La batalla de Cepeda ocurrió durante las guerras civiles argentinas,
el 1 de febrero de 1820, y fue una de las dos llevadas a cabo en la
cañada de Cepeda, Santa Fe,
Argentina.
La batalla enfrentó a unitarios y federales: el caudillo de Santa Fe,
Estanislao López, y el de Entre Ríos, Francisco Ramírez,
ambos federales y lugartenientes del general José Artigas, y apoyados
por el chileno José Miguel Carrera, unieron sus fuerzas para derrocar al
gobierno de José Rondeau, Director Supremo de las Provincias Unidas del
Río de la Plata, el entonces titular del Poder Ejecutivo.
Fue un enfrentamiento muy breve. Los federales
resultaron victoriosos, causando la caída del
Directorio y la división del
país, que quedó desde entonces integrado por 13 provincias
autónomas. Se inició así el período conocido como
de las Autonomías Provinciales.
Causas
La causa de esta batalla fue el descontento de las provincias del interior con Buenos Aires, que había gobernado al
país desde la Revolución de Mayo, sin tener en cuenta la voluntad
de las provincias. Al menos, no en la medida en que
éstas lo deseaban. La principal exigencia de los líderes
federales era que cada provincia se gobernara a sí misma, y que unidas
formaran una federación.
Lasrevoluciones contra el gobierno del Directorio
habían comenzado en 1814, capitaneadas por el caudillo oriental
José Artigas. Había logrado extender la rebelión a varias
provincias; entre ellas formó una Liga Federal,
que nunca llegó a entenderse con el gobierno central.
De hecho, desde 1816, las provincias litorales, Entre Ríos, Corrientes,
Santa Fe y la Banda Oriental eran independientes del gobierno central, ubicado
en Buenos Aires. Tras varios años en que Santa Fe y
Entre Ríos fueron repetidamente invadidas por tropas enviadas por el
gobierno porteño, la situación no había cambiado en lo
esencial.
El rey de Portugal, que residía en Brasil, aprovechó los
enfrentamientos internos para anexarse la Banda Oriental, invadiéndola a
principios de 1817 y ocupando su capital, Montevideo. El
gobierno de Buenos Aires
no hizo ningún esfuerzo serio para defender esa provincia, y Artigas lo
acusaba de apoyar esa invasión.
En 1819, el que había sido el Congreso de Tucuman, trasladado a
Buenos Aires, sancionó una constitución que otorgaba amplios
poderes al gobierno central y restringía la libertad de las provincias
de tomar decisiones sobre sus propios asuntos.
En consecuencia, Artigas y los demas caudillos locales decidieron no
tratar mas con elgobierno central y atacarlo en su propia capital. Por encargo de Artigas, las fuerzas de Entre Ríos se
trasladaron a Santa Fe, y desde allí
avanzaron sobre la provincia de Buenos
Aires.
Durante el mismo período que separa la sanción de la
Constitución Argentina de 1819 y la batalla de Cepeda se habían
separado del gobierno central las provincias de Tucuman y Cuyo,
ademas de que la de Salta era una especie de aliada independiente del
gobierno central.
La batalla
Poco antes de la batalla, Rondeau recibió la noticia de que el
Ejército del Norte, que él había llamado en su ayuda, se
había sublevado para no ser obligado a luchar en una guerra civil. De
todos modos, enfrentó a los federales con el ejército de la
capital. Aparentemente, tenía a su favor la ventaja de que el ejército
federal estaba íntegramente compuesto de caballería.
El ejército porteño se movió con rapidez, e invadió
la provincia de Santa Fe antes de que los
federales invadieran Buenos Aires.
Rondeau ocupó el borde sur del
bañado conocido como
Cañada de Cepeda, y esperó allí a sus enemigos.
El Director formó su ejército en una
disposición clasica, con la caballería a los lados y la
infantería y la artillería al medio; protegiendo sus espaldas
quedaba la largaformación de carretas. Una
posición muy difícil de vencer, si el enemigo atacaba de frente.
Pero en medio de la llanura, los federales no estaban
obligados a hacerlo, justamente porque sus tropas eran puramente de
caballería.
López era el gobernador de la provincia en que se
combatía, pero aparentemente dejó el mando de las operaciones de
la batalla a Ramírez. Es que el santafesino era un experto en acciones de guerrilla, pero Ramírez
había demostrado ser muy capaz en una batalla. Junto a los santafesinos
y entrerrianos, formaban en el ejército federal algunos indígenas
del Chaco y un escuadrón de correntinos, al
mando del
capitan irlandés Pedro Campbell.
Los jefes federales cruzaron al galope la Cañada de
Cepeda, rodearon el dispositivo y se pusieron a sus espaldas. De inmediato atacaron a la caballería, mientras la
infantería trataba de asomarse entre los carros y los cañones
aún apuntaban para el otro lado. La batalla duró
aproximadamente diez minutos, y la huida de la caballería directorial
arrastró a Rondeau. El resto del
ejército debió retirarse hacia San Nicolas de los Arroyos
y embarcarse de regreso a Buenos Aires,
dirigido por el general Juan Ramón Balcarce.
Consecuencias
Todo el norte de la provincia de Buenos Aires fueinvadido por los caudillos,
que llegaron en pocos días a los alrededores de la ciudad de Buenos
Aires, ciudad que era entonces capital de la provincia homónima. Rondeau renunció el 11 de febrero.
La sucesión del
poder en Buenos Aires
se vio enmarcada por gobiernos provisorios. El primer gobernador
autónomo, Manuel de Sarratea, ascendido al poder con la
protección de los federales, firmó con ellos el Tratado del Pilar. Por el mismo, la provincia de Buenos Aires
reconocía a las demas el derecho de darse su propio gobierno y
daba por extinguido el ex Congreso de Tucuman.
Pero la anarquía continuó en la capital, hasta
que en septiembre fue nombrado Martín Rodríguez gobernador.
La estabilidad de su gobierno se logró a costa de aislar a la provincia del resto del país.
Pese a varios efímeros esfuerzos por reunificar el país, entre
los que se destaca la presidencia de Bernardino Rivadavia de 1825 a 1827, la Argentina
no se volvió a unificar hasta 1853, cuando se sancionó una
Constitución. Buenos Aires
sólo se uniría en 1861.
Mientras tanto, las provincias se gobernaron a sí mismas como
entidades independientes, mas alla de las poderosas influencias
que tuvieron algunos caudillos, que gobernaron sobre coaliciones de varias
provincias.