengo el
honor de declarar que ningún catedratico fue separado de sus
labores durante mi gobierno universitario. Pude sortear difíciles
situaciones en las que se ponía en peligro la estabilidad de los
docentes. Me satisface volver a repetir que pasé momentos
difíciles para impedir que se perjudicase a mis colegas, pero conseguí
en definitiva que su estabilidad docente nofuese perturbada. Un cargo que se
nos hizo después también resultó infundado. Se dijo que
los “reformistas” habíamos duplicado el número de
catedras para dar ocupación a nuestros compañeros. Se
quería hacer aparecer a la Universidad como una agencia de colocaciones
políticas. Felizmente esto era también completamente falso.
Sólo se creó el curso o asignatura de Periodismo en la Facultad
de Letras a reiterado e insistente pedido de varios catedraticos, de los
alumnos de la Facultad y de muchos periodistas locales. El doctor Eulogio Tapia
Olarte, resultó elegido con beneplacito general. Era muy
apasionado por esta actividad. De inmediato fundó el Boletín
Universitario, donde los alumnos del curso publicaban sus colaboraciones.
Muchos destacados escritores se iniciaron en sus columnas. Habían
personas que opinaban equivocadamente que poetas y periodistas nacen, no se
hacen. Esto es verdad en cuanto a los poetas, pero falso en cuanto a los
periodistas, que necesitan formación académica para cumplir mejor
sus obligaciones con la sociedad a la que tienen que informar y orientar con
talento, capacidad y mucho conocimiento. El doctor Tapia Olarte realizó
un viaje de estudio a la Universidad Autónoma de México, donde fue
magníficamente bien recibido, estrechando las relaciones de mutuo
entendimiento con dicha Alma Mater Mexicana, donde conoció a destacas
personalidades del mundo académico. Este viaje demostró la
necesidad de que los profesores de la Universidad del Cusco trabaran relaciones
con sus colegas de otrasuniversidades latinoamericanas.
Era necesario que en el Cusco se diese la posibilidad de un Instituto de
Historia y Antropología para conocer mejor y estudiar nuestra riqueza
histérica. El Cusco, Capital Espiritual de América y Capital
Política del Imperio, le otorgan un privilegio especial. Yo repito
siempre que cuando América adquiera conciencia de sus propias
posibilidades, como el Continente de la Esperanza, el Continente del Porvenir,
etc, etc.; como la califican pensadores y filósofos, tendra que
volver los ojos hacia los Andes y buscar dentro de la conciencia de su pueblo,
todo lo original que nos dé personalidad. Para esta gigantesca tarea que
se realizara en el porvenir, el Cusco tiene un papel central y para ello
tiene que prepararse culturalmente. Por ello impulsé con mucho
entusiasmo la creación de este Instituto de Historia y
Antropología. Fue elegido su primer Director el doctor Sergio Quevedo
Aragón, un destacado y brillante docente universitario, que
asumió sus obligaciones con mucho entusiasmo. Sensiblemente la vida
universitaria varió y el Instituto fue clausurado y no pudo cumplir el
plan que se había previsto. También acepté gustoso las
insinuaciones de catedraticos de Matematicas y de los alumnos,
pidiendo la creación de la Facultad de Ingeniería Civil. Lo
hicimos con mucho entusiasmo y fervor. Sus flamantes catedraticos y
alumnos con mucho apasionamiento iniciaron sus estudios con todo éxito,
lo que se demostró después, porque cuando vino una intervención
gubernamental odriísta, que nos persiguió y alejó dela
Universidad, se pusieron obstaculos para que la Facultad continuase
funcionando. Llegó a clausurarse y sus alumnos para continuar sus
estudios en la Facultad de Ingeniería Civil de San Marcos fueron
obligados a dar nuevos examenes, los que felizmente se realizaron,
constituyendo un brillante éxito para el joven cusqueño que
demostró una vez mas su capacidad. También corrían
voces que había creado la Facultad de Ingeniería Civil, con el
propósito de clausurar la Facultad de Ciencias de nuestra Universidad,
pensamiento absurdo que felizmente no fue tomado en consideración,
porque todos comprendían que tenía un propósito
político.
Se crearon revistas en las Facultades de Letras, Derecho y Educación. Se
impulsó la Revista del Museo Arqueológico. Se dispuso la
formación de una Biblioteca de Autores Cusqueños,
publicandose la novela “Aves Sin Nido” de Clorinda Matto de
Turner. Los 1,500 ejemplares que se pusieron a la venta fueron
rapidamente adquiridos por el público al precio de S/. 5.00 por
ejemplar. La Universidad vendió este libro a precio de costo, de modo
que no era despilfarro ni se negaba por su precio su lectura. Se vendía
a precio de costo sin gravamen alguno para la Universidad. Pasados los
años, en esta Sección se han publicado Los Comentarios Reales del
Inca Garcilaso con prólogo del doctor Eulogio Tapia Olarte.
También “Las Tradiciones Cusqueñas” de Clorinda Matto
de Turner, prolongadas por el profesor Luis Nieto Miranda. Se formó también
la Biblioteca de Autores Universitarios, la que tuvo bastanteéxito.
Allí aparecieron “Signos del Cusco” por Alfredo Yépez
Miranda. “Cinco Autores Cusqueños” por el doctor Eulogio
Tapia Olarte. “Las Trepanaciones Incas” por el doctor Sergio
Quevedo Aragón. “Los Cronistas” por el doctor Julian
Santisteban Ochoa. “Túpac Amaru” por el doctor Jorge Cornejo
Bouroncle.
Fue muy importante la adquisición del terreno del fundo Perayoc, ubicado
en la carretera a San Sebastian, con una extensión de 200,000 mil
metros cuadrados a noventa centavos el metro cuadrado, que hacen un total de
ciento ochenta mil soles, mediante un juicio de expropiación. Se
comentó mucho diciendo, que era muy grande la extensión para una
Universidad, que apenas se necesitaba diez mil metros cuadrados y que estaba
ademas situada muy lejos del centro de la ciudad. Felizmente
triunfó mi propósito de pensar en una Ciudad Universitaria para
el futuro, con aulas para numerosas facultades, bibliotecas, gabinetes, museos,
etc. etc., fuera de una residencia para profesores y alumnos. Ahora la Ciudad
Universitaria esta construida en esos terrenos y se nota que falta
espacio para que pueda completar edificaciones que urgentemente necesita.
La Universidad del Cusco carecía de un comedor para estudiantes. Tuve el
agrado de fundar el Primer Comedor Universitario. Hubo también numerosos
opositores, pero era necesario otorgar comida sana, buena y barata a los
jóvenes que llegaban de otros departamentos y provincias. Fue todo un
éxito. Yo iba con frecuencia al comedor para observar su funcionamiento.
Hacía participar a los alumnosen su administración. Cada
día el Administrador del Comedor, acompañado de dos
jóvenes comensales, hacían las compras, utilizando comprobantes
en los que constaba al artículo adquirido, su precio y peso. El Comedor
se autoabastecía. La Universidad contribuía al sostenimiento,
pagando el sueldo y la alimentación del Administrador y los cocineros.
Recuerdo que los alumnos pagaban cuarenticinco soles mensuales, que
servían para mantener el comedor. También se creó el
Departamento Médico con asistencia gratuita para los alumnos.
Dejé el estudio un Seguro del Estudiante Universitario que le otorgaba
una pensión mensual y pago de los derechos de grado mediante un seguro
que se mantenía por la contribución de la Universidad y los
padres de familia. Esto era para que en caso de un cambio económico en
la vida de los padres de los estudiantes o fallecimiento de éstos,
estuviese asegurada la educación de los estudiantes hasta culminar con
sus estudios universitarios y el respectivo grado académico. En cambio,
el estudiante se obligaría a pagar a la Universidad con su trabajo
durante un tiempo limitado. Tenía también el propósito de
crear una oficina que estudiase las necesidades y condiciones de la
región para promover cada año un número determinado de
ingresantes a cada Facultad, para que éstos a la conclusión de
sus estudios tuviesen la plena posibilidad de cubrir las necesidades de la
región con su aporte profesional, impidiendo que prosperasen los
desocupados profesionales que perjudican a la sociedad, porque su
capacidadintelectual pudo muy bien ser utilizada en el estudio de otras
facultades universitarias. También esa oficina propondría la
creación de nuevas facultades de acuerdo con las necesidades de la
región.
Todos estos propósitos no pudieron cumplirse como consecuencia de la
intervención política en la Universidad, pues el 27 de octubre de
1948, el General Odría derrumbó el gobierno democratico e
impuso al país una dictadura que duró ocho años,
interviniendo como dije en la vida política persiguiendo y desterrando a
profesores y alumnos reformistas, derogando el Estatuto Reformista, etc. etc.
Bueno es recordar, que la dictadura dio un decreto supremo declarando la
reorganización de las universidades de Trujillo y Cusco, disponiendo que
las autoridades universitarias, sólo llamarían al número
estrictamente limitado de catedraticos para su funcionamiento, pues en
ambas universidades se habría aumentado por razones de orden
político el número de profesores. Esta disposición con sus
respectivos razonamientos eran falsos en el caso de la Universidad del Cusco
así como también de la Universidad de Trujillo. En el Cusco,
sólo se creó un curso nuevo, exigido por el clamor de profesores
y alumnos, fue como ya lo dije antes la Asignatura de Periodismo en la Facultad
de Letras. Cuando los reformistas ingresamos al gobierno universitario, cada
catedra estaba constituida por dos cursos con un dictado de seis horas
semanales, es decir tres horas por asignatura; en cambio, los golpistas
desdoblaron las catedras de modo que cada catedraestaba formada
por un solo curso, se duplicó el número de docentes y, por tanto,
la remuneración que estos recibían se duplicó
también. En esta forma se procedió en oposición completa a
los fines de una “reorganización” que se había puesto
en marcha. Yo era catedratico titular, obtenido en concurso en 1940. Era
catedratico por ley y, por tanto, una resolución suprema no me
alcanzaba, porque ya sabemos que la ley esta por encima de las
resoluciones supremas, así como la Constitución del Estado lo
esta sobre las leyes; es un ordenamiento jurídico que norma
nuestra vida administrativa. Pero, durante ocho años se me negó
volver a la Universidad, a pesar de que la reorganización disponía
que sólo los catedraticos indispensables volviesen, es decir
acordaba alejar de la Universidad a los supuestos profesores que habían
ingresado durante el gobierno reformista. Ni la antigüedad, ni el
titularato, ni la dedicación exclusiva a la universidad, ni los reclamos
que la juventud universitaria, y el pueblo todo sin distingos de colores
políticos, hacía a mi favor, fueron escuchados.
Constituira, como decían en corrillos ciudadanos de aquella
época, un baldón para las autoridades universitarias golpistas,
que no estuvieron a la altura de la conducta que les correspondía
seguir. Ya en estas crónicas universitarias he expresado que durante
esos ocho años de destierro universitario, tuve el honor de recibir
pruebas inequívocas de adhesión de tres colegios particulares que
me llamaron al ejercicio docente, fueron los Colegios de Señoritas
deMaría Auxiliadora y Las Hijas de Santa Ana, y muy en especial el
Colegio Particular de Las Mercedes, cuya Directora la destacada maestra cusqueña
doctora Logria Flores Escalante, rechazó con altivez cualquier posible
intervención política para impedirme la docencia en ese plantel.
También, a pesar de muchas intervenciones en mi contra el Director y
periodistas del diario “El Comercio” siguieron aceptando mis colaboraciones
que como siempre eran de caracter literario e histórico. Debo
recordar en forma especial la forma caballeresca, y noble con que
defendió mis fueros el destacado y distinguido periodista
cusqueño señor Antonio Velasco G., quien recibió el
aplauso de la ciudadanía con este gesto cusqueñista.
También debo recordar un hecho muy significativo, digno de aplauso y
encomio, cuyo autor principal fue el destacado maestro sanmarquino doctor
Raúl Porras Barrenechea, quien llegó de Lima en su calidad de
Decano del Colegio de Abogados de esa ciudad, con el propósito de dictar
dos conferencias en la Universidad del Cusco, en las que yo tomaba parte como
presentante del conferencista, pues era Decano del Colegio de Abogados del
Cusco. Ante esta situación quisieron negarle al doctor Porras
Barrenechea el uso del Paraninfo Universitario si era el presentante. El
maestro sanmarquino con energía exigió, que como
correspondía a un centro cultural universitario no se le cerrase las
puertas, después de muchas discusiones acordaron que yo sería el
presentante en el local del Archivo Histórico que se encuentra en las
gradasque conducen al segundo piso del local universitario. Allí se
realizaron las conferencias con un brillo inusitado, el público rebozaba
en el local y los aplausos se escuchaban hasta mas alla de lo que
hubieran deseado las autoridades. Todo fue un éxito.
También he recordado en otras ocasiones que quisieron hacer aparecer mi
retiro del Rectorado como consecuencia de una renuncia. Hubo una intensa
actividad en ese sentido. Los reformistas estaban presos y perseguidos. La
situación era insostenible. Un petit comité me pidió que
aceptase el camino de la renuncia para evitar la mayor tirantez que se
había producido. Los llamados independientes exigieron a los indecisos
pronunciasen en mi contra, muchos no aceptaron, entre ellos, maestros de la
altísima calidad moral del doctor César Jesús Gallegos
Laiseca, Catedratico de Derecho Constitucional, el doctor Leonidas
Hurtado Povea, que era el catedratico mas antiguo de la Facultad
de Ciencias y, muy en especial, el doctor Luís Velasco Aragón,
polemista, orador fogoso, que paseó el nombre del Cusco por las tribunas
universitarias de casi toda América, cuando le insinuaron que pusiera su
firma en el pedido de mi renuncia, él contestó con la vehemencia
y el aplomo que le eran característicos, en la forma siguiente:
“Yo no doy puñaladas por la espalda. Si me sacan de la Universidad
vendré a tomar el sol frente a la puerta principal sentado en un banco
de la Plaza de Armas igual que un lagarto”. No firmó, felizmente
lo respetaron, no le quitaron sus catedras, que las exponía
conbrillo, fervor y con una cultura extraordinarias.
En 1956, las cosas comenzaron a variar. La dictadura empezó a tambalear,
las fuerzas democraticas empezaron a buscar una salida en defensa de la
libertad. Todos los años se rechazaba mi pedido y de los alumnos
solicitando mi vuelta a la catedra universitaria. Con tres palabras
duras y dictatoriales se resolvía la solicitud. Estas eran: “No ha
lugar”. Pero, en 1956 soplaban otros vientos. Había ambiente
democratico. Mi compañero Luis Alberto Sanchez, desterrado
en Chile, preparaba sus maletas para viajar a Lima. En el Cusco también
los opresores ya no podían resistir y el 10 de agosto de 1956,
después de ocho años de destierro universitario volví a mi
catedra. Entonces recordé lo que había sucedido con Fray
Luís de León, en otros tiempos Rector de la Universidad de
Salamanca en España, que por motivos políticos fue apresado con
gran indignación de sus alumnos y del pueblo español. Entonces
cuando volvió hubo un enorme gentío que fue a escuchar su clase
de reencuentro. Fue aplaudido con verdadero fervor entonces emocionado, el gran
maestro salamanquino, con lagrimas en los ojos, recordando el vituperio
que se le había hecho y teniendo frente a sí la
rehabilitación generosa del pueblo y la universidad, se emocionó
y con lagrimas en los ojos, dijo: “Como decíamos
ayer” y junto con él, lloró toda la multitud reunida
para aplaudirlo. Fueron lagrimas gratas, de pureza democratica,
de limpieza de corazones; así lo recibieron al ilustre salamanquino Fray
Luís de León. Yotambién volvía después de
ocho años de separación. La juventud y el pueblo estaban conmigo.
El mismo día 10 de agosto de 1956, dictaba su clase del reencuentro el
doctor Luis Alberto Sanchez en la Universidad de San Marcos. Yo lo
hacía en la Universidad del Cusco y la clase estaba repleta de alumnos.
Entonces, felizmente con voz firme dije, mas o menos así:
“El tirano y sus secuaces sólo consiguieron alejarme materialmente
de la universidad, porque espiritualmente estuve en todo momento junto con la
gloriosa juventud de mi patria en estos sagrados recintos históricos de
nuestra casa de estudios”. Entonces recordé que ocho años
antes me habían enviado una carta pidiendo mi renuncia al Rectorado,
sólo una pequeña minoría de veintitrés profesores,
que no eran nada en número ante mas de cien que tenía la
Universidad. Bueno es recordar que la Asamblea Universitaria, para la
elección del Rector estuvo formada por cincuenta profesores. Es bueno
que conste todo esto, porque se puede decir que hizo este pedido un
número mayor. Esa carta tendra que ser publicada en la historia
universitaria del Cusco, así como la carta vibrante del profesor
Luís Velasco Aragón y la carta de contestación escrita de
mi parte haciendo constar jocosamente que el señor doctor
Asención Ugarte, a quien había nombrado profesor en la Facultad
de Ciencias Económicas el día anterior asumía y encabezada
la dirección de los firmantes cuando todavía jocosamente yo le
decía: “No se había sacado la tinta de su nombramiento como
profesor”. Repito que tengo el honor dedecir, que ningún
catedratico fue separado de su cargo durante mi gobierno universitario,
como tampoco se aumentó el número de profesores por razones
políticas, ni aún siquiera pedagógicas. Se creó
sólo una Asignatura, la de Periodismo y el Instituto de Historia y
Antropología con la acertada y destacada dirección de un sabio
antropólogo como era el doctor Sergio Quevedo Aragón, sin que
esto significase un despilfarro económico. La Asignatura de Periodismo,
estuvo bajo la dirección del doctor Eulogio Tapia Olarte,
Catedratico de Literatura Universal y de Castellano, a quien los
profesores y alumnos rodearon con mucho entusiasmo. Tuve el honor de ser
invitado a varios países del extranjero, lo que rehusé para
evitar el dispendio en las arcas universitarias. Los golpistas del 48 enviaron
comisiones destinadas a buscar fallas en la administración
económica, y no las encontraron. Si no pudieron aplaudir mi labor,
tuvieron que hacerlo felicitando al Tesorero señor César
Enríquez Cabrera, por su labor destacada y correcta en esa
difícil misión de manejar los fondos económicos de la
institución. Durante mi Rectorado tomé una actitud de defensa del
arte cusqueño, expresado en la época colonial, dando lugar a la
llamada Escuela Cusqueña de Pintura, que convirtió a la ciudad
del Cusco en la Florencia del Nuevo Mundo, donde el sentimiento vernacular de
la raza se expresaba en el color y la pintura, en expresión de los
rostros, en el sentimiento religioso de centenares de artistas que llenaban los
claustros de los conventos y aúnlos salones y los zaguanes de las casas
coloniales trasladando a la tela la emoción de los corazones. Este
legado artístico iba poco a poco disminuyendo y se convirtió en
la vandalica sustracción de esta riqueza invalorable. Todos los
días se notaba la disminución de los cuadros artísticos
del coloniaje. Había mercaderes dedicados a la compra-venta de los
cuadros. Los conventos, las iglesias, especialmente las parroquias alejadas de
la ciudad, eran motivo de vandalicos saqueos. Era necesario contener
este vandalismo con la invalorable ayuda oficial del destacado maestro doctor
Luis E. Valcarcel, Ministro de Educación Pública, se fundó
el Museo Virreynal. Tuve el honor de haber presidido su fundación y con
el apoyo económico del Ministerio comencé a formar lo que ahora
constituye una verdadera colección valiosisima de la pintura
cusqueña de los siglos XVII y XVIII. Ojala que sirva de base
Junto con el Museo Arqueológico, para formar un gran Museo
Histórico del Cusco, que sea digno del prestigio del arte
cusqueño a través de los tiempos. La situación de la
ciudad, Patrimonio Cultural del Mundo, obliga para que se construya un edificio
de acuerdo con la importancia histórica de nuestro acervo
artístico, para que sirva de expresión permanente del alma
cusqueña a través del arte.
Había vuelto a la Universidad en 1956. En ningún momento durante
el tiempo en que fui profesor o Rector de la Institución llevé la
política a sus sagradas aulas. Yo he considerado y sigo considerando a
la Universidad como un verdadero centroreligioso, donde la política al
estilo criollo de política partidaria no debe llegar jamas. Para
ello, para la politiquería, para la lucha por los ideales partidarios
esta la plaza pública y, principalmente, el local partidario.
Tengo la conciencia tranquila, la satisfacción íntima de no haber
hecho politiquería en los claustros universitarios. Considero que tanto
profesores como alumnos deben cuidadosamente respetar el claustro universitario
y tener en él un centro de acción espiritual donde la ciencia, el
arte y el pensamiento estén para dignificar la cultura y la
elevación espiritual.
En 1956, ya lo dijimos en otra oportunidad, tomé parte activa en la vida
política del país. Era requerido por mis paisanos, los ciudadanos
del Cusco, para formar una lista parlamentaria. El Partido Aprista, al que
pertenezco, se encontraba fuera de la ley, pero el mismo Manuel A. Odría
había manifestado que los apristas individualmente podían ser
candidatos parlamentarios. De acuerdo con esta situación, con la
colaboración de mis compañeros del Partido Aprista acordamos
desafiar al gobierno, presentando un Frente de batalla electoral. La situación
era difícil, las fuerzas gobiernistas, especialmente, las autoridades y
la policía hacían dura oposición. Formamos la Unión
Cívica Independiente. La lista estaba encabezada para Senaduría
por el doctor Luis Velasco Aragón, Catedratico Universitario y prestigioso
ideólogo con fama continental. Había sido varias veces cliente de
las mazmorras de Taquila y San Lorenzo. Fue también miembro delCongreso
Constituyente de 1931. A mí me designaron como al segundo miembro de la
Fórmula Senatorial y entre los Apristas e Independientes, muchos de
ellos ya fallecidos; recuerdo los nombres de varios ciudadanos que colaboraron
con nosotros con civismo, altruismo y desinterés dignos de todo elogio,
entre ellos estan los doctores y señores Arístides Venero
Calderón, Julio Miguel Mendoza Bongo, Edgard Vizcarra Rozas, Emilio
Muñiz Paredes, José Santisteban, Julio Azpilcueta, Ignacio Pinto
de la Sota, Alvarez Macutela y otros. Hicimos una campaña
relampago de 15 días. En todos los lugares que visitabamos
éramos estruendosamente aplaudidos. Allí sentí lo que es
la auténtica emoción cívica de las muchedumbres. Brazos
fraternos nos abrazaban, lagrimas pugnaban por salir de los ojos de las
muchachas. El pueblo necesitaba hombres que dignificasen la política,
que llevasen al parlamento la emoción, el dolor y el sufrimiento de
gentes que no encontraban respaldo para defender sus principios. Desde luego,
que no faltaban grupos organizados que nos calificaban como lista
magnífica, pero le ponían un pero para evitar que votasen por
nosotros. Decían que era una lista suicida, porque el Apra estaba fuera
de la ley. La intriga hizo efectos y disminuyó bastante la
votación, pero el pueblo estaba decidido a que siquiera algunos de
nosotros llegasen al parlamento. Así fue la elección del 17 de
junio de 1956, para asombro y vergüenza de nuestros contendores fuimos
elegidos, yo como Senador y los doctores Arístides Venero
Calderón y JulioMendoza Bongo como diputados. Ademas en otra
lista fue otro aprista el doctor Andrés Guillén Tamayo que resultó
también elegido. El Presidente del Jurado Departamental de Elecciones
doctor José Ignacio Ferro, en actitud que le honra, nos entregó
nuestras credenciales parlamentarias en actuación solemne que
culminó en un grandioso mitin cívico. Eramos representantes del
pueblo, elegidos libremente contra todas las oposiciones. Fuimos a Lima y
allí continuaba la presión política en nuestra contra. Por
otro lado, la auténtica democracia popular se expresaba a nuestro favor
con mítines, reuniones callejeras y telegramas que se dirigían a
Lima pidiendo se respetase nuestra situación democratica. Fuimos
tachados por apristas. La situación se tornó tensa. La noche en
que se reunió el Jurado Nacional de Elecciones, todo eran vítores
y aplausos a nuestro favor. Allí se renovó la tacha contra
mí y hasta entonces nada se había dicho del doctor Venero
Calderón, pero de hecho fue tachado también, respetandose
sólo al doctor Julio Mendoza Dongo. En el Congreso se presentaron dos proyectos
de ley solicitando nuestra incorporación al Parlamento. En uno de ellos
se pedía llanamente nuestra incorporación y en el otro se
declaraba que por esta vez en lugar de tres senadores el Cusco tendría
cuatro y en vez de quince diputados tendría diecisiete. Ambos pedidos
pasaron a Comisión, donde duermen el sueño de los justos, porque
carecíamos de representantes apristas para que pudieran pedir que por
tramite respectivo se discutiesen y pasasen aconvertirse en ley. Pasados
los años, en 1986, a pedido del diputado aprista doctor Régulo
Mujica Jerí se aprobó por unanimidad de votos con la
adhesión de todos los diputados apristas, un homenaje de solidaridad a
nuestra situación democratica, recordando el XXX Aniversario (17
de junio de 1986) de las elecciones que nos habían otorgado tan honrosa,
democratica y digna representación.
Se hablaba de una representación diplomatica para mi persona, con
rango de embajador. Contaba con la -simpatía de numerosos
políticos, entre ellos recuerdo la del poeta don José Galvez
Barrenechea, apóstol de La democracia, que me alentaba con su amistad y
sus buenos propósitos. Igualmente lo mismo sucedía con el doctor
Raúl Porras Barrenechea, destacado maestro sanmarquino, quien ya en el
Cusco, en jornadas universitarias me demostró su amistad y su
espíritu democratico.
En 1955 recibí la cordial invitación que me hacía el
Presidente del Centro de Estudios Históricos Militares del Perú,
General Felipe De la Barra, para asistir a un Simposium sobre Garcilaso,
recordando el CEL (doscientos cincuenta) Aniversario de La Florida del Inca. La
invitación iba acompañada de los respectivos boletos de pasaje
aéreo y una tarjeta para hospedarme en el Círculo Militar del
Perú, que funcionaba en el Portal San Martín de la Plaza San
Martín de la ciudad de Lima. Fueron dos semanas donde se debatió
con mucho fervor y entusiasmo sobre la vida y obra del insigne cusqueño.
Entre los concurrentes estuvo también mi paisano el doctor Luís
Velasco Aragón,el doctor Vladimiro Bermejo, Catedratico de la
Universidad de Arequipa, los Generales José Del Carmen Marín,
Feliciano De la Barra y Alejandro Barco, los doctores Aurelio Miro Quesada,
José Durand, Félix Denegri Luna y el doctor Raúl Porras
Barrenechea.
Mi moción tuvo por título “El Inca Garcilaso Símbolo
del Mestizo Americano”, en el que expresé, que las modalidades
sentimentales que había atravesado el Inca que vivió primero en
la patria materna y después en la paterna, recibiendo influencias de
ambos mundos, culminaron con Los Comentarios Reales, que constituyeron una
vuelta a la tierra materna, es significativamente semejante a la vida emocional
de los mestizos en general, que encontraran su patria sentimental volviendo
hacia la tierra materna. Fui muy aplaudido y hubo varias personas que
conversaron conmigo sobre este tema histórico interesante. El Banco de
Crédito del Perú, reunió las versiones
taquigraficas de las sesiones del Congreso, en un volumen que ha sido
publicado y difundido por los directivos de dicho Banco. Pasados los
años, se ha reunido en el Cusco el Segundo Simposium sobre Garcilaso, en
el que tuve el honor de presentar un trabajo sobre la Influencia de Los
Comentarios Reales en la vida política de la Colonia a través de
dos resoluciones muy significativas: Una del Rey de España, que en
Valladolid dio una real cédula prohibiendo la lectura de Los Comentarios
Reales, disponiendo se recogiesen todos los volúmenes del libro, y otra
dada en 1814 por el General Don José de San Martín, en la
EstanciaSaldan, en las serranías de Córdova-Argentina,
disponiendo la reedición de Los Comentarios Reales para que su lectura
afirmase mas los sentimientos revolucionarios de los soldados de la
libertad. Como dije anteriormente hace pocos días, rendimos homenaje al
Inca Garcilaso en el Cusco, en el Perú y en América, con motivo
del CDL Aniversario de su Nacimiento (12 de abril de 1539). Tuve el honor de
pronunciar el discurso de orden en el atrio de La Catedral, recordando que me
encontraba muy emocionado, porque también cincuenta años antes,
con motivo de recordarse el cuarto centenario de su nacimiento, tuve
también el honor de pronunciar un discurso en la plaza de San Francisco.
Efectivamente, es algo impresionante, que hace vibrar el corazón el ser
actor principal en dos acontecimientos de esta clase, en fechas significativas
que tienen una lejanía de cincuenta años la una de la otra. Yo,
pensaba que así como hace días, de los que tomaron parte en las
actuaciones hace cincuenta años, sólo estaba presente la figura
distinguida del doctor Baltazar Jara Eguileta, periodista, poeta, Fiscal
jubilado de la Corte Superior de Justicia del Cusco, político que
tomó parte activa en la formación del Frente Democratico
Nacional, que llevó en 1945 a la Primera Magistratura de la
Nación, al doctor José Luis Bustamante y Rivero, fallecido hace
poco. Para otra ceremonia semejante no quedaría nadie. Ahora considero
que la ceremonia cívica llevando las cenizas del Inca, debe realizarse
todos los años, cada 12 de abril, con concurrencia masivadel pueblo y
especialmente de la juventud estudiosa que debe buscar en las paginas de
Los Comentarios Reales, el aliento de la verdadera peruanidad.
También en 1955 fui representando al Cusco al Primer Congreso Nacional
de la ANEA (Asociación Nacional de Escritores y Artísticas),
junto con el profesor y artista pintor don Mariano Fuentes Lira, hace poco
fallecido. Las reuniones dieron lugar a un acercamiento de artistas y
escritores nacionales. Este acercamiento se sentía como una verdadera
necesidad nacional.
MI LABOR COMO MAGISTRADO
En 1957, se había creado el Tercer Tribunal Correccional del Cusco. Fui
propuesto en terna presentada por la Corte Suprema de Justicia al Poder
Ejecutivo. Durante mi destierro universitario de ocho años, había
sido nombrado Vocal Suplente en 17 ocasiones diversas, como consecuencia de las
vacancias que se producían. Esta reiteración al ser llamado por
diecisiete veces es muy honrosa para ml. De modo que tenía
practica en ese ejercicio, con la aceptación de los
señores Magistrados. Fui nombrado Vocal de la Corte, lo que me
hacía recordar que un ilustre pariente mío, el doctor Arturo
Yépez, hermano de mi señor padre, fue Vocal de la Corte Superior
del Cusco y varias veces propuesto para la Corte Suprema de Justicia de la
República. La ceremonia de juramentación fue todo un
acontecimiento social. Se realizó el día 16 de mayo de 1957, en
local que alquiló la Corte Superior en la calle San Andrés, pues
el de San Bernardo quedó muy averiado por el terremoto del 21 demayo de
1950. Poco tiempo después nos trasladamos al flamante edificio de la
Avenida Sol, donde tuve el honor de dictar la primera sentencia que se daba en
ese edificio. Al mismo tiempo continuaban mis labores como Catedratico
titular con una sola catedra, pues la ley otorgaba derecho a los
magistrados de desempeñarse como docentes universitarios en un
sólo curso. En el momento de ser nombrado magistrado, tenía dos
catedras: Una de Literatura Peruana y la otra de la Civilización
Antigua. Mis alumnos, no permitieron que los abandonase, tuve que optar por
quedarme con la catedra en la que tenía mayor número de
alumnos, algo de cien, en el curso de la Civilización Antigua. Yo
dictaba mis clases de siete a ocho de la mañana y desde las nueve estaba
listo para el desempeño de la magistratura. Los alumnos encontraban mucha
satisfacción con el dictado de mi curso. Me guardaban mucho respeto y
consideración. Yo era muy amable con ellos, de modo que era un noble
ejercicio docente el de dictar catedra para mí. Esto en el primer
año de la Facultad de Letras e Historia.
En setiembre de 1958, hubo un fuerte movimiento estudiantil reformista. Los
alumnos tomaron actitudes beligerantes, pues estaban disgustados con las
acciones del Rector doctor Luis Felipe Paredes y del Consejo Universitario. Yo
fui ajeno a tomar parte en estas actividades universitarias. Se realizó
una asamblea general en la que intervinieron muchos catedraticos y
alumnos, y se decidió declarar cesante en su cargo al doctor Luis Felipe
Paredes y disuelto elConsejo Universitario. El movimiento estudiantil estaba
dirigido por un joven y destacado estudiante reformista Mario Cama Miranda.
Producida la vacancia de los cargos se procedió a la elección de
una junta reorganizadora, siendo elegido Presidente, el prestigioso y destacado
profesional doctor Sergio Quevedo Aragón. Como delegados de la Facultad
de Letras, elegimos a los doctores Eulogio Tapia Olarte y Luis Velasco
Aragón. Por el cargo que desempeñaba en la Corte Superior de
Justicia, no acepté las propuestas que numerosos grupos de profesores y
alumnos me hacían para que interviniese como miembro de esta Junta
Reorganizadora. Mucho se esperaba de las autoridades universitarias. Yo
considero que era la ocasión de otorgar a nuestra Universidad, un rumbo
de acción continental, hacer un llamado para la creación de una
Universidad Indo-Americana con sede en el Cusco, para que aquí unidos
fraternalmente, profesores y alumnos, conociesen en su raíz viva las
capacidades de nuestro pueblo para unir y desarrollar sus sentimientos dentro
de una comunidad fraternalmente consolidada. Sensiblemente los reorganizadores
tropezaron con muchas dificultades y no consiguieron plasmar una nueva
universidad en el sentido verdadero de la palabra, perdiéndose una
ocasión propicia, que tal vez no se presente nuevamente. Continuaba
también mi labor de escritor, con el envío de colaboraciones a
revistas y periódicos, principalmente de la Revista Universitaria, la
que tenía dos ediciones por año. Asimismo, enviaba colaboraciones
a los periódicos,especialmente a El Comercio. Una de las que
llamó la atención fue cuando escribí sobre “El Culto
a la Vida”, expresada en el culto al agua, a la que me he referido ya
anteriormente. Asimismo, sobre la Universidad Indo-Americana, pues el
año de 1964 tuve el honor de asistir al XXXVI Congreso de Americanistas
que se reunió en Barcelona, Madrid y Sevilla, a las que estuvo
también invitado mi maestro el prestigioso historiador doctor Luis E.
Valcarcel. En ese Congreso, conseguí se aprobase mi ponencia
solicitando la creación de la Universidad Indo-Americana con sede en el
Cusco, agregando que la hora de Europa ya había pasado y que,
culturalmente, el mundo necesitaba de una nueva cultura que dirigiese los
destinos históricos de la humanidad. Con ese motivo, presenté
esta moción en un folleto, que circuló profusamente, en cuyo
apéndice se encontraban elogiosos comentarios de ilustres escritores
cusqueños, algunos de los cuales son los doctores Roberto Barrionuevo,
Humberto Vidal Unda, Octavio Linares Alencastre, Fray Severo Aparicio Quispe,
Rafael Calderón, Segundo Jara Eguileta, Luís A. Pardo, Luis
Velasco Aragón, etc. Desde entonces continúo insinuando sobre la
necesidad de una Universidad Indo Americana con sede en el Cusco, para que
desde aquí se busque la integración de nuestros países
hermanos. En las sesiones que se realizaron en Sevilla propuse también
la repatriación de los restos mortales del Inca Garcilaso, fallecido en
Córdova en 1616. En el mismo sentido se había pronunciado el que
fue entonces Embajador del Perú enEspaña doctor Raúl
Porras Barrenechea, quien movió a favor de esta idea el pensamiento de
los académicos españoles que defendían la idea de no
permitir dicho traslado, porque el propio Inca, en su testamento, había
pedido que fuese sepultado en la Capilla de las Animas en Córdova. También
el señor Alfredo Díaz Quintanilla, Alcalde del Cusco, que fue
invitado por el Gobierno Español a visitar España, reiteró
estos mismos pedidos y en el mismo sentido expresaron sus opiniones muchos
escritores e historiadores peruanos y latinoamericanos. En las sesiones de
Sevilla, yo me permití insistir en este pedido indicando que si bien el
Inca Garcilaso en su testamento había pedido se le sepultase en la
Capilla de las Animas, lo era ante la imposibilidad de conseguir que se hiciese
realidad, su vehemente deseo expresado en 1563, de volver al Cusco, presentando
una solicitud en ese sentido. Las razones que impidieron su vuelta al Cusco no
las conocemos, fue entonces que decidió volver espiritualmente,
escribiendo el libro de Los Comentarios Reales, que desde ese punto de vista es
la obra de un proscrito espiritual, del último mitimae, que desde la
lejanía vuelve sentimentalmente al seno de la patria. También mi
pedido no consiguió éxito hasta que el 25 de noviembre de 1978,
llegaron al Cusco los Reyes de España Don Juan Carlos y Doña Sofía,
conduciendo en persona un cofre que contenía una parte de los restos del
Inca Garcilaso. En esta forma concluyó la situación que se
había planteado. Estos restos estan ubicados en el sótano
de laIglesia de El Triunfo de esta ciudad del Cusco, de donde fueron llevados
en ceremonia pública en una solemne procesión alrededor de la
Plaza de Armas, Calle Plateros y Plaza del Cabildo el 12 de abril
último, tal como ya lo indiqué antes.
PARTICIPACION EN INSTITUCIONES CULTURALES
En esta ciudad, pertenecía a varias instituciones culturales, entre
ellas, como ya indiqué al Centro Cusqueñista Inca Garcilaso, del
cual fui Presidente Fundador y al Instituto Americano de Arte del cual soy
Socio Fundador y también al Instituto Sanmartiniano, fundado por
argentinos y peruanos que con mucho calor y fuerte sentimiento de fraternidad
latinoamericana nos pusimos a trabajar intensamente propiciando fraternidad en
nuestros países. En noviembre de 1978, se celebró en Buenos Aires
el Primer Congreso Internacional Sanmartiniano. Tuve el honor de asistir
representando a la Filial del Cusco. Fueron muy hermosas las jornadas
cívicas y culturales con que fuimos recibidos. Bueno es recordar que en
Buenos Aires habían sido muy bien recibidos en otras ocasiones líderes
estudiantiles, como Víctor Raúl Haya de La Torre y Manuel Seoane.
También en la Universidad de La Plata, había sido Vice-Rector, el
poeta aprista Alcides Speluzin e ilustres desterrados por el Perú como
los cusqueños Clorinda Matto de Turner y el Inca Juan Bautista Túpac
Amaru habían sido sepultados en esa tierra hermana. Volveremos a
recordar que en 1923 fue enviada una embajada de arte conformada por
cusqueños y dirigida por los doctores Luis E. Valcarcel y
LuisVelasco Aragón, que fue magníficamente recibida, realizando
una enaltecedora labor cultural. En 1978, tuve el agrado de presentar la
ponencia titulada: El General Don José de San Martín y la Idea
Inca en la Revolución Argentina, anotando que esta idea había
servido de base al movimiento libertario, pues el 6 de julio de 1816, en la
Asamblea Constituyente del Tucuman, el prócer argentino Manuel
Belgrano, habla solicitado profundamente emocionado y con lagrimas en
los ojos, la necesidad de restablecer el Imperio de los Incas con su capital la
ciudad del Cusco, otorgando al príncipe Juan Bautista Túpac
Amaru, desterrado en España, el trono de sus antepasados los Incas. Yo
dije, que esa noche se habían unido en abrazo fraternal y eterno los
movimientos revolucionarios de Túpac Amaru del Cusco y Sanmartiniano de
Buenos Aires.
En 1951, tuve el honor de ser invitado al Primer Congreso Internacional de
Peruanistas que se celebró en Lima, recordando el Cuarto Centenario de
la Fundación de la Universidad de San Marcos el 15 de mayo de 1551. Con
ese motivo, se reunieron en Lima destacadas y distinguidas personalidades
académicas y del profesorado de Historia. A pesar de estar estrictamente
vigilados y excluidos de toda actividad intelectual que se realizaba en el
Cusco, asistimos yo y el doctor Eulogio Tapia Olarte ex-Decano de la Facultad
de Letras como invitados de honor a esta celebración. Recuerdo que el
doctor Raúl Porras Barrenechea, fue el que con brillo, acierto y
capacidad, presidió esta reunión de caracter mundial.Tuve
un buen papel. Reanudé muchas amistades y adquirí otras nuevas.
Era evidente que gozaba de simpatía por mi situación en
relación con el Gobierno Peruano. Presenté una ponencia que
mereció muchos aplausos y discusiones. Era sobre la Incanidad del Drama
Ollantay. Ya he dicho varias veces que defendía esta situación
que tiene mucho fundamento y valor, porque esta demostrado por los
cronistas que en el Imperio Incaico el género teatral habla adquirido
extraordinaria importancia pública; pues, tragedias, comedias y dramas
eran representados en las plazas públicas con mucho brillo y lucidez,
con una concurrencia extraordinaria de espectadores, lo que nos hace recordar
al teatro de la Grecia Antigua, donde el alma de Grecia, los sentimientos de su
pueblo, la riqueza de su expresión, todo ello se representaba en el
teatro griego que tanta celebridad adquirió. Así, pues, igual
categoría y esplendor tenía el género teatral que
poseía a una expresión pública, en tabladillos que se
formaban en plazas. El teatro, era un género publico y los amautas, es
decir los filósofos, eran los autores de los dramas quechuas que
tenían fines políticos y moralizadores. Por eso, creo firmemente
que el Drama Ollantay, es de argumento quechua de la época imperial, el
que en su epílogo, en su desenlace ha sido variado en la época
colonial. Si Antonio Valdez, es el reconstructor del drama, yo considero que
por razones de orden político, con motivo de la revolución de
Túpac Amaru, hizo concluir la versión del texto colonial con la
prisión deOllantay, quien es perdonado por el nuevo Emperador, que
permite el matrimonio con su hermana, la princesa Cusi Coyllor y, algo
mas, urgido por razones de guerra, para salir del Cusco, deja a Ollantay
como Virrey. Considero que un drama con este epílogo no podía ser
representado en las plazas públicas del Imperio. Constituirla una
incitación al desorden, a la rebeldía, a la traición, pues
las leyes del Imperio, que prohibían el matrimonio de las princesas
incas con hombres del pueblo, no constituirían una valla que en cualquier
momento caía como consecuencia de la benevolencia de los incas, que no
sancionaban la actitud traidora de los que habían infringido la ley.
Entonces, el final que lógicamente termina en sanción para el
culpable al que se le aplica la pena de muerte es artificialmente reemplazada
por el final de lo que aparece, lo que con acierto llamaba Ricardo Rojas
“la versión colonial”, que no es la versión imperial,
la original, la verdadera. En el Primer Congreso Internacional de Peruanistas,
realizado en Lima, hubo calor en el debate y tuve el agrado de recibir diversas
expresiones de aplauso por la forma cómo habla defendido mi ponencia. En
1970, en el Congreso de Americanistas, reunido en Lima, tuve la
satisfacción de volver a presentar esta ponencia, que fue igualmente
discutida. Recuerdo que uno de los congresistas Teodoro Meneses, con mucha
vehemencia defendió el drama de la versión colonial, como un
auténtico drama imperial. Fue entonces que yo, propuse que valía
la pena que los lingüistas de la AcademiaQuechua, fuesen los que
comparasen el quechua utilizado en la primera parte del drama con el utilizado
en el desenlace, para poder observar si hay unidad idiomatica en el
lenguaje quechua, para ver si fue redactado en una sola época o como
sostengo, con un desenlace modificado a gusto del versificador de “la
versión colonial”.
En 1968, visité una vez mas la Ciudadela Histórica de
Machupicchu, a la que cuando era muchacho llegabamos utilizando un
difícil y tortuoso camino de herradura que comenzaba en Puente Ruinas
sobre el río Wilcamayo y llegaba hasta la ciudadela. Pasados los
años, el camino fue mejorado, permitiéndose el uso de caballos
para facilitar la travesía. Finalmente, en nuestros días se llega
a la ciudadela mediante una carretera que es muy transitada por los
vehículos que conducen a un promedio de mil turistas por día. Se
espera que pronto se utilicen medios mas modernos para el acceso, es
decir funiculares y helicópteros. En este año de 1968, estuve
varios días en el hotelito, con capacidad para cuarenta personas que
funcionaba en la ciudadela, todavía el número de turistas era
relativamente reducido, pero la admiración por la “Octava
Maravilla del Mundo” crecía todos los días. Escribí
un folleto titulado “Grandeza de Machupicchu”, con una
conclusión poematica titulada “Gloria de Machupicchu’.
Para mí, esa construcción inca, probablemente realizada durante
el gobierno de Pachacutec, es la mas genuina expresión de la
arquitectura inca, que muestra el pensamiento del culto a la vida mediante su mas
simbólicaforma de presentar su filosofía escrita en piedra. Ya lo
dije, que el culto a los muertos, el culto a la muerte, es propia del alma del
Antiguo Egipto, que se expresa en las piramides eternas. Todo
relacionado con el desierto que es expresión de muerte y el Nilo que
decrece absorbido por el arenal, el sol que decae en su carrera diaria entre
las sombras de la muerte. En cambio, en el Tahuantinsuyo, los andes son
expresión de vida, de fuerza primaveral, que canta su canción
eterna en las blancas y purísimas nieves de los andes, en las laderas
profundas plenas de verdor, en los ríos, cascadas y arroyos que cantan
su canción de vida. Este mensaje telúrico es llevado a la piedra
y surge esta maravilla que llamamos Machupicchu, porque en Machupicchu, junto
con las piedras, esta la canción eterna del río Wilcamayo,
estan las laderas llenas de sol y verdor y estan las lejanas
cumbres, como colosos que parece quisieran llegar hasta el cielo. Esta obra
arquitectónica traduce el pensamiento de culto a la vida. Los incas
rendían culto al agua y a sus formas de expresión, la nieve, el
río, el lago, la nube, la lluvia, el granizo, porque el agua es eterna y
va cambiando continuamente de forma. Es el mejor símbolo de la vida que
es eterna y va cambiando.
Machupicchu, fue un centro religioso, dirigido por sacerdotisas, porque los
esqueletos que se han encontrado, pertenecen al sexo femenino en casi su
totalidad. Ademas era también un centro político, una
especie de bastión de la civilización para evitar el acceso de
posiblesinvasores venidos del Este. Era también un oraculo, como
Pachacamac, como Limatambo, donde llegaban peregrinos de las mas lejanas
regiones del país, para conocer el destino que les aguardaba en su
transito por esta vida. Ahora en estos días Machupicchu es
ademas capital secreta de los iniciados, que llegan de los cuatro puntos
cardinales del mundo, para reunirse junto a sus muros protectores y la luz
espiritual que refulge en sus piedras eternas, para unir mas a los
hermanos que quieren levantarse hacia la verdadera espiritualidad. El folleto,
fue publicado a iniciativa del Centro Cusqueñista “Inca
Garcilaso” y al entusiasmo de mis compañeros del Club de Leones
del Cusco. Sus veinte mil ejemplares recogieron mi fervoroso pensamiento de
amor a mi tierra y fueron llevados a los mas lejanos países del
orbe, pero distribuidos sin ambiciones económicas, con un criterio
cultural y fraternal.
En 1972, el 18 de abril, tuve el honor de recibir un homenaje multitudinario en
la Pinacoteca Kcancharina, presidida por el profesor cesante Santiago Lechuga
Andía, sensiblemente ya desaparecido, quien realizaba en esa Pinacoteca
una labor cultural muy interesante, era de apoyo y para aplaudir la labor
intelectual que realizaban algunos cusqueños en beneficio cultural y
espiritual de la ciudad y de sus méritos históricos. En esa forma
se rindió homenaje a personalidades, como al doctor Luís E.
Valcarcel, Baltazar Jara y Eguileta, Andrés Guillén
Tamayo, Luis Felipe Paredes, etc. Como dije, recibí una amable
comunicación, que fue puesta enmis manos por el profesor Lechuga
Andía, quien en compañía de socios de la
Institución, visitó mi casa con la halagadora noticia que se
había acordado rendirme un homenaje por mi labor cusqueñista.
Agradecí tan generoso empeño y ese día 18 de abril de
1972, se realizó una solemne actuación que para mí
tenía un profundo valor sentimental, porque se me aplaudía, se me
apoyaba después de haber pasado por momentos, en los que
sentimentalmente me causaron depresión y tristeza. En la actuación
hubo numerosos números de música, de canto y baile regionales y
se pronunciaron siete discursos que fueron los siguientes: De
Presentación el profesor Santiago Lechuga Andía, el Discurso de
Orden del Catedratico de la Universidad del Cusco doctor Manuel
Jesús Aparicio Vega, mi alumno de ayer, quien lo leyó casi en dos
horas una bien documentada crónica de los aspectos mas saltantes
de mi vida. Del doctor Julio Miranda Bernal, Catedratico de la
Universidad, que me enaltecía particularmente en lo relacionado con la
publicación de mi novela “Los Andes Vengadores”, de la
doctora Zoila Ladrón de Guevara, Catedratico de la Universidad
del Cusco y Socia de la Mesa Redonda Panamericana del Cusco, que ponía
en relieve mi acción americanista. Del doctor Luís A. Pardo,
Director del Museo Arqueológico del Cusco, quien enaltecía mi
pasión por la historia. Del profesor Faustino Espinoza Navarro, cultor
de nuestra lengua madre y que igualmente daba mérito a mi fervor por
nuestra cultura. Finalmente, las palabras del Alcalde de la ciudad señor
JesúsLambarri, enaltecedoras para mí. La actuación
terminó con mis palabras plenas de emocionada gratitud para todos y cada
uno de los que hicieron uso de la palabra, para los que participaron en las
distintas actuaciones de baile, canto y música, haciendo hincapié
en que reuniones culturales como éstas cumplían una noble
finalidad de buscar para el Cusco la Capital del Imperio, a la que yo
apellidaba la Capital Espiritual de América, como una posibilidad
cultural para el mundo del mañana, en el que todos los países de
Indo-américa tenían que integrarse, oyendo la voz de la historia
y buscar en nuestros Andes, en este milagro telúrico, la acción
espiritual dormida en el corazón de nuestros pueblos, de la que tenemos
que extraer las nobles virtudes para que América, busque los caminos de
la historia para el porvenir. Hubo mucho comentario sobre esta actuación
y ya en otra sección de estas memorias he recordado que Radio Cusco y
Radio Tahuantinsuyo retransmitieron el íntegro de la actuación
cultural.
Pasados los años, llegamos a 1988 en que una grata noticia animó
mi corazón. En el mes de julio, la Ministra de Educación
Pública doctora Mercedes Cabanillas, me había honrado con la
distinción muy preciada, que muy pocas veces se ofrece, de otorgarme la
Medalla de Oro de las Palmas Magisteriales en el Grado de Amauta, con la
especialísima distinción de que la entrega se me haría en
el Salón Consistorial del Cusco, como efectivamente el 19 de agosto se
realizó la solemne ceremonia de la entrega de la indicada Medalla deOro.
Sensiblemente por sus muy atareadas labores ministeriales la señora
Ministro no pudo cumplir con su propósito, de hacerme la entrega
personal de la Medalla y que estuvo representada por el señor Director
Departamental de Educación Ciriaco Vargas, quien con palabras
enaltecedoras me hizo la entrega de la condecoración, acompañado
con las expresiones cordiales del señor Alcalde de la ciudad Ingeniero
Carlos Chacón Galindo y el Prefecto del Departamento doctor Julio Jara
Ladrón de Guevara. La solemne ceremonia estuvo animada con la
intervención musical y poética de personalidades vinculadas con
el mundo educativo. A todos ellos agradecí emocionado al recibir esta
condecoración que me otorgaba el Gobierno Nacionalista,
Democratico y Popular de mi patria. Numerosas fueron las llamadas
telefónicas, telegramas y cartas que llegaron como expresión de
aplauso y felicitación por la honrosa designación que se me
había hecho. Fue muy hermoso y lo es todavía hasta ahora que se
adhiriesen a este homenaje mis queridos alumnos de cuarenta y tantas
promociones de la Universidad del Cusco, de los Colegios de Ciencias,
María Auxiliadora, Hijas de Santa Ana, Academia Comercial y de los
Colegios de Las Mercedes y La Merced. Llegaba a esta solemne actuación
después de haber hecho 25 publicaciones sobre temas de historia y de
literatura, en las que he pretendido poner el calor de mi corazón y los
sentimientos de mi alma para expresar el valor telúrico de las tierras
de mi Cusco, el privilegio de esta ciudad y la fe que tengo puesta en susmejores
destinos para el porvenir. Meses antes de esta distinción, la obtuvo
también un amigo mío de la Universidad de San Agustín de
Arequipa, el Catedratico y pintor Teodoro Núñez Ureta,
quien, con gran emoción, llevaba a la tela temblorosa la
expresión de Arequipa, de su pueblo y la fuerza de su pasión por
un mejor porvenir. Hace pocas semanas ha fallecido este destacado artista y
profesor, a quien mucho apreciaba.
En la ceremonia solemne, en la que se me entregó la codiciada Medalla de
Oro en el Grado de Amauta, el doctor Manuel Jesús Aparicio Vega, mi
noble y estimado alumno de ayer, pronunció las palabras centrales en un
discurso lleno de nobles sentimientos, enalteciendo mi persona y con voz clara
y precisa hizo relato emocionado de mi vida académica, mereciendo
fuertes y prolongados aplausos de la concurrencia que admira al joven profesor
que ya tiene una brillante carrera docente, que ha urgado archivos de
América y España, buscando datos para escribir la historia de la
participación del Cusco, en la Revolución de los Hermanos Angulo
de 1814, demostrando que el Cusco estuvo a la cabeza de este gran movimiento
emancipador, que pudo convertir la Batalla de Umachiri en el Ayacucho
Histórico de 1824. Este libro ya famoso del doctor Aparicio Vega, es muy
comentado y leído. En esa ocasión reiteré mis
agradecimientos al doctor Aparicio Vega por su valiosa colaboración, que
ya había sido puesta de manifiesto cuando se me hizo homenaje en la
Pinacoteca de Kcancharina el 18 de abril de 1972.
En relación al terremotoque azoló la ciudad del Cusco el 21 de
mayo de 1950, publiqué un artículo titulado: SIGLOS Y TERREMOTOS,
que aparece como parte de mi libro “CUSCO ETERNO”, editado en 1965,
narración que creo conveniente insertar a continuación y que es
como sigue:
SIGLOS Y TERREMOTOS
“El Cusco es una vieja ciudad, llena de historia, de tradición y
de leyenda. Es como Roma, Jerusalen, Atenas o Bagdad, tierra de misterio, donde
las piedras cantan glorias de siglos. El Cusco, es por eso, una verdadera joya
americana, porque su vida se yergue a través de las edades y refleja la
historia del Continente; sus calles son ensambles de civilizaciones que se
reúnen, se juntan y yuxtaponen, por eso cada esquina, cada plaza, cada
barrio es un libro abierto, que habla del pasado de esta gran ciudad.
El Cusco ha sufrido grandes transformaciones por obra de la naturaleza y de los
hombres. El 21 de mayo de 1950, en un día pleno de sol, cuando miles de
aficionados espectaban un partido de balompié, en el Estadio
Universitario. De improviso, a la una y cuarenticinco de la tarde, sordo rumor
subterraneo avanzó del Sur, seguido por fuerte remesón de
tierra. Las graderías de piedra, se movían y levantaban
ondulantes. A lo lejos la ciudad se cubrió con densas columnas de polvo,
mientras la bellísima torre de Santo Domingo tambaleaba y caía
ante los aterrorizados ojos de los espectadores. Era el terremoto que
sacudió a la Ciudad Imperial del Cusco destruyéndola en seis
segundos de duración, al igual de ese otro del 31 de marzo de 1650,
quehabía llenado de pavor hace tres siglos a los habitantes de esta
ciudad. Hacía poco que se había celebrado con ceremonias
religiosas el tercer centenario de la devoción al Patrón del
Cusco en la venerable efigie del “Señor de Los Temblores”,
obsequio de Carlos V a la ciudad con cuya procesión cesaron las
sacudidas de tierra en 1650.
Un cuadro que actualmente se conserva en la iglesia parroquial del Triunfo,
muestra el pavor y el desconcierto, que provocó el sismo. Quedaron
destruidas La Merced, La Compañía y Santo Domingo. La Catedral,
sufrió desperfectos, las casas se derrumbaron desde los cimientos, la
gente corría desesperada, se hacía penitencia pública para
pedir protección divina. Las crónicas de la época, cuentan
que los caballeros “sin mas aliño que sus propias carnes se
azotaban con disciplinas de hierro. Las damas encenizaban su rostro y
abofeteaban su belleza”. Hizo pintar ese cuadro don Alfonso Cortés
Monrroy de Trujillo, testigo presencial del suceso. Representa la procesión
del Señor de Los Temblores por la Plaza de Armas y tiene la siguiente
leyenda: “Jueves 31 de Marzo de 1650, a la una y media después del
medio día sobrevino en esta ciudad un temblor que duró por el
espacio de tres credos, con tanta fuerza y violencia que derrumbó
templos, conventos y casas de casi toda la ciudad, habiéndose seguido en
toda la tarde y noche cuatrocientos temblores y por todo aquel año
mas de 1600 interpolados a los primeros muy fuertes y después
remisos, pero de mucho riesgo, que causaron gran temor y tribulación
enlos vecinos de esta ciudad. A no haber intervenido la Soberana Reyna y
Señora de los Remedios con su Soberano Hijo, que la pusieron en las
puertas de esta iglesia, por espacio de tres días, con lo que
amainó el rigor de su justicia y para recuerdo perpetuo de esta
fatalidad se saca el 31 de Mano, su procesión para memoria del suceso de
la ruina que acaeció en esta ciudad. Y don Alonso Cortes de Monrroy,
natural de los reinos de Trujillo, mandó pintar este lienzo para memoria
perpetua del suceso que acaeció en esta ciudad”.
El terremoto de 1950, ha destruido mucho de la gran ciudad. En seis segundos de
duración ha echado abajo tesoros, muchos de los que no podran ser
rehabilitados, y otros que van siendo reconstruidos como los templos de Santo
Domingo, con su torre de encajes en piedras (construido sobre los muros del
Ccoricancha), La Merced con sus claustros maravillosos. La Universidad, San
Pedro, Belén, La Compañía, etc., sufrieron daños
cuantiosos, así como las casas coloniales y las típicas casitas
cusqueñas, sólo los muros incas, orgullo de una estirpe, que
desafían al avatar de los siglos, una vez mas han triunfado sobre
la naturaleza. La desgracia del Cusco conmovió al mundo entero, todos
los países hermanos se hicieron presentes; junto con las alas peruanas,
aviones con los colores de los Estados Unidos, México, Chile, Argentina
y otros países, llegaron trayendo su mensaje de aliento y su ayuda
eficaz y oportuna. España colaboró con la reconstrucción
de la Catedral, con la habil dirección del
arquitectoAndrés León Boyer, secundado por obreros
cusqueños, que una vez mas han demostrado su alta calidad de
constructores, obra que fue entregada el 21 de mayo de 1953, habiéndose
concluido la reconstrucción de la torre del Evangelio el 6 de abril de 1952,
día en que volvió a oírse el sonoro vibrar de la
histórica campana llamada María Angola. Francia, mediante su
Parlamento, a iniciativa del gran peruanista Paul Rivet, envió un
millón de francos como donativo, y a todo esto se agrega el esfuerzo de
los cusqueños y peruanos para reconstruir esta gran ciudad, como se va
haciendo, seguros de que la Ciudad Eterna resurgira de acuerdo con sus
destinos históricos. Se colocó el 24 de Junio de 1950 una placa
en el Atrio de la Catedral con esta inscripción: “El 21 de Mayo de
1950, un terremoto destruyó nuestra ciudad. Hoy 24 de Junio, tu gran
día, Cusco Inmortal, te prometemos trabajar para devolverte todo tu
esplendor y grandeza”. Finalmente la Organización de los Estados
Americanos, se interesó por la reconstrucción, y su enviado el
doctor Alfonso Cortina, maravillado ante el espectaculo de grandeza que
tiene la ciudad, no ha podido menos que exclamar: “El Cusco sera
reconstruido para el orgullo y la admiración de las generaciones futuras
del Universo”. Ahora la ciudad avanza por las rutas coloniales, surge el
Nuevo Cusco del siglo XX, a contribuir con su presente al Cusco Eterno del
pasado.
El 9 de Febrero de 1957 fue un día histórico. El Presidente
Constitucional de la República doctor Manuel Prado, promulgó la
Ley 12800, queestablece la Corporación de Reconstrucción y
Fomento Industrial del Cusco, con el objeto de restaurar los daños del
terremoto del año 1950, gracias a los fondos económicos creados
por esta ley y con el esfuerzo de todos los peruanos y de los hijos de la Gran
Ciudad, ésta volvera a ser blasón histórico de
América, reliquia viva del pasado”.
El 5 de abril de 1986, el Cusco nuevamente fue sacudido por un violento
terremoto, cuando me encontraba ausente en la ciudad de Lima, en el Hospital
del Empleado siguiendo un tratamiento médico a la vista. Poco a poco se
va trabajando para restaurar las heridas que dejó, especialmente en los
monumentos coloniales de La Companía de Jesús, del templo de
Santa Catalina, La Merced, San Francisco, Santa Clara, San Pedro y La Catedral.
En 1974, publiqué el libro titulado: “CUSCO BANDERA DE UN
MUNDO”. Era como consecuencia de un ofrecimiento que hice a mis amigos en
una reunión realizada en Lima, en la que nos reunimos cusqueños,
casi todos ellos, residentes por largos años en la Capital y algunos que
frecuentabamos Lima en los meses de vacaciones. Se habló del
bello libro que sobre Arequipa había escrito desde su destierro de
Montevideo el ex-Presidente de la República y antiguo Catedratico
arequipeño, doctor José Luis Bustamante y Rivero, libro destinado
a informar en apretada síntesis sobre el valor cultural de la tierra
mistiana, y todos nosotros estabamos de acuerdo en decir que nos faltaba un
mensaje del Cusco en un libro pequeño y me propusieron a aceptar el
compromiso de escribir enla forma indicada. Cumplí mi obligación,
espero no haber defraudado a mis hermanos del Cusco, en cuanto a mi
empeño, pero no sé si conseguir mi propósito de poner en
evidencia el valor intransferible, único y principal que tiene el Cusco
a través de la historia de América, como faro cultural del Nuevo
Mundo, como camino para llegar a la tierra del oro, como pretendían los
conquistadores españoles o la ciudad de la que surgían las
revoluciones emancipadoras con un mensaje que estremecía los Andes del
Continente. No pude significar con la fuerza de las palabras de nostalgia que
escribiera el Inca Garcilaso desde España o con las brillantes
metaforas surgidas del verbo de Juan Espinoza Medrano “El Lunarejo”
o con la sonriente y mordaz expresión del Concolorcorbo, porque hablar
del Cusco, expresarlo, cantarlo, sentir su palpitar de siglos es fuerte para
quien como yo, no ha alcanzado la plenitud necesaria para cumplir esa tarea. De
todos modos el librito tuvo éxito y muchos reclaman su reedición.
Si tal hiciera, muchas omisiones quedarían superadas.
El año de 1975, con motivo del Sesquicentenario de la Fundación
del Colegio Nacional de Ciencias publiqué el folleto titulado:
“REENCUENTRO CIENCIANO”, en el que procuré poner en
evidencia el valor histórico del Colegio y su importancia para nosotros
sus ex-alumnos. Recordar es vivir dos veces. Viví esos intensos
años juveniles en la vieja casona de la Plaza San Francisco, en los que
transcurrieron nuestros mejores años de la adolescencia, como aves de
paso, como peregrinosque avanzan por un camino por el que no han de volver.
Recordé a su regente, el inolvidable señor Luís Blanco
Rodríguez, un maestro intuitivo, mezcla de bondad y energía, de
jovial sonrisa y mirada penetrante. Lo temíamos y lo queríamos.
Su voz resonaba en los corredores del viejo claustro. La plana mayor de
profesores la constituían maestros de verdad, que sentían
desenvolver su alma en la tarea de enseñar. Todo esto recordé en
este folletito. De mas esta repetir que realizamos un desfile
histórico. Muchos viajaron de los lugares mas distantes, como
Piura y Paita, para pasar en el desfile con garbo, con fervor, con animo
juvenil como si fuéramos los muchachos de quince años de edad,
que tantas veces nos habíamos lucido en desfiles cívicos.
Constituye para mí, una verdadera joya literaria y emocional un cuaderno
de notas, perteneciente a mi compañero José Miguel Vallenas, en
el que su bella letra inglesa se había deslizado escribiendo la historia
de límites del Perú, curso del cuarto año de secundaria.
Resulta que las dos o tres primeras paginas que estaban en blanco fueron
escritas con nota de emotivo recuerdo, firmadas por mis compañeros en
los días anteriores a nuestra salida del Colegio. Son notas donde han
puesto el corazón y leerlas produce una fuerte emoción, pero lo
mas interesante, es constatar junto a estas frases y firmas del cuarto
año de ciencias, las frases y firmas de alumnas del cuarto de secundaria
del Colegio de Educandas, traviesas chiquillas que escondían su verdadero
nombre poniendo el orden delas letras de sus nombres de derecha a izquierda, es
decir al revés de modo que el nombre de Rosa aparecía con el
nombre de Asor, etc. Ese año de 1924 era políticamente de mucha
agitación. La política llegó hasta el mencionado
cuadernito, donde aparecen proclamas que dicen: Ciencianos Viva la
Federación. Ciencias y Educandas a la Federación, etc.
Podríamos decir que las palabras del Libertador Simón
Bolívar, incitando a la unión de los pueblos, habían
quedado grabadas en estos titulares. José Miguel Vallenas, me
obsequió el cuadernillo. En las paginas que quedaban en blanco,
he pegado recortes del Diario “El Comercio” del Cusco, con mis
versos que fueron publicados de 1929 a 1932 en dicho Diario. Cada vez que
José Miguel, Alcides Miranda y yo, nos reunimos en almuerzos o
conversaciones, gravemente pronunciabamos discursos y en tono solemne me
pedían que leyese mis versos. Pronunciaban estas palabras: Chico, lee
tus producciones. Costumbre que ha persistido en nosotros, de modo que ya los
chicos convertidos en señorones, cuando nos reuníamos
decíamos en un momento determinado con mucha solemnidad: Chico, lee tus
producciones.
En 1978, el Instituto Sanmartiniano de Buenos Aires publicó un folleto
mío sobre: “José de San Martín y la Idea Inca en la
Revolución Argentina”, en el que expresaba que este movimiento
revolucionario, entre sus bases ideológicas, tenía las inspiradas
por el Inca Garcilaso en sus Comentarios Reales, de modo que el 06 de julio de
1816, en la Asamblea Constituyente del Tucuman, el Procerargentino
Manuel Belgrano, pidió la restauración del Imperio de los Incas
con su capital en el Cusco, con el príncipe Juan Bautista Túpac
Amaru como Emperador. Este era el tema de una ponencia mía que
presenté al Primer Congreso Internacional Sanmartiniano realizado ese
año de 1978 en la ciudad de Buenos Aires.
Ya indiqué que desde que fui elegido Vocal de la Corte Superior del
Cusco, de acuerdo con el reglamento universitario no ‘podía
ejercer mas de una sola catedra. Fue penoso para mf dejar la de
Literatura Peruana, en cuyo desempeño había puesto mucha
pasión. Leía con avidez todo lo escrito por los peruanos y muchas
veces me adelantaba en juicios críticos de los autores nacionales, que
todavía no habían sido conocidos en nuestros círculos
literarios. Desde luego escribía la vida y la obra de los escritores
cusqueños con todo empeño, especialmente recuerdo sobre el Inca
Garcilaso, Juan Espinoza Medrano “El Lunarejo”, Juan Bautista
Túpac Amaru, Juan Bustamante alias Concolorcobo, Abraham Vizcarra
Echave, Clorinda Matto de Turner, Hermenegildo Miranda, Lizandro Caller, J.
Arturo Yépez, Martha Alicia Yépez, etc. etc. Seguí
dictando clases de historia de la civilización antigua. Mis alumnos escuchaban
guardando profundo silencio. Yo vehemente les presentaba los sucesos que
narraba con fuerza polémica y sentido místico. Me recuerdan
todavía en ocasiones en que nos reunimos con los ya destacados
profesionales que fueron mis alumnos. Mantengo grabada mi última
lección dictada en noviembre de 1966. Tengo muchos recuerdos
yfotografías de mi labor académica. Por ejemplo en el patio
principal de la Unidad Escolar Inca Garcilaso, a mano derecha hay una
Galería de personalidades cusqueñas que aparecen pintadas en la
pared, entre ellas me encuentro con mis gruesos lentes que siempre he usado.
Ahora que hablamos de pinturas en la pared, recuerdo también que en el
año de 1956, cuando mi pueblo generoso me brindó sus votos,
eligiéndome senador, en una pared de la calle Siete Cuartones apareció
una inscripción que decía: “La Lista Ejemplar”; en
ella estaban tres ciudadanos en la lista de senadores y parece que catorce en
la lista de diputados. Por muchos meses continuó exhibiéndose en
gruesos moldes la Lista Ejemplar que la bondad de algún grupo de
entusiastas cusqueños grabo en esa histórica pared de la calle
Siete Cuartones.
En 1986, cuando me encontraba guardando cama delicado de la vista en la
Clínica del Hospital Revagliati de la ciudad de Lima, un
compañero del Partido Aprista me pidió permiso para ocuparse de
mi persona en una representación cinematografica. Yo
accedí con el mayor agrado y pude después contemplar breves
exposiciones pasadas por televisión referentes a un viaje que hizo mi
maestro Víctor Raúl Haya de La Torre, fundador y jefe del Partido
Aprista, que vino a esta ciudad del Cusco, provocando el aplauso y la
admiración de los cusqueños que lo- rodeaban con un gran fervor
cívico. Allí aparezco con mis gruesos lentes tomando parte en
varias actuaciones. Bueno es recordar que el año 1945, con motivo de las
elecciones realizadasen ese año, yo presenté a Víctor
Raúl en una conferencia que dio en el Teatro Municipal ubicado en la
Avenida Sol, en el lugar donde ahora se encuentra el Edificio de las
Galerías Turísticas. Ahora que hablamos de esas elecciones,
recuerdo que producida la elección tuve el honor de recibir de manos del
doctor José Ignacio Ferro, Presidente del Jurado Departamental de
Elecciones, las respectivas credenciales. Fuimos yo y mis compañeros
doctores Arístides Venero Calderón y Julio Mendoza Dongo,
paseados en hombros en medio de incesantes vítores. En Lima se produjo
la tacha, se sabía que Odría impediría mi ingreso al
Parlamento. El General Bernardino Vallenas, tachó mi elección en
momento inoportuno cuando ya había sido proclamado. De modo que la tacha
era tardía e inoportuna. Había inoficiosidad en esta actitud.
Normalmente el Jurado Nacional de Elecciones debió rechazarla por
inoportuna, pero nada valió porque la decisión estaba tomada. Ya
manifesté también que dos ponencias se presentaron al Congreso,
pidiendo nuestra inmediata incorporación. Pasaron a comisión y
por falta de una representación aprista que nos defendiera, quedaron sin
resolución. En 1962 el pueblo del Cusco volvió a insistir en su
propósito de que fuese Senador. Se me hizo llegar esta petición
por escrito. Fueron reiteradas las insinuaciones que se me hicieron, pero tuve
que desecharlas porque ejercía el cargo de Magistrado en Segunda
Instancia. En 1980, nuevamente -por tercera vez, en esta ocasión dentro
del Partido Aprista se me hizo honor al colocarmi nombre en la lista de 60
nombres para candidatos a la Senaduría, ocupando muy honrosamente el
décimo cuarto lugar. Sensiblemente, como ya lo manifesté, el gravísimo
estado de salud de mi señora esposa impidió que viajase a Lima
para que se reafirmara mi situación. El primero de marzo de 1980 se
publicaba la lista de los sesenta ciudadanos y mi nombre había sido
excluido. El 2 de marzo, al día siguiente, fallecía mi
señora. Fueron dos golpes duros que me dio el destino y que pusieron a
prueba mi caracter. Con valentía supe sobrellevarlos y
trabajé intensamente para el triunfo de mi partido en las elecciones.
Igual lo hice con verdadera vehemencia y fervor en 1985. En ellos participaba
como candidato a la diputación mi hijo político el doctor
Régulo Mujica Jerí, que obtuvo una gran victoria electoral y
realiza una profícua y valiente actuación como miembro de la
Camara de Diputados, habiendo tenido el honor de ser elegido Segundo
Vice-Presidente de la Camara de Diputados para el año
parlamentario de julio de 1988 a julio de 1989.
En este año de 1989, he tenido el honor, como ya mencioné
también, de participar el 12 de abril en una actuación
cívica solemne realizada en la Plaza de Armas del Cusco, habiendo
pronunciado el discurso central, recordando el 450 Aniversario, del nacimiento
del Inca Garcilaso. Asimismo, el 6 de mayo de 1989 hablé por Radio
Universal, cuyo director es el destacado periodista señor Luis
Villasante Colpaert, recordando el 453 Aniversario del Levantamiento de Manco
II, el gran rebelde cusqueñoque varias veces estuvo a punto de dar el
macanazo final de la victoria en la cabeza de los españoles y de sus
filipillos. Cinco ejércitos enviados por Francisco Pizarro desde Lima
fueron despedazados en el camino por las aguerridas tropas del General Tito
Yupanqui, hermano de Manco II. En este famoso sitio del Cusco debemos recordar
que el Cusco y el Perú estan en deuda con Cahuide (Kullas)
defensor heróico de Sacsayhuaman, que murió como un verdadero
titan, defendiendo la causa de los incas.
Debe erigírsele un monumento que podía estar en la Plazoleta de
San Cristobal, al que se le podría poner una placa con palabras como
éstas: “Los peruanos de hoy a sus antepasados de ayer que con
Cahuide pasaron a la inmortalidad”. Debemos recordar que en la
época de la Grecia heróica, cuando el ejército persa
avanzaba incontenible, queriendo invadir Grecia, fueron detenidos por la
heróica actitud de los griegos que defendieron su libertad. Trescientos
espartanos decidieron ocupar las Termópilas, cayendo uno tras otro,
sucumbiendo, dejando con su actitud un ejemplo que conmovió a toda
Europa. Así como el paso de las Termópilas, inmortalizó a
los griegos de ayer, así también inmortalizó a los
peruanos de ayer que con Cahuide lucharon hasta morir, porque Cahuide
representa toda una estirpe, toda una raza. Es una epopeya de nuestra
América. Solicitando se le erija un monumento he enviado en repetidas
ocasiones notas, tanto al Concejo Provincial del Cusco como al Instituto
Nacional de Cultura. Sensiblemente, no se ha tomado enconsideración este
justo y meritorio pedido.
Mas de cincuenta años de trabajo periodístico he tenido el
honor de poder llevar a mis lectores gracias a las acogedoras columnas de los
diarios “El Comercio” y “El Sol” desde 1929 en que
publicaba mis ensayos periodísticos consistentes en versos. He publicado
bastante en prosa, especialmente relacionando el Cusco con la historia de
América. Merece mi recuerdo especial el periodista señor Antonio Velasco,
que me alentaba con su proverbial gentileza caballeresca. Recuerdo que
“El Comercio” del Cusco me ha enaltecido en diversas oportunidades.
En 1935, en que me iniciaba en la catedra universitaria, salió la
siguiente nota periodística que tengo el agrado de transcribir:
“Nuevo Catedratico de Literatura”
Ha sido nombrado catedratico en la asignatura de Literatura el
prestigioso intelectual doctor Alfredo Yépez Miranda. La Universidad del
Cusco realiza en esta forma una verdadera labor de justicia al aquilatar los
méritos indiscutibles que este joven maestro ha conquistado en todo el
período que viene dedicandose a esta labor.
No es la primera vez que la Universidad lo llama; ya en 1932
desempeñó la catedra de Historia General, reemplazando al
doctor Rafael Aguilar, que se encontraba enfermo, desempeñando en forma
que le valió el aprecio de estudiantes y catedraticos.
Yépez Miranda tiene ya una valiosa producción literaria, la que
ha sido acogida favorablemente por la crítica nacional. Su observación
del gamonal le hace escribir su valiente alegato indigenistacontenido en su
novela “Los Andes Vengadores”, donde fustiga a los caciquillos
serranos que todavía abundan por estos trigos. En “Peruanidad
Literaria y Revolución” ataca la corrupción de nuestra
literatura pasadista, cuando precisamente estuvo en el poder uno de sus
mas vehementes sostenedores, haciendo un estudio nacionalista de nuestra
literatura.
No sólo lo anteriormente expuesto, como maestro y literato abonan a su
favor, también su línea de conducta intachable y rara en los
tiempos ventrales en que vivimos. El tuvo un gesto que merece recordarse y que
como ejemplo basta: el año pasado fue nombrado profesor en el Colegio de
Ciencias reemplazando a su compañero de labores doctor Ricardo Campana,
habiendo renunciado la halagüeña perspectiva de un sueldo por ser
fiel a sus ideas doctrinarias que pesaban en él mas que las
conveniencias materiales, conquistandose con este hecho las
simpatías- generales”. (Diario “El Comercio”,
Edición del 6 de mayo de 1935). Fue muy aplaudida esa mi juvenil actitud
de la cual me siento ahora mismo orgulloso. También con motivo de
haberse cumplido cuarenta años, como colaborador de dicho Diario, se
publicó una nota muy hermosa que considero oportuno reproducir, suscrita
por el periodista señor Juan Pérez Tamayo, que aparece en el
libro “La Poesía, Fuerza Vital del Apra”, de Luz Samanez
Paz, que a la letra dice:
“De este modo y con vehemencia religiosa, han transcurrido cuarenta
generosos años de la presencia, de la valiente, elegante y enterada
pluma del Doctor Alfredo Yépez Miranda-uno de los mas calificados
hijos del Cusco-, por las paginas de este diario que hoy se honra de ser
el vocero de su luminoso pensamiento”. En el mismo libro se encuentran
palabras de mi ilustre maestro el doctor Luis E. Valcarcel que hace
elogio de mi labor como historiador, en los siguientes términos:
“Lo conté siempre entre mis discípulos predilectos, cuya
vida austera, llena de idealismo tanto lo enaltecen, por encima de las
incomprensiones e injusticias que siempre nos acechan”. El doctor
Valcarcel, sensiblemente ya fallecido, ha sido el maestro generoso de
numerosas promociones estudiantiles hasta cuyos corazones ha llegado su voz.
Recuerdo un hecho singular cuando el 17 de diciembre de 1985 viajamos a la
ciudad de Lima en comisión para imponerle la Medalla de
Catedratico Emérito de la Universidad, en esa comisión
estaban el Alcalde del Concejo Provincial, el Rector de la Universidad doctor
Felipe Marín, el doctor Manuel Jesús Aparicio Vega,
Catedratico de Historia y yo. El homenaje tenía que realizarse en
el local de la Municipalidad, con invitaciones inclusive del Cuerpo
Diplomatico, pero la salud del doctor Valcarcel, que se
encontraba bastante delicado, impidió que se efectuara la ceremonia tal
como lo deseabamos y se realizó en su casa de Lord Cochrane en
San Isidro. Se había organizado un programa que fue televisado. El
locutor anunció que entre los asistentes se encontraba el doctor Alfredo
Yépez Miranda. El maestro interrumpió al locutor muy emocionado
con estas palabras: “Si esta el doctor Yépez Miranda
quepase para abrazarlo”. Me puse de pie y avancé para unirme con
el maestro en un estrecho y fuerte abrazo. Entonces con voz muy alta, dirigiéndose
a mí, dijo: “Recuerda Ud. lo bien que hizo quedar al Cusco y al
Perú en sus intervenciones en los congresos de historia en
Europa?”. Yo quedé confundido. Me sobrepuse y le dije:
“Usted fue maestro querido quien como siempre hizo quedar bien a nuestro
Cusco y al Perú en Europa”. Una salva de aplausos ratificó
mi afirmación cuando gruesas lagrimas me conmovían. Esta
es la altísima calidad espiritual de este maestro Valcarcel,
inolvidable figura de nuestra historia, a quien admiré cuando en Madrid,
en 1964, rechazó la condecoración de Isabel la Católica
que le otorgaba el Gobierno de Franco, porque él no podía aceptar
-según dijo- la condecoración otorgada por un gobierno
dictatorial.
Efectivamente, en vida he sufrido diversas contingencias ocasionadas, como ya
dije, por pertenecer al Partido Aprista, que fue muchas veces perseguido,
declarado fuera de la ley y sus miembros encarcelados o desterrados. No fueron
meses, fueron años de dura prueba, de difíciles situaciones que
se me presentaban, pero mientras el oficialismo era duro conmigo, en cambio el
pueblo, la masa ciudadana me honraba con su amistad y me concedía el
honor de su afecto. Sentí entonces muy cerca lo que valen las esperanzas
de un pueblo, lo que sienten las gentes modestas, los humildes campesinos,
cuando llega hasta sus corazones la verdad y la justicia. Ya lo dije en 1972 se
me tributó un homenaje por lasinstituciones culturales en la Pinacoteca
Kcancharina, cuyo Presidente fue otro cusqueño impar, un
cusqueñista de a verdad, que fue el nunca olvidado Profesor Santiago
Lechuga Andía. En ese año de 1972, las radios Cusco y
Tahuantinsuyo, hasta por dos veces, retransmitieron la solemne actuación
del 18 de abril y centenares de conciudadanos me abrazaron en las calles,
expresandome sus vivas simpatías. He escrito veinticinco obras,
pero no he conseguido expresar en ellas mi pensamiento ni los sentimientos de
mi corazón. Considero que también los músicos van en busca
de los sonidos que mejor expresen su personalidad, que haran lo mismo
los pintores buscando matices y colores, los escultores tras de las formas
mas apreciadas para sus estatuas. Algo semejante sucede conmigo. Las
palabras, las frases no evocan, no simbolizan mis pensamientos ni mi ser. Soy
hombre incompleto que hasta ahora no me he encontrado. Tengo la ansiedad del
inconforme que busca la verdad, que busca la perfección. En mis noches
de perseguido político, teniendo por techo las fulgurantes estrellas del
cielo, oyendo a lo lejos el suave rumor del arroyo o de los ladridos de los
perros, o en las tardes de sol, por los caminos de nuestra sierra, donde parece
que nos acercamos de verdad al íntimo ser de las cosas, que nos
convierte en parte integrante del cosmos viviente, donde vemos la
montaña lejana, empinada hacia los cielos, o las flores de panti que ondulan,
empujadas por la brisa del atardecer, he creído en un instante, fugaz
como una centella, encontrar laverdad que busco, y no la encuentro, porque no
ha llegado a plasmarse en idea, en latido del corazón. No ha llegado a
ser parte de mi ser. Cuando he hablado en público, en medio de la
tempestad de los aplausos, tampoco he encontrado ese yo que busco o en el
abrazo o en el beso dulce a la amada, tampoco esta allí ese mi yo
errante. Esa es la confesión que tengo que hacer en estas líneas
trazadas por mi sentimiento afectivo de la vida desde los años de 1925,
en que comencé a escribir. Quiero poner como primicia mi primera frase
juvenil que la tengo escrita en un cuaderno de colegial del año 1924,
escrito por los alumnos José Miguel Vallenas y Alfredo Yépez
Miranda, esta mi primera composición literaria, que corresponde a
mi edad y a mi época. Sus primeras frases son las siguientes:
“Hace acaso ya muchas primaveras, que fugaces pasaron dejando tras si
destellos de sueños infantiles, que acaso un día como un torrente
de nevada cumbre bajaran arremolinandose placenterosas hasta
llegar a la mar tenebrosa de la vida, y seguir poderosa y pujante al luminoso
faro del ideal
Y así es la vida, sigue, sigue y sigue sin detenerse jamas, junto
con su fiel aliado el tiempo, que en su correr hosco a veces, o bullicioso, no
nos obsequia ni un segundo mas
Es por eso que mi pluma dejara en estas paginas la huella aunque
opaca de un corazón que quien sabe sangra, se emociona, se electriza, se
entusiasma en consecución del ideal, en consecución del
“Abrirse Paso” hacia un mas alla.
Por eso la hojearé en mis ratos de hastío, desublime dolor, para
que me griten ¡Adelante!, y yo sonriente vuelva con mayor ahinco a la
sublime aspiración”. Así hablaba cuando muchacho
adolescente.
Estas son mis primeras líneas que las he guardado con mucho respeto y
cariño y felizmente las tengo todavía, pasados mas de
sesenta años. Pienso que tal vez pude llegar a ser un escritor que
traduzca el alma de mi pueblo a través de mis composiciones. En Arequipa,
era estudiante de la Facultad de Derecho, pero tenía un libro secreto de
versos que escribía sin que se diesen cuenta mis compañeros. Este
libro inédito hasta ahora fue guardado también con mucho
cariño y el año de 1927, escribí mis primeros versos, titulados
“Río Vilcanota”, que al comenzar dicen así:
Río sagrado de los viejos Incas
que placido corres lentamente,
besando las playas de las fincas
a cada paso creces grandemente.
Cuando por tus orillas estoy paseando
como parece que cuentas historias,
como van por mi pasando
viejas cosas, desconocidas glorias.
Eres toda una espumosa vida,
tienes la eterna y dulce canción,
tu alma entre peñascos perdida
despierta con su voz dulce emoción.
Cuando me enferme algún loco afan,
cuando sienta muy fuerte el dolor,
mis brazos abiertos a tí correran,
seras de mis sueños el despertador.
NECESIDADES DE LA CIUDAD DEL CUSCO
Considero que en el Cusco, debemos dar, fundamental importancia al turismo,
haciendo atrayente la ciudad para los extraños que nos visitan, ofreciéndoles
la primicia de nuestras fiestas, danzas,música, folklore en general.
Considero que estas fechas tienen significativa importancia en el calendario
para que sirvan como motivo de atracción turística: La Fiesta del
Inti Raymi o Fiesta del Cusco que ya la celebramos en la forma que se merece.
Hay que agregar la Semana Santa, porque esas fiestas religiosas tienen su
tradición muy antigua y como la procesión del Señor de Los
Temblores en Lunes Santo tienen prestigio universal. Esta Semana Santa debe ser
el iman que atraiga hacia nosotros el turismo. Otra fecha sería
el Cruz Velacuy, que tiene por motivo la fiesta a la Santa Cruz, que se realiza
con bailes y ceremonias religiosas. Habría que darle también la
necesaria atracción para el turismo. Otra fiesta sería la de
Corpus Cristi. Asimismo, la Navidad y los Carnavales merecen ser considerados
por su importancia. En la ciudad del Cusco, cada barrio, cada calle, diremos
cada casa, tiene su tradición y su historia. Sensiblemente un organismo
moderno la va despersonalizando. Hay que conservar su propia vida, fruto del
ambiente y de la tradición. Hay centenares de casas que urgen de labores
de conservación, con sus zaguanes, sus patios, sus arquerías y
corredores típicos. Así sera una ciudad museo vivienda del
pasado y asimismo la ciudad viva en cuyos muros, como dije varias veces, se
abracen sus tres edades: La Imperial, con sus muros; La Colonial, con sus
portadas y patios y La Republicana con sus paredes de adobe.
Los alrededores de la ciudad son muy bellos. Los recorrí en mi infancia
y adolescencia. Los tengo vivosen el recuerdo. Por ejemplo, la famosa Mesa
Redonda que esta en la colina de Socorro, por la que antes transitaban
los viajeros a caballo y a pie rumbo a Pisac y a Calca. Junto a la Mesa Redonda
se yergue un hermoso peñasco o huaca de la época inca. La
quebrada de Huancaro es también muy bella. Allí íbamos a
bañarnos en la estación veraniega de octubre; había una
poza general, donde se pagaba cinco centavos por la entrada al baño y
pozitas particulares a diez centavos la entrada. Mucha gente se bañaba
en el río. Ibamos a pie y gozabamos del ambiente primaveral. Otro sitio
era el Chachacomayoc, donde todavía esta el tronco viejo y
arrugado del chachacomo que señala la ruta hacia la zona del Collao. Por
allí pasaban todos los días tropas de burros y llamas rumbo a San
Sebastian, San Jerónimo, Oropesa, etc. Especialmente recuerdo que
los panes famosos de Oropesa, que se vendían a tres por cinco centavos;
venían en grandes canastones, en mulas que llegaban al Cusco al
amanecer. Se vendían en Limacpampa y en la calle Maruri. Ahora que
hablamos de panes, llegaban también de Paruro los famosos trenzados
llamados “rurones”, los que se vendían en el Portal de San
Agustín. Los mas famosos panes se vendían en la tienda de
la “Araníbar”, en la calle del Triunfo. Entre ellos las
“rejillas”, crocantes que ahora todavía hay en Urubamba.
Allí estaban también los “jorge chavez”, los
“mistis”, el “pan francés”, el “pan de
cerveza” y en la calle de Santa Catalina Angosta se expendían, en
la puerta de una tienda los “panes de pasa” y
de“leche”. Fuera de todo esto habían los “cuyos”
y “cuchos”, que se vendían cinco por cinco centavos.
¡Qué tiempos aquellos! ¡Allí nadie sentía
hambre que no pudiera ser satisfecha. En la calle Heladeros, estaba la
Pastelería “Maxin” del señor Daniel Velasco, que
vendía dulces, pastelitos a veinte centavos cada plato de cuatro dulces.
Al frente, la Pastelería y Bar “El Trocadero” y “La
Colmena”, pastelería que estaba en el Portal de La
Compañía junto a la Universidad. Allí por veinte centavos,
se tomaba un reconfortante chocolate con tostadas y mantequilla. Para terminar,
debemos tomar en cuenta que habían otros panes muy populares, como las
chutas, la chutacha de canela, el mollete, el misti, el mamanconcachec (el que
hace olvidar a la madre), etc. En las noches nos deleitabamos visitando
la Heladería de la “Aranlbar”, situada en la ya mencionada
calle del Triunfo, donde se tomaba los helados de leche y de fresa a diez
centavos la porción.
El muy traficado camino carretero que iba a San Sebastian y los pueblos
situados al Sur, tiene para mí especial añoranza, porque el
Chachacomayoc, donde estaba el arbol de Chachacomo era el vigía que
miraba hacia el Sur. Allí se realizaban, según cuenta la tradición,
las despedidas a los soldados imperiales cuando salían del Cusco a
lejanas comarcas en busca de nuevas victorias. Allí también en la
época de la Colonia se hacían iguales despedidas que
recibían el nombre de Cacharparis (fiesta de despedida). La tradición
popular cuenta que tuvo especial solemnidad, la que se tributó
alLibertador Simón Bolívar, cuando su visita del mes de Junio de
1825. Eran fiestas con discursos, brindis, bailes, etc., que casi siempre
terminaban con emocionantes lagrimas. También en la época
de la guerra con Chile, nuestros bravos soldados eran igualmente despedidos en
igual sitio y forma, mientras las bandas militares tocaban tristes
melodías así como músicas marciales. Ahora, el arbol
esta triste, cada vez mas triste. Ya no es el paraje de las
despedidas; ruidosos automóviles pasan por su costado. Nuestro poeta el
doctor Rafaél Aguilar Paez cantó a este arbol con mucha
expresión de sentimiento en un poema muy celebrado.
Este es el Cusco que quiero rememorar y quisiera seguir rememorando todos los
días, porque recordar es vivir, es volver a vivir; me siento
profundamente compenetrado con su presencia en mi corazón. Fue mi
señor padre el doctor Daniel Yépez, quien desde muy niño
me mostró el valor que tiene para el mundo esta maravillosa ciudad, que
como Jerusalem es nuestra CIUDAD SANTA. Uno de mis libros lo he titulado con
mucho orgullo: CUSCO ETERNO, y tomando en consideración el valor de la
ciudad para el porvenir, otro trabajo mío lleva por título este
nombre alentador: CUSCO:
BANDERA DE UN MUNDO, y pienso que ya fue corazón y centro de un imperio
y que tiene todos los atributos para que tal vez en el próximo Siglo XXI
pueda ser la Capital Espiritual de América, donde en una Universidad
Indoamericana, profesores y alumnos de nuestro
Continente Moreno, confraternicen y sientan nuestra América verdadera
através de los tiempos.
Esta ciudad nos muestra su alma original, sencilla y noble en esas reuniones
populares que se realizan al atardecer en las chicherías o
picanterías, llamadas con razón “cavernas de la
nacionalidad” por el maestro Uriel García, porque efectivamente,
en esos lugares las parroquias cusqueñas de Santa Ana, de Belén,
de San Blas, San Cristobal, etc., se reunían y todavía se reunen
grupos numerosos de gente especialmente modesta. Allí se toma, se
ríe, se bromea, se baila, varias veces en fiestas que ofrecíamos
a personas notables que venían al Cusco, les ofrecíamos
picantadas típicas en esos lugares. Allí se siente la fuerza
vital del pueblo, de la gente modesta. Se expresa el alma popular a
través de los discursos, de la música y del baile. Yo
también en muchas ocasiones he sentido morir la tarde, y he bailado al
son de orquestas típicas, donde la voz enroquecida del artista hace sentir
al Perú, hace sentir a nuestra alma. Algo semejante a lo que
sucedía y sucede todavía en las picanterías
arequipeñas, donde el yaraví, el triste son arequipeño
otorga sentimentalidad a la tarde que muere, al Sol que se despide y a la noche
que llega. En esos lugares que ahora van deformandose con el modernismo
se penetraba el alma popular.
Otros parajes típicos del Cusco, eran las tienduchos de los que ahora
creo quedan una o dos. Eran las teterías o tiendas donde vendían
te caliente, el famoso “té piteado”, con su porción
de cañazo. Las teteras de hojalata, colocadas en la puerta de la tienda
sobre braceros,producían un ruido o silbido característico que
era un llamado para que acudiesen los visitantes que también en las
noches se reunían a conversar, oír música y bailar,
apoyados por tazas de té caliente, extraídas de la famosa tetera.
Recuerdo una anécdota que cuenta que un turista llegando a la ciudad del
Cusco oyó en la calle de Procuradores el silbato de la tetera y dijo a
sus acompañantes peruanos: Iremos a ver esa fabrica, quedando
pasmado al encontrarse con la tetera silbadora.
La historia nos muestra al Cusco siempre vencedor en heróicas jornadas
de la historia. En el librito mío titulado “Cusco, Bandera de un
Mundo” relato las tres invasiones barbaras que sufrió a
través de la historia, resultando siempre vencedor. Por eso, el Cusco es
eterno, es invencible; sus piedras, su cielo y sus montañas, lo
resguardan. La primera invasión fue de los famosos chancas, que
avanzaron con el propósito de destruir la ciudad; el ejército chanca
fue detenido y derrotado durante el gobierno de Yahuar-Huacac, por el joven
príncipe Inca Ripac. Allí se destacó una heroina, valiente
mujer que luchó como un soldado invencible, fue la famosa Chanan
Curi-Coca. El Cusco tiene que cumplir una obligación levantando un
monumento en memoria de esta salvadora de la ciudad. La segunda invasión
fue realizada por las tropas de Quisquis y Chalcuchimac, lugartenientes de
Atahuallpa que se había sublevado contra el gobierno legítimo de
Huascar. Estas tropas llegaron hasta la Ciudad Santa del Cusco, quemaron
la momia de Túpac Yupanqui así comovictimaron a 40 mil nobles,
pero Atahuallpa que ya se iba a dirigir al Cusco, para coronarse emperador, fue
apresado por los españoles y éstos lo ejecutaron en Cajamarca. En
el Cusco, los españoles aceptaron la coronación de Manco II,
hermano del Emperador Huascar, a quien Atahuallpa había hecho
victimar en su prisión. La tercera invasión la realizan los
españoles; penetran en el Cusco aliados con Manco II, hasta que
éste se levanta en armas contra éllos y permite que se establezca
un gobierno de los Incas en la lejana zona de Vilcabamba, pero también
los españoles son vencidos por un nuevo hombre que surge de la lucha
entre españoles e incas. Este hombre nuevo triunfa y derrota a los
españoles, es el mestizo cuyo primer paladín es Garcilaso y el
primer combatiente Túpac Amaru II.
Sean mis últimas palabras de expresión, de amor al CUSCO ETERNO y
mi profundo sentimiento de respeto por nuestro Perú, cuyo destino es
glorioso en la historia del Nuevo Mundo; yo diría que la vocación
de América, la vocación del futuro esta en el Cusco y el
Perú.
Producción Bibliografica de Alfredo Yépez Miranda
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
Los Andes Vengadores. (Novela) H.G. Rozas. Cusco. 1933.
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Peruanidad Literaria y Revolución, imprenta H.G. Rozas. Cuzco. 1934.
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La Novela Indigenista. Tesis presentada en la Universidad del Cusco para optar
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El Proceso Cultural del Perú. Edit. H.G. Rozas.Cuzco. 1940.
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Signos del Cusco. Imprenta D. Miranda. Lima. 1946.
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Pasado y Presente de las Letras Peruanas. Edit. H.G. Rozas. Cusco. 1942.
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Peruanidad Literaria. Edit. H.G. Rozas. Cusco. 1943.
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Camino de Mestizo. Cusco. 1947.
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Tierras del Sol. Editorial Garcilaso. Cusco. 1958.
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Semblanza de Ramón Castilla. Edit. Garcilaso. 1958.
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Descubramos Nuestra América. Edit. H.G. Rozas. Cusco. 1959.
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La Universidad Interamericana del Cuzco. Edit. H.G. Rozas. Cusco. 1964.
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Cusco Eterno. Edit. Garcilaso. Cusco. 1965.
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Garcilaso, Símbolo del mestizo peruano Edit. Garcilaso. Cusco. 1965.
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Garcilaso, Un Cusqueño Ilustre. Edit. H.G. Rozas. Cusco. 1966.
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La Influencia Telúrica en la idea Filosófica Inca. Edit. H.G.
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Grandeza de Machupicchu. Edit. H.G. Rozas. Cusco. 1968.
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Cusco Bandera de un Mundo. Editorial de cultura Andina. Cusco. 1974.
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Relación de Artículos del Doctor
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Título endosable como un cheque. Tesis de Bachillerato en Derecho N°
65, II Sem. 1933. pp. 120-148.
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Novelistas Peruanos, José Diez Canseco. N° 66. Primer Semestre 1934.
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La Novela Indigenista. N° 69. II Sem. 1935. pp. 115-154.
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El Humor y la Alegría en la Literatura del Coloniaje. N° 70. I Sem.
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Nuestros Poetas. Los Romanticos Peruanos. N° 71 II Sem. 1936. pp.
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La Gran Confederación de los Andes: Perú, Bolivia y Chile unidos.
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Juan Espinoza Medrano «El Lunarejo». N° 72. 1 Sem. 1937. pp.
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Notas Bibliograficas: Nuevos Cuentos Andinos de López de
Albújar y la Serpiente de Oro de Ciro Alegría. N° 73. II Sem.
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Indigenismoy Serranismo. N° 74,1 Sem. 1938. pp. 87-100.
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Nota Bibliografica: Los Caballeros del delito de Enrique López
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La Filosofía del Oriente. N° 75. II Sem. 1938. pp. 77-98.
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Inca Garcilaso de la Vega. N° 76. II Sem. 1938. pp. 11-21.
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Escritos y libros nacionales. N° 77. II Sem. 1939. pp. 124-130.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo
Discurso pronunciado en el acto de incorporación del Dr. Ricardo Rojas,
como Doctor Honoris Causa en la Facultad de Filosofía y Letras N°
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YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
El Proceso Cultural del Perú. Discurso pronunciado en el acto de
apertura del año académico de 1940. N° 78. Sem. 1940. pp.
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El Folklore Peruano. N° 78. I Sem. 1940. pp. 65-73.
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La muerte de la emoción. N° 79 II Sem. 1940. pp. 26-32.
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El Tesoro del Poeta. A los poetas del Misti. N° 79. II Sem. 1940. pp.
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Sublevación literaria. El Modernismo. N° 80. I Sem. 1941. pp. 85-130.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
Pasado y presente de la Literatura Peruana (Apuntes para una historia integral)
N° 81 II Sem. 1941 pp. 143-224.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo
Pasado y presente de la literatura peruana (Apuntes para una historiaintegral)
N° 82 I Sem. pp. 35-80.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo
Peruanidad Literaria. N° 84 I Sem.. 1943.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo
Clorinda Matto de Turner. N° 86 I Sem. 1944.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo
La Universidad Nacional del Cusco. N° 88-89. 1945.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo
Nacimiento y camino de mestizo. N° 92. I Sem. 1947.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
La Novela Indigenista. N° 95. 2do. Semestre de 1948.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
El Inca Garcilaso. N° 111 2do. Semestre de 1956.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
Semblanza de Ramón Castilla. N° 114 I Sem. de 1958.
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YEPEZ MIRANDA. Alfredo.
La Universidad Interamericana del Cusco. N° 121. II Sem. 1961.
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Garcilaso, Símbolo del Mestizo Peruano. N° 122-125. Año 1965.
YEPEZ MIRANDA, Alfredo
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YEPEZ MIRANDA, Alfredo.
Descubramos Nuestra América. N° 177. II Sem. de 1959.
Relación de Colaboraciones en Revistas y Libros Nacionales y del
Extranjero
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el año de 1947 del Drama Ollantay». Transcripción completa
recogida por el Dr. Augusto Tamayo Vargas en Literatura Peruana. Tomo I (pp.
109-1 18 y 119).
2. YEPEZ MIRANDA. Alfredo.- «Actas de Symposium» realizado en Lima
del 17 al 18 de junio de 1955, con la participación de los Generales
Felipe de la Barra. José del Carmen Marín, Alejandro Barco,
doctores Aurelio Miró Quesada, RaúlPorras Barrenechea, Luis E.
Valcarcel, Alfredo Yépez Miranda y otros.
Centro de Estudios Histórico-Militares del Perú, «Nuevos
Estudios sobre el Inca Garcilaso».
3. YEPEZ MIRANDA. Alfredo.- «El español a través de sus
escritores. Publicado por Brady-Canfield-Nuñez-Ruiz-Wolfe, de las
Universidades de Kansas, Illinois. Missouri y Michigan.- Autores estudiados:
Miguel de Unamuno, Fernando Diez de Medina, Rafael Altamira, Alfredo
Yépez Miranda, Nueva York 1968. The Macmillan Company.
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Iberoamericana N° 21. Junio de 1946. Imprenta de la Universidad de
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Ultra Revista de Revistas N° 126. febrero de 1947. La Habana - Cuba.
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Americanos. Volumen 29. Abril-Junio de 1946. La Habana-Cuba.
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«La Razón». Suplemento literario. 19 de febrero de 1950. La
Paz-Bolivia.
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literario. 5 de noviembre de 1950. La Paz-Bolivia.
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18. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «Cusco Eterno». Revista Sur N° 7.
Lima. Junio de 1954.
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Filosófica Inca». Revista deLetras N° 3. Año de 1969.
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40. YEPEZ MIRANDA, Alfredo.- «El Arriero» (cuento). Revista Alma
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----- ----- -------------
[?] YEPEZ MIRANDA, Alfredo. Por Nuestros Caminos. Edit. Universitaria.
Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco. Cusco. 1992. p. 8.
2 APARICIO VEGA, Manuel Jesús, MIRANDA BERNAL, Julio y ROSAS PARAVICINO,
Enrique. Alfredo Yépez Miranda y su Tiempo. Universidad Nacional de San
Antonio Abad del Cusco. Cusco. 2000.