sCUÁLES
SON LOS FACTORES DE RIESGO DE UN ACCIDENTE CEREBROVASCULAR?
Los accidentes cerebrovasculares o ictus son actualmente uno de los problemas
más importantes de salud pública en nuestro país, ya que más de 100.000
españoles se ven afectados cada año por este tipo de enfermedades que
constituyen la primera causa de invalidez permanente y segunda de muerte entre
la población adulta en España. Se calcula que cada seis minutos una persona
sufre una trombosis cerebral, una embolia o un derrame cerebral.
Edad y sexo
Personas mayores. Las personas con un riesgo mayor de ACV son las personas
mayores, especialmente aquellas con presión arterial elevada, sedentarios, con
sobrepeso, fumadores o diabéticos. La edad avanzada está también vinculada con
un índice mayor de demencia post apoplejía. En los grupos de mayor edad, los
estudios son variados al respecto de los ACV según el sexo. Las mujeres pueden
tener un riesgo mayor de ACV hemorrágico que los hombres.
Algunos han revelado que hay más mujeres que fallecen por ACV, aunque un
análisis canadiense del 2000 de casi 45.000 registros de pacientes afirmó que,
aunque los hombres mayores recibían un tratamiento más agresivo, las mujeres
ancianas tenía una ligera ventaja en la supervivencia un año después de un ACV.
Adultos jóvenes. Tampoco son inmunes las personas más jóvenes; un 28% de los
pacientes tienen menos de 65 años. Los accidentes cerebrovasculares en personas
más jóvenes afectan por igual a hombres y mujeres.
Presión arterial alta (Hipertensión)
La presión arterial alta (conocida como
hipertensión) esuno de los factores causantes del 70% de los casos de ACV. De hecho, los
investigadores han calculado que casi la mitad de los ACV podrían evitarse si
se controla bien la presión arterial. Se utilizan dos cifras para describir la
presión sanguínea:
La presión sistólica (la primera cifra, la más elevada) se mide cuando el
corazón se contrae para bombear la sangre.
La presión diastólica (la segunda cifra, la más baja) se mide cuando el corazón
se relaja a fin de permitir la entrada de sangre entre latido y latido. Al
parecer, una presión diastólica elevada comporta un riesgo considerable de ACV.
Fibrilación auricular
Cada vez es más frecuente esta alteración en el ritmo cardiaco, que en España
afecta a cerca del
10 por ciento de los mayores de 70 años y es responsable de la elevada tasa de
embolias cerebrales que se detecta en individuos de edad avanzada, sin lesión
cardiaca previa. Las mujeres con fibrilación auricular corren un riesgo mayor
de ACV que los hombres con este trastorno. La fibrilación auricular puede
suponer también un riesgo mayor de complicaciones tras una embolia.
Tabaco
Las personas que fuman un paquete al día tienen casi un riesgo de 2 veces y
media más de riesgo de ACV que los que no fuman. Los factores específicos de un
riesgo mayor de ACV en fumadores incluyen lo siguiente:
Fumadores empedernidos
Fumadores actuales. El riesgo puede seguir siendo elevado durante 14 años
después de dejar e fumar.
Las mujeres fumadores que toman anticonceptivos orales
Dejar el tabaco reduce significativamente el riesgo. En un estudio, los ex
fumadores tenían casi el mismo riesgo que aquellaspersonas que nunca había
fumado.
Diabetes y resistencia a la insulina
La diabetes es un factor de riesgo importante de la embolia isquémica, tal vez
debida a los factores de riesgo acompañantes, como obesidad e hipertensión
arterial. Los estudios han implicado también la resistencia a la insulina, que
suele producirse en diabéticos insulinodependientes, como factor independiente
en la aparición de la aterosclerosis y la embolia. Con este trastorno, los
niveles de insulina son de normales a elevados, pero el cuerpo es incapaz de
usar con normalidad la insulina para metabolizar el azúcar en sangre. El cuerpo
compensa al elevar el nivel de insulina (hiperinsulinemia), que puede, a su
vez, aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos y reducir niveles HDL (forma beneficiosa
de colesterol). La diabetes no parece aumentar el riesgo de una embolia
hemorrágica. [Para más información, ver el
capítulo de la enciclopedia sobre Diabetes Tipo II].
Obesidad y sedentarismo
La obesidad se asocia con la embolia, principalmente porque el sobrepeso
refleja la presencia de otros factores de riesgo, incluyendo resistencia a la insulina y diabetes,
hipertensión arterial y niveles de colesterol poco saludables. El peso que se
centra en torno al abdomen (el sobrepeso denominado en forma de manzana) tiene
una mayor asociación con la embolia, como también con la enfermedad
cardiovascular, que el peso distribuido entorno de las caderas (en forma de
pera).
Homocisteína y deficiencias de vitamina B
Los niveles anormales en sangre del aminoácido
homocisteína, que se producen con deficiencias de vitamina B6, B12, y ácido
fólico, estánfuertemente vinculados a un aumento del riesgo de enfermedad de las arterias
coronarias y de un accidente cerebrovascular. Algunos expertos creen que la
homocisteína es un factor de riesgo importante de embolia, seguido sólo por la
hipertensión arterial. La homocisteína parece ser tóxica para las células que
recubren las arterias y que contribuyen a la coagulación sanguínea.
Colesterol y otros lípidos
Aunque un exceso del
colesterol 'malo' tiene gran importancia en la aterosclerosis que
provoca la enfermedad cardíaca, su importancia en la embolia está menos clara.
Distintos factores del
colesterol pueden tener efectos diferentes:
Los estudios indican que las HDL (lipoproteína de alta densidad, considerada
colesterol saludable) tal vez ayude en la prevención de apoplejías isquémicas e
incluso reduzca el riesgo de ACV causado por hemorragia. Por ejemplo, en un
estudio del 2000, con los niveles de colesterol HDL más elevados tenían un 32%
menos de riesgo de embolia que los hombres con los niveles de HDL más
bajos.
En contraste con este lípido, la lipoproteína a y la apoE son lípidos
(moléculas grasas) que parecen aumentar el riesgo de apoplejía. La lipoproteína
a presenta una estructura similar a la de la LDL y transporta una proteína que
puede obstaculizar la habilidad del
cuerpo de disolver coágulos de sangre.
Son pocas las pruebas que señalan la presencia de niveles elevados de
colesterol y LDL (el considerado colesterol perjudicial) como desencadenantes de ACV isquémicos; de
hecho, un nivel bajo de colesterol puede constituir un factor de riesgo de
apoplejía hemorrágica. Según un estudio realizado en1999, existe una asociación
entre la presencia de LDL y un riesgo elevado de demencia tras un accidente
cerebrovascular.
Abuso de drogas, alcohol y café
Alcohol. El abuso desmesurado de alcohol, especialmente un historial
reciente de alcoholismo, se asocia con un riesgo elevado de ACV isquémico y
hemorrágico. Sin embargo, algunos estudios han indicado que el consumo moderado
de alcohol (de una a siete copas por semana) está asociado con un riesgo
considerablemente más bajo de apoplejía isquémica, aunque no de apoplejía
hemorrágica.
Café. Algunos estudios sugieren que tomar tres o más tazas de café al día
podría aumentar el riesgo de ACV en hombres mayores con hipertensión. Al
parecer, el café no comporta ningún peligro en el caso de hombres con una
presión arterial normal.
Abuso de drogas. El abuso de drogas, especialmente en el caso de la cocaína y,
cada vez más, de la metanfetamina (una anfetamina), constituye un factor
importante de riesgo en la incidencia de casos de apoplejía entre los jóvenes.
Los esteroides utilizados para la tonificación del cuerpo también aumentan el riesgo.
Factores genéticos y congénitos
La genética puede ser responsable de la mayor parte de los casos de ACV. Los
estudios indican que la existencia de una historia familiar de apoplejía,
especialmente en el padre, constituye un factor de riesgo importante.
Genética y hemorragia subaracnoidea. Los factores genéticos son
especialmente importantes en el caso de hemorragia subaracnoidea, siendo la
causa del 7%
al 20% de los casos. Los aneurismas fisurados que presentan dichos pacientes
suelen aparecer a una edad más temprana, sermenores, y presentar una
probabilidad de recidiva más elevada que en el caso de pacientes sin dicha
condición genética. Un estudio realizado con personas que habían sufrido
hemorragias subaracnoideas detectó que los parientes más cercanos de los
pacientes con apoplejía presentaban un riesgo elevado que oscilaba entre el 2%
y el 5%. Algunos expertos recomiendan realizar pruebas de detección en personas
con más de un familiar cercano que haya sufrido una embolia hemorrágica.
Trastornos hereditarios que contribuyen al ACV. Algunos casos de fibrilación
auricular pueden ser hereditarios. Las alteraciones genéticas también están
asociadas con ACV producidos por hemorragia; entre éstas se incluyen la
enfermedad poliquística renal, el síndrome de Ehlers-Danlos tipo IV, la
neurofibromatosis tipo 1 y el síndrome de Marfan. Se recomienda realizar
pruebas para la detección de posibles aneurismas en aquellas personas con más
de un pariente cercano que haya sufrido un ACV hemorrágico.
Factores genéticos específicos que están siendo investigados. Se están
investigando determinados factores genéticos específicos. Algunos de ellos son
los siguientes:
El déficit congénito de los factores denominados proteína C y S, factores, que
inhiben la coagulación de la sangre, puede ser la causante de ACV en adultos
jóvenes, aunque un estudio indica que no es importante.
Una mutación genética del
factor V Leiden puede estar relacionada con riesgo de coagulación
sanguínea.
Las personas que han heredado un gen llamado apolipoproteina (Apo)
E-4 pueden correr un mayor riesgo de ACV. Este gen está también asociado con el
de laenfermedad de Alzheimer. Se requieren, no obstante, más estudios.
Enfermedad cardiaca y sus tratamientos
La enfermedad cardiaca y los ACV están fuertemente relacionados por muchos
motivos:
A menudo tienen en común factores de riesgo, incluyendo una presión arterial
alta y la diabetes.
El riesgo de ACV aumenta durante las intervenciones quirúrgicas que implican
cirugía en las arterias coronarias, tales como
operaciones de bypass aorto coronario, angioplastia y arteriectomía coronaria.
El peligro es mayor en aquellas personas que presentan factores de riesgo de
ACV, como
presión sanguínea alta, diabetes y soplos carotídeos. Los fármacos
antitrombóticos (substancias disolventes de coágulos) y otros anticoagulantes
que se utilizan en el tratamiento de infartos de miocardio también aumentan
ligeramente el riesgo de ACV hemorrágico.
Un infarto de miocardio por sí sólo ya aumenta el riesgo de ACV; el peligro es
aún mayor durante los primeros días tras un ataque, aunque sigue sin ser
demasiado elevado. Aquellos que presentan más riesgo son las personas mayores y
las personas que sufren también insuficiencia cardiaca congestiva.
Se cree que el prolapso de la válvula mitral constituye una de las causas
principales de apoplejía entre los jóvenes, pero aún no se ha investigado
adecuadamente tal conexión. Un estudio de 1999 no proporciona prueba alguna que
confirme que una anomalía cardíaca leve tenga algún tipo de efecto en la
aparición de un caso de ACV.
Factores mentales y emocionales
Estrés. En algunas personas, el estrés mental prolongado o frecuente causa un
aumento exagerado de la presión arterial; con el tiempo,este efecto ha sido
vinculado con un engrosamiento de las arterias carótidas. De hecho, una serie
de estudios han descubierto una asociación entre el estrés mental prolongado y
un estrechamiento progresivo de la carótida.
Depresión. La depresión también se ha vinculado a un riesgo más elevado de
apoplejía e índices de supervivencia inferiores después de sufrir una. En un
estudio del 2000, los pacientes con depresión grave tenían un riesgo de un 73%
más de ACV y aquellos con depresión moderada tenían un 25% de riesgo más que la
media.
Migraña y factores de riesgo asociados
Los estudios han descubierto que la migraña o el dolor de cabeza grave es un
factor de riesgo de ACV tanto en hombres como
en mujeres, especialmente antes de los 50. De hecho, la migraña se asocia con
un 19% de todas las ACV. Hay que destacar que muchas personas con migraña
presentan un riesgo bajo, un 2.7% para las mujeres y un 4.6% para hombres,
según un estudio. Las mujeres del
estudio corrían un riesgo mayor entre 45 y 65 años y los hombres antes de los
45. En ambos sexos, el riesgo disminuía con la edad.
Los anticonceptivos orales se añaden al riesgo de ACV en mujeres jóvenes con
migraña, pero sólo que aquellas personas que sufren auras. Fumar intensifica
este riesgo.
Infecciones
Los informes han indicado durante algún tiempo que determinadas bacterias y
virus pueden tener importancia en la aterosclerosis y enfermedad cardiaca,
provocando generalmente una respuesta inflamatoria en las arterias. Pueden
funcionar también mecanismos similares con un ACV. Algunas pruebas que vinculan
infecciones con los ACV son las siguientes:Infecciones pulmonares. En dos
estudios del
2000, la infección crónica con Chlamydia pneumoniae, un microorganismo no
bacteriano que causa una leve neumonía en adultos se relacionaba con un aumento
de riesgo de ACV. Uno de los estudios revelaba un engrosamiento de las paredes
internas de los vasos de las arterias carótidas en pacientes portadores del microorganismo. La
Chlamydia también ha sido vinculada con la enfermedad cardiaca.
Un estudio del
1998 descubrió que los pacientes hospitalizados por ACV eran tres veces más
propensos que los pacientes que no habían sufrido una apoplejía de haber estado
expuesto recientemente a las infecciones, normalmente infecciones leves en el
aparato respiratorio.
Enfermedad periodontal. La enfermedad periodontal ha sido asociada con un mayor
riesgo de apoplejía y enfermedad cardiaca. Las bacterias que causan
periodontitis pueden estimular factores que causan coagulación sanguínea y
otras proteínas que contribuyen a un riesgo más elevado.
Virus Varicela Zóster. El virus varicela zóster (virus causante de la varicela
y el herpes) ha sido asociado a la vasculitis cerebral, trastorno en que los
vasos sanguíneos del
cerebro se inflaman. Es una causa de ACV en niños. El virus se ha asociado también
con algunos casos de ACV en adultos jóvenes.
Otras factores asociados
Una serie de trastornos y situaciones puede contribuir al riesgo de ACV:
La apnea del
sueño, que puede contribuir al estrechamiento de la arteria carótida, parece
aumentar el riesgo de ACV multiplicándolo por tres e incluso por seis.
El embarazo comporta un riesgo mínimo de apoplejía, principalmente se da
enmujeres embarazadas con presión arterial alta o a aquellas a las que se les
practica una cesárea. El riesgo parece ser mayor durante los períodos
posteriores al parto, tal vez debido al cambio repentino de la circulación y del nivel de
hormonas.
Casi un 40% de jóvenes con ACV y un 10% de todos los pacientes con apoplejía
tienen componentes del sistema inmunitario conocidos como anticuerpos
antifosfolípido que aumentan las probabilidades de coagulación sanguínea.
Las personas con anemia falciforme corren riesgo de ACV a una edad temprana.
Otros factores de riesgo generales
Momento del día. Como
el ataque cardiaco y la muerte cardiaca repentina, el ACV parece ser más común
en las horas de la mañana, algo que tal vez se deba a un aumento transitorio de
la presión arterial en ese momento. Distintos estudios apuntan a un riesgo más
elevado de ACV los fines de semana, los lunes y en vacaciones. El riesgo de
embolia hemorrágica también puede ser mayor en invierno, especialmente en
personas mayores hipertensas.