Además
de su posible relación con el Templo de Salomón, Taylor
vincula la simbología de El Escorial a la
presencia en planta de tres formas geométricas regulares: el cuadrado, el
círculo y el triángulo equilátero. El cuadrado determina la forma de los
patios, y la forma general de la planta; el círculo circunscribe a toda la
estructura; y el vértice del triángulo equilátero construido en la línea del
frente oeste señala la parte más sagrada de la iglesia, es decir el sagrario
con su tabernáculo. Estas relaciones nos conducen al mundo de la interpretación
de las simbologías asociadas con las formas geométricas regulares, para comprender
el significado profundo que encierran todas aquellas formas construidas que han
sidotrazadas bajo los criterios de la geometría pura; bien sea que estas formas
correspondan a piezas únicas y aisladas o que representen conjuntos urbanos.
Hasta qué punto las formas geométricas regulares representan algo que está más
allá de sus simples relaciones de orden y las condicionantes que ellas imponen a los programas de arquitectura. El uso de las formas geométricas regulares es una constante a
lo largo de la historia de la arquitectura. Desde los tiempos más remotos el
cuadrado, el círculo y sus figuras derivadas han sido símbolos cosmológicos
relacionados con manifestaciones del espíritu humano, tales como las
religiones, la filosofía, la poesía, la matemática y, por supuesto, con la
arquitectura y el arte en general. En primer lugar tendríamos el tetraedro o
pirámide de 3 caras pocas veces utilizado en
arquitectura. El cubo o hexaedro es una de las figuras básicas de la geometría
(de éste se extraen las pirámides más conocidas siguiendo el patrón de las
egipcias. Como derivado del cuadrado,
ingrediente vital de las matemáticas pitagóricas, fue tratado por Platón en el
Timeo. Este símbolo utilizado por da Vinci es equivalente al
pentaedro; la estrella de cinco puntas que sustituye al hombre. También
conocida como
estrella de oriente, por su significado astrológico (constelación de Oriente)
72s. Simboliza el camino hacia la perfección. La
importancia del
hombre como
reflejo de Dios, el culto al hombre, antropocentrismo. Este símbolo ha sido
utilizado en numerosas ocasiones por los ocultistas, por loque ha sido muchas
veces considerado como
un símbolo diabólico o contrario a la religión cristiana. Sin embargo también
simboliza a Cristo, como
Dios hecho hombre. Dios sin embargo se suele representar con el doble triángulo
equilátero o estrella de seis puntas, y por tanto al hexaedro, conocida como estrella de Israel.
Siguiendo este mismo patrón llegaríamos hasta el
icosaedro (20 triángulos formando una cuasi-esfera cuya estrella sería difícil
de representar). Y finalmente llegaríamos a le esfera y el círculo: síntesis de
todo lo anterior y más perfecta en casi todas sus vertientes.
En el trazado de la ciudad de Wasington, cuando L’Enfant planificó las tres
estructuras fundamentales: El Capitolio, La casa blanca y el monumento a
Washington, fue el primer triángulo en formarse en la que se encuentra la
piedra angular del capitolio colocada por Wasington, y la mansión residencial
que proyectó pero no vivió lo suficiente para habitar (según David Ovasonpg
289), quizás hablaríamos de 3 triángulos que para los Masones significa (3 x 3
x 3 = 27) o 3 en 1 la trinidad etc. Pero es algo muy repetitivo en sus trazados
el uso de triángulos formando estrellas, bien de 5
puntas (como las de la bandera americana
o la comunidad de Madrid
por ejemplo, bien de 6 formando la estrella de Salomón (con triángulos
equiláteros). En este primer cuadrado encontramos la
escuadra masónica (lo que conocemos como
escuadra de catetos de diferente tamaño a 30s), aunque en el plano puede ser de a 20s, siguiendo la
avenida dePensilvania (que sería la hipotenusa). El también
llamado triángulo federal.
Por otra parte, es de interés destacar que las más ancestrales relaciones que
estableció el hombre en torno al cuadrado y al círculo, están asociadas al
origen de la trazas urbanas, siendo hoy reconocido por muchos investigadores
que el plano tipo cuadrícula, ortogonal o de damero no fue inventado por
Hipodamus de Mileto, ya que las investigaciones sobre Babilonia y sobre
arqueología egipcia indican que existen antecedentes anteriores a las
realizaciones basadas en los proyectos de Hipodamus. Las investigaciones
arqueológicas han comprobado que la cultura de la Mesopotamia tuvo gran influencia sobre Grecia, y que Babilonia
irradió su prestigio y su cultura a todo el mundo antiguo; así mismo se ha
comprobado que los sistemas urbanos que se originan en Asiria, se extienden a
Etruria y Grecia [Anotación 8].
Es importante destacar que la asociación de la cuadrícula al origen de las
ciudades hieráticas primigenias (Ver figura 3 y 5), son evidencias que
cuestionan la interpretación más generalizada de la cuadrícula como solución
pragmática originada en la necesidad de la Roma colonialista de hacer una
“rápida construcción” de trazados urbanos en las zonas conquistadas. Algunas
interpretaciones sobre el origen de la ciudad nos hablan de una situación en la
cual el cuadrado fue utilizado para representar el “meso-cosmos” u orden
construido en la tierra por el hombre como traslación del orden celeste o
“macrocosmos”; en este sentido, Laciudad demostró ser no sólo un medio de
expresar en términos concretos la exaltación del poder sagrado y secular, sino
que, de una manera que iba mucho más allá de la intención consciente, extendió
también todas las dimensiones de la vida. Con las figuras regulares del
círculo, el cuadrado y el rectángulo equilátero se puede construir
prácticamente todo el cosmos.
También se debería hacer una referencia al pentágono, utilizado en ciertas
ocasiones como
zona fortificada en la edad media. Que en USA tiene una interesante
representación en el edificio que representa el poder militar de la nación.
Pero ofrece mucho más juego el hexágono por el hecho de no estar formado por un número primo, sino de la combinación del
2 y del 3. De
cualquier manera el número perfecto es el uno: el punto, la línea y el plano, porque a partir de él podemos crear el
conjunto tridimensional que deseemos. En conclusión: la unidad hace el todo, y
el todo está compuesto de unidades. El resto son
elucubraciones secundarias para tratar de comprender mejor el cosmos.
Tras comenzar como
representación del cosmos, como medio de traer el cielo a la tierra, la
ciudad se convirtió en un símbolo de lo posible (Mundford, 1979, p. 44). Así encontramos
numerosos ejemplos en los que la relación del cosmos con los asentamientos humanos son
evidentes; Pirámides egipcias y mesoamericanas, así como las convicciones religiosas y esotéricas
son base de planimetrías y proyectos arquitectónicos o urbanísticos a lo largo
de la historia antropológica.
En elcampo de las creencias y religiones el simbolismo de las figuras
geométricas puras (cuadrado, círculo, triángulo equilátero y sus derivadas
tridimensionales) es indiscutible y nos muestra la faz oculta de sus
significados, imbricada con las nociones cosmológicas que el hombre ha manejado
desde los orígenes de su cultura. Estas asociaciones entre la
geometría regular, la construcción de edificaciones sagradas y los principios
religiosos fueron transferidos de las religiones paganas y politeístas a las
religiones ortodoxas monoteístas, envueltas en diferentes ropajes.
Esta relación se muestra muy claramente en uno de los pasajes del libro de Taylor, referidos a una
descripción que el padre Villapando hace del
Tempo de Salomón (Ver figura 6). Demuestra que tuvo doce “castella” o baluartes
situados a lo largo de su perímetro, haciendo que su
posición corresponda exactamente con las doce tribus que rodean el Arca.
Existían además cuatro baluartes interiores que correspondían a los campos
levíticos y esto los identifica con el mundo lublunar de los cuatro elementos
(tierra, fuego, aire y agua).
El razonamiento que sustenta esta teoría es que el Templo es la imagen de la
fábrica del Universo creado por el Supremo Arquitecto
y en cuyo centro está el hombre. Pero la zona de los elementos está a su vez
rodeada por los bastiones de las doce tribus, simbolizando el modo en que el
mundo elemental está rodeado por el círculo del zodiaco.
La identificación de las tribus de Israel
con las casas o divisiones delzodíaco no tenían nada de nuevo, pero el plano
cuadrado hace que el jesuita pueda organizarlos muy claramente en los cuatro
grupos ya admitidos. Así a Judá se le adjudica el signo de Leo, a Isacar el de Cáncer, y de esta manera a los demás. El autor logra aducir una cita apropiada de la Biblia para cada una
de estas identificaciones. (Taylor, 1992, p. 74)
Las referencias posteriores a este tipo de asociaciones son comunes en la
literatura religiosa, como el libro XI de la “Ciudad de Dios”, donde San
Agustín alude a la figura de seis lados, el cubo, “cuya duplicación por números
irracionales, que el oráculo ordenó a los sacerdotes delios para engrandecer su
altar se convirtió en un problema predilecto de los constructores de la
Antigüedad y del Renacimiento”Olivares, o la tercera Loa a los Años del Rey, en
la que Sor Juana Inés de la Cruz orquesta al Sol, al Cielo y al Tiempo dando
tres títulos al Rey Carlos: Primero, Segundo y Sexto; “incluyendo el Seis por
considerarlo lo más perfecto” [Anotación 9] .
El Islamismo se nos cuenta cómo Allah mandó a Ibrahim a que construyera un santuario en el valle de Beca; señalando el lugar exacto
y la forma que había de tener. Esta forma es el Cubo —Kaaba, en árabe— y es el
punto de referencia al que han de retornar los musulmanes en su peregrinación;
Un cubo vacío que puede llegar a contenerlo todo y a generarlo todo, y cuyo
desarrollo en todas las direcciones construye un universo poblado de vacío,
sólo estructurado formalmente, sin materialidad [Anotación 10].También el
Hinduismo recrea estas relaciones mágicas; de acuerdo a su doctrina, el cubo
representa a la tierra en todas las acepciones tradicionales de dicha palabra,
es decir, no sólo como elemento corpóreo, sino también como principio de orden
mucho más universal: Aquel que la tradición del Extremo Oriente designa como
Tierra (Ti ) puesta en correlación con el Cielo (Tiem ); las formas esféricas o
circulares son referidas al Cielo mientras que las formas cúbicas o cuadradas lo
son a la Tierra y, como estos dos términos complementarios son los equivalentes
de PurshayPrakriti en la doctrina hindú, lo que quiere decir que no son más que
una nueva expresión de la esencia y la substancia con un sentido universal.
Llegamos a un mismo lugar de simbolismo geométrico,
que se repite tanto en las tradiciones del Extremo Oriente como en las de Occidente. De acuerdo con
ellas, la esfera constituye la forma primordial por excelencia, por contener en
cierto modo a todas las demás que podrían deducirse de ella, por
diferenciaciones efectuadas según direcciones particulares; esta es la razón de
que, en todas las tradiciones, sea la forma esférica la que corresponde al
'Huevo del Mundo', es decir, a lo que sirve para representar el conjunto
global en el estado primario y embrionario de todas las posibilidades que
habrán de desarrollarse en el transcurso de un ciclo de manifestación. Mientras
que el cubo es la forma más fija de las existentes, lo que quiere decir que a
ella corresponde el máximo de especificación; es, pues,la
del sólido por excelencia, simbolizando la
estabilidad y la racionalidad, y considerada como interrupción de todo movimiento. El
cuadrado y por tanto su figura espacial ha sido el símbolo que ancestralmente
ha representado la tierra, la situación más estable, mientras que el círculo y
la esfera es también un antiquísimo símbolo del cielo, de la bóveda
celeste, cambiante y enigmática. Por ello el interés casi obsesivo de los
pensadores y humanistas de la antigüedad en conseguir la cuadratura del
círculo, su armonización.
Juan de Herrera, fue un prolífico inventor y un
reputado geómetra, influyó decisivamente en la arquitectura renacentista
española al cambiar el hasta entonces dominante plateresco. Las rígidas
proporciones matemáticas y los chapiteles de pizarra junto con los elementos
decorativos geométricos (esferas y pirámides) definen el muevo estilo
renacentista del
imperio de Felipe II. En relación con el cubo como símbolo de la creación del
hombre que emula a Dios en su actividad creativa; por eso decía Juan de Herrera
en su Discurso de la Figura Cúbica:” En todas las cosas está el cubo en lo no
natural como natural, en lo no moral como moral, y en lo natural y moral como
en natura y moral y bien entendido y penetrado, como se deve, se veran las
grandes marabillas que en si ençiera el arte lulliana”. (Herrera, 1976, p. 88)
Herrera disuelve la ornamentación figurativa dando como resultado la culminación de los volúmenes
arquitectónicos propia del
clasicismo. La influencia del
herreriano seextendería por casi un siglo y tendría seguidores tan relevantes como Francisco de Mora,
Juan Gómez de Mora o Juan Gómez de Trasmonte.
Le Corbusier fue uno de los que mejor representó este
pensamiento; para él, las formas geométricas puras se asociaban a la percepción
del orden que representaba “el más alto placer
del espíritu humano” (Sancho, 2000, p. 73),
aunque esta idea también había sido soportada por Platón y muchos otros, como es obvio. Sus diseños, al igual que otros arquitectos de la corriente
modernista eran elaboraciones en torno a las figuras geométricas puras;
especialmente el cubo.
El complejo y cambiante mundo contemporáneo plantea a los
estudiosos de los espacios construidos el reto de expresarse en una variedad
inimaginable de formas. En este marco, se
permite sondear en aspectos más oscuros, como
lo son los significados y simbologías. Los métodos que
atienden al contenido simbólico nos permiten descubrir lo que ellos quieren
decir. El método iconológico es una opción, ya que sistematiza
el proceso de interpretación de las imágenes, reconociendo su naturaleza
cultural. El método de análisis iconológico puede ser
una llave que permita comprender muchas de las manifestaciones
culturales-espaciales.
Si bien es cierto que metodológicamente parecen haber evidencias que muestran
la utilidad del método iconológico para develar el significado de una obra de
arquitectura, con respecto al contenido específico del tema que trata Taylor,
parece ser muy controvertido, teniendo plena vigenciaentre las discusiones de
algunos historiadores modernos, quienes plantean diferentes posiciones en
cuanto al carácter simbólico de El Escorial, así como en la posible influencia
del prototipo bíblico en su traza arquitectónica [Anotación 11].