Africa sigue siendo un
continente que se considera distante de México, a pesar de sus
múltiples vínculos históricos y la existencia de lazos
culturales y sociales que persisten mas alla de la carencia de
una política oficial en ambas direcciones. La falta de conocimiento, los
prejuicios y la escasa presencia de intereses económicos, entre otros,
pueden ser algunos de los elementos que explican este
aparente alejamiento. Finalmente hacer algunas propuestas y
recomendaciones que podrían servir para reforzar los vínculos
existentes.
Las relaciones de México con Africa desde hace largo tiempo han
estado caracterizadas por una actividad diplomatica interrumpida y con
bajo perfil político, la falta de definición de una estrategia
sólida y la imprecisión de los intereses económicos y
políticos de México en sus relaciones con los países
africanos han sido una constante de las administraciones mexicanas a finales
del siglo XX.
Africa nunca ha sido una región prioritaria para las
administraciones mexicanas, por ello la política exterior de
México hacia ese continente ha carecido de definición y
continuidad guiadas por la trascendencia tanto regional como internacional de
personalidades africanas por situaciones coyunturales o por la necesidad de
encontrar apoyo en los foros internacionales, una relación
fundamentalmente, que no ha ido mas alla para establecer y
definir relaciones mas coherentes.
El acercamiento del gobierno de Luis Echeverría haciael continente
africano, fue ejemplo de ello es la primera visita de un mandatario mexicano a
tierras africanas, cuando viajó a Argelia con el claro propósito
de consolidar la imagen y el liderazgo “tercermundista” de
México en un intento de respaldar su candidatura a la Secretaría
General de las Naciones Unidas, a través del voto arabe e
islamico, también buscó establecer determinados
vínculos con países claves para Africa y Asia.
Durante los sexenios de Miguel de la Madrid y Salinas de Gortari, la
atención nacional se centró en el tema de la deuda externa del país y poco
mas tarde, en consolidar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, por lo que la mirada hacia Africa fue marginal.
La política mexicana hacia Africa quedó atrapada en los
lineamientos de obtención de resultados a corto plazo, porque la
realidad africana estaba lejos de ocupar un lugar
prioritario ante la inmediatez, el pragmatismo y el economismo de las
políticas mexicanas. Los países africanos eran considerados como “necesitados” y
no como
posibles aliados estratégicos. Se desaprovecharon oportunidades de
experiencias sobre temas como crisis de la deuda y políticas
económicas efectivas; en el ambito de la política
internacional, una comparación de experiencias sobre el papel que puedan
jugar Africa y América Latina en el nuevo orden internacional, la
solución de conflictos y en el ambito de la salud se hubieran
podido dar mayores intercambios de importantestemas de salud.
En el 2005, el presidente Fox viajó a Argelia y a Marruecos y
creó expectativas sobre la posible consolidación de las
relaciones entre México y los países de Africa, pero esta
ocasión tuvo objetivos completamente distintos con relación a los
propósitos que en su momento perseguía el presidente
Echeverría, aprovechó su estancia para anunciar la apertura de
una representación en Ramala. La política exterior de
México esta siempre definida en el Plan Nacional de Desarrollo,
que no puntualiza las acciones mas importantes de cada periodo de
gobierno. Nos detendremos en el documento que comprende de 2001 a 2006 y en
donde Africa no aparece siquiera mencionada. El plan subraya la
necesidad de diversificar y fortalecer los lazos del país con
varias regiones, las prioridades reales nacionales en política exterior
se concentran en América de Norte, Centroamérica y el Caribe,
Europa y Asia-Pacífico.
Las relaciones económicas son limitadas aunque los
intercambios culturales y políticos hayan sido mas numerosos.
En el caso de los países africanos, la importancia de un
dialogo político redunda en el apoyo que pueden ofrecer en el
seno de los organismos internacionales. Debe valorarse la relevancia del intercambio de experiencias
y crearse espacios tales como
la semana de Africa en México.
Un avance loable en esta dirección se dio hacia finales del sexenio del
presidente Fox por iniciativa de la dirección General para Africa
y Medio Orientede la Secretaria de Relaciones Exteriores, cuya titular
expresó que se necesita contemplar las siguientes vertientes
principales:
* Apertura de nuevas embajadas por la necesidad de tener una presencia
mas eficaz y efectiva en Africa.
* Redefinición de las concurrencias en los países africanos para
mejorar el esquema, con base en criterios políticos, geograficos,
culturales y económicos.
* Fortalecimiento de la estructura de los consulados honorarios de
México en Africa.
* Propuesta para describir a un funcionario del servicio exterior
mexicano a Nueva York para encargarse exclusivamente de los temas africanos.
* Estrategia económica de promoción de misiones comerciales
reciprocas.
* Promoción paralela de mayores de acciones mayores de
cooperación entre México y Africa en diversas
areas.
* Crear una comisión para Africa.
Si estas propuestas e iniciativas lograran concretarse, podrían darse un paso importante para la conformación de una
verdadera política exterior hacia la región, redundarían
diversos beneficios al favorecer la diversificación de los intereses
estratégicos de nuestro país.
El desarrollo democratico.
El factor democratico en el desarrollo político de los
países africanos ha sido considerado como un indicador
determinante para la adjudicación de apoyos financieros internacionales.
Es importante señalar aquí es que los
mecanismos africanos proponen una visión de la democracia que no
correspondede manera total con las reglas democraticas impuestas desde
el exterior.
Los países latinoamericanos y africanos podrían beneficiarse en
gran medida del
intercambio de experiencias en materia de procesos políticos y
electorales.
A manera de
conclusión.
La política exterior de México hacia Africa desde la
postura oficial ha sido mas bien inconstante y ha mantenido un perfil bajo. En vista de la riqueza y gran potencial que
ofrecen los intercambios, particularmente en las areas cultural,
educativa y de desarrollo político, nuestra principal
recomendación sería estructurar una estrategia que le diera
cabida y apoyo oficial a las líneas de cooperación hay que
desmantelar la imagen de que sólo se deben incluir en la política
exterior las areas económicamente mas visibles o
redituables en términos económicos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores debe seguir enfocandose en
el fortalecimiento de las relaciones con los países africanos, con miras
de desempeñar un mayor papel en la
política. Nuestra propuesta es explorar perspectivas a futuro y opciones
de posibles ambitos de acción, con base en la vasta experiencia y
la riqueza de las reflexiones que se han dado incluso
en el seno de las instituciones académicas mexicanas.
México ocupa un lugar importante en la lista de
países que contribuyen al sostenimiento de organismos internacionales,
por lo que debe capitalizar con una presencia mas activa y mayor
liderazgo en los foros multilaterales.