LA BATALLA LIBERTARIA, 24 MAYO DE 1822
La mayor gloria que puede alcanzar un soldado
ecuatoriano, es sin lugar a dudas el sacrificio por su nación, llegando de ser
necesario a derramar o fecundar con nuestra sangre, esta tierra que nos vio
nacer.
Si incontables fueron los motivos que moldearon el espíritu libérrimo de
hombres y pueblos de la Presidencia de Quito en pos de la libertad, que por
décadas de la etapa colonial le arrebató la corona española, la proclamación de
la independencia de Guayaquil, el 9 de Octubre de 1820, constituyó no solo el
más categórico pronunciamiento revolucionario, sino la siembra fecunda que
empujó a ciudades hermanas a emular tal proeza.
Inclusive, el aporte guayaquileño a la causa libertaria, fue mucho más allá de
su propia circunscripción territorial, porque apenas alcanzada su liberación
del dominio hispano, formó la denominada “División Protectora de Quito”, con
1.600 hombres (de la costa y de Guaranda), para avanzar a la capital y
consolidar la ansiada y completa emancipación del territorio quiteño. Allí se
cumplió la consigna de tGuayaquil por la Patria!
Primeros combates
Acción que dio gloria a las novatas pero bizarras escuadras patriotas que
salieron de Guayaquil inmediatamente que la
ciudad proclamó su independencia, fue el combate de “Camino Real”, en la actual
provincia de Bolívar, el 9 de noviembre de 1820, al mando del Coronel Luis
Urdaneta y León de Febres Cordero.
La División patriota avanzó hacia el interior a enfrentarse a las tropas
realistas,contando con un pié de fuerza de
aproximadamente 1.800 hombres. Ello provocó el entusiasmo de la población
interandina, al punto que entre el 10 y 19 de Noviembre de 1820 se proclamaron
independientes Guaranda, Machachi, Latacunga, Riobamba, Ambato, Alausí, Loja y
Tulcán. Por desgracia, las tropas patriotas de Cuenca fueron derrotadas en
Verdeloma el 20 de Octubre y el pequeño ejército de Guayaquil fue derrotado en
Huachi el 22 de Noviembre de 1820, que si bien resultó un desastre para los
propósitos nacionalistas nunca disminuyó el ánimo de sus aguerridos y
visionarios libertadores. Con estos resultados, los realistas pasaron a
controlar toda la Sierra y los patriotas quedaron con el control de la Costa.
El 3 de Enero de 1821, un nuevo intento de las tropas insurgentes por acceder a
la Sierra fue desbaratado en Tanizahua, jurisdicción de la actual provincia de
Tungurahua, lo que los realistas aprovecharon para cometer vergonzosas
tropelías en Ambato, Riobamba y Cuenca. Cabe destacar también
que, en aquel paraje andino murió el jefe de la expedición patriota, el Coronel
argentino José García. A partir de ese momento, solo el fuerte invierno
costanero impidió que las fuerzas del Presidente y Capitán General de la
Audiencia, Melchor Aymerich, ocuparan la Costa y acabaran con la independencia
guayaquileña.
Bolívar envía al General de Brigada Antonio José de Sucre
El Libertador Bolívar, valoró en toda su importancia geopolítica e histórica la
revolución guayaquileña, y se apresuró a consignar apoyo material y el respaldo
anímico para los planes que impulsaban losdirigentes republicanos en esta
ciudad.
El acertado aporte del Libertador, se consolidó de
manera total con la presencia del joven
Oficial cumanés Antonio José de Sucre, a partir del mes de Mayo de 1821. Para
reforzar las tropas que llegaron del Norte, nuestros
próceres desplegaron intensa actividad en la región para incorporar más
soldados y pertrechos que garantizaran efectividad en la empresa patriota.
En la población de Samborondón, Sucre estableció
su cuartel general y concluyó los preparativos del gran plan que
lo conduciría en unión de su gente a las históricas breñas del Pichincha.
Triunfos y derrotas
El apego irrenunciable a la causa nacionalista decidió que en Cone, localidad
cercana a la población de Yaguachi, en la provincia del Guayas, el 19 de agosto
de 1821, las tropas libertadoras aplastan a las realistas, comandadas por el
Coronel Francisco González que salieron de Cuenca rumbo a la Costa.
Desafortunadamente, la felicidad fue efímera por esa victoria, pues el 12 de
Septiembre de 1821, en Huachi, población de la actual provincia de Tungurahua,
los peninsulares ganaron el combate denominado “Segundo Huachi”, a tal punto
que el jefe español Carlos Tolrá avanzó a Sabaneta en la actual provincia de
Los Ríos.
Desde esta última población el oficial defensor de la monarquía propuso un
armisticio de 90 días, que Sucre de forma inteligente aceptó con el afán de
reorganizar su contingente y solicitar refuerzos al Protector San Martín en el
Sur.
Definitiva campaña
Sucre acometió
la campaña definitiva desde su cuartel general deSamborondón en enero de 1822.
Estuvo en Guayaquil,
pasó por Machala y Pasaje para cruzar la cordillera. Alcanzó
Yulug y siguió a Saraguro, donde recibió los refuerzos que envió San Martín.
Conocedores que los patriotas habían obtenido el auxilio de tropas que llegaron
desde el Sur con los comandantes Juan Lavalle y Andrés Santa Cruz, los
monárquicos dirigidos por Carlos Tolrá optaron por abandonar Cuenca y avanzaron
a Riobamba. Ocurrió entonces que el ejército republicano que
permanecía en Cuenca
desde el 21 de Febrero continuó al Norte. Días después, el 21 de Abril,
salió triunfador en la encarnizada batalla del 21 de Abril de 1822 en las calles de Riobamba y sectores
aledaños de la ciudad, contra los realistas.
En Riobamba, la excelente caballería argentina dirigida por el Coronel
oriental Lavalle derrotó y puso en fuga a la hasta entonces invencible
caballería realista, que fue a refugiarse en Quito, junto a todo el ejército
colonial.
La derrota hizo que los españoles emprendieran la retirada y buscaran situarse
más cerca de Quito,
capital de la Presidencia del mismo nombre.
En cambio, Sucre que estaba animado por el reciente triunfo, ordenó en la
última semana del mes de Abril que sus escuadras se movilizaran con la cautela
necesaria para lograr la anhelada toma de Quito.
El plan en marcha
Después de cruzar por Ambato
las tropas emancipadoras entraron el 2 de Mayo en Latacunga, donde
permanecieron un tiempo prudencial mientras llegaban
refuerzos.
Posteriormente se ordenó a nuestros soldados que avanzaran de Latacunga a
Quito, pero eludiendo almáximo a las huestes realistas que estaban
atrincheradas en Machachi, cerca de la quebrada Jalupana (Tambillo) y del cerro
La “Viudita”.
Tras vencer escabrosa topografía y los glaciares del Cotopaxi y
Sincholagua, gracias a la ayuda oportuna que dieron los indígenas Lucas Tipán y
Fermín Padilla, los patriotas desembocaron sin mayor problema al Valle de los
Chillos.
El 21 de Mayo, Sucre y sus
tropas alcanzaron Turubamba, al sur de Quito,
después de cruzar los Chillos; los monárquicos prefirieron concentrarse en la
capital. Los días 22 y 23 de Mayo, los patriotas acamparon en
Chillogallo, en un intento de provocación a las
huestes defensoras de la monarquía.
Al promediar la noche del 23 de Mayo, los jefes
republicanos revisaron las posibilidades de combate. Sucre, el talentoso
estratega venezolano que conocía que sus enemigos ocupaban El Panecillo, dio la
orden de pasar al Ejido norte de Quito y ese fue otro desafío al difícil
terreno del volcán Pichincha.
Ejércitos protagonistas:
A. Ejército Libertador:
General de Brigada, Antonio José de Sucre y Alcalá, Comandante en Jefe,
1. División Colombiana:
až¢ General de Brigada, José Mires, Comandante de División
až¢ Coronel Antonio Morales, Jefe de Estado Mayor
až¢ Coronel Diego Ibarra, Comandante de la Caballería
až¢ Teniente Coronel Eusebio Borrero, Ayudante del General Sucre
až¢ Teniente Coronel Daniel Florencio O’leary, Secretario
až¢ Capitán Vicente Ramón Gómez, Ayudante
až¢ Teniente José María Botero, Ayudante.1) Batallón “Albión”
Teniente Coronel Juan Mackinstosh, Comandante, con 443 hombres.
2) Batallón “Paya”
Teniente Coronel José Leal, Comandante, con 820 hombres.
3) Batallón “Alto Magdalena”
Teniente Coronel José María Córdova, Comandante, con 314 hombres.
4) Batallón “Yaguachi”
Coronel graduado Carlos María Ortega, Comandante, con 540 hombres.
5) Escuadrón “Dragones del Sur”
Teniente Coronel Federico Rach, Comandante, con 142 hombres.
2. División Peruana:
až¢ Coronel Andrés Santacruz, Comandante de División.
až¢ Coronel Luis Urdaneta, Jefe de Estado Mayor
až¢ Teniente Calixto Jiráldez, Ayudante
až¢ Teniente José María Frías, Ayudante.
1) Batallón “Trujillo”
Coronel Félix Olazábal (argentino), Comandante, con 573 hombres.
2) Batallón “Paita”
Teniente Coronel Francisco Villa (argentino), Comandante, con 384 hombres.
3) Escuadrón “Granaderos a Caballo de los Andes”
Teniente Coronel Juan Lavalle (argentino), Comandante, con 96 hombres.
4) Escuadrón No. 1 “Cazadores Montados”
Teniente Coronel Antonio Sánchez, Comandante, con 100 hombres.
5) Escuadrón No. 2 “Cazadores Montados”
Teniente Coronel Florencio Arenales, Comandante, con 100 hombres.
6) Compañía de Artillería
Capitán Adolfo Klinger, Comandante, con 83 hombres.Totales de la División
Colombiana
Infantería 2.117 hombres
Caballería 142 hombres
Totales de la División Peruana:
Infantería 957 hombres
Caballería 296 hombres
Artillería 83 hombres
Gran total de: 3.595 hombres.
De este número de tropa se deben reducir 804 hombres que no intervinieron en el
combate, a saber, 150 hombres del Batallón “Magdalena”, que al mando del
Coronel Hermógenes Masa, se encontraban en Guaranda; 40 “Dragones” y 120
Infantes del “Paya”, que con el Teniente Coronel Cayetano Cestaris, estratega
francés que en todo momento ayudó a Sucre para planificar la Batalla de
Pichincha, se hallaban en Quito y 449 hombres hospitalizados en Riobamba,
Ambato y Latacunga.
El Ejército Republicano que combatió en la Batalla de
Pichincha, tenía, pues, una fuerza efectiva de 2.791.
B. EJÉRCITO REALISTA
až¢ Mariscal de Campo, Melchor Aymerich, Comandante en Jefe
až¢ Coronel Nicolás López, Comandante en Jefe de la División
až¢ Coronel Manuel María Martínez de Aparicio, Jefe de Estado Mayor
až¢ Coronel Joaquín Germán, Inspector Militar del Reino
až¢ Coronel Francisco González, Ayudante General
až¢ Teniente Coronel Patricio Brayn, Ayudante de Estado Mayor
až¢ Coronel Carlos Tolrá, Coronel de la Caballería
až¢ Noaquón Moro, Cirujano Mayor
až¢ Antonio Núñez, Boticario
Primera División Realista:
1. Batallón No. 1 “Aragón”
Coronel Joaquín Valdez, Comandante con 580 hombres.
2. Batallón “Tiradores de Cádiz”Coronel Damián del Alba,
Comandante con 437 hombres.
3. Batallón “Ligeros Cazadores de Constitución”
Coronel José Toscano, Comandante con 368 hombres.
4. Escuadrón “Dragones Reina Isabel”
Teniente Coronel Pascual Moles, Comandante con 92 hombres.
5. Escuadrón “Dragones de Granada”
Coronel Manuel Vizcarra, Comandante con 84 hombres.
6. Escuadrón “Dragones Guardia del Presidente”
Teniente Coronel Francisco Mercadillo, Comandante con 87 hombres.
7. Escuadrón “Húsares de Fernando VII”
Coronel Francisco Almeida, Comandante con 76 hombres.
8. Compañía de Artillería
Teniente Coronel José Ovalle, Comandante con 120 hombres.
Totales:
Infantería 1.435 hombres
Caballería 339 hombres
Artillería 120 hombres
TOTAL 1.894 hombres de fuerza efectiva
A esta fuerza pudieran agregarse los 500 cívicos concentrados en el Panecillo y
el Batallón “Cataluña” que, el 27 de Febrero de 1822, a marchas forzadas había
salido desde Ibarra con dirección a Pasto y que retornaba de aquel lugar a
mediados del mes de Mayo, encontrándose el día 20 en la ciudad de Otavalo.
El Campo de Batalla
El ejército patriota que peleó en Pichincha fue una verdadera gran legión
internacional, porque lo formaron, además de soldados oriundos de Guayaquil,
Quito, Daule, Samborondón, Manabí, etcétera, formando parte de la División
Protectora de Quito, también se sumaron guerreros procedentes de Argentina,
Bolivia, Colombia, Chile, Inglaterra, Perú, Venezuelay otras naciones de
América y Europa.
Como quedó demostrado anteriormente, alrededor de tres mil hombres
formaban el Ejército Republicano que dirigió el General de Brigada Antonio José
de Sucre. En cambio, el que defendía la corona al mando del Mariscal de
Campo, Melchor de Aymerich que aglutinó cerca de dos mil soldados, sin contar
aquellos refuerzos apostados en El Panecillo y otros sitios estratégicos de
Quito.
Integraron el ejército emancipador los Batallones: “Paya”, “Albión”, “Alto
Magdalena”, “Yaguachi”, “Trujillo” y “Piura”, los Escuadrones: “Dragones del
Sur”, “Granaderos a caballos de los Andes”, “Cazaderos Montados” y una Compañía
de Caballería.
Los realistas formaron los Batallones: “Primero de Aragón”, “Tiradores de
Cádiz”, “Ligeros Cazadores de Constitución”; y, los Escuadrones: “Dragones de
Granada”, “Dragones de la Reina Isabel”, “Dragones Guardia del Presidente” y
“Húsares de Fernando VII”.
El momento cumbre
En maniobra audaz pero segura, que Sucre se empeñó en concretar lo más pronto, desconcertó
al enemigo, ya conocedor de las maniobras por el trabajo de sus atalayas. El joven pero genial venezolano provocó a las huestes realistas,
que cayeron en la estrategia sin advertir las consecuencias.
Pese a que el Batallón “Albión” con el parque llegó retrasado al generalizarse
la contienda, los patriotas manifestaron su ejemplar coraje al advertir que los
españoles intentaban cortarle el paso para batirlo completamente aprovechando
la demora de los soldados y el material bélico.
La batalla se generalizó al promediar las 09h00 yconcluyó antes del mediodía: todos los hombres
no entraron en combate por la accidentada topografía del histórico escenario. Los laureles de la
gloria fueron para las escuadras republicanas que lideraron Sucre y ejemplares
Oficiales como Luis Urdaneta, Antonio Morales, José Mires, Abdón Calderón, José
María Córdova, Andrés Santa Cruz, Juan Lavalle y muchos otros personajes a
quienes debemos evocación perpetua.
La Capitulación
El 25 de mayo de 1822, es decir al día siguiente de la batalla, se firmó la
respectiva Capitulación entre Melchor de Aymerich, general del ejército
español, y Antonio José de Sucre, general de brigada del Ejército de Colombia y
comandante general de la División del Sur de la República.
Aymerich comisionó a los Coroneles: Francisco González y Manuel María Martínez
de Aparicio, y Teniente Coronel Patricio Bray. Sucre nombró representantes a los Coroneles:
Andrés Santa Cruz, jefe de las tropas del Perú, y
Antonio Morales, jefe de Estado Mayor de la División Libertadora. El trascendental documento se ratificó y aprobó para que se lo
cumpla en todas sus partes fiel y rigurosamente.
EL PLAN ESTRATÉGICO DE LA BATALLA DEL PICHINCHA
Según el Coronel (SP) Galo Chacón Izurieta, después de estudiar documentos históricos
y artículos publicados en revistas y periódicos militares de nuestro país,
explica y concluye el plan estratégico de la jornada del 24 de Mayo de
1822.
La concepción táctica de Simón Bolívar
Conocedor del triunfo de la revolución de Guayaquil el 9 de Octubre de 1820,
entendió las ventajas militares para la causa y ordenó elapoyo necesario,
primero con Mires y después con Sucre.
Además, al reforzar las escuadras de Sucre con el Batallón “Alto Magdalena”,
decidió ejecutar una doble maniobra estratégica que, haciendo eje en Cartagena,
de donde parten tropas y pertrechos, rodee Pasto y ataque Guayaquil, formando
así la pinza sur de la gigantesca tenaza que va a cerrar sobre Quito, mientras
él en persona, desde Popayán, avanza hacia Pasto para luego seguir al Sur. Para
mayor comprensión del trabajo que concibió el estratega cumanés y figura máxima
de la gesta, precisa los siguientes pasos:
1.- Marcha de aproximación a Quito
2.- Acercamiento a Quito
3.- La batalla
4.- El triunfo
Marcha de aproximación a Quito
Primera fase: Comprende la movilización del grueso del Ejército desde
Samborondón a Guayaquil y después a Cuenca, hostigar con las tropas de Cestaris
y Pontón el ala derecha de los realistas, reunión en Saraguro con la división
auxiliar del Perú y ocupar Cuenca.
La segunda fase: Incluye la aproximación hacia el enemigo, precedidos de una
fuerte exploración, continuar las acciones de hostigamiento, buscar y obtener
en Cuenca la definición política de esa provincia y jura de la Constitución
Grancolombiana y continuar el avance a Quito.
La tercera fase: Comprende: reunión de Sucre y Cestaris en Latacunga,
culminación de la maniobra por líneas exteriores, con el Chimborazo interpuesto
entre las dos alas de la amplia operación; completamiento y continuación a la
capital.
Con la victoria de Riobamba el 21 de abril de
1822, Sucre
completa y reorganiza sustropas y sin apartarse de su plan de campaña adopta un nuevo planteamiento.
Acercamiento a Quito
Primera fase: Persigue alcanzar una zona de reunión en el cerro El Callo,
conocer la situación de los realistas y decidir el avance a la capital,
considerando dos alternativas por el nudo de Tiopullo o por Limpiopungo.
Segunda fase: Tenía como metas avanzar a dicha ciudad por Limpiopungo,
siguiendo la dirección río Pita-Valle de los Chillos-Conocoto-Quito, enviar
desde los Chillos una fuerte vanguardia para cortar los refuerzos realistas que
avanzan a la capital y alcanzar Puengasí y luego Chillogallo.
Batalla y triunfo
El último plan para la gran batalla es iniciar el avance sobre la ciudad el 23
de mayo en la noche, buscando alcanzar el ejido norte que, a más de presentar
terreno para la acción militar, permite que sus tropas se interpongan entre
Quito y Pasto.
Así se cortaba toda posibilidad de retirada a las tropas
realistas y/o la recepción de refuerzos.
PARTE DE GUERRA, REMITIDO POR EL GENERAL
ANTONIO JOSE DE SUCRE A SUS SUPERIORES
“Después de la pequeña victoria de nuestros granaderos y dragones sobre toda la
caballería enemiga en Riobamba,
ninguna cosa había ocurrido en particular. Los Cuerpos
de División se movieron el 28 y llegaron a Latacunga el 2. Los españoles estaban situados en el pueblo de Machachi y cubrían
los inaccesibles pasos de Yalupana y La Viudita. Fue necesario
expulsarlos haciendo una marcha sobre su flanco izquierdo y, moviéndose el 13,
llegamos el 17 al valle de Chillo (4 leguas de la ciudad) habiendo dormido y
pasado loshelados del Cotopaxi. El enemigo pudo comprender
nuestra operación y ocupó Quito,
el mismo día 16, por la noche.
La colina de Puengasí, que divide el Valle de Chillo de esta ciudad, es de
difícil acceso pero pudimos burlar los puntos del enemigo y pasarla el 20. El
21 bajamos al llano de Turubamba (que es El Ejido de la capital) y presentamos
batalla, que creíamos aceptarían los españoles por la ventaja del terreno a su
favor, pero ellos ocupaban posiciones impenetrables y, después de alguna
maniobra, fue preciso situar la división en el pueblo de Chillogallo, una milla
distante del enemigo.
El 22 y el 23 los provocamos nuevamente a combate y, desesperados por
conseguirlo, resolvimos marchar por la noche a colocarnos en El Ejido del Norte
de la ciudad, que es mejor terreno y nos ponía entre Quito y Pasto,
adelantando, al efecto, el señor coronel Córdova con dos compañías del Batallón
Magdalena. Un escabroso camino nos retardó mucho la
marcha, pero a las ocho de la mañana del 24
llegamos a las alturas del Pichincha, que domina a Quito, dejando muy atrás nuestro parque
cubierto con el Batallón Albión.
Mientras las tropas reposaban, la Compañía de Cazadores del paya fue destinada
a reconocer las avenidas; seguía luego al Batallón Trujillo (del Perú),
dirigido por el señor coronel Santa Cruz, Comandante General de la División del
Perú. A la nueve y media la Compañía de Cazadores dio con toda la División
española que marchaba por nuestra derecha a la posición que teníamos, y, roto
el fuego, se sostuvo mientras conservó municiones; pero en oportunidad, llegó
elbatallón Trujillo y se comprometió al combate; muy especialmente las dos
compañías del Yaguachi reforzaron este batallón conducido por el señor coronel
Morales en persona.
El resto de nuestra infantería, a las órdenes del señor General Mires, seguía
el movimiento, excepto las dos Compañías del Magdalena, con que el señor
coronel Córdova marchó a situarse por la espalda del enemigo; pero, encontrando
obstáculos invencibles, tuvo que volverse. El Batallón Paya
pudo estar formado pero consumidos los cartuchos de esos dos cuerpos tuvo que
retirarse, no obstante su brillante comportamiento. El enemigo se
adelantó por consiguiente, algún poco, y como el terreno apenas permitiese
entrar más de un batallón al combate, se dio orden al Paya de que marchase a
bayoneta y lo ejecutó con un brío que hizo perder al enemigo, en el acto, la
ventaja que había obtenido.
Comprometido nuevamente el fuego, la maleza del terreno
permitió que los españoles aún se sostuviesen. El enemigo destacó tres
Compañías del Aragón a flanquearnos por la izquierda;
y a favor de la espesura del
bosque conseguía estar ya sobre la cima, cuando llegaron las Compañías del
Albión (que se había retrasado con el parque) y, entrando con la bizarría que
siempre ha distinguido a este Cuerpo, puso en completa derrota a los de Aragón.
Entre tanto, el señor coronel Córdova tuvo la orden de relevar al Paya con las
dos Compañías del Magdalena; y este jefe, cuya intrepidez es muy conocida,
cargó con un denuedo admirable y desordenado al enemigo, y derrotándole, la
victoria coronó a las doce del día a lossoldados de la libertad. Reforzado este
jefe con los Cazadores del Paya, con una Compañía del Yaguachi y con las tres
del Albión, persiguió a los españoles, entrándose hasta la capital y obligando
a sus restos a encerrase en el fuerte del Panecillo, aprovechando este momento,
pensé ahorrar la sangre que nos costaría la toma del fuerte, y la defensa que
permitía aún la ciudad e intimidé al coronel Aymerich por medio del edecán
O'Leary, para que se rindiese; y en tanto, me puse en marcha con los cuerpos, y
me situé en los arrabales, destinando antes al señor Coronel Ibarra (que había
acompañado en el combate a la infantería) que fuese con nuestra caballería a
perseguir a la del enemigo, que observaba se dirigía a Pasto. El general
Aymerich ofreció entregarse por una capitulación que fue convenida y ratificada
al siguiente día, en los términos que verá V E. en la copia que tengo el honor
de someter a la aprobación de S. E.
Los resultados de la jornada del Pichincha han sido la ocupación de esta ciudad
y sus fuertes el 25 por la tarde, la posesión y tranquilidad de todo el
Departamento y la toma de 1.100 prisioneros de tropa, 160 oficiales, 14 piezas
de artillería, 1.700 fusiles, fornituras, cornetas, banderas, cajas de guerra y
cuantos elementos de guerra poseías el ejército español. Cuatrocientos
cadáveres enemigos y doscientos nuestros han regado el
campo de batalla; además tenemos 100 heridos de los españoles y 140 de los
nuestros. Entre los primeros, contamos al teniente Molina y al subteniente Mendoza; y entre los
segundos, a los capitanes Cabal, Castro y Alzuro;a los
tenientes Calderón y Ramírez y a los subtenientes Borrero y Arango. Los cuerpos
todos han cumplido su deber; jefes, oficiales y tropas se disputaban las
glorias del triunfo, El Boletín que dará el Estado Mayor recomendará a los
jefes y subalternos que se han distinguido, y yo cumpliré el deber de ponerlos
en consideración del Gobierno, en tanto, hago una particular memoria de la
conducta del teniente Calderón, que habiendo recibido sucesivamente cuatro
heridas no quiso retirarse del combate. Probablemente morirá, pero el Gobierno
de la República sabrá compensar a su familia los servicios de este oficial heroico.
La Caballería española va dispersa y perseguida por el
Cuerpo del Comandante Cestaris, que antes había yo interpuesto sobre Quito y
Pasto. El 26 han salido comisionados de ambos
gobiernos para intimidar la rendición de Pasto
que creo será realizada por el Libertador; otros oficiales marchan para
Esmeraldas y Barbacoas; de manera que en breve, el reposo y la paz serán los primeros bienes de que
gozarán estos países, después que la república les ha dado independencia y
libertad. La División del Sur ha dedicado sus trofeos
y laureles al Libertador de Colombia.
Dios guarde a U.
S. muchos años. A. J. de Sucre”.
ANÁLISIS DE LA BATALLA DEL PICHINCHA
El historiador Sergio Núñez en la Revista de las Fuerzas Armadas (junio 1999)
concluye en lo siguiente sobre la importancia de la jornada del 24 de Mayo de
1822.
Primera.- Que fue la Junta de Gobierno de Guayaquil quien emprendió y dirigió
originalmente la campaña de independencia del paísquiteño (futura República del
Ecuador), aunque más tarde haya compartido esa tarea con el gobierno de
Colombia y finalmente haya caído víctima de los conflictos políticos derivados
de la disputa colombo-peruana por el control de Guayaquil
Segunda.- Que durante la primera etapa de esa campaña (Noviembre de 1820 y
Febrero de 1822), la mayor parte de los combatientes fueron originarios de la
antigua provincia de Guayaquil y fue la Costa quien aportó con la mayor cuota
de sangre para la independencia quiteña.
Tercera.- Que entre los libertadores de Quito y triunfadores de Pichincha deben
figurar, en lo político, el doctor José Joaquín de Olmedo, presidente de la
Junta de Gobierno de Guayaquil, y el Libertador Simón Bolívar, y en lo militar
el entonces General de Brigada Antonio José de Sucre, más tarde “Gran Mariscal
de Ayacucho”.
VALORACIÓN
'La Batalla del Pichincha significó la influencia decisiva de las armas
grancolombianas en la libertad de América, ya que fue el paso preliminar de la conquista de parte del objetivo nacional permanente colombiano, cual era la
liberación del Perú y Alto Perú, para junto con Colombia
formar la Federación de los Andes.
La conducción de Sucre se caracterizó por
maniobras de envolvimiento, aplicando la masa en el flanco del adversario, con
un adecuado amarre frontal.
La batalla misma fue una maniobra de flanco, montada a priori, siendo prevista
para operar la masa de la infantería patriota, en un área donde se evitaba a la
flamante y numerosa caballería realista.
En el comando realista, en todas las operaciones queculminaron con Pichincha,
hubo un excelente sentido técnico, como lo comprueba la ubicación de las dos
posiciones defensivas, y su principal error en Pichincha, la de no considerar
las posibles vías de acceso y el empleo prematuro de la reserva'.
Crnel. Jaime Semblantes Polanco (militar ecuatoriano)”
CAPITULACION
Capitulación entre Melchor Aymerich, General del
Ejército español y el General de Brigada del Ejército de Colombia y Comandante
de la División del Sur de la República, Antonio José de Sucre (1822).
Los señores D. Melchor Aymerich, Mariscal de Campo del Ejército español y
Capitán General del Reino de Santa Fe, y Antonio José de Sucre, General de
Brigada del Ejército de Colombia y Comandante General de la División Unidad al
Sur de la República, convencidos de la necesidad de terminar la guerra que
aflige a estas provincias, después que la victoria obtenida ayer por las armas
de la Patria las pone, por consecuencia, en posesión del territorio ocupado por
las tropas españolas, atendiendo, el primero, a la falta de comunicación con la
Península, la opinión general del país en favor de la independencia, teniendo
presente las instrucciones del Ministerio al Excmo. señor General Mourgeón en 3
de abril de 1821, y deseando conciliar su situación con el honor del ejército
de su mando; y considerando, el segundo, que la paz y el reposo de estos
pueblos exige cualquier transacción que los cubra de los males de la guerra,
convinieron en nombrar comisionados que suficientemente facultados arreglasen
una capitulación que posesione a la República de Colombia deesos territorios y
salve el honor militar y los intereses del ejército español; y al efecto,
nombraron, el Excmo. señor General Aymerich, a los señores Coronel D. Francisco
González, Coronel D. Manuel María Martínez de Aparicio, Ayudante General y Jefe
de Estado Mayor de la División española, y Teniente Coronel D. Patricio Bray,
Ayudante del mismo Cuerpo, y el señor General Sucre a los señores Coroneles D.
Andrés Santa Cruz, Jefe de las tropas del Perú, y Coronel Antonio Morales, Jefe
del Estado Mayor de la División Libertadora; los cuales después de reconocer y
canjear sus poderes convienen en la siguiente capitulación:
Proposición del Ejército español: Será entregada a los comisionados del señor
General Sucre la fortaleza del Panecillo, esta ciudad y los almacenes militares
existentes en el territorio, y todo cuanto esté bajo la dominación española al
Norte y Sur de esta ciudad.
Contestación: Concedido: El territorio al Norte de esta ciudad se entiende
cuanto está comprendido en la demarcación del Departamento de
Quito.
Proposición del Ejército español: Las tropas españolas saldrán de dicha fortaleza
con los honores de la guerra, y en el sitio y hora que determine el señor
General Sucre, entregarán las armas, banderas y municiones.
Contestación: Concedido: A las dos de la tarde se recibirá la fortaleza, y en el
puente se entregarán banderas y municiones.
Proposición del Ejército español: Los señores
oficiales conservarán sus espadas, caballos y equipajes.
Contestación: Concedido.
Proposición del Ejército español: En consideración a la bizarraconducta que han
observado ayer las tropas españolas, y a comprometimientos particulares que
pueda haber en algunos individuos así europeos como americanos, se permitirá
que los oficiales y tropas que quieran pasar a España lo hagan por los puntos
que estime a bien el Gobierno de Colombia, pudiendo quedarse aquellos que
gusten hacerlo, bien en la clase de ciudadanos, bien al servicio si son
admitidos.
Contestación: Se permitirá el pase a España de los
oficiales y tropas que gusten hacerlo, pero considerados como
prisioneros de guerra, prestarán antes el juramento de no tomar las armas más
contra los estados independientes del
Perú y Colombia en tanto no sean canjeados. Su viaje lo harán
por Guayaquil y Panamá.
Proposición del Ejército español: De cuenta del
Gobierno de Colombia
correrán los gastos para conducir a La Habana o al primer puerto español a los
oficiales y tropas que por el artículo anterior sigan a Europa, siendo
obligación del Gobierno español pagar estos gastos en el primer punto de su
dominación al comisionado conductor de dichos oficiales y tropas.
Contestación: Concedido.
Proposición del Ejército español: Como las tropas españolas que cubren Pastó y
se hallan en todo el territorio desde esta ciudad a aquella, están comprendidas
en esta capitulación y son prisioneras de guerra, se nombrarán dos comisionados
por el Excmo. Sr. General Aymerich y dos por el General Sucre, para que vayan a
entregarse las armas, municiones y almacenes de los prisioneros, y de todo
cuanto allí exista; pero en atención a las circunstancias de aquel país, elGobierno
español no puede garantizar la obediencia de este artículo, y por tanto, en
caso de resistencia, el de Colombia obrará según le dicten su prudencia y
justicia.
Contestación: Se nombrarán los comisionados de uno y otro Gobierno para
entregar y recibir todos los artículos de guerra, etc., en la dirección de Pasto y en aquella
ciudad, que llevarán las órdenes más circunstanciadas y terminantes para que
todo se ponga a disposición del Gobierno de la
república conforme al artículo propuesto.
Proposición del Ejército español: Se permitirá que los
empleados públicos y eclesiásticos y los particulares que quieran pasar a
Europa, lo hagan costeándose de su cuenta.
Contestación: Concedido.
Proposición del Ejército español: El señor General
Aymerich queda en libertad de marchar cuando y por donde quiera con su familia,
para lo cual será atendido con todas las consideraciones debidas a su clase,
representación y comportamiento.
Contestación: Concedido.
Proposición del Ejército español: Se concederá una
amnistía general en materia de opiniones.
Contestación: Concedido.
Proposición del Ejército español: Después de la
ratificación por ambas partes del presente
tratado, el señor General Sucre podrá ocupar la ciudad y fortaleza a la hora y día que guste.
Contestación: Será ratificada esta capitulación en el término de dos horas y
las tropas libertadoras se posesionarán de la ciudad a las tres de la tarde.
Cuyos artículos para la ratificación las partes contratantes
firmaron dichos señores comisionados, en el Palacio de Gobierno, a 25 de mayo
de1822.
C. Francisco González, Manuel María Martínez de Aparicio,
Patricio Bray, Andrés Santa Cruz, Antonio Morales. Cuartel general de
Quito, 25 de mayo de 1822.
Ratificado y aprobado por mí, se cumplirá en todas sus partes
fiel y rigurosamente.
Melchor Aymerich
Antonio José de Sucre
Cuartel General frente a Quito, en 25 de mayo de 1822.
Aprobado y ratificado.
Es copia de su original.- Santa
Cruz
VALORACIÓN
Aquella batalla culminó la obra del
General de Brigada Antonio José de Sucre Alcalá, de su sagacidad, de su valor,
de su magnanimidad. En recompensa fue ascendido por sus servicios distinguidos
al inmediato grado superior: “General de División y nombrado Intendente del
Departamento de Quito; pues, aquellos pueblos observaban en el General Sucre, a
su libertador y su amigo; se mostraron más satisfechos del jefe que les era
destinado, que la libertad misma que recibieron de sus manos.- Simón Bolívar,
el Libertador”
La Batalla del Pichincha, fue una cruzada de contingentes internacionales, pues
al fuerte núcleo de soldados patriotas de la Audiencia de Quito se habían
hermanado Tropa y Oficiales acompañantes de Sucre que no solo provinieron de
otras regiones de Hispanoamérica, sino inclusive de Europa.
La del Pichincha fue una batalla épica, no solo por haber cimentado la
identidad del Ejército de la incipiente nación, sino, sobre todo, por haber
consolidado la independencia de la antigua colonia quiteña que, después de
cinco días (29 de Mayo de 1822) se incorporó a la Gran Colombia, con el nombre
de Departamento del Sur o Ecuador.