Resumen
Ushuaia, capital de la provincia mas joven de la Argentina —Tierra del Fuego, que
adquirió ese status recién en
1991— esta considerada la ciudad mas austral del planeta. Fundada en
1884, por casi cien años fue poco mas que una aldea, enclavada en
un bellísimo entorno montañoso a orillas
del Canal Beagle, en el extremo del
Cono Sur americano. A partir de la década de 1980 experimentó un
vigoroso proceso de crecimiento económico y demografico,
estimulado por un sistema promocional, cuya motivación estuvo basada en
consideraciones de orden geopolítico.
En este trabajo, que compila una serie de notas periodísticas publicadas
en “El Diario del Fin del Mundo”, de Ushuaia, entre el 15 y el 22
de diciembre de 2003, se efectúa una reseña histórica de
la evolución económica de la ciudad, aproximandose al
analisis del papel desempeñado por el marco institucional.
I
En el origen, el Presidio y la Base Naval
Lo primero que surge cuando se pretende enfocar la economía de Ushuaia
con la lente de la perspectiva histórica, es que desde sus propios
orígenes y durante practicamente todo su desarrollo, el Estado ha
tenido aquí un papel decisivo. Por cierto, las cosas se dieron de un modo bastante distinto en la zona norte de la isla, [1]
donde el sector privado (después del
impulso dado por la política de adjudicación de tierras fiscales del gobierno nacional, a
fines del Siglo XIX) debió transitar durante muchos años sin el
apoyo de la muleta estatal. Un reflejo de ello es que
el Banco de la Nación Argentina
(de propiedad oficial) ya había inaugurado unasucursal en Ushuaia en
1914, mientras que en Río
Grande lo hizo recién en 1935.
• Las doce cosechas
Sin olvidar la actividad de los navegantes de diversas nacionalidades, de los
loberos y balleneros y de los misioneros anglicanos, es indudable que el primer
impulso firme para desarrollar la economía ushuaiense lo
configuró la creación en 1896 del penal, a instancias de Julio A.
Roca, quien era por entonces presidente provisional del Senado y estaba a cargo
temporariamente del Poder Ejecutivo. Es cierto que tiempo antes la iniciativa
privada ya había dado algunos pasos, como los de don Luis
Fique cuando abrió su negocio de ramos generales “El Primer
Argentino” en 1888, y cuando dos años mas tarde
instaló una envasadora de cholgas y mejillones que quiza haya
sido el primer establecimiento industrial fueguino.
Pero el asentamiento de la carcel tuvo una importancia decisiva en
nuestra región, empezando por el proceso de inversión necesario
para levantar el edificio, y siguiendo con el efecto multiplicador de las
“doce cosechas”, que —según cuenta J.C. García
Basalo— era como llamaban los escasos comerciantes de la época a
la paga mensual de salarios al personal carcelario. Para apreciar la
trascendencia de la institución, hay que tener en cuenta que el director
de la carcel manejaba un presupuesto mayor que el que administraba el
propio gobernador del territorio, y que había mas
guardiacarceles que policías.
Por cierto, la política de colonización a través de la
creación de establecimientos penales constituía una
fórmula bastante común para la época en otraspartes del
mundo, habiendo sido aplicada con éxito por los ingleses en Australia y
por los franceses en Nueva Caledonia (isla de la Melanesia).
Ademas, la instalación del penal benefició a la que por
entonces no pasaba de ser una pequeña aldea, con la instalación
de un sistema de suministro de electricidad, una primitiva red
telefónica, un servicio médico, una farmacia y diversos talleres
de zapatería, imprenta, fotografía, etc. La prueba del efecto significativo que
todo esto tuvo es que el número de habitantes de Ushuaia creció
entre los censos de 1895 y 1914 a una tasa anual media cercana al 103‰,
mientras que la población total del
país —que en ese mismo período registró una
formidable expansión— lo hacía “apenas” al
36‰. Este no es un hecho muy conocido, quiza porque nuestra ciudad
tenía por aquellos años menos de 1.500 habitantes; sin embargo,
en términos relativos fue la primera “explosión
demografica” fueguina, seis décadas antes del
fenómeno de crecimiento que tantos comentarios ha suscitado.
Que el origen de Ushuaia haya tenido la impronta de un
rol estatal preponderante no debería asombrarnos, ni siquiera por haber
ocurrido durante una época de la historia argentina
a la que la memoria popular le asigna el paradigma del liberalismo económico puro.
Recordemos que la llamada Generación del
Progreso, que tuvo al mencionado Roca como
mentor en lo político y a Carlos Pellegrini en lo económico, no
dejó los destinos del país
exclusivamente en las manos de las fuerzas del mercado. Esos gobiernos —que
lograron un crecimiento económico excepcional con elesquema que se
conoce como “Modelo Agroexportador”— estimularon las
inversiones en el país con exenciones impositivas y otras medidas de
aliento (configurando lo que hoy se denominaría “políticas
activas”) que se agregaron a los grandes planes de obras públicas
que habían comenzado con la presidencia de Sarmiento (ver “El
ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de
políticas económicas argentinas”,
de Pablo Gerchunoff y Lucas Llach, Ed. Ariel, Buenos Aires, 2003).
Volviendo a Ushuaia, digamos que la presencia de la
carcel alentó no sólo el poblamiento con inmigrantes
chilenos, españoles, alemanes, croatas, etc., sino también el uso
de la moneda argentina en la
región, antes de que —como
se señala mas arriba— la ciudad contara con la primera
institución bancaria.
Sin embargo, después de ese notable crecimiento
a comienzos del Siglo XX, Ushuaia entraría en una prolongada etapa de
estancamiento. En efecto, en el período de mas de treinta
años que transcurrió hasta el siguiente censo, levantado en 1947,
su población aumentó a un muy modesto ritmo anual inferior al
10‰, mientras que para el total del país esa tasa fue el doble. Un año mas tarde llegaría un
contingente de inmigrantes italianos [2] alentados por otra política
activa, como fue el decreto presidencial que
establecía un plan de fomento mediante préstamos del Banco de
Crédito Industrial. Es de imaginar, por cierto, el fuerte impacto que
habra tenido ese flujo migratorio de 850
personas en una población de apenas 2.200. (ver
“Los italianos del fin del mundo”, de Leonardo L. Lupiano,
Ed. Dunken,Bs. As., 1998).
• El papel de la Marina
El otro ente estatal que tuvo un papel fundamental en
el desenvolvimiento inicial ushuaiense fue la Marina,
lo cual estuvo obviamente determinado por la localización
geografica y la condición insular de Tierra
del Fuego. Recordemos que la institución naval estuvo
vinculada con la región austral desde las expediciones de Luis Piedra
Buena y Giacomo Bove, y que una subprefectura fundada en 1884 por el
comodoro Augusto Lasserre por disposición del gobierno nacional fue,
junto con la misión de pastores anglicanos ingleses dirigida por el
Rvdo. Lucas Bridges, el germen de nuestra ciudad.
Con el cierre de la carcel a fines de los años cuarenta, la
Armada tomó la posta como
principal impulsora del
crecimiento. El edificio carcelario se convirtió en sede de la Base de
la institución, y allí empezó a funcionar, asimismo, el
Hospital Naval, lo cual contribuiría notablemente a mejorar la calidad
de vida de la población. También hay que recordar el aporte al
comercio y a la vida económica en general de los buques de Transportes
Navales, tanto como el
que mas tarde le dieron sus aviones, que asimismo se ocupaban del traslado de
pasajeros.
Durante el período de 1943 a 1955 la jurisdicción se
transformó directamente en Gobernación Marítima, e incluso
cuando adquirió el status de Territorio Nacional, los gobernadores
asentados en Ushuaia siguieron siendo marinos. Esto
fue así no sólo durante los
períodos lamentablemente frecuentes de gobiernos de facto: por ejemplo,
Ernesto Campos, designado gobernador por el presidenteconstitucional Arturo
Frondizi, era marino, y fue durante su administración que se
construyó el hotel Albatros, con la intención de fomentar el
turismo.
Todo esto esta reflejado en las estadísticas, que muestran
cómo a partir de 1947 el ritmo anual de crecimiento de la
población de la ciudad se fue acentuando notablemente, siendo siempre
superior a la tasa para todo el país: casi 42‰ entre 1947 y 1960,
y 47‰ en la década subsiguiente.
El Presidio y la Base Naval fueron, entonces, los primeros
íconos de la fuerte participación estatal en la vida
económica y social de Ushuaia, aunque hubo otro elemento mas,
llamado a tener una influencia decisiva.
II
El impacto de la promoción económica
En 1972 el gobierno nacional sancionó un régimen de
promoción económica basado en exenciones arancelarias e
impositivas, la famosa ley 19.640, que iba a tener un peso notable en el
devenir económico futuro de la región fueguina. El principal eje
motivador estaba determinado por un enfoque
predominante en esa época, que prestaba atención a las
consecuencias políticas de los aspectos geograficos: en una
palabra, por la geopolítica.
• El marco geopolítico
Las relaciones fronterizas entre Argentina y Chile tenían en aquel
tiempo una tradición conflictiva que se acentuaba a medida que se
avanzaba hacia el sur del
continente. La escasa población (ademas, con alta
proporción de extranjeros) de la región austral argentina era vista como una debilidad importante, y por ese
motivo en el gobierno militar de entonces prendió la idea de utilizar
una herramienta económica comomedio para impulsar la migración
interna hacia la zona.
Mucho se ha polemizado en Tierra del Fuego
sobre si fue o no un acierto tomar esa
decisión. Sus críticos señalan, con
acierto, el costo de oportunidad constituido por el desordenado flujo
migratorio y la presión sobre el medio ambiente. Quien esto
escribe considera, aún sin desconocer este
hecho, que es necesario tomar en cuenta el contexto histórico, en cuyo
marco el propósito de fortalecer la presencia argentina en el lugar mediante el
asentamiento de actividades productivas y la radicación de
población trabajadora, resulta bastante mas racional que
sostenerla con una escalada armamentista. Dicho de otro modo: levantar
fabricas y traer maquinas y operarios parece una decisión
bastante menos cuestionable que ampliar cuarteles y trasladar armas y soldados,
idea que probablemente haya pasado por la mente de mas de un militar de aquella época.
La significación que este régimen ha
tenido sobre la vida de toda la jurisdicción, y por supuesto sobre la de
Ushuaia, es tan grande que conviene detenerse un momento para analizas sus
características.
Su motivación, como vimos, fue de índole
geopolítica, y el objetivo central de su sanción era el
incremento de la población. Debe señalarse ademas que si
bien la promulgó un gobierno militar, el
Congreso Nacional la ratificó en 1974. Veamos ahora el
contexto económico en el que fue diseñada.
• El contexto económico nacional
La Argentina de los
años setenta tenía una economía cerrada, que es como designan los economistas a
los países que comercian poco o nadacon el resto del mundo. El nuestro se había
cerrado económicamente cuando la Gran Depresión de 1930 hizo
entrar en crisis a su modelo agroexportador, basado en la venta al exterior de
productos primarios (mayoritariamente, a Gran Bretaña) y en la
importación de manufacturas. Idéntica actitud tuvieron muchas
otras naciones occidentales, tratando de evitar el contagio de la
“enfermedad recesiva” que las asolaba, con lo cual el comercio
mundial se contrajo de manera brusca.
Las nuevas condiciones indujeron al país a tratar de sustituir las
importaciones fabriles por producción local, lo cual resultó el
justificativo de una política proteccionista, orientada a resguardar a
la incipiente industria argentina de la
competencia externa. Fue una postura generalizada, insisto, en muchos
países a partir del colapso de Wall Street, aunque luego de la Segunda
Guerra Mundial el comercio internacional fue creciendo paulatinamente, al
compas de políticas liberalizadoras. Sin embargo, no pocas
naciones industriales han continuado protegiendo a
determinados sectores económicos internos, según sus intereses.
Pero en el caso argentino, el cierre al intercambio con el resto del
mundo fue drastico, ya que no solamente se aplicó una
política de aranceles muy altos a la importación, sino que se
llegó hasta las prohibiciones lisas y llanas para importar determinados
artículos. Así fue que comenzó la etapa conocida como ISI,
sigla de Industrialización Sustitutiva de Importaciones, en cuya primera
fase se desarrollaron las industrias livianas (alimentos, bebidas, textiles,
etc.); ellofue posible por tratarse de ramas que no requerían inversiones
muy grandes y porque el país disponía de las materias primas
necesarias, aunque es necesario reconocer que crecieron con un cierto grado de
ineficiencia debido a la falta de competencia determinada por el acceso a un
mercado interno cautivo.
Cuando la industrialización buscó abarcar ramas mas
complejas, como
las químicas, petroquímicas, siderúrgicas, de maquinarias
y vehículos, etc. se encontró con que carecía de los
grandes capitales necesarios para ello, por lo que se tomó la
decisión estratégica de asignar al Estado un rol sumamente
activo. El esquema funcionó con escasas interrupciones (gobierno de
Arturo Frondizi, 1958-1962) hasta mediados de los años setenta, pero
mas tarde los recurrentes desequilibrios fiscales lo condicionaron
fuertemente; luego, a comienzos de los ochenta, el péndulo de la
política económica se volcó hacia el otro extremo,
volviendo a abrir la economía a la competencia
externa. (ver “Política económica argentina contemporanea”, de
Ricardo J. Ferrucci, Ed. Macchi, Buenos
Aires 1990)
Fue en ese contexto que la ley 19.640 estableció, en 1972, un sistema de
exenciones tributarias para las actividades llevadas a cabo dentro de la
denominada Area Aduanera Especial (AAE), a la que definía como la
porción argentina de la Isla Grande de Tierra del Fuego. En el AAE no se pagan impuestos nacionales, incluyendo los
aranceles por la importación de bienes. Estos atributos fueron
los estímulos para la radicación de industrias, ya que
permitieron la elaboración de artículos en Tierradel Fuego a partir
de materias primas importadas, y también posibilitaron la
“exportación” de esos productos al territorio continental
nacional sin que su primera venta fuera gravada por el IVA. Recordemos
también que las ventas realizadas desde el territorio continental
nacional a la isla se asimilan a las exportaciones al extranjero, con el
requisito de cumplir con la normativa aduanera, y por lo tanto se benefician
con las exenciones y reintegros del régimen general que
alienta las operaciones de comercio exterior.
Sin embargo, el sistema no tuvo el efecto deseado durante
casi toda su primera década de existencia, en que se registraron
sólo unas pocas radicaciones industriales. Recién empezó a
haber movimientos significativos de empresas a
comienzos de los ochenta, cuando —como
se señaló anteriormente— el gobierno nacional
instrumentó una política de apertura de la economía casi
“salvaje”. El país pasó de un
proteccionismo férreo a una desprotección practicamente
total que derivó en una grave crisis de muchas ramas industriales, que
no estaban preparadas para resistir la competencia extranjera.
Una de esas ramas fue la electrónica, asentada en el llamado
cordón industrial del Gran Buenos Aires. Eran empresas con una larga
tradición en el país, productoras de radios y otros aparatos
eléctricos, que de buenas a primeras se encontraron con una avalancha de
artículos importados con cuyos precios no podían competir. Entonces, alguien se acordó de Tierra
del Fuego y de su ley de promoción.
Hacia 1981 comenzó el gran flujo de radicaciones fabriles en laisla,
muchas de ellas en Ushuaia. Varias de esas iniciativas
no prosperaron por distintos motivos, pero otras lo lograron con empuje,
invirtiendo en la construcción de plantas modernas y bien equipadas, de
manera que cuando un par de años mas tarde —con un nuevo
movimiento del péndulo— la política económica
nacional determinó una vuelta al proteccionismo, continuarían
radicadas en Ushuaia
III
La ley 19.640 como mecanismo de redistribución de ingresos
A partir de los ochenta, junto con las empresas llegaron a Ushuaia los
trabajadores que ellas necesitaban, ya que la población radicada con
anterioridad —los NyC, como ellos mismos se denominaban, sigla de
“nacidos y criados” en la zona, por contraste con los
“recién venidos”— no era suficiente para responder a
esa fenomenal demanda de fuerza de trabajo. Y en este
punto el lector me tolerara una pequeña digresión de
caracter teórico.
Los economistas decimos que existen unos recursos que son necesarios para
llevar a cabo toda actividad económica, a los que llamamos factores
productivos: se trata de la tierra (lo que abarca también a los recursos
del subsuelo y del medio
hídrico), el capital (es decir, las maquinas y la
infraestructura) y el trabajo. Esta clasificación, que data del
tiempo de los economistas clasicos [3], se completa modernamente
incluyendo los conocimientos humanos (asociados al factor trabajo) y la
tecnología (incorporada al capital).
Las empresas utilizan esos factores para producir bienes y
servicios, y para disponer de ellos pagan a las personas que detentan la
propiedad de los mismos lasretribuciones correspondientes.
Visto de otro modo, tales precios que las empresas deben pagar para acceder a
los factores productivos constituyen los ingresos de los individuos. De ello se
deduce que las personas perciben ingresos según la función que
cumplen en el proceso productivo: si son propietarias de la tierra, se les paga
una renta; los trabajadores cobran un salario por
aportar su fuerza de trabajo; y los dueños del capital, es decir de la maquinaria y la
infraestructura, reciben una retribución que se llama interés.
Esto es lo que la teoría económica llama distribución
funcional del
ingreso. Hay otras maneras de estudiar cómo se reparte la riqueza, tales
como la distribución personal o familiar, la sectorial y la regional,
pero en este caso nos concentraremos en la funcional.
Lógicamente, las empresas resuelven en qué
proporciones los combinaran según los precios que tengan los
distintos factores, tratando de alcanzar la composición que represente
el costo mas bajo posible. En consecuencia,
deciden al respecto según consideraciones de mercado, y al hacerlo
también determinan —implícitamente— la cuantía
de las remuneraciones o ingresos de las personas, según su
función en el proceso productivo. En otras palabras, cuando una
empresa decide fabricar su producto empleando determinadas proporciones de
horas-maquina y de horas-hombre, esta también definiendo
las retribuciones que recibiran los propietarios del capital y los
que ofrecen mano de obra.
El régimen de la ley 19.640 tuvo el objeto geopolítico, como
dijimos, de aumentar la población en laisla. Por ese motivo,
establecía que para que las empresas radicadas en la Isla pudieran
acreditar el origen fueguino de sus productos, debían agregar localmente
una determinada proporción de su valor final, y ademas
determinaba que de ese valor agregado local, un cierto porcentaje tenía
que estar constituido por sueldos al personal. Así que, expresado en
términos de la teoría económica, el sistema
funcionó como un
mecanismo de redistribución funcional del ingreso, a favor de los trabajadores.
Las empresas no podían decidir sobre ese tema
en base a consideraciones de mercado, porque una regulación (o, si se
quiere, una política activa, ya que el régimen promocional no es
otra cosa que eso) no se los permitía. Estaban
obligadas a llevar a cabo procesos de producción trabajo-intensivos.
Este es el motivo por el cual se trasladó tanta gente a trabajar en las plantas de Tierra
del Fuego, y también la explicación de por qué los
salarios que percibían esos trabajadores eran mas altos que los
que pagaba la industria en el resto del
país.
Naturalmente que, dado el avance de la tecnología, el uso de
maquinas con mayor intensidad le hubiera permitido a la industria ser
mas eficiente, produciendo a costos mas bajos; pero ello en
principio no ocurrió, como hemos visto, porque el propio régimen
promocional lo impedía. En rigor, si aceptamos que —como
lo dicen los libros— la eficiencia económica consiste en lograr la
mayor producción al menor costo posible, habría que reconocer que
el sistema posibilitaba una cierta ineficiencia. La pregunta, entonces, es la
siguiente:¿quién pagó esa
ineficiencia?
• Seguir al péndulo
La respuesta esta, una vez mas, en los vaivenes de la
política económica nacional. Recordemos que con el advenimiento
de la democracia en 1983, el país volvió a un esquema
proteccionista, de manera que las industrias radicadas en Tierra del Fuego, que
hasta ese momento habían encontrado en el régimen promocional un
refugio para protegerse de la competencia extranjera, tuvieron acceso otra vez
a un mercado cautivo (protegido), al que pudieron vender sus productos a pesar
de que todavía tenían precios internacionalmente muy altos. Los
consumidores del
mercado interno argentino fueron, entonces, los que posibilitaron esa
redistribución del
ingreso; desde una óptica, digamos, ortodoxa, se podría decir que
esos consumidores fueron los que financiaron la ineficiencia de la industria
fueguina en esa etapa. Los partidarios del
régimen, en cambio, sostienen que el país hizo un esfuerzo para
poblar una región casi deshabitada, desbaratando por esa vía una
hipótesis de conflicto externo y sosteniendo con relativo éxito
un conjunto de actividades productivas que de no haber existido este sistema,
muy probablemente hubieran desaparecido del
mapa económico nacional, incrementando el desempleo.
Sin embargo, algunos años mas tarde el
péndulo de la política económica volvió a moverse
hacia el extremo opuesto, y nuevamente se hizo una apertura brusca de la
economía, acompañando el plan de convertibilidad de principios de
los noventa. Esa nueva orientación
duraría una década, por lo que la industria fueguina
tuvonecesariamente que adecuarse. También lo hizo la reglamentación
del régimen
promocional al modificarse el mecanismo de acreditación del origen
fueguino de los productos terminados, pasando del
criterio del valor agregado al analisis
técnico del
proceso productivo. Esa transición fue muy dura y costosa, porque las
industrias tuvieron que disminuir sus dotaciones de personal, aunque como
contrapartida ello les posibilitó finalmente colocar sus productos en el
mercado nacional (ahora, desprotegido) a precios competitivos con los de los
artículos importados, manteniéndose en actividad. Esto, en una
síntesis obligadamente apretada, fue lo que ocurrió durante los noventa, hasta la profunda debacle de fines de
2001 a la que nos referiremos mas adelante.
En términos de población, el resultado de esta etapa fue una
formidable aceleración de la tasa anual media de crecimiento, llegando
al excepcional valor de 93‰ entre 1980 y 1991.
IV
El sector público y su financiamiento
Un aspecto muy importante a considerar es el del financiamiento del sector
público, tanto en el nivel provincial como en el municipal, ya que ambos
desempeñan roles significativos en la vida económica de Ushuaia.
Para analizar este asunto, puede ser interesante enfocarlo desde el
angulo de una de las opiniones quiza mas fuertemente
arraigadas entre la población fueguina en general, y por lo tanto
también en la de Ushuaia, como es la sensación de que el gobierno
nacional nunca se acuerda de nosotros: henos aquí, en el confín
del mundo, abandonados a nuestra suerte por los del “norte” [4]. Es unsentimiento muchas veces justificado, pero que desde la
perspectiva “del
norte” probablemente no sea compartido, y veremos por qué.
Empecemos diciendo que el financiamiento de los presupuestos provinciales en la
Argentina depende,
basicamente, del llamado Régimen de
Coparticipación Federal de Impuestos, que también es un mecanismo
de redistribución de ingresos, aunque no orientado al aspecto funcional
sino al regional. Se trata de un esquema
diseñado de tal modo que la masa impositiva, que en su mayor parte se
recauda en las jurisdicciones mas desarrolladas (Provincia y Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fé, Mendoza), se reparte en
todo el país con un determinado criterio de compensación de las
desigualdades regionales.
Los impuestos que se coparticipan son, basicamente, el IVA y Ganancias,
junto con otros de menor cuantía; entre los que no se coparticipan, los
mas importantes son los que se aplican al comercio exterior, como
los aranceles a las importaciones y las retenciones a las exportaciones. De la
masa total coparticipable, deducidas las asignaciones a la seguridad social y
otros conceptos, alrededor del
40% va al Tesoro Nacional y el resto pasa a las Provincias y a la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, grupo que obviamente incluye a Tierra del Fuego.
Aquí no debe pasarse por alto un detalle
importante: nuestra provincia no aporta a esa masa coparticipable, ya que
aquí no se pagan los impuestos nacionales mencionados, porque así
lo dispone la ley 19.640. Somos lo que en la jerga de los economistas se denomina
“free-riders”, algo así como
“pasajeros que nopagan boleto”, lo cual en criollo quiere decir que
sacamos plata de un pozo común a cuya formación no contribuimos
absolutamente con nada. Esto no ocurre con ninguna otra jurisdicción
política del
país, ni siquiera con aquellas mas pobres, lo cual puede que haga
entender a muchos que desde la Nación no se comparta totalmente nuestro
sentimiento de abandono…
Y ya que estamos ocupandonos de sentimientos, los fueguinos tenemos
también enraizada una opinión que se relaciona con la
cuestión impositiva, como es que la ley 19.640 sólo
beneficiaría a las empresas industriales promovidas. Sin embargo ya
vimos que, por un lado, el régimen operó
durante un cierto período como
redistribuidor de ingresos a favor del sector del trabajo. Pero,
ademas, hay que recordar que exime del pago del
IVA a las actividades locales, y que este es un impuesto indirecto que afecta
principalmente a los consumidores. Ahora bien, si se le pregunta a un ciudadano común qué beneficios obtiene de
la promoción por el hecho de vivir aquí, es muy probable que
conteste que ninguno, pese a que cuando consume no lo alcanza el IVA, que
ademas en la Argentina
tiene una tasa elevada.
Por otra parte, los empresarios fueguinos no vinculados a la
industria de materias primas extrarregionales también estan
exentos de pagar el Impuesto a las Ganancias. Y este
beneficio no se limita sólo a los patrones: si cayera esa
exención, probablemente muchos dueños de pequeños y
medianos negocios de nuestro medio deberían optar entre cumplir con el
fisco o reducir su plantel de personal. De nuevo, recordemos
queesta situación no se da en el resto de nuestro país.
• Las relaciones financieras Provincia – Municipalidades
Otro aspecto significativo del
financiamiento del Estado tiene que ver con las relaciones entre la Provincia y
las Municipalidades, ya que así como
la Nación coparticipa ingresos a las provincias, éstas a su vez
lo hacen con los municipios. En este plano,
veremos que Tierra del Fuego también se
destaca.
La gran mayoría de las provincias transfiere a sus municipalidades entre
el 10 y 15% de sus ingresos por coparticipación federal: la nuestra
reparte el 25%, lo que constituye la proporción mas alta del
país. Tengamos en cuenta, ademas, que la
coparticipación representa alrededor de la mitad de los recursos totales
de nuestra administración provincial.
Por otra parte, las jurisdicciones que tienen en sus territorios explotaciones
petrolíferas y/o gasíferas, redistribuyen también las
regalías que les pagan las empresas productoras, desde un maximo de 50% (Entre Ríos, cuyos ingresos
por este concepto son muy bajos) hasta un mínimo de 7% (Santa Cruz, que es una provincia petrolera
por excelencia). Tierra del Fuego, para la cual las regalías conforman
una significativa quinta parte de sus recursos totales, transfiere a sus
municipios el 20% de ese monto, el cual es el segundo porcentaje mas
elevado del país.
Por último, nuestra provincia ocupa también el primer lugar en el
hipotético ranking de coparticipación a las municipalidades del Impuesto sobre los Ingresos Brutos, con el 45%, mientras
la mayoría de las jurisdicciones transfiere entre 10 y20%.
Ademas, lo recaudado por este impuesto equivale
a mas de un décimo de los ingresos fiscales provinciales.
Para completar la información, recordemos que la nuestra es la
jurisdicción que tiene el menor número de municipios, y que las
municipalidades perciben la totalidad del
impuesto automotor y del
inmobiliario urbano, lo cual también ocurre en varias de las
demas provincias.
V
El presente
Hasta aquí hemos analizado la evolución de la economía
ushuaiense, dando un breve pantallazo histórico
y haciendo hincapié en el tema de la particular inserción
fueguina en el sistema impositivo nacional.
Ahora intentaremos ver cual es la situación de la ciudad en el
presente, apoyandonos en algunos datos estadísticos, pero sin
abundar en la exposición detallada de cifras —que por otra parte
son públicas y por lo tanto cualquier interesado en los pormenores puede
consultar— sino concentrandonos en las tendencias.
• La población
Lo primero que debe interesarnos es, lógicamente, la población,
respecto de cuyo número creciente ya hemos hecho algunos comentarios.
Podemos agregar aquí algo interesante: el último censo, realizado
en 2001, permitió comprobar que el ritmo de aumento de la
población provincial se moderó muchísimo (la de Ushuaia
mostró la misma tendencia); aunque siguió siendo el mas
alto del país por jurisdicción, bajó del casi 94‰
registrado entre 1980 y 1991, a menos del 44‰ en la década
siguiente. Se trata del quiebre de una tendencia que
venía caracterizando nuestra composición demografica.
De todos modos, en los últimos veinte años y hastala actualidad,
nuestra población se caracteriza por conformar lo que los demógrafos
llaman una piramide de base ancha, o sea con muchos individuos en los
grupos de edad menores. Esto explica la intensidad y el crecimiento de la
demanda por servicios como los de educación y
salud.
Los siguientes elementos que surgen son la alta desocupación,
por un lado, junto con la comprobación de que este flagelo afecta
fuertemente a los jóvenes que buscan insertarse por primera vez en el
mundo del
trabajo. Y ademas, que muchos de esos jóvenes
tampoco estudian.
No puede servirnos de consuelo, lógicamente,
saber que estos males los compartimos con el resto del país, ni tampoco que algunos
guarismos sean aquí relativamente mas bajos que en otros lugares.
Se trata de un problema muy serio, ya que las personas desocupadas que no
poseen un determinado nivel de instrucción, tendran graves
dificultades para trabajar aún cuando la economía sostenga una
recuperación y la demanda de empleo por parte de las empresas aumente;
son desocupados estructurales, porque carecen de la principal herramienta que
necesitan, que es justamente el conjunto de atributos que sólo se
adquieren mediante la educación.
La conclusión al mismo tiempo sencilla y dramatica que surge del
analisis de estos dos aspectos se resume en pocas palabras: la
educación tiene que ser una cuestión prioritaria para nuestra
sociedad.
Por cierto, también son porcentajes altos los de subocupados, personas
que desean trabajar por un tiempo mayor al que lo
estan haciendo, y los de sobreocupados, que no suelen apareceren las
informaciones estadísticas, pero que constituyen un fenómeno
considerado como
representativo de precariedad laboral. Cerca de un
tercio de las personas que trabajan en Ushuaia lo hacen por mas de 45
horas semanales, y quisieran trabajar menos tiempo.
Acercando un poco mas la lente a los ocupados,
veremos otros datos que nos van a llamar la atención. Por ejemplo, que
el sector del
comercio (incluyendo restaurantes y hoteles) es un importante demandante de
empleo, y no sólo ahora, sino que siempre lo fue, aún en las
épocas de auge de la industria.
Otra mirada, que habilita para algunas conclusiones
optimistas, es la que se da sobre la población ocupada según
nivel de educación. En este caso, los
guarismos son mejores que los registrados para Río Gallegos y Comodoro
Rivadavia, tomando los ocupados que han completado el nivel secundario,
mas los que tienen estudios universitarios (completos e incompletos). Es
un dato que nos esta marcando un nivel de
calificación de la mano de obra ocupada muy interesante, cercano al
registrado en la ciudad de Buenos
Aires.
Por otro lado, la proporción de empleados de la administración
pública en Ushuaia es similar a la de Río Gallegos, donde como
todos sabemos el empleo estatal es considerado alto. Practicamente
una tercera parte de la mano de obra ocupada en nuestra ciudad, lo esta
en el ambito estatal.
Todas estas cuestiones muestran que la sociedad ushuaiense y su economía
estan fuertemente subordinadas al desempeño financiero estatal,
ya que de las arcas públicas —en sus niveles nacional, provincial
ymunicipal— dependen en altas proporciones el
empleo, la educación, la salud, la asistencia social y el sistema
jubilatorio.
Este dato es preocupante, por una cuestión de
caracter pragmatico. Como
hemos visto, tanto el sector público provincial como el municipal dependen en una medida
importante del financiamiento que les brinda
la coparticipación federal de impuestos; en otros términos, ello
significa que ambos niveles gubernamentales tienen una capacidad de
financiamiento propio (es decir, una relación entre los ingresos
netamente locales del fisco y sus gastos corrientes) que es
relativamente baja. Por el contrario, según mencionamos en la nota
anterior de esta serie, la porción de la torta impositiva nacional que
nos toca casi podría ser calificada de suculenta en la visión
“del norte”. Y este, justamente, es un
tema que esta en discusión en el ambito nacional desde
hace tiempo.
En efecto, son varias las provincias, entre ellas principalmente las de Buenos
Aires, Córdoba y Santa Fe, que vienen reclamando por una
recomposición de la distribución de impuestos, y como
también es practicamente imposible que la Nación acepte
reducir su porción, el tema esta ahí, como una espada de
Damocles sobre las finanzas de la provincia y de la ciudad. De hecho, el asunto
integra la agenda económica para 2004 del gobierno nacional, esta incluido en
el acuerdo con el FMI, y se han iniciado tratativas entre funcionarios del ministerio de
economía con autoridades legislativas y provinciales. Sera
una discusión cuyo saldo tendra una importancia crucial para los
fueguinos.
Va desuyo, entonces, que una administración austera de los recursos
fiscales en todos los órdenes es una cuestión central, así
potenciar iniciativas de la sociedad civil que descompriman la presión
que el Estado tiene en algunos campos claves.
• La producción
En cuanto a las actividades productivas, lo primero que podemos decir es obvio:
que todas fueron afectadas por la monumental crisis que estalló a fines
de 2001 en nuestro país, aunque de distinto modo.
Pero antes de avanzar en este analisis,
retomemos a la industria manufacturera fuegina en el punto donde la dejamos
antes: la década de los noventa. Dijimos que con la nueva apertura
económica, las fabricas tuvieron que adaptarse, con la lamentable
secuela de una disminución en la ocupación de mano de obra que
tuvo su contrapartida en una mayor tecnificación de los procesos y en la
permanencia de las empresas mas eficientes.
Pero asimismo, y especialmente en la primera mitad de la década, el
postergado consumo del
mercado interno argentino se expandió de manera espectacular, lo cual
constituyó el motor que movilizó a la industria fueguina en esos
años. Los televisores, videocaseteras,
radiograbadores, hornos a microondas y otros electrodomésticos empezaron
a venderse a crédito (una modalidad que había desaparecido con la
hiperinflación de fines de los ochenta), y la actividad se
recuperó.
Así que la industria, aunque con varios traspiés,
consiguió sostener su funcionamiento y una tendencia que, como se ve en el grafico
que muestra la evolución del
Producto Bruto industrial, fue creciente.
Yobsérvese en el grafico siguiente lo que pasó con el
Producto Bruto provincial: siguió practicamente la misma
tendencia que el producto fabril. Hay una correlación muy fuerte entre
uno y otro indicador, mostrando lo que los economistas llamamos una
elasticidad-producto de la industria muy alta. En
otras palabras: para donde iba la industria, iba la economía provincial.
Hasta que llegó diciembre de 2001 y todo se volatilizó Los
costos de los insumos de la industria, con la devaluación [5], se
multiplicaron por cuatro casi de un día para otro, al mismo tiempo que
el mercado interno argentino implosionaba junto con los mecanismos de
crédito. Una historia que todos recordamos muy bien y con dolor,
seguramente.
En cambio, la evolución de la actividad comercial ha
sido diferente. Sufrió de una manera directa los largos
años de recesión a partir de 1998, en los que ademas hubo
una deflación que impactó sobre la rentabilidad empresaria, todo
lo cual determinó que muchas firmas entraran en un peligroso
endeudamiento o, directamente, desaparecieran; recordemos que salvo en los
casos de filiales de cadenas nacionales, el sector esta compuesto
mayoritariamente por empresas de pequeño tamaño, a las que
resultó muy dificultoso soportar la retracción en las ventas y
los crecientes costos financieros. Y pensemos también que ha sido un sector que tradicionalmente dio ocupación a un
segmento significativo de la fuerza de trabajo, por lo que su achicamiento
explica en proporción importante el aumento de la desocupación.
Pero con la devaluación, el desempeño de este
rubro empezóa mostrar algunas señales positivas, por el efecto de
esa medida sobre el turismo proveniente del
exterior. Tal como
ocurrió con otras economías regionales con actividades
exportadoras, el abaratamiento de sus precios, vía el tipo de cambio,
les posibilitó cobrar impulso aún careciendo de herramientas de
financiamiento.
El efecto no fue inmediato, lógicamente. En el
verano 2001/2002 el país estaba practicamente incendiado, lo cual
por cierto no constituía un atractivo para los
viajeros. Pero poco tiempo después la demanda de
servicios turísticos se recuperó y se ha sostenido hasta ahora.
Aumentó el número de arribos de los grandes
cruceros a nuestro puerto, pero también el de los turistas alojados en
hoteles. Y esta inyección de divisas se
notó mucho en la ciudad, multiplicando sus efectos sobre la actividad
comercial y de servicios en general.
En el próximo grafico vemos una comparación de los
primeros trimestres de 2000 a 2003, en la que se observa el notable repunte del
número de turistas alojados en hoteles.
Otro sector importante es el de la pesca, que tuvo su auge en la primera mitad
de la década de los noventa, cuando Ushuaia se convirtió en uno
de los puertos pesqueros mas importantes del país. Sin embargo, cabe hacer aquí dos observaciones. Por
un lado, hubo una presión muy fuerte sobre los caladeros de merluza
hubssi, lo que determinó la necesidad de establecer una política
moderadora de las capturas; y por el otro, las empresas de este sector han
organizado de tal manera su política de personal (que es reclutado fuera
del ambito provincial)que aún sus
épocas de auge han tenido un efecto bastante moderado sobre el nivel de
empleo local.
La construcción, por su parte, esta atada al papel del
gasto estatal en materia de infraestructura. Como este
último se redujo en los últimos años, la actividad
sufrió un achicamiento importante, pero es importante tener en cuenta
que se trata de una actividad sumamente dinamica, en el sentido que
responde de modo muy rapido al aporte de financiamiento.
En cuanto al Estado provincial, por un lado la
devaluación mejoró su nivel de ingresos por regalías,
aunque también tuvo un impacto negativo sobre su endeudamiento, por la
parte tomada en moneda extranjera; ello lo obligó a renegociar la
estructura de la misma, lo que parece haber llegado a buen término hacia
fines de 2003. Por otra parte, sus ingresos coparticipados han
crecido, como
consecuencia de la mejoría que experimenta la recaudación
tributaria nacional, y también han mejorado moderadamente sus ingresos
por impuestos locales, por la reactivación local.
VI
El mañana
John Maynard Keynes, el brillante economista nacido en Cambridge,
escribió alguna vez que aquellos que ejercemos esta profesión
debemos tener la capacidad de estudiar el presente a la luz del pasado y con
vistas al futuro. Esta última condición se ha tornado
particularmente difícil de satisfacer en la Argentina,
donde tantas veces lo que era cierto y aceptado por la mañana, termina
catalogado como
falso o injustificado esa misma noche. Con las reservas del caso, entonces, y asumiendo algunos
riesgos, intentaremos —como
quería el maestrobritanico— fijar la vista en el futuro.
Lo primero que podemos decir, aunque suene a obviedad, es que nuestra suerte en
materia económica estara ligada a la del país en
su conjunto. En años anteriores las recurrentes crisis económicas
argentinas
parecían incapaces de cruzar el estrecho de Magallanes, pero todo indica
que esas épocas no volveran.
Entonces, habra que ver cómo va
resolviendo el país las cuestiones económicas de fondo, para que
la reactivación se convierta en crecimiento. Un
ejemplo un tanto escabroso quiza permita visualizar la diferencia entre
ambos conceptos. El organismo económico argentino entró hacia
fines de 1998 en una especie de estado comatoso, por lo que durante los
siguientes tres años subsistió con pérdida de tonicidad
muscular y de peso, degradandose dramaticamente; a fines de 2001,
ademas, sufrió un colapso terrible por el cual sus signos vitales
cayeron a niveles casi inexistentes. Desde mediados de 2002, en manos de un médico que se reveló competente para la
emergencia (Lavagna), esta “entubado” —devaluación,
aumento de los precios internacionales de la soja, acuerdo con el FMI— y
ha empezado a recuperar peso corporal y tono muscular: se esta
reactivando. Todavía no funciona normalmente su
esencial sistema circulatorio —el crédito para la
producción y el consumo— y no puede valerse por sí mismo;
para que ello ocurra necesita de la inversión, que es lo que le
permitira aspirar al crecimiento.
En otras palabras, es necesario que fluya dinero hacia la construcción
de infraestructura y la compra de equipo nuevo de producción,para que las empresas puedan producir mas y de ese
modo generar empleo, ya que eso significa crecer. Y esa inversión tiene
que estar financiada con el ahorro de las familias y las empresas, que deben
volver a confiar en el país y en el sistema financiero para animarse a
entregar sus excedentes precisamente a los bancos, para que estos a su vez los
presten a otras empresas. Pero ademas de ese
ahorro interno, que resultaría insuficiente en el mediano plazo, es
necesario contar con ahorro externo, para lo cual habra que normalizar
alguna vez las relaciones con el mundo y permitir entonces que el sector
privado recupere el acceso a los mercados internacionales de capital. Es un camino sumamente difícil de transitar, pero
ineludible.
Por otra parte, nos convendría que el gobierno nacional negociara en el
ambito del Mercosur la extensión de
nuestro régimen promocional. Tal vez deba pedir disculpas al lector por
volver con este tema, pero es que en realidad lo
considero muy importante. Tanto que, en mi particular modo de
ver, es probable que hoy Tierra del Fuego
posea el status jurídico de provincia debido a su influencia, ya que
difícilmente ello hubiera ocurrido si esta región hubiera
mantenido la escasísima población que tenía veinticinco o
treinta años atras.
Pero mas alla de esta suposición mía, cuya
veracidad por otra parte es incomprobable, lo que resulta axiomatico es
que el régimen ha tenido y tiene una gran importancia en el plano
económico. A esta altura del texto, espero que el lector
coincida conmigo en que sus beneficios no se han limitadoexclusivamente a los
bolsillos de unos pocos empresarios que ni siquiera residen aquí, sino
que también nuestra población los ha recibido en determinada
medida. Y que sus exenciones impositivas también son estimulantes para
invertir en la construcción de un hotel o en la
instalación y el funcionamiento de un comercio.
Los beneficios del
régimen para la producción industrial tienen un plazo de
vencimiento en el 2013, lo que constituye un horizonte demasiado cercano para
potenciales inversores de riesgo. Sin embargo, hay una posibilidad de ampliar ese plazo, en el marco de las relaciones con Brasil,
país que tiene un régimen similar en la ciudad de Manaos cuya
duración esta fijada hasta 2023.
Pero mientras ello ocurre, los fueguinos no tenemos que quedarnos cruzados de brazos.
Por un lado, ¿qué puede hacer el Estado,
en sus niveles provincial y municipal? Por cierto que ambos
no tienen muchas herramientas de política económica a su alcance.
En realidad, se diría que disponen practicamente de un único instrumento directo, que es el que surge del presupuesto. En otras palabras, la herramienta principal para los dos niveles es
la política fiscal, es decir la que se ocupa de los impuestos y de los
gastos estatales. De cualquier manera no se trata de un tema menor, si
se piensa que los servicios del gobierno representan alrededor del 14% del
producto bruto provincial, y ademas se recuerda el dato sobre el alto
nivel del empleo público en la ciudad.
Una opción, entonces, es orientar una porción significativa del
gasto a obras de infraestructura, lo cual ademas demejorar ese aspecto,
revitalizaría al sector de la construcción. Sin olvidar, claro,
el apoyo del Estado a la educación y la salud,
y la asistencia a las personas que estan soportando males como la
desocupación y la pobreza, por supuesto que en un marco de transparencia
que impida practicas “clientelísticas”, cuyos nocivos
efectos estan patéticamente expuestos en nuestro país.
Existe sin embargo otra herramienta, que es indirecta y en cierta manera deriva
de la primera, que consiste en la creación de lo que podríamos
llamar “un ambiente de negocios”. La transparencia del gasto, la
buena calidad de los servicios que el Estado presta a las empresas y los
particulares, el acertado direccionamiento de la inversión en
infraestructura, y también la asistencia técnica y financiera
para los emprendimientos, son elementos que estimulan a los inversores y, por
consiguiente, marcan un sendero propicio para el crecimiento económico.
Para decirlo en otras palabras, las administraciones provincial y municipal
deben ser eficientes proveedoras de bienes públicos y favorecedoras del
desarrollo de proyectos productivos en la ciudad.
• Fortalezas y debilidades
La perspectiva se puede completar si analizamos algunas cuestiones
enfocandolas con el analisis FODA, es decir, el que se ocupa de
las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas
que tiene nuestra ciudad en materia económica.
Empezaremos por una debilidad que podríamos calificar de clasica,
como lo es nuestra
localización geografica alejada de los grandes centros
poblacionales, en el extremo del
continente y conun clima riguroso. Sin embargo, esta característica
también puede ser vista como una fortaleza, teniendo en cuenta que la
lejanía, esa especie de exotismo o encanto que tiene el nombre de
Ushuaia, junto con el entorno que combina el paisaje montañoso con el
marítimo y la nieve, configuran una atracción singular para el
turismo.
Otra fortaleza
esta constituida por la infraestructura de excelente nivel en materia de
transporte, representada principalmente por el puerto marítimo y el
aeropuerto internacional, aunque esta última ventaja se ve amenazada por
el caracter oligopólico del
mercado aéreo argentino.
A ello se agrega el complejo de deportes invernales del Cerro Castor, que opera también como un fuerte atractivo
turístico. En conjunto son elementos que permiten pensar en un desarrollo sostenido del
turismo y, también, en iniciativas ambiciosas como la proyección hacia la
Antartida, que sin duda es una oportunidad.
En cuanto al castigado y disminuido sector industrial, resulta positivo
advertir que posee plantas modernas, y que el incipiente crecimiento del
consumo puede abrirle algunas oportunidades para sustituir importaciones. Ademas, su mano de obra tiene buena calificación y
experiencia. Sin embargo, el mantenimiento y la extensión del régimen promocional
dependen del
gobierno nacional, y asimismo sus propietarios no residen en la provincia. Estas
debilidades se combinan con la desaparición de la motivación
geopolítica vigente hace treinta años, y también, con los
cambios en la estructura arancelaria de nuestro país, que al ser muy
baja haeliminado el potencial estímulo para nuevas radicaciones que
constituía la exención de esos gravamenes. Sin olvidar,
por cierto, un detalle importantísimo: las
nuevas radicaciones estan prohibidas por las autoridades nacionales
desde hace varios años.
Pormenorizando las debilidades, encontramos otro clasico: nuestras
vías de comunicación terrestre con el resto del país son
todavía deficientes, por lo que el anuncio de la pavimentación de
los tramos faltantes de la ruta nacional Nro. 3 adquiere el
caracter de oportunidad. Ademas,
necesitamos inversión para aumentar la magnitud y mejorar la calidad de
nuestra oferta hotelera. Y en esta misma línea,
es necesario enfatizar sobre la importancia de mejorar nuestros servicios
turísticos. Me refiero a que el crecimiento de la actividad no
puede basarse exclusivamente en la oportunidad que ha brindado el tipo de
cambio favorable: es necesario trabajar hacia la calidad, buscando alinearse
con las pautas que se siguen en los países líderes en esta
materia.
Una amenaza concreta para nuestras perspectivas es la existencia de un segmento de la población que, ademas de
padecer la desocupación, sólo ha alcanzado un bajo nivel de
instrucción, lo que define tanto un problema desde el punto de vista
económico como
un compromiso desde el angulo social. La educación, una vez
mas, aparece como
una cuestión de Estado, en el sentido que no debiera preocupar solamente
al gobierno, ya que también sería deseable que se involucren en
ella todos los estamentos de la sociedad.
Y ya que mencionamos al Estado, recordemos que una altaproporción del
empleo esta en sus manos, y que su esquema de financiamiento esta
amenazado por su dependencia de las decisiones que se tomen en torno al sistema
de coparticipación de impuestos nacionales. Por otra parte, la
devaluación y la reactivación, señaladas en notas
precedentes, han operado como oportunidades para recomponer sus
ingresos.
Seguramente el lector tendra en mente otras fortalezas
y debilidades. Entre tanto las que mencionamos hasta aquí se
resumen en el cuadro siguiente, planteado como
una matriz FODA:
FORTALEZAS OPORTUNIDADES
Localización geografica.
Infraestructura de comunicaciones: aeropuerto, puerto marítimo.
Plantas fabriles modernas.
Fuerza de trabajo calificada.
Régimen promocional para inversiones.
Complejo de deportes invernales de buen nivel internacional.
Tipo de cambio peso/dólar (turismo, regalías).
Crecimiento del consumo y posibilidades de sustituir
importaciones
Mejora en la recaudación tributaria nacional.
Proyección hacia la Antartida.
Proyecto de pavimentación ruta 3
DEBILIDADES AMENAZAS
Localización geografica.
Deficientes vías de comunicación terrestre
Dependencia de decisiones de política económica nacional.
Propietarios de fabricas no residentes.
Mercado oligopólico de transporte aéreo
Insuficiente oferta hotelera.
Calidad de los servicios turísticos en comparación con los
parametros internacionales.
Alta proporción de empleo estatal.
Vencimiento del régimen promocional fabril en 2013.
Desocupación, pobreza.
Régimen de CoparticipaciónFederal en discusión con la
Nación y las otras jurisdicciones.
Pero fundamentalmente el futuro de nuestra economía dependera de
nosotros, o sea: de que los empresarios y los
trabajadores tengamos fuerza, iniciativa, dedicación. Que haya gente que
se arriesgue a invertir, que se imaginen nuevos
negocios y que pensemos que alcanzar el éxito puede demorar años,
por lo que hay que tener constancia. Esto puede ser una fortaleza, si lo
tenemos, o una debilidad si se trata de una carencia.
Sería bueno también que abandonemos definitivamente la cultura de
esperarlo todo del gobierno de turno, la idea de la solución
magica y salvadora proveniente de “papa-Estado”, que
—como hemos procurado señalar a lo largo de esta serie de
artículos— esta instalada como una institución,
consecuentemente con nuestra propia evolución histórica. Que
empecemos a afianzar un modelo de comunidad en que se
premie al esfuerzo, en que la iniciativa y el espíritu emprendedor sean
valores reconocidos y apoyados. Esa convicción para
ponerse a trabajar es mas necesaria, mas importante, que
cualquier planificación o medida de gobierno. También
servira que tengamos determinación para sacudirnos el pesimismo,
lo que nos permitira sostener el avance hacia una situación que
no sera ideal, pero que seguramente puede ser mejor.
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NOTAS
1 La mayor parte de la población de la provincia de Tierra del Fuego,
así como practicamente la totalidad de sus unidades productivas,
se asientan en los 21.000 km² queconforman la porción argentina de
la Isla Grande, a la que sus habitantes denominan, simplemente, “la
isla”. Sobre su costa sur esta ubicada la
capital histórica, Ushuaia, mientras que en la zona norte se halla Río Grande, la ciudad
mas poblada. Sólo existe otra localidad urbana, la pequeña Tolhuin, en el centro de la isla.
2 En 1948, el Ministerio de Marina celebró un
contrato con una empresa constructora italiana, para la realización de
diversas obras públicas en Ushuaia. La contratista debía llevar a
cabo las tareas con personal propio, que reclutó en su país de origen. El primer contingente llegó a Ushuaia el 28
de octubre de 1948, mientras que el 6 de septiembre de 1949 arribó otro
grupo, conformado principalmente por esposas e hijos de los que habían
llegado el año anterior.
3 Adam Smith y David Ricardo, los principales exponentes de esta escuela,
escribieron entre fines del Siglo XVIII y principios del siguiente.
4 La situación geografica de Tierra del Fuego en el extremo sur
argentino, determina que sus pobladores suelan aludir al resto del país, simplemente, como “el
norte”.
5 A principios de 2001 el gobierno del presidente Eduardo Duhalde dispuso una
devaluación de mas del 70% del peso argentino, llevando la
paridad “uno a uno” que había estado vigente por diez
años, a $ 1,40 por dólar. Al poco tiempo, estableció un
mecanismo de flotación del tipo de
cambio, como
consecuencia de lo cual el dólar llegó a cotizarse a $ 4.-,
aunque hacia mediados de ese año se ubicó en torno a un valor de
$ 3.- que se ha mantenido hasta la actualidad.