Narrador estadounidense. Hijo de judíos rusos emigrados a América, nació y
creció en un Brooklyn que durante la infancia del autor era un barrio
tétrico y humilde en el que convivían marginados, artistas, rabinos y obreros
que se comunicaban, sobre todo, en yiddish. De este
paisaje cultural está impregnada prácticamente toda su obra.
Estudió en Manhattan en el City College y en la Universidad de Columbia, y más
tarde se trasladó a Oregón, Vermont, donde trabajó como docente. Viajó repetidas veces a Europa y vivió en Italia, país que es
escenario de una parte de sus relatos. En su primera novela El mejor
(1952) que despertó escaso interés y fue luego llevada al cine en una versión
poco fiel, el autor desmitifica el brillante mundo del béisbol,
desvelando los entresijos miserables que oculta el deporte americano por
excelencia.
El dependiente (1959) transcurre en los años de la depresión y tiene como
protagonistas a un tendero judío arrinconado porla pobreza y amenazado por la
quiebra, que busca liberarse, y a Frank Alpine, un joven de origen italiano que
comienza robándole y termina identificándose tanto con su patrón que se vuelve
judío. Parecido contraste se da en la relación entre dos escritores, uno judío
y el otro negro, que conviven en un edificio en ruinas
en la zona antigua neoyorquina, en Los inquilinos (1971).
En 1959 le fue otorgado el National Book Award por su libro de relatos El
barril mágico (1958) y el mismo premio obtuvo, a la vez que el Pulitzer, en
1963, por El hombre de Kiev. Esta novela transcurre en la Rusia zarista, en la
que imperaba un feroz antisemitismo: un obrero judío
es encarcelado por un crimen que no cometió, por lo que se convierte en héroe y
mito,
involuntariamente.
En 1979 Malamud publicó Las vidas de Dubin, en la que narra la historia de un biógrafo que asume las identidades de las personas cuyas
vidas investiga y en 1982 apareció La gracia de Dios.
En toda la narrativa del
autor se aprecia la doble influencia de las vertientes culturales a las que
perteneció: la tradición americana
de los grandes autores modernos y la literatura clásica judía, sobre todo de
autores yiddish. Sus personajes judíos son vulnerables e incomprendidos,
siempre en pos de sueños irrealizables, lo que los convierte en paradigmas del Nombrado jefe del Cuerpo de Ejército del Noroeste, el ya general
Obregón invadió Sinaloa y tomó Culiacan en
noviembre de 1913. Después de un intensivo entrenamiento de sus tropas y
de que se repararan las líneas ferroviarias, que le aseguraban el
transporte para la nueva campaña, Obregón marchó hacia el
sur, sitióMazatlan y continuó su avance hacia Jalisco. Con
una serie de sorprendentes movimientos tacticos infligió a los
huertistas dos espectaculares derrotas en Orendain y El Castillo y, poco
después, tomó Guadalajara.
Tras firmar con Eduardo Iturbide, el 10 de agosto de 1914, los acuerdos de Teoloyucan,
que establecían la entrada del Ejército Constitucionalista en la
capital y las condiciones de rendición y disolución del
Ejército Huertista, Obregón entró en Ciudad de
México. Carranza ocupó la Presidencia, pero Pancho Villa y
Emiliano Zapata lo rechazaron.
El general Obregón intentó en vano dialogar con Villa para
resolver la conflictiva situación, pero el caudillo del norte
logró apresarlo y estuvo, incluso, a punto de fusilarlo. Una vez
concluida la convención de Aguascalientes, en octubre de 1914, y de que
Pancho Villa y Emiliano Zapata entraran en la capital, Alvaro
Obregón siguió a Carranza en calidad de jefe del Ejército
de Operaciones.
OBREGON, VILLA Y SU PERSEGIDOR PERSHING
Describía alegremente: 'Entonces Villa les pasa un aeroplano'
y hacía unos 'caracolitos' con la mano a los estadunidenses.
Después de derrotar a las tropas de Emiliano Zapata entró
nuevamente en México y, en un gesto que ejemplificaba su decisión
de acabar con las insurrecciones, se dejó crecer la barba y
anunció que no se la quitaría hasta no acabar definitivamente con
Pancho Villa. Obregón cumplió con su promesa tras vencer a los
villistas en cuatro importantes batallas que tuvieronlugar en 1915. Los dos
enfrentamientos de Celaya, ocurridos en abril, la batalla de Silao y
León, en la que perdió un brazo, entre el 1 y el 5 de junio, y la
librada en las proximidades de Aguascalientes, entre el 6 y el 10 de julio,
fueron todas modelos de planificación tactica y
estratégica.
Pero mas que su triunfo militar sobre las huestes del Centauro del
Norte, lo que realmente consolidó la posición de Obregón y
proyectó su figura como caudillo nacional fue la victoria
política que obtuvo al decretar una ley de salarios mínimos en
varios estados norteños.
CARRANZA
En 1920 buscó imponer como presidente de la República a un civil,
el Ing. Ignacio Bonillas, pues ya para entonces era contrario a la
ideología política mostrada por Alvaro Obregón y se
encontraba desilusionado por la actitud de Pablo Gonzalez Garza. Dicha
actitud, causó una revuelta encabezada por Alvaro Obregón,
quien desconoció a Bonillas y se sublevó en su contra al amparo
del Plan de Agua Prieta y de Plutarco Elías Calles y Adolfo de la
Huerta, por un lado, y Gonzalez, por el otro.
Cuando ambos bandos obtuvieron el apoyo de la mayor parte del ejército,
Carranza decidió trasladar la sede del gobierno nacional al puerto de
Veracruz, donde ya había permanecido durante la guerra con Villa, Estaba
saliendo con todo su gabinete y sus familias, su mobiliario, pertrechos de guerra,
y el tesoro de la nación, consistente en todas las monedas, billetes y
barras de oro y plata que había en latesorería.
El 30 de mayo de 1920 deja la estación de Aljibes, Puebla,
internandose con muchos de sus seguidores ademas de los cadetes
del Colegio Militar hacia la Sierra Norte del Estado de Puebla.
Murió asesinado en Tlaxcalantongo, Puebla, por las tropas del Gral.
Rodolfo Herrero, en el curso de la rebelión obregonista, la madrugada
del 21 de mayo de 1920 mientras dormía en un jacal. Fue enterrado en el
Panteón Civil de Dolores en la Ciudad de México, hasta 1942 en
que sus restos fueron depositados en el Monumento a la Revolución, donde
permanecen hasta la fecha.
VILLA Y OBREGON
La batalla de Celaya es el nombre de una serie de encuentros militares
decisivos para la Revolución mexicana, entre la División del
Norte, encabezada por Francisco Villa, contra las tropas Constitucionalistas al
mando del general Alvaro Obregón, que tuvieron lugar del 6 al 15
de abril de 1915, en las inmediaciones de Celaya, Guanajuato. Villa concentro
su ejército en Irapuato y Obregón concentró
ser humano contemporáneo. En su obra abunda la parábola al
estilo de la tradición hebraica, la metáfora certera y una exuberante fantasía.