RECOMENDACIONES
PARA PERSONAS ADULTAS Y PREVENCIÓN DE LA
TRANSMISIÓN VERTICAL
1.
Problemas abordados
1.1. Tratamiento antiretroviral en adultos a) b) c) d) e) f)
Exámenes basales, monitoreo de pacientes sin TAR y en terapia Manejo de la
infección primaria sCuándo se debe iniciar TAR? sCon
qué iniciar TAR? sQué antiretrovirales o combinaciones
no es aconsejable usarmsegún la evidencia? TAR en situaciones
especiales: 1. Mujeres en edad fértil 2. Pacientes en tratamiento antituberculoso Pacientes
con coinfección con virus hepatitis 4. Nefropatía asociada a
VIH 5. Otras condiciones asociadas a VIH Interrupciones de TAR Uso de test de resistencia
Cambio de TAR por fracasoCambio de TAR por toxicidad
1.2. Prevención de la transmisión vertical del VIH a)
b) c) d) e) f) g) h) i) j) k) sQué exámenes efectuar en embarazadas y cuándo
derivar? sCuándo iniciar TAR en embarazadas? sCon qué iniciar TAR? Monitoreo de la embarazada en TAR sQué
antiretrovirales o combinaciones no usar durante el
embarazo? Vía del parto Antiretrovirales durante el
parto o cesárea Lactancia materna Antiretrovirales al recién nacido sQué hacer
en diferentes escenarios? sQué hacer con la embarazada VIH+ con amenaza de
parto prematuro o con rotura prematura de membranas?
2. Síntesis de la evidencia, recomendaciones y nivel de evidencia
2.1. Tratamiento antiretroviral en adultos a. Exámenes basales, monitoreo de
pacientes sin TAR y en terapia El diagnóstico de infección por VIH se efectúa
mediante la determinación de anticuerpos específicos contra el virus, mediante
técnica de ELISA y posterior confirmación de esta por medio de Inmunofluorescencia,
Inmunoblot (LIA) y,eventualmente reacción de polimerasa en cadena (PCR). Las
evaluaciones clínica y de laboratorio están orientadas a determinar el grado de
inmunodepresión y nivel de CV, la presencia de co-infecciones y co-morbilidades
y la existencia de factores de riesgo cardiovascular, con el objetivo de
determinar el estado de avance de la enfermedad y la necesidad de
intervenciones terapéuticas. Se recomienda efectuar a todos los pacientes que
ingresan a control comomínimo las siguientes determinaciones de laboratorio
(Nivel de evidencia: AIII): - Hemograma y VHS - Glicemia - Creatininemia -
Orina completa - Pruebas hepáticas - Estudio de Lípidos (Colesterol total, HDL,
LDL, Triglicéridos) - Recuento de linfocitos CD4 - Carga viral VIH - VDRL o RPR
- HBsAg y de acuerdo a disponibilidad, anticore para virus Hepatitis B (VHB) y
serología para virus Hepatitis C (VHC) - IgG Toxoplasma gondii - Serología para
Trypanosoma cruzii (Enfermedad de Chagas) - PPD - Papanicolau (PAP) a todas las
mujeres - Rx de Tórax Los pacientes que no cumplan con criterios para iniciar
TAR deben ser monitorizados cada 6 meses con recuento de linfocitos CD4 si su
recuento basal es mayor de 500 células/ mm Si el recuento de linfocitos CD4 es
menor de 500 células/ mm3 se deben monitorizar cada 3 o 4 meses (Nivel de
evidencia: AIII). En pacientes con recuento de linfocitos CD4 mayor a 350
células/ mm3, y que por tanto no tienen indicación de TAR, no se recomienda la
medición rutinaria de CV, la que sólo debe volver a solicitarse antes del
inicio de terapia (Nivel de evidencia: BIII). Todos los pacientes deben tener un VDRL o RPR al menos una vez al año (Nivel de evidencia:
BIII). Todas las mujeres deben tener al menos un PAP
anual (Nivel de evidencia: AIII). En aquellos pacientes que inicien TAR se
deben efectuar al menos los siguientes exámenes de laboratorio (Nivel de
evidencia: AIII): - Primer mes: Hemograma y VHS, pruebas hepáticas, glicemia,
estudio de lípidos. Aquellos con insuficiencia renal basal o que reciban
Tenofovir deben ser monitorizados con creatininemia yorina completa. - Tercer
mes: Hemograma y VHS, pruebas hepáticas, glicemia, estudio de lípidos, recuento
de linfocitos CD4 y CV.
En pacientes con TAR exitosa, se debe efectuar cada 4-6 meses: Hemograma y VHS,
recuento de linfocitos CD4 y CV y al menos 1 vez al año: pruebas hepáticas,
estudio de lípidos, glicemia, creatininemia, orina completa, VDRL o RPR y PAP
en las mujeres. En pacientes que vayan a iniciar
tratamiento con Abacavir se debe determinar HLA-B*5701.
b. Manejo de la infección primaria Un 40-90 % de los
pacientes que adquieren VIH tienen, en un plazo de 2 a 6 semanas,
manifestaciones clínicas diversas que en su conjunto se denominan síndrome
retroviral agudo (16). La mayor parte de las veces el cuadro no es reconocido como
tal, pero eso está en disminución y se sospecha con mayor frecuencia. Por otra parte, se puede diagnosticar oportunamente con técnicas
diferentes de los exámenes serológicos tradicionales (17).
Adicionalmente, dada la mayor frecuencia de tamizaje de infección por VIH
también hay un creciente número de personas en quienes, con o sin síndrome
retroviral agudo, se puede documentar una seroconversión reciente, inferior a 6
meses. Se planteó inicialmente el potencial beneficio de iniciar TAR en estas
personas con el objetivo de erradicar la infección, lo que se probó imposible.
Posteriormente se ha planteado que un tratamiento
precoz podría retardar la progresión al establecer un nivel de replicación
viral y deCV más bajo que sin tratamiento y por tanto una menor declinación del recuento de CD4.
Recientemente se ha descrito que la infección VIH produce una depleción precoz
e irreversible del tejido linfoide del tubo digestivo (GALT) que permite la
translocación de productos bacterianos y la activación del sistema inmune que
conduce a la depleción de linfocitos CD4 circulantes. El inicio de la TAR antes
de la destrucción del GALT podría tener por tanto
consecuencias beneficiosas (18). Sin embargo, los beneficios a largo plazo del
tratamiento de la infección primaria no han sido probados y no hay consenso en
iniciar TAR en este contexto, por lo que en general se recomienda hacerlo
solamente en el marco de ensayos clínicos que agreguen más información sobre el
eventual beneficio de esta intervención. Se ha planteado que en pacientes con
documentación serológica o virológica de infección por VIH y síndrome
retroviral agudo severo y prolongado o en aquellos con manifestaciones
neurológicas significativas como parte de este cuadro se puede
considerar el tratamiento antiretroviral tradicional. En pacientes con
recuentos CD4 persistentemente menores de 350 células/ mm3 luego de tres meses
de evolución también se puede plantear inicio de terapia. La duración del
tratamiento en caso de implementarlo también ha sido materia de controversia,
pero actualmente se considera que debe ser permanente. No se recomienda el
inicio de TAR en la infección primaria en forma rutinaria (Nivel de evidencia
DI). En casos excepcionales como los descritos se puede
considerar el inicio de TAR, efectuando consejeríaadicional al paciente y
solicitando su consentimiento informado (Nivel de evidencia: BII).
c. Cuándo iniciar TAR Los ARV son altamente eficaces en lograr CV indetectable,
posibilitar la recuperación de los recuentos CD4 y de las funciones inmunes con
lo que disminuyen significativamente la morbimortalidad por VIH/ SIDA y mejoran
la calidad de vida de los pacientes (19, 20, 21). Sus principales limitaciones
son los efectos colaterales y la aparición de resistencia viral, lo que ha hecho recomendar en
guías anteriores la postergación del
inicio de la terapia hasta declinación de los recuentos CD4 a 200 o menos
células/ mm3 o bien hasta la aparición de síntomas de inmunodeficiencia. Estudios
recientes muestran un aumento progresivo de la eficacia y durabilidad de la
supresión viral, junto con mejores perfiles de seguridad de las terapias ( 21). Además se cuenta con nuevos ARV que permiten
suprimir eficazmente la replicación de virus resistentes a las drogas
tradicionales y ha surgido evidencia del impacto de la TAR en
comorbilidades específicas a niveles más altos de CD4. El
recuento de CD4 al inicio de la TAR es el factor individual más estrechamente
asociado a progresión y muerte. La elevada tasa de progresión a SIDA y
muerte en pacientes con recuentos CD4 menores de 200 células/ mm3 sin TAR y
diferentes estudios de cohorte que muestran el impacto de las terapias en
reducir la morbimortalidad en este grupo de pacientes constituyen
evidenciasuficiente para recomendar el inicio de TAR en pacientes con CD4
inferiores a 200 células/ mm3 y/ o con síntomas de inmunodeficiencia (6, 22,
23). En el subgrupo de pacientes con recuentos inferiores a 100 células/ mm3 al
inicio de la TAR, la mortalidad en TAR es aún mayor, sin embargo una proporción
significativa de estos pacientes logra una adecuada recuperación inmune y
accede a los beneficios de largo plazo de la TAR (24, 25). La evidencia del
beneficio de la TAR en pacientes con recuentos CD4 superiores a 200 células/
mm3 es en general menos sólida, sin embargo estudios recientes, incluyendo uno
que agrupó 13 cohortes europeas y norteamericanas, han demostrado menor
mortalidad y riesgo de progresión a SIDA con el inicio de TAR con CD4 entre 200
y 350 células/ mm3 (26,27). En la Cohorte Chilena de SIDA, con 649 pacientes
con seguimiento a 3 años se demostró un riesgo global de progresión a SIDA y
muerte de 20% en pacientes que iniciaron TAR con recuentos CD4 inferiores a 100
células/ mm3, sin embargo no se observaron diferencias significativas en el
riesgo de progresión y muerte entre pacientes asintomáticos que iniciaban TAR
con CD4 entre 100 y 200 células/ mm3 y aquellos que lo hacían con recuentos
mayores a 200 células/ mm El estudio SMART demostró, con un diseño prospectivo
y randomizado, que el subgrupo de pacientes sin tratamiento previo que difería
el inicio de TAR hasta que los recuentos CD4 cayeran por debajo de 250 células/
mm3 presentaba mayor mortalidad que el que iniciaba con CD4 mayores de 350
células/ mm3 (7, 28). En la actualidad diferentes guías clínicasrecomiendan el
inicio de TAR con recuentos CD4 inferiores a 350 células/ mm3, reconociendo que
el beneficio de la TAR en pacientes que inician con CD4 entre 200 y 350
células/ mm3 es menos marcado y la evidencia menos sólida, que en aquellos que
lo hacen con menos de 200 células/ mm Cabe destacar que más importante para el
éxito de la TAR es, sin embargo, el diagnóstico oportuno de la infección VIH
para evitar casos de infección avanzada, sintomática etapa C y/ o con CD4
menores a 100 células/ mm3 que se asocian a elevadas tasas de progresión a SIDA
y mortalidad en TAR, lo que está todavía lejos de lograrse en Chile y en países
desarrollados (29, 30).
Las bajas tasas de progresión a SIDA sin TAR con CD4 superiores a 350 células/
mm3 no justifican en general el inicio de TAR en estos pacientes, sin embargo existe
evidencia reciente de reducción del riesgo de muerte con el inicio del
tratamiento con recuentos CD4 entre 350 y 500 células/ mm3 (31). Si bien la
reducción de la mortalidad por VIH/ SIDA se debe principalmente a la
disminución de eventos de SIDA en pacientes con recuentos CD4 bajo 200 células/
mm3 que inician TAR, ha aumentado la importancia relativa de otras patologías
entre las causas de muerte. En pacientes con recuentos CD4 entre 200 y 350
células/ mm3, los eventos no oportunistas sobrepasan largamente las
enfermedades oportunistas definitorias de SIDA (32, 33). Estudios
observacionales con elevado número de pacientes y seguimientosprolongados han reportado mayor incidencia de varios tipos de cáncer
estudiados en comparación con personas sin infección por VIH. El riesgo de cáncer anal y linfoma de Hodgkin, entre otros, en
personas con VIH era significativamente mayor a menores recuentos de CD4 (34,
35). La supresión viral con el inicio de TAR podría reducir el riesgo de
linfoma en pacientes con CD4 mayores de 200 células/ mm El estudio SMART
confirmó en forma prospectiva que menos del 10% de las muertes en pacientes con
infección VIH se debieron a progresión a SIDA predominando la mortalidad por
cáncer, enfermedades hepáticas y eventos cardiovasculares en pacientes con
interrupciones de terapia en rangos altos de CD4 (28, 36). Diferentes estudios han demostrado el impacto directo del VIH en los marcadores
de inflamación, coagulación y activación endotelial, como asimismo en el grosor de la íntima arterial.
El inicio de TAR controla estas alteraciones reduciendo significativamente el
riesgo de eventos cardiovasculares, a pesar del impacto de
algunos ARV en el síndrome metabólico. (37, 38) La recuperación inmunológica
que se logra al suprimir la replicación viral se acompaña de un
aumento en los recuentos de linfocitos CD4 circulantes. Los pacientes que
inician TAR con recuentos CD4 más altos alcanzan recuentos CD4 finales más
elevados, sin embargo la velocidad de recuperación es similar en todos los grupos
y los beneficios clínicos de la TAR se observan aún con aumentos modestos de
los recuentos CD4, en la medida que se logre la supresión completa de la
replicación viral (5, 39, 40, 41). La disponibilidadde ARV de mayor eficacia va acompañada de dosificaciones más convenientes y de menos
efectos colaterales. A pesar de ello, la toxicidad de corto y
largo plazo continúa siendo la principal causa de término de TAR en estudios de
cohorte extranjeros y en la Cohorte Chilena de SIDA (8, 29). El temor a
la toxicidad acumulativa de los ARV fue un argumento para diferir el inicio de
TAR, sin embargo se ha demostrado riesgo similar e incluso menor para algunas
toxicidades de largo plazo como anemia, neuropatía periférica y redistribución
grasa con inicio de TAR con CD4 mayores de 200 células/mm3 respecto de los
pacientes que la inician con CD4 menores de 200 células/ mm3 (42). La TAR ha
demostrado, además, una costo – efectividad superior a la de varias
intervenciones terapéuticas con un aumento en la expectativa de vida de los
pacientes en TAR superior a 13 años. También se debe tener en cuenta el
potencial impacto beneficioso del inicio de TAR en el riesgo de
transmisión del
Ministerio de Salud Subsecretaría de Salud Pública VIH. Se ha demostrado la
relación entre CV y riesgo de transmisión del VIH como
asimismo la reducción con el uso de TAR de la transmisión del VIH en parejas
discordantes (43, 44). La eventual reducción en la transmisión contribuye
adicionalmente a la elevada costo efectividad de la terapia antiretroviral
(45). Finalmente, el inicio de TAR con frecuencia se difiere frente a
enfermedades oportunistas activas por la posibilidad de exacerbar las
manifestaciones inflamatorias de laenfermedad como consecuencia de
la reconstitución inmune. Un estudio reciente ha demostrado, sin embargo, que
el inicio de TAR dentro de las 2 semanas siguientes al diagnóstico de una
infección oportunista se asocia a menor incidencia de progresión y muerte en
TAR, sin aumentar el riesgo de toxicidad o síndrome de reconstitución respecto
del inicio diferido después de 4 semanas desde la infección. Esta evidencia
requiere confirmación por cuanto se trata de un número
relativamente pequeño de pacientes y sólo involucra algunas patologías
oportunistas (46). En resumen, la mayor eficacia y seguridad de las terapias
antiretrovirales actuales, el menor riesgo de resistencia y la existencia de
nuevas opciones de tratamiento para pacientes con fracaso, la menor toxicidad
de los antiretrovirales con CD4 más altos, la reducción del riesgo de cáncer,
eventos cardiovasculares y, eventualmente de eventos de SIDA y mortalidad son
factores que hacen aconsejable el inicio más precoz de la TAR en pacientes con
infección por VIH en control. Se debe, además, hacer esfuerzos por el
diagnóstico oportuno de la infección por VIH para evitar el inicio de TAR en
estadíos extremadamente avanzados de la enfermedad con el consiguiente riesgo
de progresión y muerte pese a TAR. Se recomienda el inicio de TAR a todos los
adultos con infección crónica VIH que presentan alguna de las siguientes
situaciones: - Enfermedad oportunista de etapa C, independientemente del
recuento de CD4 (Nivel de evidencia: AII). En esta Guía se incluye la tuberculosis
pulmonar como
enfermedad C que amerita inicio de TAR, - En pacientesasintomáticos o con
manifestaciones de etapa B que tengan recuentos de linfocitos CD4 menores de
350 células/ mm3 (Nivel de evidencia: AI). Con recuentos de CD4 entre 200 y 350
células/ mm3 se debe contar con 2 mediciones consecutivas bajo 350 células/ mm3
(estas mediciones se deben realizar con 1 mes de diferencia) mientras que con
recuentos inferiores a 200 células/ mm3 basta con 1 determinación (Nivel de
evidencia: BIII). - Los pacientes con CD4 menor de 200 células/ mm3 deben
además iniciar profilaxis de la neumonía por Pneumocystis jiroveci con
Cotrimoxazol o Dapsona y mantenerla hasta que el recuento CD4 supere las 200
células/ mm3 y la Carga Viral sea indetectable (Nivel de evidencia: AI) - En
los pacientes con CD4 menor de 100 células/ mm3, que son aquellos que presentan
el mayor riesgo de progresión y muerte, la TAR con esquema de primera línea
debe iniciarse precozmente (dentro de 7 días desde la indicación médica) (Nivel
de evidencia: AII). Si los recuentos CD4 son inferiores a 50 células/ mm3, se
debe iniciar, además de la profilaxis de Pneumocystis jiroveci, profilaxis de
infección por micobacterias atípicas con Azitromicina (Nivel de evidencia: AII)
d. Con qué iniciar TAR En Chile al año 2009 se encuentran disponibles 19 drogas
antiretrovirales para el tratamiento de la infección por VIH. Los ARV se clasifican de acuerdo al mecanismo de acción mediante el
cual impiden la replicación viral. Se dispone de 6 Inhibidores de la
enzimatranscriptasa reversa (TR) de tipo nucleósidos y nucleótidos (INTR), 3
Inhibidores de la enzima transcriptasa reversa no nucleósidos (INNTR), 7
Inhibidores de la enzima proteasa (IP), 2 Inhibidores de entrada y 1 Inhibidor
de la enzima integrasa (II) (Anexo 3). Las combinaciones de drogas
antiretrovirales que han demostrado mayor eficacia son
aquellas que combinan 2 INTR con 1 INNTR o con 1 IP. Dentro de los INTR, las
drogas más utilizadas como tratamiento inicial son Zidovudina (AZT), Abacavir,
Didanosina (ddI), Tenofovir (TDF), Emtricitabina (FTC) y Lamivudina (3TC). Además existen algunas asociaciones de nucleósidos coformulados.
Lamivudina y Emtricitabina, además de TDF, comparten actividad antiviral sobre
VIH y Virus de Hepatitis B y seleccionan la misma mutación de resistencia en la TR
(M184V). La presencia de la mutación M184V aumenta la susceptibilidad del virus
a AZT, Estavudina (d4T) y TDF y produce una leve disminución de la
susceptibilidad a ddI y Abacavir. La combinación de AZT con 3TC es eficaz y
segura ( . AZT y d4T, ambos análogos de Timidina,
pueden producir toxicidad mitocondrial en especial lipoatrofia, sin embargo este riesgo es significativamente mayor con d4T que con AZT.
Zidovudina también puede producir intolerancia
gastrointestinal, anemia y neutropenia. Cuando existe
neutropenia basal no debe utilizarse AZT. La existencia de anemia basal
no contraindica necesariamente el uso de Zidovudina (48
pero obliga a una monitorización estrecha de los niveles de hemoglobina/
hematocrito luego del
inicio de la TAR. La combinación de Abacavir con 3TC ha demostradoigual
eficacia que la de AZT con 3TC, observándose un mayor aumento de linfocitos CD4
en el grupo Abacavir - 3TC (49), sin embargo Abacavir tiene el riesgo de
producir una reacción de hipersensibilidad grave, por lo que se recomienda
efectuar la determinación de HLA-B* 5701, que identifica el principal gen
asociado a la reacción y permite predecir el riesgo de presentarla, antes de
utilizar esta droga (50). Estudios recientes mostrarían un
mayor riesgo de presentar infarto agudo del
miocardio durante los primeros 6 meses de terapia en pacientes que utilizan
Abacavir, pero se requiere de mayores estudios para confirmar este hallazgo
(37). El estudio Gilead 934
demostró que la combinación de TDF con FTC tiene una mayor eficacia virológica
que AZT con 3TC (51). El mismo estudio mostró que más sujetos en la rama AZT - 3TC desarrollaron pérdida de grasa en
extremidades y anemia a las 144 semanas de seguimiento. La combinación de
Abacavir y 3TC tiene igual eficacia que TDF y FTC, aunque un estudio reciente
mostró menor eficacia de la combinación Abacavir/ 3TC en pacientes con CV
basales mayores de 100.000 copias/ ml (ACTG5202). La seguridad cardiovascular
de Abacavir se analiza en el punto j) de este
capítulo. Tenofovir puede producir daño renal, por lo que se debe utilizar con
precaución en pacientes con insuficiencia renal preexistente y se debe
monitorizar la función renal en todos los pacientes que lo reciban (Anexo 4).
La tercera droga del
esquema de TAR puede ser un INNTR o un IP. Los INNTR
disponibles en Chile
son Nevirapina (NVP) y Efavirenz (EFV) a los que se agregaráEtravirina.
Nevirapina puede producir toxicidad hepática grave y reacciones de
hipersensibilidad y en el estudio 2NN no alcanzó los criterios necesarios para
demostrar no inferioridad con respecto a EFV, por lo que se prefiere este
último como primera línea de tratamiento (52), sin embargo puede ser una
alternativa en mujeres en edad fértil o embarazadas con recuentos de CD4
menores a 250 células/ mm3 o en casos de toxicidad o contraindicación de EFV.
Varios estudios han mostrado que Efavirenz tiene
eficacia equivalente o superior a los IP. Efavirenz ha demostrado ser superior a Indinavir, Lopinavir/ ritonavir y Nelfinavir e igualmente
eficaz que Atazanavir (53, 54). Efavirenz puede producir efectos adversos a
nivel del sistema nervioso central, rash cutáneo y en el estudio ACTG 5142 en
asociación con INTR se asoció con mayor lipoatrofia comparado con Lopinavir/
ritonavir. Además se ha asociado con malformaciones del tubo neural en
primates, por lo que no debe usarse en mujeres embarazadas y debe utilizarse
con precaución en mujeres en edad fértil. Ambos INNTR tiene una baja barrera
genética para el desarrollo de resistencia
y existe un riesgo creciente de resistencia
primaria a esta familia de antiretrovirales, el que puede ser relevante en
mujeres que hayan recibido previamente Nevirapina para prevención de
transmisión vertical. Efavirenz ha sido utilizado con éxito en Chile como primera línea de tratamiento
antiretroviral, demostrando ser una drogasegura y durable en el tiempo (29).
Los inhibidores de proteasa disponibles en Chile son Ritonavir (RTV o r),
Indinavir (IDV), Lopinavir/ ritonavir (LPV/r), Saquinavir (SQV), Fosamprenavir
(FPV), Atazanavir (ATV) y Darunavir (DRV). Ritonavir ya no se utiliza como ARV
debido a su mala tolerancia gastrointestinal pero es un potente inhibidor de la
isoenzima 3A4 del citocromo p450, por lo que la adición de esta droga a otros
IP en dosis de 100 a 200 mgs/ día aumenta considerablemente sus niveles
plasmáticos (IP reforzados o “boosted”), lo que se asocia con un aumento de la
eficacia virológica y disminución del riesgo de desarrollo de resistencia. La
mayoría de los IP, con la excepción de ATV, puede producir distintos grados de
dislipidemia e intolerancia a la glucosa. Indinavir produce con frecuencia
intolerancia digestiva y alteraciones de piel y fanéreos. Indinavir y ATV
pueden producir hiperbilirrubinemia indirecta y nefrolitiasis, siendo esta
última mucho menos frecuente con el segundo. En los casos en que se utilice
ATV/r se requiere de un pH gástrico ácido para su disolución, por lo que se
debe evitar el uso de drogas que aumenten el pH gástrico, en especial los
inhibidores de la bomba de protones, que no deben utilizarse en dosis que
excedan el equivalente a 20 mg de Omeprazol al menos 12 horas antes de ingerir
el inhibidor de proteasa. Existen varios estudios
randomizados comparativos entre IP reforzados en pacientes vírgenes a tratamiento.
El estudio CASTLE incluyó a 883 pacientes que fueron
randomizados a recibir ATV/r o LPV/r, ambos en combinación con TDF/ FTC. A las
48semanas no hubo diferencias significativas en eficacia virológica o
inmunológica, pero los pacientes del
grupo ATV/r tuvieron mas hiperbilirrubinemia indirecta y los del grupo LPV/r tuvieron niveles más
elevados de colesterol y triglicéridos (54). En el estudio KLEAN, 878 pacientes
fueron randomizados a recibir FPV/r (700/ 100 mgs dos veces al día) o LPV/r,
ambos en combinación con ABC/ 3TC. A las 48 semanas de seguimiento no hubo
diferencias en eficacia virológica o inmunológica ni
en la frecuencia de eventos adversos (55). En el estudio
ALERT, 106 pacientes fueron randomizados a recibir ATV/r o FPV/r (1400/ 100 mg
al día). A las 24 semanas no hubo diferencias en
eficacia virológica o inmunológica (56). En el estudio
GEMINI, 337 pacientes fueron randomizados a recibir SQV/r (1000/ 100 mgs dos
veces al día) o LPV/r. A las 24 semanas no hubo diferencias
en eficacia virológica o inmunológica (57). En el estudio ARTEMIS con
689 pacientes vírgenes a tratamiento randomizados Darunavir demostró no inferioridad
respecto de Lopinavir comparando favorablemente en seguridad, en pacientes con
CV basal > 100.000 copias/ ml y frente a baja adherencia (58, 59). Por su
eficacia contra virus resistentes a otros IP es
recomendable reservarlo para ser utilizado en pacientes que hayan fracasado a
estos ARV (60). También se ha comparado ATV no reforzado con ATV/r,
observándose que sin Ritonavir y en dosis de 400 mgs/ día, ATV no aumenta los
niveles de lípidos pero seasocia a una mayor tasa de fracaso virológico y desarrollo
de resistencia que cuando se utiliza en asociación con Ritonavir (61). Se
recomiendan como
esquema de inicio de TAR en pacientes sin exposición previa a ARV
La combinación de Zidovudina y Lamivudina, Abacavir y Lamivudina, previa
determinación de HLA-B*5701, o bien de Tenofovir con FTC (Nivel de evidencia:
AI) o de TDF con 3TC (Nivel de evidencia: BIII). La combinación TDF – FTC es de
elección en pacientes coinfectados con el virus de la Hepatitis B (VHB) (Nivel
de evidencia: AIII). Efavirenz como
tercera droga del
esquema antiretroviral. También se puede utilizar como tercera droga
(en orden alfabético): Atazanavir/ ritonavir, Fosamprenavir/ ritonavir o
Lopinavir/ ritonavir (Nivel de evidencia: AI). En mujeres en edad fértil que no
utilicen un método anticonceptivo confiable y en
pacientes con patología psiquiátrica grave se debe evitar el uso de EFV y
preferir un IP reforzado o Nevirapina (Nivel de evidencia: EIII). Es
contraindicación relativa para el uso de Efavirenz el
trabajo en sistema de turnos. En pacientes con elevado riesgo cardiovascular se
recomienda evitar el uso de Abacavir y de IP
reforzados, pudiendo utilizarse EFV, Nevirapina o Atazanavir (Nivel de
evidencia: DII).
e. Qué antiretrovirales o combinaciones no usar Existe abundante evidencia que
demuestra la elevada eficacia de las combinaciones de 3 ARV, usualmente 2 INTR
con 1 INNTR ó 1 IP, en suprimir sostenidamente la replicación viral a niveles
indetectables, permitiendo la recuperación inmunológica y clínica de los
pacientes, reduciendo laletalidad del VIH (21, 22, 23). Antes del uso
generalizado de las terapias con 3 drogas se utilizaron tratamientos con 1 ó 2
ARV con resultados modestos y transitorios en el control de la replicación, la
recuperación inmune y la morbimortalidad (62). Recientemente ciertos esquemas
con 1 ó 2 ARV, 1 IP sólo o combinado con 1 INTR o con 1 INNTR, han demostrado
eficacia virológica, similar o levemente inferior a la de los esquemas
convencionales de 3 ARV, en pacientes sin tratamientos previos, sin embargo se
ha observado mayor incidencia de efectos colaterales y mutaciones de
resistencia (53) o persistencia de niveles bajos de replicación viral (63, 64).
Ns 63 También se ha estudiado la simplificación de TAR convencionales en éxito
virológico a monoterapia con IP con resultados promisorios. Entre los esquemas
de primera línea también se ha evaluado el uso de
combinaciones de 3 INTR (65), sin embargo la eficacia ha resultado inferior que
la de los esquemas convencionales, especialmente en pacientes con CV basales
elevadas, por lo que su uso sólo se considera en situaciones especiales.
El uso de Ritonavir en dosis baja, 100 a 200 mgs/ día,
inhibe la glicoproteína p y el citocromo CYP3A4 con lo que aumenta los niveles
plasmáticos de Atazanavir, Darunavir, Fosamprenavir, Indinavir, Lopinavir o
Saquinavir, mejorando la farmacocinética de estos IP. Este efecto “booster”
aumenta la eficacia de los IP y reduce la aparición de mutaciones de
resistencia, por lo que engeneral siempre se recomienda que la administración
de 1 IP se acompañe de dosis bajas de Ritonavir (66) . En la actualidad sólo
Atazanavir en dosis de 400 mgs/ día y Fosamprenavir en dosis de 1.400 mgs cada
12 horas pueden, eventualmente en situaciones especiales, utilizarse sin
“booster” si bien en general se prefiere su uso reforzado. Por otra parte el uso de Ritonavir en dosis completa de 600 mgs cada 12 horas
no ofrece ventajas sobre otros IP y se asocia a menor tolerancia y más impacto
negativo en el perfil metabólico. El uso de 2 IP ó 2 INNTR en esquemas de
primera línea no ha demostrado similar eficacia a los esquemas convencionales y
se acompaña con mayor frecuencia de efectos colaterales (52) Finalmente la
utilización conjunta de 2 INTR análogos del mismo nucleósido ha demostrado
mínimo efecto aditivo o francamente antagónico, además de perfiles similares de
resistencia. Es el caso de la asociación de AZT con d4T y de 3TC con FTC (67, 68). La asociación de 2 análogos de adenosina como Tenofovir y ddI ha sido más
utilizada clínicamente y, si bien algunos estudios han demostrado eficacia
similar a la de otras combinaciones de INTR, existen múltiples reportes de
mayor tasa de fracaso y resistencia, así como de menor recuperación
inmunológica (69). Otra combinación de INTR que, en la actualidad no se
recomienda es la de d4T – ddI que, a pesar de ser eficaz, se asocia a elevada
toxicidad, especialmente mitocondrial con neuropatía periférica, pancreatitis y
acidosis láctica (70). No se recomienda: El uso de mono o biterapias en el
tratamiento de la infección crónica por VIH(Nivel de evidencia: EII) En general
el inicio de TAR con esquemas de 3 INTR (Nivel de evidencia: DI) El uso de IP
no acompañados de Ritonavir en dosis bajas, con excepción de Atazanavir o
Fosamprenavir en situaciones especiales (Nivel de evidencia: EI) En ningún caso
el uso de Ritonavir como ARV en dosis completa (Nivel de evidencia: EIII) En
ningún caso el uso de 2 IP o 2 INNTR en esquemas de primera línea (Nivel de
evidencia: EI) No se recomienda el uso de las siguientes combinaciones de INTR
(Nivel de evidencia: EII): AZT – d4T 3TC – FTC TDF – ddI d4T – ddI
f. TAR en situaciones especiales Si bien las recomendaciones de criterios de
inicio de TAR y combinaciones de ARV a utilizar aplican para la generalidad de
los pacientes, existen situaciones que ameritan consideraciones especiales.
1. Mujeres en edad fértil A fines de 2007, las mujeres representan el 50% de
todos los adultos que viven con VIH en el mundo y el 59% en Africa
Subsahariana. En Latinoamérica, cerca del 30 por ciento de los adultos
que viven con VIH/SIDA son mujeres. Los menores de 25 años
representan el 45% de las nuevas infecciones por VIH a nivel mundial. La
epidemia se propagó inicialmente entre trabajadoras sexuales y entre hombres que tienen sexo con hombres, pero en años recientes
se ha diseminado a la población general. En el mundo y en algunos países de
Sudamérica, el sexo heterosexual representa la principal vía de transmisión del VIH (1). En nuestro país las mujeresrepresentan el 16 % del
total de casos (2).
La dependencia económica, material o social de los hombres muchas veces
significa que las mujeres no pueden controlar cuándo, con quién y en qué
circunstancias mantienen relaciones sexuales. Sin duda alguna la recomendación
inicial es el uso correcto del
preservativo u otro método anticonceptivo eficaz, así como la consejería preconcepcional en mujeres
con o sin parejas con infección por VIH. Sin embargo se ha observado que 49% de
las mujeres tiene embarazos no planificados y este
porcentaje es mayor en el tramo entre los 15- 24 años. (70% aproximadamente)
(71). Estas cifras nos deben hacer concentrar nuestros esfuerzos en el adecuado
manejo de la TAR en la mujer en edad fértil por la eventualidad de que se
embarace, para minimizar el riesgo de transmisión de VIH, de toxicidad de los
ARV y el riesgo adicional para el feto durante la organogénesis. El período de
mayor vulnerabilidad fetal es el de la organogénesis, tempranamente durante la gestación, antes incluso de que el embarazo sea
reconocido, por lo que es necesaria la administración de ARV seguros en mujeres
en edad fértil por la eventualidad de un embarazo no planificado. Los estudios
realizados con las distintas drogas antiretrovirales así como el registro de los embarazos expuestos a
éstas nos permiten tener conocimiento de la seguridad de su uso en este período
y efectuar las siguientes recomendaciones Los
fármacos no recomendados en mujeres en edad fértil sin un
método anticonceptivo seguro son: Efavirenz y d4T. (Nivel de evidencia: EII)
Los fármacos con poca evidenciade seguridad en embarazo son: Tenofovir,
Enfuvirtida, Atazanavir, Fosamprenavir, Darunavir, Raltegravir, Etravirina,
Maraviroc, por lo que no se recomienda su uso de
rutina en mujeres en edad fértil, salvo que el beneficio de uso sea mayor que
el riesgo. (Nivel de evidencia: DII) Los fármacos sin riesgo demostrado en
embarazo son: Zidovudina, Lamivudina, Abacavir, Nevirapina (con CD4 menor a 250
células por mm3), Lopinavir/ritonavir, Saquinavir/ritonavir.
En mujeres en edad fértil las combinaciones recomendadas son: AZT – 3TC o
Abacavir – 3TC con Lopinavir/ritonavir, Nevirapina o Saquinavir/ ritonavir.
(Nivel de evidencia: AII)
Ministerio de Salud Subsecretaría de Salud Pública
2.
Pacientes en tratamiento antituberculoso Entre las comorbilidades de mayor
trascendencia en pacientes con VIH está la infección por Mycobacterium
tuberculosis. La infección tuberculosa latente tiene alrededor de un 10% de riesgo de reactivación y enfermedad tuberculosa
durante la vida de un adulto inmunocompetente. En el caso de la infección por
VIH este riesgo es muchísimo mayor y puede llegar a
10% anual (72). La primoinfección o reinfección tuberculosa rara vez deriva a
corto plazo en enfermedad tuberculosa en adultos inmunocompetentes. Sin embargo por diversas causas en inmunodeprimidos, especialmente
por infección VIH, esta progresión es mucho más frecuente. Estudios de
la Cohorte Chilena de SIDA han establecido que la tasa
de tuberculosis en pacientes VIH atendidos en el sistema público es 100-200
veces mayor que enla población general (73). Se observó que el 10 a 12% de la
población VIH tenía enfermedad tuberculosa, ya sea antes del diagnóstico de
la infección retroviral, concomitantemente o después. En los últimos años,
luego de la aplicación del programa de acceso expandido a
TAR, se ha observado un descenso en esta tasa. La monoterapia con Isoniacida es
altamente efectiva durante la infección latente y su
aplicación probablemente ha contribuido a este descenso por lo que hay consenso
en que está indicada por 9 meses cuando hay infección tuberculosa sin
evidencias de enfermedad activa.
El tratamiento concomitante de ambas infecciones presenta
varios problemas. En primer lugar ambas requieren tratamientos
complejos, con combinaciones de medicamentos que frecuentemente son mal
tolerados o causan efectos adversos, incluida la alergia, y el inicio
simultáneo puede dificultar la evaluación de éstos y la identificación del
o los medicamentos causales. Por otra parte la Rifampicina, droga fundamental
en el tratamiento antituberculoso, es potente inductor hepático del
citocromo p450 y de las enzimas UGT1A1. Esta inducción se traduce en aumento
del catabolismo de muchas drogas y, en el caso particular de los ARV, esto
afecta a los IP, reforzados o no con ritonavir, los INNTR e incluso a miembros
de las nuevas familias de ARV, como por ejemplo Raltegravir y Maraviroc (74).
Estas interacciones pueden resultar en dosis subterapéuticas de IP y variables
de INNTR por lo que el uso concomitante de Rifampicina
e IP está contraindicado, no así con Rifabutina que produce menos inducción
enzimáticapero no está disponible en Chile. Con INNTR la interacción es
menor y es posible usar Rifampicina y Efavirenz o Nevirapina
con o sin modificar la dosis de los últimos. Finalmente, en tuberculosis como en otras infecciones en
inmunosuprimidos, se puede producir una exacerbación clínica de la enfermedad
con la recuperación del
estado inmune y de la capacidad de respuesta inflamatoria previamente
debilitada. La TAR puede inducir esta recuperación y producir el cuadro clínico
del
síndrome de reconstitución inmune (SRI) en casos de coexistencia de
tuberculosis, incluso con tratamiento antituberculoso. A mayor inmunodepresión inicial
y mayor recuperación inmune inducida por TAR, mayor frecuencia y severidad del
fenómeno (75). Todo esto ha llevado a que frente a la comorbilidad se deba ser
cauto con la selección tanto del
tratamiento para ambas condiciones como
la oportunidad de su inicio. Frente a la coinfección activa debe primar el
inicio a la brevedad del tratamiento de la tuberculosis.
El momento de la iniciación de la TAR no está
completamente definido y es tema de controversia.
El tratamiento de la tuberculosis debe ajustarse a los mismos principios
generales que en el resto de la población (Nivel de evidencia: AI). En casos de diagnóstico de tuberculosis en pacientes en TAR, se
recomienda mantener la TAR e iniciar tratamiento antituberculoso de inmediato.
Dado que la Rifampicina es pieza fundamental del tratamiento antituberculoso, ésta debe
formarparte del
tratamiento y no se deben incluir IP en la TAR por lo que, si el paciente los
estaba recibiendo, debe cambiarse a Efavirenz o Nevirapina en dosis habitual.
De no ser posible el cambio del IP, Rifampicina debe
ser sustituida por Rifabutina (Nivel de evidencia: AII). En pacientes sin TAR
al momento del
diagnóstico de tuberculosis, se recomienda iniciar tratamiento antituberculoso
estándar de inmediato. El momento de inicio de TAR es
controversial. Se debe sopesar el riesgo de progresión
de la infección por VIH con el riesgo de aparición de SRI. 3 Pacientes
con bajo riesgo de progresión (CD4 > 200 células/ mm )
pueden iniciar TAR luego de 8 semanas de tratamiento antituberculoso, al
momento de pasar a la fase bisemanal. En pacientes con mayor inmunodepresión se
recomienda iniciar TAR más precozmente, pero no antes de 2 semanas de
tratamiento antituberculoso, con estricto control clínico para detectar
precozmente SRI (Nivel de evidencia: BI).
Pacientes con coinfección con virus
hepatitis La infección por VHB es más frecuente en la población VIH que en la
población general, especialmente en varones homo/ bisexuales. En Chile entre el
25% y el 43% de las personas con VIH tiene marcadores de exposición a VHB (76,
77). La cronicidad de la infección por virus B es también más frecuente que en
la población general con un 6,1% a un 8,3% de portadores crónicos de VHB entre
pacientes VIH que inician TAR (29, 77). La prevalencia de coinfección VIH/ VHC
es altamente variable con tasa entre un 2 % y un 5,3%
entre pacientes VIH que inician TAR en Chile (29, 77).
Lacoinfección VIH aumenta el riesgo de desarrollar infección crónica por ambos
virus hepatitis disminuyendo la probabilidad de clearance espontáneo y se
asocia a mayor replicación de los virus hepatitis y viremias más altas,
impactando negativamente la historia natural de las hepatitis crónicas B y C
con una evolución más rápida a la enfermedad hepática terminal y mayor riesgo
de carcinoma hepatocelular. El impacto de la infección crónica por virus
hepatitis en la historia natural de la infección por VIH es menos claro, sin
embargo hay más incidencia de hepatotoxicidad por antiretrovirales y de
síndrome inflamatorio de reconstitución inmune en coinfectados con un riesgo
más alto de descontinuación de TAR. Actualmente hay tratamientos disponibles
para la hepatitis B crónica con antivirales activos contra la polimerasa de VHB
que reducen la viremia VHB, mejoran parámetros bioquímicos y clínicos de la
hepatitis, pueden lograr la seroconversión de antígeno e y de HBsAg e incluso
inducir regresión de la fibrosis (78, 79). Algunos tienen acción exclusiva
sobre VHB y otros como
Lamivudina, Emtricitabina y Tenofovir tienen acción tanto contra VHB como VIH. En pacientes
coinfectados que requieran inicio de TAR, el esquema de antirretrovirales debe
incluir Tenofovir junto con Lamivudina o Emtricitabina más una tercera droga
antiretroviral, de manera de tener triple acción antiretroviral y doble acción
antihepatitis B, independiente de si la infección por VHB tienecriterios de
inicio de tratamiento debido a que, con frecuencia, el grado de actividad
histológica de la hepatitis B es mayor que el que permiten predecir los
marcadores bioquímicos y los pacientes coinfectados tienen un riesgo mayor de
fibrosis y cáncer. La inclusión de una sola droga con acción contra VHB tiene
eficacia similar pero se asocia a una tasa mayor de aparición de resistencia
de VHB, independiente de la eficacia antiretroviral (80). En casos de
coinfección sin criterios de inicio de TAR en que haya sólo indicación de
terapia antihepatitis B se ha evaluado el uso de drogas de acción exclusiva
contra VHB sin acción antirretroviral, como Interferón alfa pegilado,
Telbivudina, Adefovir en dosis de 10 mgs/ día o Entecavir, y postergar el
inicio de TAR, pero se pueden comprometer opciones futuras por aparición de
resistencia cruzada (81). Los criterios tradicionales de inicio de tratamiento
para VHB en monoinfectados, basados en niveles de transaminasas, antígeno e y
ADN – VHB, son más amplios en coinfectados y en general se recomienda tratar en
base a los niveles de ADN – VHB, independiente de HBe y transaminasas. Se debe
considerar el inicio de terapia antiretroviral completa, que incluya al menos 2
drogas activas contra VHB, aunque el paciente no reúna criterios clínico –
inmunológicos de inicio de TAR. La interrupción de la terapia, especialmente de
los antivirales de acción mixta, puede asociarse a un
deterioro de las pruebas hepáticas y/ o reactivación de hepatitis clínica. La
duración del
tratamiento de la hepatitis B no está definida, excepto cuando se
lograseroconversión y, en general en coinfectados, debe considerarse de por
vida. En caso de fracaso de la TAR y resistencia a uno o más de los ARV con
acción antihepatitis B, deben introducirse las drogas nuevas necesarias para
tener 3 drogas ARV efectivas sin suspender los antivirales activos contra VHB
si no están fracasando, lo que puede significar el uso simultáneo de 4 o 5 drogas.
El tratamiento actual de la hepatitis C es la asociación de
Interferon pegilado y Ribavirina, análogo de guanosina de baja potencia
antiviral. Es prolongado, tiene eficacia subóptima, efectos colaterales
importantes, alto costo y requiere administración subcutánea del
Interferon, sin embargo los pacientes que logran respuesta virológica sostenida
(RVS) logran erradicar el VHC. Desafortunadamente en pacientes coinfectados con
VIH los resultados son inferiores (82, 83, 84) , especialmente con genotipo 1
en que alcanza entre 14 y 29% de RVS, por lo que se han usado dosis más altas
de Ribavirina y períodos más prolongados de tratamiento. Por
otra parte, los efectos colaterales son mayores en particular la anemia
inducida por Ribavirina que se ve favorecida por la mayor incidencia de anemia
basal o inducida por AZT. Otras interacciones entre la
TAR y el tratamiento de la hepatitis C también dificultan el manejo de
pacientes coinfectados. El ddI se asocia a mayor incidencia de
pancreatitis, acidosis láctica y descompensación hepática en pacientes que
reciben Ribavirina y los análogos de purinas, en particular Abacavir, pueden
antagonizar la Ribavirina conduciendo a menores tasas de RVS (85, 86).
La Ribavirina tiene además efectos teratogénicos durante
el embarazo Este efecto se mantiene pese a la suspensión del fármaco. hasta
4 meses después de la suspensión y en los hombres se ha observado eliminación del fármaco en el semen
hasta 7 meses después de suspendido. No hay estudios que demuestren la
seguridad de su uso durante la lactancia (87). En
pacientes con coinfección VIH/ VHB que cumplen criterios de inicio de TAR, el
esquema de tratamiento debe incluir 2 ARV activos contra virus hepatitis (TDF/
FTC), independiente de la presencia de criterios de inicio de tratamiento de
VHB. Se debe efectuar monitoreo frecuente de pruebas hepáticas (Nivel de
evidencia: AIII) Los pacientes coinfectados en TAR exitosa que incluye 3TC sin
otro antiviral activo contra VHB deben cambiar el otro INTR a TDF (Nivel de
evidencia: AIII) En pacientes que sólo requieran tratamiento de la infección
por VHB, igualmente se debe considerar el inicio de TAR con 3 drogas activas
contra VIH, incluyendo aquellas que se requieren para el tratamiento de VHB
(Nivel de evidencia: BIII). No se recomienda el tratamiento de VHB con
Peginterferon, Adefovir o Entecavir exclusivos (Nivel de evidencia: DIII) El
tratamiento de la hepatitis B, una vez iniciado, debe ser mantenido en forma
indefinida, excepto en los casos en que logre seroconversión de antígeno e
(Nivel de evidencia. AI). Los ARV con acción mixta
deben mantenerse aunque estén fracasando contra VIH. Los ajustes requeridos a
la TAR porfracaso virológico VIH deben considerar siempre la mantención de 2
drogas activas contra VHB si no ha habido seroconversión (Nivel de evidencia:
AI) El manejo de la coinfección VIH –VHB en embarazadas debe ser en base a los
mismos criterios y usando los mismos antivirales recomendados para la
coinfección en general (Nivel de evidencia: AIII) En pacientes coinfectados con
VHC que reciben Ribavirina, debe evitarse el uso de ddI, d4T y AZT. Abacavir
puede usarse con cautela (Nivel de evidencia: DII). Se recomienda la
combinación TDF/ FTC o TDF/ 3TC en el tratamiento antiretroviral de estos
pacientes (Nivel de evidencia: BII). Debe evitarse el embarazo en mujeres en
tratamiento con Ribavirina y hasta 4 meses después de suspendido. También debe
evitarse el embarazo si el hombre está en tratamiento con Ribavirina o la ha
recibido en los últimos 7 meses (nivel de evidencia AII
4. Nefropatía asociada a VIH Las alteraciones renales en pacientes infectados
por VIH son relativamente frecuentes y pueden deberse a múltiples causas que
incluyen drogadicción endovenosa, coexistencia con otras patologías infecciosas
como endocarditis,
sífilis, hepatitis B, comorbilidades crónicas como hipertensión arterial y diabetes
mellitus, nefrotoxicidad medicamentosa por aminoglucósidos, Tenofovir o
Indinavir, entre otros. La nefropatía asociada a VIH (NAVIH), patología
específica relacionada a la infección por VIH es causa principal de
insuficiencia renal crónica en pacientesVIH con ascendencia africana (88). No
se relaciona estrictamente con el nivel de inmunodepresión sino más bien con la
replicación viral activa y se caracteriza fundamentalmente por proteinuria
pudiendo llevar a síndrome nefrótico y deterioro de la función renal. La TAR
exitosa puede prevenir e incluso aminorar o revertir esta alteración.
También debe tenerse presente la nefrotoxicidad de algunos
ARV al elegir el esquema de TAR y, en particular, su grado de excreción renal.
La mayoría de los INTR se eliminan por esta vía lo que puede llevar a su
acumulación en presencia de insuficiencia renal, requiriendo ajuste de dosis
(Anexo 5). Se recomienda que, después del diagnóstico diferencial con otras
etiologías de daño renal, se inicie TAR con el objeto de controlar la
replicación viral en pacientes con NAVIH, independiente de los recuentos de CD4
(Nivel de evidencia: AI).
5. Otras condiciones asociadas a VIH Pese a que la mayoría de las condiciones
no indicadoras de etapa SIDA asociadas a VIH se acompañan de inmunodepresión y
tienen por tanto indicación de inicio de TAR, algunas condiciones de
significación clínica no necesariamente se presentan con enfermedad avanzada, como
por ejemplo endocarditis, sepsis y trombocitopenia. Esta última es consecuencia
generalmente de fenómenos autoinmunes asociados a VIH y puede revertir con TAR
exitosa (89).
Se recomienda el inicio de TAR en pacientes con trombocitopenia asociada a VIH
de significación clínica, independiente del estado inmune. (Nivel de
evidencia: BII). g. Interrupciones de TAR Dada la frecuente toxicidad de las
drogasantiretrovirales que puede llevar a menor adherencia y fracaso virológico
con desarrollo de resistencia, ha habido un número importante de ensayos
clínicos tendientes a evaluar si es posible suspender la TAR en forma
programada y temporal en aquellos pacientes en quienes se ha logrado supresión
de la replicación viral y recuperación significativa de los niveles de
inmunodepresión con el objeto de disminuir los efectos colaterales indeseados
de la TAR. Incluso se ha postulado que la reaparición de
niveles altos de VIH en sangre pudiera estimular la respuesta inmune.
Diversos ensayos clínicos mostraron resultados variables, sin embargo el
estudio SMART, el mayor en abordar este aspecto, con
varios miles de pacientes enrolados mostró inequívocamente que la suspensión de
TAR, aún con niveles de CD4 alejados de inmunodepresión significativa, es
deletérea para los pacientes con mayor morbilidad y mortalidad. Incluso
complicaciones hepáticas y cardiovasculares, habitualmente asociadas a la TAR,
fueron más frecuentes en el grupo de pacientes con suspensiones de TAR. Estos
eventos fueron atribuidos a la reaparición de replicación viral persistente, a
través de inducción de un estado de actividad
inflamatoria generalizada, con caída secundaria de CD4 (7, 28). Las interrupciones
programadas de la TAR no se recomiendan (Nivel de evidencia: AI). En el caso de
interrupciones temporales forzadas por patologías intercurrentes, toxicidades
severas, evaluación decausalidades de efectos adversos o alergia, interacciones
medicamentosas, se debe hacer el mayor esfuerzo para que la suspensión sea de
la menor duración posible En casos en que sea inevitable suspender
transitoriamente la TAR, debe hacerse de forma tal que no haya suspensión
simultánea de drogas de diferente vida media que pudiera determinar la
existencia de “monoterapia encubierta” con la droga de mayor vida media (INNTR)
y riesgo de desarrollo de resistencia (Nivel de evidencia: AII). h. Uso de test
de resistencia La resistencia a ARV con acción en la transcriptasa y en la
proteasa se presenta por la aparición de mutaciones a nivel del gen pol,
principalmente en el sitio de la transcriptasa reversa y en el de la proteasa
viral, que determinan una reducción en la susceptibilidad a las drogas de la
cepa viral del paciente, comparado con la cepa salvaje. La emergencia de resistencia
es un fenómeno irreversible, por lo que es de gran relevancia considerar el
historial de ARV del paciente antes de decidir un cambio terapéutico, ya que
las mutaciones se van acumulando, aun cuando no estén presentes en el último
estudio genotípico. La acumulación de resistencia a múltiples clases de
drogas puede dejar al paciente sin opciones de terapia efectiva, llevando a
progresión de la enfermedad y muerte (90). Las mutaciones de resistencia aparecen
frente a la presión selectiva de drogas y permanecen en la población viral. Los
tests genotípicos de resistencia
habituales detectan mutaciones si están presentes en más del 20% de la población viral. Cuando la
presión de las drogas es discontinuada,predomina la
cepa salvaje con mayor capacidad replicativa, con lo que las mutaciones pueden
representar menos del
20% y no ser detectadas por los estudios de genotipificación. Al reinstalar la
terapia con las drogas previamente usadas o con drogas con resistencia cruzada
con ellas se produce una rápida reaparición de las cepas mutantes y el fracaso
de la TAR. El test de genotipificación es un ensayo
basado en la amplificación genética, mediante PCR, de las regiones del genoma del virus
implicadas en el desarrollo de resistencia
(gen pol), para luego analizar su secuencia nucleotídica. De acuerdo al último
boletín de la International AIDS Society-USA las mutaciones de resistencia
relevantes son las siguientes (91): Para los INTR están las denominadas TAM (mutaciones
asociadas a los análogos de timidina): M41L, D67N, K70R, L210W, T215Y/F y
K219Q, las que son seleccionadas por AZT y d4T, drogas a las que confieren
principalmente resistencia, pero también presentan resistencia cruzada con todo
el grupo de los INTR, menos intenso para 3TC y FTC. Las TAM presentan un efecto acumulativo, por lo que se requiere la presencia
de 3 ó más de ellas para generar multirresistencia y, en el caso de TDF,
incluir mutaciones en las posiciones 41 o 210. Dentro de las mutaciones
específicas para INTR son de importancia la mutación K65R, asociada a
resistencia TDF pero también a casi todo el grupo, salvo a AZT y d4T; la
mutación L74V que confiere resistencia a ddI yAbacavir, y la mutación M184V que
induce resistencia a 3TC, FTC, y tiene un efecto modesto en Abacavir. Estas
tres mutaciones le otorgan hipersusceptibilidad a AZT.
El complejo de inserción en el codón 69 (69 ins) y el
de la Q151M confieren multirresistencia a todo el grupo de los NRTI, excepto el
TDF en el caso de la Q151M. En la familia de los INNTR, dada su baja barrera
genética, se requiere de una sola mutación para conferir multirresistencia: Y181C,
Y188L, K103N, entre otras. Etravirina mantiene actividad en presencia de 1 a 2
mutaciones de resistencia
a la familia, comprometiéndose su eficacia con la acumulación de 3 ó más
mutaciones. En particular la mutación K103N no confiere resistencia a esta
droga. Los IP presentan una alta barrera genética por
lo que generalmente es necesaria la presencia de más de tres mutaciones para
ocasionar multirresistencia. Las mutaciones más importantes
son V32I, M46I/L, I47A/V I50V, I54L/M/V, V82A/F/T/S, I84V/A/C Y L90M. En
cuanto a mutaciones específicas son de especial importancia la mutación I50L
con resistencia a
Atazanavir, la I50V a Fosamprenavir, la D30N a Nelfinavir, la I47A a Lopinavir
y la G48V que confiere resistencia
a Saquinavir. Lopinavir y Darunavir son los IP con mayor barrera genética de resistencia.
Los estudios fenotipicos, miden la capacidad del virus de proliferar,
frente a diferentes concentraciones de las drogas ARV. Las secuencias de los
genes de la proteasa y de la TR, derivado del RNA viral plasmático del paciente, son insertadas en cepas VIH de
laboratorio, ya sea por clonación o por recombinación in vitro. La
replicacióndel virus recombinante, a diferentes concentraciones de drogas, es
monitorizada y comparada con la replicación de la cepa VIH de referencia. Se
calcula la concentración de droga capaz de inhibir el 50% de la replicación
viral, la que se expresa como IC50, y se interpreta como 'fold
change', es decir el incremento de la IC50 en caso de resistencia. Estos
estudios no están disponibles en Chile, son más costosos, tienen mayor demora
en su ejecución, y dificultad en su interpretación en comparación con los
estudios de genotipificación, sin embargo en determinadas circunstancias son
complementarios a ellos y beneficiosos para el paciente. El test de resistencia
es de máxima utilidad en pacientes que están recibiendo TAR y en falla
virológica. Los estudios de genotipificación en pacientes con TAR suspendida no
son confiables por cuanto las mutaciones de resistencia pueden
no ser detectadas por el examen por el predominio de cepas salvajes. Se requieren más de 1.000 copias/ ml de virus para obtener material
genético suficiente para su realización. Cargas virales en TAR levemente
superiores a este umbral con frecuencia son
consecuencia de escapes transitorios de viremia (“blips”) (92) o de falla en la
adherencia a la TAR.
La indicación del
test de resistencia en pacientes vírgenes a
tratamiento depende de la prevalencia de resistencia
primaria en la población, recomendándose su uso rutinario cuando ésta supera al
5%. En la mayoría de las guíasinternacionales se recomienda el test de
genotipificación en pacientes sin exposición previa a
ARV hasta dos años después de la seroconversión. La indicación en pacientes con
infección crónica es discutida. Es importante señalar que ha habido una
tendencia a disminuir la resistencia
primaria en países desarrollados, siendo en Europa de 8 %
en promedio (93). En Chile
existen dos publicaciones que no avalan el uso del test de
genotipificación en pacientes sin exposición previa a ARV. El primer estudio
fue realizado en 60 pacientes, previo al acceso masivo a TAR en nuestra población
en 2001-2002, y no se encontró resistencia
primaria, sin embargo este estudio se realizó en pacientes con infección VIH
crónica que pueden ocultar mutaciones de resistencia
primaria (94). El segundo de ellos mostró resistencia en 3 pacientes de un universo
de 25, los que provenían de un nivel socioeconómico alto y tenían el
antecedente de un probable contagio en el extranjero (95). En la actualidad se
está evaluando en Chile la
prevalencia de resistencia
primaria en pacientes con seroconversión en los últimos 12 meses, lo que
pudiera eventualmente determinar un cambio en futuras recomendaciones. Se
recomienda la realización de estudio de genotipificación en: Falla virológica
primaria o secundaria en TAR en que la determinación de las mutaciones de resistencia
asociadas al fracaso permite maximizar el número de drogas sensibles en el
nuevo esquema. (Nivel de evidencia: AII) El examen debe realizarse sin
suspender la terapia y con dos CV en meses consecutivos superiores a 1.000
copias/ ml. (Nivel de evidencia: AII)No se recomienda la realización del
estudio de genotipificación: Después de 4 semanas de suspendida la TAR por
cuanto la población viral con mutaciones asociadas a resistencia pasan a ser
cuasiespecies minoritarias en ausencia de la presión selectiva de las drogas y
el test de resistencia sólo detecta cuasiespecies representativas de más del
20% de la población viral. (Nivel de evidencia: DII) En pacientes con carga
viral menor a 1.000 copias/ ml por cuanto el bajo nivel de HIV-RNA no permite
el análisis genético. Es relevante por tanto disponer de una
carga viral reciente (no más de 2 meses) al solicitar la genotipificación.
(Nivel de evidencia: EII) i. Cambio de TAR por fracaso En la actualidad, la
mayoría de los pacientes en TAR logra eficacia virológica sostenida con CV
indetectable por períodos mayores a 5 años (27). En la Cohorte Chilena de SIDA
más del 75% de los pacientes tiene CV < 400 copias/ ml a 3 años, aún en
casos con CV basal elevada que pueden tardar más en hacerse indetectables, y el
fracaso virológico representa menos del 15% de las causas de término de una TAR
(29). Sin embargo los pacientes que fracasan en lograr una supresión sostenida
de la replicación viral constituyen un problema
clínico relevante por estar más expuestos a deterioro inmunológico y progresión
clínica y por la reducción de las posibilidades terapéuticas que implica la
frecuente aparición de resistencia
viral en ellos, sin contar el riesgo potencial detransmisión de virus
resistentes a ARV. El desarrollo de nuevos ARV y nuevas familias de drogas que
actúan en blancos virales distintos de los clásicos, ha incrementado las
posibilidades de construir esquemas de tratamiento que logren supresión viral
completa en estos pacientes, con la consiguiente recuperación inmunológica y
clínica. Es importante por tanto definir el fracaso virológico, considerando
que en seguimientos exhaustivos de CV en pacientes en TAR exitosa se ha
demostrado que aproximadamente el 30% de ellos presenta episodios de viremia
detectable, generalmente de bajo nivel y transitoria, que no se asocia a
resistencia a ARV ni a deterioro inmunológico o clínico y que no constituye fracaso
de la TAR (96). No existe consenso en el nivel de CV detectable en TAR que
defina fracaso virológico y existen enfoques más agresivos que consideran CV
> 50 copias/ ml como falla virológica y otros que establecen el límite entre
1.000 y 5.000 copias/ ml, sin embargo es claro que se requieren 2 mediciones en
meses consecutivos con CV detectable para considerar fracaso por cuanto son
frecuentes las mediciones aisladas mayores de 50 copias y aún mayores de 1.000
copias/ ml que vuelven a ser indetectables en la siguiente medición,
probablemente por variaciones en el nivel de adherencia a TAR. El manejo óptimo
de la falla virológica requiere realizar estudios de resistencia viral y el nivel de ARN viral en
sangre necesario para poder efectuar los estudios convencionales de
genotipificación es de 1.000 copias/ ml por lo que cargas virales sobre este
nivel constituyen un límite razonable para ladefinición de fracaso virológico y
la realización de estudios de resistencia.
El fracaso virológico así definido puede ocurrir en forma primaria, vale decir
cuando no se logra la supresión de la replicación y hay CV repetidas mayores de
1.000 copias/ ml a los 6 meses de TAR, o bien en forma secundaria, cuando
reaparece CV > 1.000 copias/ ml después de haber logrado la indetectabilidad.
La mantención de una terapia en fracaso se asocia definidamente a la
acumulación de nuevas mutaciones de resistencia a las distintas
familias de ARV con la consiguiente reducción de las opciones terapéuticas
futuras y también se ha asociado a mayor mortalidad (90). Asimismo la adición
de una sola droga activa o el cambio de un ARV por
toxicidad en un esquema en fracaso constituye monoterapia secuencial y facilita
la aparición de resistencia.
En general es posible construir esquemas de TAR con 3 drogas activas en
pacientes con una primera falla virológica, especialmente si el cambio de
terapia se hace oportunamente, antes que se acumulen más mutaciones de
resistencia. Al igual que en la primera TAR, los esquemas con 4 drogas no han demostrado mayor eficacia que aquellos con 3 ARV
completamente activos. El inicio de una segunda TAR debe ir acompañado de una
evaluación y refuerzo de la adherencia a TAR, factor que incide de manera
significativa en el fracaso y la resistencia. Se deben preferir los ARV
de más fácil administración en cuanto al número de tabletas y de tomas diarias.
El escenario más frecuente es el fracaso de un primer esquema con 2 INTR y un
INNTR con mutaciones que dan resistenciacruzada para INNTR y resistencia
selectiva para ciertos INTR. En estos casos se deben seleccionar 2 INTR a los
cuales el virus es sensible en base al estudio de genotipificación, asociados a
un IP reforzado con Ritonavir. En los fracasos de esquemas con IP reforzados es
menos frecuente y extensa la resistencia
a INTR y con frecuencia no hay mutaciones mayores de resistencia
a IP (51, 97), por lo que en estos pacientes se pueden construir esquemas con 2
INTR y un IP reforzado diferente del
primero o con un INNTR. En pacientes con más de una terapia previa, la
construcción del
mejor esquema de tratamiento es más compleja y debe considerar la historia de
toxicidades previas y la acumulación de mutaciones de resistencia en las distintas
genotipificaciones. Algunas mutaciones pueden estar ocultas
en el último estudio, sin embargo permanecen archivadas en los reservorios
virales y reaparecen rápidamente con la presión selectiva de los ARV.
Antes de la introducción de las nuevas familias de ARV, frecuentemente era
necesario recurrir a la utilización de ARV parcialmente activos o a la
mantención de ciertos ARV como 3TC o FTC en presencia de la mutación M184V para
mantener la presión selectiva sobre un virus con capacidad replicativa
disminuida y evitar el rebote viral y deterioro inmunológico asociado a su
suspensión (98). De esta manera se construían esquemas de 4 ó más ARV para
lograr un Score cercano a 3, asignando Score 1 a las drogas completamenteactivas
y Score 0 a las parcialmente activas. También se han
utilizado esquema con 2 IP reforzados exclusivos o asociados a una sola droga
activa en la transcriptasa reversa que, en general, han mostrado mayor
toxicidad, potencia menor y respuesta virológica más lenta (99). Recientemente
se ha introducido en Chile Darunavir, un nuevo IP
activo frente a virus resistentes a los IP tradicionales, que ha demostrado
alta eficacia en pacientes experimentados con múltiples ARV en conjunto con
otras drogas activas (60, 100). Recientemente está disponible Etravirina, un
nuevo INNTR activo contra virus resistentes a otros INNTR, que demostró mayor
eficacia que placebo en los estudios DUET 1 y 2 en lograr CV < 50 copias/ ml
en 1.203 pacientes experimentados, usado conjuntamente con Darunavir y un
tratamiento de base optimizado (101, 102, 103). En el estudio TRIO en
desarrollo, en asociación con Darunavir y Raltegravir, logró eficacia del
90% a semana 24 en 103 pacientes muy experimentados (104). Además se cuenta con
nuevas familias de ARV que actúan sobre blancos virales diferentes de la
transcriptasa y la proteasa y por tanto son activos contra virus que presentan
mutaciones en los genes que codifican estas enzimas. Entre ellos destaca
Raltegravir, antagonista de la integrasa viral, de gran potencia y baja
toxicidad e interacciones farmacológicas, con eficacia superior a 60% en
pacientes con fracasos previos (105, 106). También se encuentra disponible en
Chile el primer antagonista de los correceptores CCR5, Maraviroc, con eficacia
del orden del 50% en pacientes con fracasos previos convirus con tropismo R5
(107). Desafortunadamente cerca del 50% de los pacientes
experimentados tienen tropismo viral dual mixto o X4 y no son candidatos para
el uso de Maraviroc. El uso de este ARV requiere la
determinación previa del
tropismo viral. Hace algún tiempo se encuentra disponible Enfuvirtida,
antagonista de fusión de uso subcutáneo, que fue el
primer ARV que mostró eficacia significativa en pacientes experimentados (108).
Cuando los nuevos ARV son usados en conjunto por primera vez en pacientes con
fracasos previos, se han logrado eficacias comparables a la primera TAR, lo que
ha llevado al concepto de que los pacientes multitratados son nuevos “naive” en
los cuales las utilización de 3 drogas activas puede llevar a eficacia similar
a la de la TAR en pacientes sin exposición previa a ARV. Por lo tanto la meta en ellos no es otra que lograr la indetectabilidad
duradera. En pacientes con extensa resistencia a ARV se debe procurar la
construcción de un esquema de TAR con 3 drogas activas en base al análisis
conjunto de los distintos estudios de resistencia. La combinación de ARV
tradicionales y nuevos a utilizar debe ser analizada caso a caso y basarse en
la recomendación de médicos expertos en el tema de la resistencia viral.
Se recomienda considerar fracaso virológico la presencia de 2 CV consecutivas
> 1.000 copias/ ml . (Nivel de evidencia: BIII)
Frente al fracaso virológico se debe construir un nuevo esquema de TAR que
contenga 3 drogascompletamente activas en base al estudio de resistencia viral,
los estudios previos de resistencia si los hubiere y la recomendación de
expertos (Nivel de evidencia: AI). Los 3 ARV deben ser de familias diferentes,
excepto si hay 2 INTR activos, y en lo posible el nuevo esquema debe contener
un IP reforzado (Nivel de evidencia: BII) Frente al fracaso, no debe retrasarse
el estudio de resistencia y el cambio de TAR, especialmente si el esquema en
fracaso contiene un INNTR (Nivel de evidencia: AII) El inicio de un nuevo
esquema de TAR después del fracaso siempre debe ir precedido del refuerzo de la
adherencia a TAR (Nivel de evidencia: AII) Cuando una TAR está en fracaso, no
debe agregarse un sola nueva droga activa ni cambiarse un solo ARV por
toxicidad (Nivel de evidencia: AI) El objetivo de la nueva TAR después del
fracaso es lograr CV < 80 copias/ ml y no se recomienda el uso de ARV contra
los cuales hay resistencia con el objeto de mantener presión selectiva, salvo
que no haya posibilidad de construir un régimen supresor (Nivel de evidencia:
BII) j. Cambio de TAR por toxicidad Efectos adversos han sido reportados para
todos los antiretrovirales disponibles, constituyen la principal causa de falta
de adherencia a TAR y son más importantes que el fracaso virológico como motivo
de suspensión o cambio de tratamiento. En Chile el 15,9% de los pacientes
requiere cambio de su primer esquema de TAR por toxicidad, siendo ésta la causa
del 47% de las suspensiones de tratamiento. Se observa
principalmente en los primeros meses de tratamiento. Las
principales toxicidades causantes desuspensión de tratamiento en Chile
son la toxicidad hematológica, rash cutáneo y toxicidad gastrointestinal (29).
Factores como género, medicamentos concomitantes, abuso de alcohol o
coinfección con virus hepatitis predisponen a ciertas toxicidades; las mujeres
son más susceptibles a la toxicidad hematológica, hepática, cutánea y
mitocondrial; los pacientes con abuso de alcohol o coinfección con virus
hepatitis son más susceptibles a toxicidad hepática. También deben considerarse
las interacciones entre ARV y con otras drogas como factores
favorecedores de toxicidad. Reacciones de hipersensibilidad: Prácticamente
todos los antiretrovirales pueden asociarse a reacciones de hipersensibilidad,
sin embargo los INNTR y el INTR Abacavir son lo que con mayor frecuencia
producen este efecto adverso. Dentro de los INNTR Nevirapina y con menor
frecuencia Efavirenz, pueden producir reacciones de hipersensibilidad cutáneas.
Rara vez producen un síndrome de Stevens-Johnson o
necrolísis epidérmica tóxica. Cuando aparece rash cutáneo por Efavirenz o
Nevirapina, si éste es leve, se puede intentar manejo con antihistamínicos H1,
pero si persiste o progresa, se debe suspender la
droga. La mayoría de los pacientes que desarrollan rash cutáneo con Nevirapina
no lo hacen con Efavirenz, por lo que puede intentarse este
cambio, pero no se recomienda probar NVP cuando ocurrió rash cutáneo con EFV.
La reacción de hipersensibilidad a Abacavir se ha
sospechado en el 4% de lapoblación chilena infectada con VIH y expuesta a la
droga. Es un cuadro sistémico y grave que aparece como promedio a los 9 días
del inicio de la droga y que se caracteriza por la aparición de fiebre, rash
cutáneo, nauseas, vómitos, mialgias, diarrea, dolor abdominal y si no es
reconocido y tratado a tiempo puede evolucionar al shock, distress respiratorio
y eventualmente la muerte. Se asocia con la presencia del
HLA B* 5701, por lo que se recomienda su determinación antes de iniciar
Abacavir. Pacientes sin HLA B* 5701 no tienen riesgo de presentar reacción de
esta reacción. En pacientes que han presentado una
hipersensibilidad, la re-exposición desencadena el cuadro de inmediato y puede
producir la muerte. Se han descrito reacciones de
hipersensibilidad con mucha menor frecuencia con APV, FPV, DRV, AZT, ddI, IDV,
LPV/r y ATV. Efectos sobre el sistema nervioso central (SNC) y periférico
(SNP): Efectos sobre SNC: El uso del INNTR Efavirenz se asocia en más del 50 %
de los casos con la aparición de somnolencia, insomnio, sueños vívidos, mareos,
alteración de la capacidad de concentración y ocasionalmente síntomas
depresivos, alucinaciones o agravación de cuadros psiquiátricos pre-existentes.
Los síntomas aparecen dentro de los primeros días desde el
inicio de EFV y en la mayoría de los casos se atenúan o desaparecen dentro de 2
a 4 semanas. Los pacientes con mayor riesgo de presentarlos son aquellos
con patología psiquiátrica de base o de raza negra. Se recomienda tomar la
droga al momento acostarse y con estómago vacío lo que disminuye las
concentraciones de la droga en plasma y SNC.Muy rara vez es necesario cambiar
EFV por esta causa. Efectos sobre SNP: El uso de d4T y
con menor frecuencia de ddI se puede asociar con la aparición de una
polineuropatía periférica que aparece semanas a meses luego del inicio de TAR y que se manifiesta por
adormecimiento y parestesias de pies pudiendo evolucionar a neuropatía dolorosa
de pies y pantorrillas. Rara vez se comprometen extremidades
superiores, puede ser muy invalidante y en ocasiones irreversible. Los factores de riesgo más importantes son neuropatía preexistente
e infección avanzada por VIH. El tratamiento incluye el reemplazo de la
droga causal por un ARV sin riesgo de toxicidad
mitocondrial y el uso de tratamiento farmacológico con Gabapentina,
Amitriptilina, Pregabalina y/o analgésicos. Hepatotoxicidad: Se ha descrito en
relación al uso de Nevirapina, Estavudina y varios IP
incluyendo Tipranavir (no disponible en Chile), DRV y Ritonavir. Varios
otros ARV pueden producir aumento asintomático de transaminasas o bilirrubina
indirecta como
en el caso de IDV y ATV. El cuadro más grave es la Insuficiencia hepática aguda
asociada a Nevirapina que se presenta con mucho mayor frecuencia en mujeres con
recuentos de CD4 antes del inicio de NVP mayores a 250 cél/mm3 (11% versus 0.9%
con recuentos < 250 cél/mm3) o en hombres con recuentos de CD4 > 400 cél/mm3
(6.3% versus 2.3 % con recuentos < 400 cél/mm3). El cuadro clínico se
caracteriza por la presencia de nauseas, vómitos, mialgias,dolor abdominal,
rash cutáneo en el 50 % de los casos y puede progresar a insuficiencia hepática
fulminante con encefalopatía. Dislipidemia: Todos los inhibidores de proteasa
con la excepción de ATV y los ITR (INTR e INNTR), excepto Tenofovir y
Nevirapina, pueden producir elevación de niveles de
lípidos séricos. Los IP se asocian con aumento de colesterol total y LDL y de
triglicéridos. Los ITR producen predominantemente
hipertrigliceridemia. El factor de riesgo conocido más importante es la
presencia de dislipidemia antes del inicio de TAR. Cuando se observa esta complicación, se debe evaluar e intentar
modificar los factores de riesgo cardiovascular. Se
debe efectuar modificaciones en el estilo de vida por medio de dieta, ejercicio
y suspensión de tabaquismo cuando existe. Si no se
logran cambios significativos en el nivel de lípidos, se debe adicionar terapia
farmacológica. Si el riesgo cardiovascular es elevado o el manejo de la
dislipidemia es difícil se debe considerar el cambio a
ARV que no produzcan dislipidemia. En el caso en que predomine la
hipercolesterolemia, se debe utilizar estatinas como Atorvastatina,
Pravastatina o Rosuvastatina. No se debe utilizar Lovastatina ni Simvastatina, porque los niveles plasmáticos de estos se
elevan en forma considerable al utilizarlos en combinación con IP. Si no hay
respuesta satisfactoria a estatinas, se debe considerar el uso
de Ezetimibe y Acido Nicotínico. Si lo que predomina es la
hipertrigliceridemia, se debe utilizar fibratos como Gemfibrozilo o
Fenofibrato. Cuando se inician estas drogas se debe controlar la respuesta
altratamiento dentro de las próximas 4-8 semanas con estudio de lípidos,
pruebas hepáticas y niveles de CPK por el riesgo de rabdomiolisis asociado a estas drogas. Resistencia
insulínica/ diabetes mellitus: Los inhibidores de proteasa se han asociado con el desarrollo de intolerancia a la glucosa
o diabetes mellitus (DM). El factor de riesgo más importante es la presencia de
hiperglicemia basal o historia familiar de DM. Se presenta luego de semanas o
meses del
inicio de TAR. Se manifiesta por los síntomas clásicos de la DM (poliuria,
polidipsia, polifagia, pérdida de peso) y se trata con dieta, ejercicio y
terapia farmacológica cuando no hay respuesta a las medidas antes mencionadas.
Se utiliza en primer lugar Metformina y si no hay respuesta se puede adicionar
sulfonilureas o eventualmente cambiar a Insulina si es
necesario. También se puede considerar el cambio de IP a INNTR, como tercera droga del esquema
antiretroviral. Redistribución de tejido graso: La alteración más frecuente es
la pérdida de tejido graso o lipoatrofia asociado al uso
de los INTR d4T, ddI y con menos frecuencia AZT. Afecta al tejido adiposo de la
cara, región temporal, extremidades y nalgas. Se
presenta meses después del inicio de TAR. Lamivudina, Abacavir y Tenofovir no se asocian con esta
complicación. El manejo incluye cambio a drogas que no producen esta
complicación como
ABC o TDF. No existen tratamientos farmacológicos efectivos para esta
complicación. Si existe disponibilidad se pueden efectuar
procedimientos cosméticos que consisten en la inyección de polímeros en las
áreas de lipoatrofia. Con menosfrecuencia puede aparecer acumulación de
grasa en la región dorsocervical (“tungo”) y en mamas con el uso
de d4T. El uso de IP se ha asociado con
lipoacumulación visceral abdominal, pero existen dudas del
rol patogénico de éstos versus lo que se ha denominado la “vuelta a la
normalidad” de estos pacientes que reciben TAR exitosa y se comportan como la población general
de la misma edad y sexo. En este caso se debe indicar
dieta y ejercicio y tratar los factores de riesgo cardiovascular que se
identifiquen. Acidosis láctica: Es consecuencia de toxicidad mitocondrial
grave, debida a la inhibición de la DNA polimerasa gama
mitocondrial por acción de INTR, especialmente d4T, ddI y mucho menos
frecuentemente AZT. Se asocia con esteatosis hepática y ocasionalmente con
pancreatitis aguda. Se presenta meses después del inicio de TAR y se manifiesta
por nauseas, vómitos, dolor abdominal, fatiga y baja de peso y puede
evolucionar a un cuadro más grave con taquicardia, taquipnea, hiperventilación,
ictericia, compromiso de conciencia y finalmente falla multiorgánica. Del punto de vista de
laboratorio, existe aumento de niveles de lactato > 5 mmol/L, pH arterial y
niveles de bicarbonato bajos, aumento de anion gap, enzimas hepáticas y
bilirrubina y de amilasas y lipasa en pacientes con pancreatitis. Tiene una
mortalidad de hasta un 50 %. Las drogas ARV o
combinaciones más frecuentemente asociadas con este
efecto son d4T+ddI > d4T> AZT> ddI. Ante la sospecha oconfirmación
diagnóstica del
cuadro se debe ingresar al paciente a una Unidad de Cuidados Intensivos para
manejo y utilizar Tiamina y/o Riboflavina EV que pueden acelerar la recuperación
del cuadro.
Para evitar esta complicación no se debe utilizar como esquema ARV la
combinación de ddI+d4T y se debe evitar el uso de d4T cuando existan otras
opciones. No se recomienda la monitorización rutinaria de niveles de lactato
luego del
inicio de TAR. Raramente en pacientes que reciben d4T, puede ocurrir un cuadro de acidosis láctica junto con debilidad
neuromuscular ascendente que remeda a un síndrome de Guillain-Barré y que
requiere suspensión inmediata de este ARV y medidas de apoyo similares a las
mencionadas en el párrafo anterior. Se recomienda el monitoreo clínico y de
laboratorio de la TAR según lo indicado en el punto a) para la detección
oportuna de eventuales reacciones adversas a uno o más de los ARV,
especialmente en los primeros 6 meses de tratamiento (Nivel de evidencia:
BIII). Se recomienda el cambio del ARV causante o más probablemente causante de
una reacción adversa grado 3 ó 4 (Anexo 4) con o sin suspensión transitoria de
la TAR según el tipo y gravedad del evento adverso. Reacciones adversas grado 1
ó 2 pueden ser seguidas y tratadas (Nivel de evidencia: AII). Si la TAR está en
fracaso virológico al momento de la toxicidad según los criterios definidos en
el punto i), se recomienda la realización inmediata de un estudio de genotipificación
para evitar la monoterapia secuencial (Nivel de evidencia: AI) No se recomienda
el uso de Abacavir en pacientes con HLA B* 5701positivo por el riesgo de
reacción de hipersensibilidad. En pacientes con sospecha de reacción previa de
hipersensibilidad a Abacavir, éste no debe volver a usarse por el riesgo de
reacciones potencialmente fatales (Nivel de evidencia: EI) Se recomienda evitar
el inicio de NVP en mujeres con CD4 > 250 células/ mm3 y en hombres con CD4
> 400 células/ mm3 por el riesgo de toxicidad hepática grave (Nivel de
evidencia: EII). Además todos los pacientes que inician NVP deben tener
monitorización de pruebas hepáticas frecuentes hasta el 6s mes de tratamiento.
2.2. Prevención de la transmisión vertical a) Qué exámenes efectuar en
embarazadas y cuándo derivar
1. Diagnóstico VIH: El diagnóstico de VIH en la embarazada y la aplicación del
protocolo completo de prevención de transmisión vertical permite reducir la
tasa de transmisión desde 13 a 48% hasta menos de 1%. Además
tiene beneficios para la madre conocer su condición de VIH para una adecuada
evaluación de su estado inmunológico y eventual requerimiento de TAR cuya
eficacia es mayor cuando se inicia oportunamente que en estados avanzados de la
enfermedad.
Las intervenciones probadas para prevenir la transmisión vertical tiene máxima
eficacia cuando se aplican durante el embarazo parto y
al recién nacido, sin embargo la aplicación de protocolos incompletos, en caso
de diagnóstico tardío también tiene impacto en reducir la transmisión. El valor
predictivo positivo del test de ELISA es más bajo en elembarazo, al ser
aplicado a una población de baja prevalencia, alcanzando aproximadamente al
50%, por lo que se requieren los estudios de confirmación para asegurar la
condición de VIH de la madre. Sin embargo, en situaciones de embarazo avanzado
o parto en que los resultados confirmatorios no se obtendrán en forma oportuna,
el beneficio de la aplicación de los protocolos supera ampliamente los riesgos
de su uso en caso de falsos positivos. Estas
consideraciones aplican también para los test rápidos. Debido a las
implicancias individuales y sociales que tiene el diagnóstico de infección por
VIH, especialmente durante el embarazo, es
recomendable que el test de ELISA VIH cumpla con 3 pre-requisitos éticos:
consentimiento informado para la realización del examen, garantía de confidencialidad, si
el resultado es positivo y disponibilidad de consejería adecuada pre y post
test. En la consejería se debe explicitar a la paciente las intervenciones
disponibles para disminuir la TV y se debe entregar información clara y concisa permitiendo a la paciente aclarar dudas y
temores así como valorar la necesidad de
interconsultar a otros profesionales o especialistas como por ejemplo psiquiatra, psicólogo,
asistente social u otro. Se debe ofrecer la realización de un test de VIH a
toda embarazada a más tardar en su segundo control dentro del primer trimestre
de embarazo (Nivel de evidencia; AIII) Las embarazadas con test de VIH positivo
confirmado por el ISP deben ser derivadas a un Centro de Atención VIH. Aquellas
que se realizan el test por primera vez desde la semana 24 en adelante y
resultanpositivas deben ser derivadas de inmediato al Centro de Atención VIH
sin esperar la confirmación del ISP para la aplicación del protocolo de TV (
Nivel de evidencia: AII)
En las mujeres que llegan al parto sin que se disponga del resultado de un Test
de VIH, aunque éste haya sido tomado, debe ofrecerse la realización, con
consejería y consentimiento, de un Test de VIH urgente o de un test rápido de
diagnóstico de VIH para tomar conductas inmediatas (Nivel de evidencia: AIII)
En todos los casos con algún resultado reactivo de un test VIH en que no
alcance a recibirse la confirmación antes del parto, deberá aplicarse el protocolo
completo en la sala de partos incluyendo suspensión de la lactancia (Nivel de
evidencia: AI)
2. Etapificación VIH: La etapificación clínica e inmunológica de la infección
VIH en la embarazada permite determinar sus propios requerimientos de TAR y eventualmente
modificar el momento de inicio y el tipo de TAR en beneficio del binomio.
Se ha demostrado el beneficio para la embarazada y para el recién nacido cuando
la atención del embarazo, el parto y del recién nacido es otorgada por un
equipo multidisciplinario experto en el manejo de la infección VIH y que conste
de un médico tratante de VIH, un obstetra, un pediatra así como profesionales
de salud mental y de apoyo social en caso que fuera necesario. Se recomienda
que, una vez que la paciente es derivada a los Centros de Atención VIH, sea
manejada en conjunto por unequipo multidisciplinario (Nivel de evidencia: AII)
Los controles de embarazo deberán ser hechos por un ginecólogo en un una unidad
de Alto Riesgo Obstétrico, debido a la complejidad del manejo y por
considerarse un embarazo de esta condición (Nivel de evidencia: AII) Se debe
realizar anamnesis, examen físico completo y exámenes complementarios para
etapificar la infección VIH. Se deben efectuar los siguientes exámenes (Nivel
de evidencia: AIII) CD4 y CV a la madre para definir necesidad de tratamiento
por su propia condición. Genotipificación viral en caso de protocolo previo de
prevención de TV, primoinfección VIH durante el
embarazo, pareja VIH (+) conocido en TAR. La realización de la genotipificación
no debe retrasar el inicio de TAR, la cuál debe ajustarse a las recomendaciones
nacionales sin esperar el resultado de este examen. Se
deben realizar estudios complementarios para determinar edad gestacional e
identificar comorbilidades: (Nivel de evidencia: AIII) Exámenes complementarios
generales al ingreso: o Hemograma o Perfil bioquímico (PBQ) que incluya pruebas
hepáticas y creatininemia o Perfil lipídico o Grupo y Rh, test de Coombs
indirecto o Orina completa y urocultivo o VDRL o RPR o Ecografía para
determinar EG y FUR operacional
Exámenes complementarios específicos al ingreso: o Pesquisa de ITS o Toma de PAP
o Antígeno de superficie para hepatitis B y anticuerpo anticore de virus
hepatitis B o Serología para virus hepatitis C o Serologíapara Toxoplasma
gondii IgG e IgM o Serología de enfermedad de Chagas Exámenes en los siguientes
controles: Al control obstétrico estándar, se debe agregar: o Énfasis en la
pesquisa de síndrome hipertensivo del embarazo, incluyendo medición de
proteinuria en muestra de orina aislada con cinta reactiva o Evaluación
ecográfica similar que embarazada seronegativa excluyendo procedimientos
invasivos: a) Ecografía de primer trimestre para precisar edad gestacional. b)
Ecografía morfológica de segundo trimestre. c) Ecografía 32-34 semanas para
control de crecimiento fetal. d) Ecografía extra según evolución clínica o En
el control de 28 semanas solicitar: a. Prueba de tolerancia a la glucosa oral
(PTGO) con 75 gramos de glucosa y mediciones basal y a los 120 minutos para
evaluar efectos metabólicos de los IP. Si resultara normal
pero se evidencia feto creciendo sobre percentil 90 o evidencias de
polihidroamnios deberá repetirse la PTGO. b. Perfil lipídico y PBQ c.
Sedimento de orina o En el control de 34 semanas se debe tomar CD4 y CV cuyo
resultado determinará la conducta obstétrica.
-
b) Cuándo iniciar TAR Los períodos de mayor susceptibilidad de TV del VIH son
el embarazo y el parto (con suspensión de lactancia materna, 35% y 65% de los
casos respectivamente) y la lactancia (riesgo adicional de 14% hasta 29%) (4).
Se han identificado factores que aumentan el riesgo de
TV, siendo la CV materna el principal factor independiente de riesgo de
transmisión. Cargas virales menores a 1.000 copias/ ml se asocian a tasas de TV
significativamente más bajas, pero no existe un umbral
conel cual se pueda asegurar que no habrá infección del feto o RN. Ciertas ITS
también aumentan el riesgo de TV. De igual forma niveles bajos de CD4
maternos son un factor de riesgo de TV, independiente de la CV. La mayoría de
los casos de TV se producen en el periparto y especialmente durante el parto
por lo cual se debe alcanzar una CV indetectable en la última fase del embarazo
y parto, lo que se mide en la semana 34 sin embargo frente a CV muy altas
incluida la primoinfección el riesgo de TV aumenta así como los tiempos
necesarios para lograr una disminución de la CV a niveles inferiores a 1.000
copias/ ml .
Por otra parte, debido a la toxicidad de los ARV, se intenta limitar su uso al
período de máxima eficacia, considerando riesgos y beneficios de exponer a la
madre y al feto a estos fármacos por un plazo de tiempo mayor. Se recomienda el
inicio de TAR para la prevención de la transmisión vertical del VIH en
embarazadas sin tratamiento previo a partir de la semana 24 de gestación (Nivel
de evidencia: AI) La TAR debe iniciarse en la semana 14 cuando la CV es mayor
de 100.000 copias/ ml (Nivel de evidencia: AII) La TAR debe iniciarse de
inmediato si la embarazada tiene criterios clínicos o inmunológicos de inicio
de TAR (Nivel de evidencia: AI) Si la seroconversión se produce durante la
gestación deberá iniciarse TAR de inmediato (Nivel de evidencia: AII)
c) sCon qué iniciar TAR?
1. sQué combinación de análogos de nucleósidos usar?
La elecciónde la combinación de INTR a utilizar para la prevención de TV
depende de su eficacia en reducir la TV, su toxicidad en la embarazada y el
recién nacido así como
el riesgo teratogénico. La FDA clasifica los medicamentos de acuerdo al riesgo
de teratogenicidad en 5 categorías (Anexo 6), encontrándose los INTR en
categorías B o C. La mayor experiencia de uso de INTR en embarazo se tiene con
AZT (categoría C) que ha demostrado alta eficacia en reducir la TV del VIH,
incluso usado como monoterapia y con efectos protectores de la transmisión que
van mas allá de su acción reduciendo la CV materna. La resistencia a AZT es
baja por su alta barrera genética por lo que en general no existen limitaciones
importantes para su uso en relación a eficacia. En lo que respecta a toxicidad,
el uso de AZT durante el embarazo no ha sido asociado
a una mayor incidencia de anemia severa o neutropenia como tampoco su asociación con otros INTR,
excepto ddI. Sobre 000 embarazos expuestos a AZT y 3TC
no se ha demostrado una mayor incidencia de malformaciones en los fetos
expuestos.
Lamivudina, en combinación con AZT, ha demostrado mayor eficacia en prevenir la
TV que AZT en monoterapia. No hay suficiente evidencia comparativa de la
eficacia de otras combinaciones de INTR en la prevención de la TV. En particular con Tenofovir existe poca evidencia de su seguridad
en embarazo y preocupación por sus potenciales efectos óseos en el feto.
2. sQué tercera droga usar? Lopinavir – Ritonavir ha
demostrado elevada actividad antiretroviral intrínseca y hay estudios que
comprueban su eficacia y seguridad en elembarazo. Existe también amplia
evidencia con el uso de Saquinavir reforzado con
Ritonavir, que también es de eficacia probada. Existen diferencias en la
farmacocinética de los IP en la embarazada especialmente durante
el ultimo trimestre, sin embargo la evidencia de eficacia virológica de estos
ARV en embarazo no avalan variaciones en la dosificación (109).
Nevirapina ha sido ampliamente usada en la prevención de la TV pero su uso se
ha asociado con la aparición de resistencia viral, tanto en la madre como en
los niños que nacieron con infección por VIH a pesar de la profilaxis,
limitando las opciones terapéuticas futuras del binomio. Por otra parte en
mujeres tiene una mayor incidencia de toxicidad, hepática e hipersensibilidad,
en particular cuando los recuentos CD4 maternos son mayores de 250 células/ mm
En mujeres con recuentos inferiores a 250 células/ mm3 y que no han recibido
Nevirapina previamente, podría considerarse su uso, en particular si existe
contraindicación relativa para el uso de inhibidores de proteasa. Se recomienda
el uso de AZT coformulado con Lamivudina en la
prevención de la transmisión vertical del VIH (Nivel de evidencia: AI). Si
existe anemia o neutropenia basales o secundarias a toxicidad moderadas a
severas (grados 3 y 4 en el Anexo 4), se recomienda cambiar Zidovudina por
Abacavir (Nivel de evidencia: AII), previa realización del test de HLA-B*5701.
En mujeres con HLA-B*5701 positivo no se debe iniciar Abacavir y serecomienda
la asociación de Tenofovir con Lamivudina o Emtricitabina (Nivel de evidencia:
AIII). Como
tercera droga se recomienda Lopinavir/ ritonavir o Saquinavir/ ritonavir (Nivel
de evidencia: AII). El uso de Nevirapina como tercera droga se
puede considerar en pacientes con recuentos CD4 menores a 250 células/ mm3
(Nivel de evidencia: AII).
d) Monitoreo de la embarazada en TAR La eficacia de la TAR se mide con la
disminución de la Carga Viral. Una TAR se considera eficaz si hay una
disminución de alrededor de 1 logaritmo de la CV a las 2 semanas de iniciada la
TAR y 1 log a las 4 semanas. Para ser considerada
eficaz, la TAR debe lograr una disminución de 2 logaritmos de la CV entre las
28 y 34 semanas de embarazo. A las 6 semanas de iniciada la
terapia deberá controlarse CV y posteriormente en forma mensual hasta que se
haga indetectable. En la semana 34 debe realizarse una CV para definir
conducta obstétrica, eventualmente TAR adicionales y la TAR del recién nacido.
En pacientes que inician TAR antes de la semana 24 se recomienda hacer una CV
cada 2 meses (8 semanas) y la de semana 34 Se recomienda efectuar CV a la madre
a la semana 34 de gestación para definir conducta obstétrica y TAR adicional al
binomio (Nivel de evidencia: AI) Se debe controlar CV a las 6 semanas de
iniciada TAR durante la gestación y posteriormente en forma mensual hasta la
semana 34 (Nivel de evidencia: BII
e) sQué antiretrovirales o combinaciones no usar duranteel embarazo? La
infección VIH por si misma no aumenta el riesgo de malformaciones congénitas
(110). El riesgo de teratogenecidad de los diferentes ARV ha sido evaluado en
estudios observacionales y en un registro colaborativo
de embarazadas expuestas a TAR. El “Antiretroviral Pregnancy Registry
International” (APRI), con datos de más de 5.000 pacientes expuestas a TAR
entre 1989 y 2007 encuentra una prevalencia de 2,6% de defectos congénitos por
100 recién nacidos vivos entre las pacientes que recibieron TAR en cualquier
momento del embarazo (111). En las embarazadas que recibieron TAR en el primer
trimestre del
embarazo la prevalencia fue de 3 % y en las que lo
hicieron en el segundo y tercer trimestre fue de 2,2%. Estas cifras no difieren
del 3 % de defectos congénitos de la población general para
Estados Unidos. De acuerdo a la FDA, los ARV están
clasificados mayoritariamente en categorías B o C, es decir que su seguridad no
está demostrada en humanos y los estudios en animales no muestran riesgos para
el feto o no son concluyentes (Anexo 6). Cabe destacar que Efavirenz, un
INNTR de uso frecuente en TAR de primera línea, es el único ARV en categoría D
de la FDA en base a evidencia en animales de un significativo mayor riesgo de
malformaciones del tubo neural, pese a que una revisión de la base de datos de
APRI no mostró un riesgo mayor de malformaciones en RN expuestos a EFV en el
primer trimestre respecto de la población general. Sin embargo existen 4 casos
retrospectivos de malformaciones del tubo neural en RN expuestos a
EFV durante la organogénesis. También la APRI haregistrado una incidencia de
malformaciones congénitas de 5 % en RN de embarazadas
que recibieron ddI durante el primer trimestre en comparación con un 1% en
embarazadas expuestas más tardíamente durante la gestación, pero no se demostró
un patrón definido que hiciera sugerir restringir su uso (112). La probabilidad
de que el uso de TAR, especialmente con IP, se asocie
a parto prematuro ha sido ampliamente investigada, sin embargo la evidencia
actual no sugiere un riesgo mayor de parto pretérmino por el uso de ARV (113).
Otra consideración a tener en cuenta al usar ARV
durante el embarazo es la potencial toxicidad materna. Los INTR tienen afinidad
variable por la DNA polimerasa gamma mitocondrial lo que puede determinar una
depleción del ADN y disfunción de la mitocondria. Se ha observado que esta forma de toxicidad es más frecuente en
mujeres. Clínicamente se puede presentar con neuropatía, miopatía,
cardiomiopatía, pancreatitis, esteatosis hepática o acidosis láctica. Se han descrito de acidosis láctica fatal en mujeres que han
recibido d4T o la combinación d4T-ddI, los 2 INTR en uso con mayor impacto en
la DNA polimerasa. Esta complicación es similar e indistinguible del
hígado graso agudo y el síndrome HELLP en el embarazo, que se correlacionarían
con predisposición genética recesiva que se traduce en una disminución de la
actividad mitocondrial en su función oxidativa de los ácidos grasos (114).
Nevirapina, un INNTR de amplio uso en la prevención de
la transmisión vertical del VIH, se asocia a riesgo de hepatotoxicidad y rash
inmunomediados. El riesgo se ha correlacionadocon su uso
en mujeres con CD4 mayores de 250 células/ mm3 al momento de recibirlo. No es
claro que el embarazo aumente el riesgo de hepatotoxicidad pero se han descrito casos fatales en embarazadas (115).
Nelfinavir ha sido ampliamente usado durante el embarazo para prevenir la
transmisión vertical del VIH, sin embargo el registro sanitario para su uso fue
retirado en Chile y otros países, debido a la presencia, en concentraciones
superiores a las permitidas, de Etilmetanosulfonato (EMS), una sustancia
teratogénica y carcinogénica originada en la etilación del mesilato. No se
recomienda el uso de Efavirenz, Nelfinavir y la
asociación de d4TddI en embarazadas (Nivel de evidencia: AII). Se sugiere el cambio de estas drogas en mujeres en TAR previa que
se embarazan. f) Vía del parto La cesárea electiva a las 38 semanas de
gestación, antes de una eventual rotura de membranas o del inicio del trabajo
de parto espontáneo, reduce sustancialmente el riesgo de transmisión del VIH.
La cesárea electiva reduce por sí sola en un 50% el riesgo de transmisión del
VIH y, asociada a la terapia antiretroviral durante el período prenatal, el
parto y al recién nacido, logra reducciones cercanas al 90% con tasas finales
de transmisión vertical menores al 2% (116). Los fundamentos científicos
avalados por la evidencia actual indican que para las mujeres que tienen 1.000
copias/ ml (Nivel de evidencia: AII) Puede permitirse parto vaginal en madres
en TAR desde las 24semanas de gestación o antes, con CV < 1.000 copias/ ml
en la semana 34 y que además cumplan con las siguientes condiciones (Nivel de
evidencia: BII) - Edad gestacional mayor de 37 semanas
Feto único en presentación cefálica Condiciones obstétricas favorables Atención
por médico especialista Información a la madre que en su situación particular
la cesárea no tiene beneficios demostrados en relación a tasa de TV y por el
contrario existe mayor morbilidad asociada a la cirugía y aceptación por parte
de ella. Deberán evitarse maniobras invasivas (amniocentesis, biopsia de
vellosidades coriales, monitorización interna, rotura
artificial de membranas) y de parto instrumental (fórceps, espátulas) (Nivel de
evidencia: EIII). Puede utilizarse Oxitocina para la conducción del
trabajo de parto (Nivel de evidencia: BIII). En el manejo de la inercia uterina
se debe evitar el uso de Metilergonovina si la
paciente utiliza inhibidores de proteasa (Nivel de evidencia: DII). g)
Antiretrovirales durante el parto o cesárea El uso de AZT EV durante el parto
permite niveles plasmáticos fetales efectivos los cuales debido a su paso
placentario generando una profilaxis preexposición. Esto, acompañado del uso de
AZT en suspensi{on, vía oral al RN por 6 semanas permite una profilaxis
postexposición que en su conjunto tiene impacto en la TV independientemente de
si al paciente recibio AZT dentro de su esquema ARV durante el embarazo o
incluso la eventualidad de resistenciaa AZT. Deberá utilizarse AZT intravenoso
intraparto en las dosis que se indican, independientemente de la vía escogida
de parto (Nivel de evidencia: AII). - Dosis de carga 2 mg / kg, a pasar en 1
hora ( si es cesárea 4 horas antes de la cirugía). -
Dosis de mantención: 1 mg / kg / hr durante la cesárea
(3 horas siguientes a la dosis de carga) o el trabajo de parto, hasta la
ligadura del
cordón. - En caso de no disponer de AZT 200 mg se recomienda la utilización de
AZT/ 3TC vía oral al inicio del trabajo de parto o 4 horas antes de la cesárea
programada. Deberá asociarse Nevirapina en dosis de 200mg por 1 vez antes de la
cesárea en cualquiera de las siguientes situaciones (Nivel de evidencia: AI). -
Inicio tardío del
protocolo (más allá de las 34 semanas y que no alcanzan a tener 4 semanas de
TAR al parto). - CV semana 34 > 1.000 copias/ ml. - Diagnóstico de VIH(+) intraparto que no recibió TAR. Cuando se usa NVP intraparto, se
le debe asociar AZT/ 3TC por 7 días post-parto para reducir el riesgo de
desarrollar resistencia
a NVP (Nivel de evidencia: AII).
h) Lactancia materna La suspensión de la lactancia materna reduce la tasa
adicional de transmisión del VIH a los niños que es
variable dependiendo de una serie de factores tanto virales como
maternos y de la duración del
amamantamiento. La transmisión por lactancia obedece a la presencia de virus
libre y asociado a células en la leche materna lo que ha sido detectado tanto
por cultivo viral comopor PCR. Como
el calostro y la leche emitida tempranamente post-parto son más ricas en
células y por otra parte el sistema inmune en el recién nacido es más inmaduro,
la posibilidad de transmisión del VIH por la
alimentación a pecho es mayor durante el primer mes de vida. En Chile
las condiciones de saneamiento ambiental y acceso a agua potable permiten la
sustitución segura de la lactancia materna por la
artificial por lo tanto deberá suspenderse la lactancia materna a todos los
hijos de madre VIH (+). Deberá suspenderse farmacológicamente la lactancia
materna en TODAS las mujeres VIH + aún cuando este
resultado sea sólo el del
test rápido intraparto y que no se confirme con posterioridad. Dado que los
riesgos potenciales a lo que se expone un RN hijo de
madre VIH +, especialmente al calostro, superan ampliamente las desventajas de
la suspensión de la lactancia materna. 1S línea Cabergolina inmediatamente
post-parto (0 mg cada 12 hrs por dos días); Droga
alternativa: Bromocriptina (2,5 mg cada 12 horas por 7 – 10 ds). Recomendación:
Se debe suspender la lactancia materna en mujeres con infección por VIH (Nivel
de evidencia: AII) y prescribir leche maternizada al RN. Para la interrupción
de la lactancia se debe administrar como 1S línea Cabergolina 0,25 mg cada 12
hrs por dos días inmediatamente post-parto (Nivel de evidencia: BII). La droga
alternativa es Bromocriptina en dosis de 2 mg cada
12 horas por 7 – 10 ds.
i) Antiretrovirales al recién nacido Los RN de madres que reciben el protocolo
completo de prevención de la transmisión vertical durante el embarazo y el
partoy llegan con CV indetectable tienen un riesgo muy bajo de adquirir el VIH,
a diferencia de aquellos expuestos al VIH especialmente durante el parto. La
mayoría de los estudios que demuestran la eficacia de la administración de ARV
a RN como prevención
post exposición han sido realizados en RN expuestos a CV detectables durante el
embarazo, el parto y aún durante lactancia materna en situaciones de aplicación
insuficiente o nula del
protocolo de prevención y de mantención de la lactancia materna (120). La
administración de ARV al RN debe considerar no solamente la potencia del fármaco sino especialmente
la evidencia existente en cuanto a la toxicidad en el RN y los aspectos
farmacocinéticos complejos que resultan del
metabolismo más lento de drogas en RN, especialmente si son prematuros. En
general se recomienda la administración de AZT a todos los RN nacidos de madres
VIH + aunque hayan recibido el protocolo completo de prevención de la
transmisión vertical, en base a la evidencia existente de eficacia de la
profilaxis post exposición. El antecedente de resistencia materna a AZT no limita
esta indicación por las existencia de subpoblaciones virales sensibles, sin
embargo en estos casos y en situaciones de administración de protocolos
maternos incompletos o insuficientes para la supresión de la viremia se
recomienda el uso de combinaciones de ARV al RN. Recomendación: Se debe
administrar AZT suspensión, vía oral por 6 semanas comenzando desde las8 a 12
horas desde el nacimiento a todo RN nacido de madre VIH (+). La dosis
recomendada de AZT es de 2 mg/ Kg/ dosis c/ 6 horas VO o de 1,5 mg/ Kg/ dosis
c/ 6 horas EV en RN de término. Esta misma dosificación debe
administrarse c/ 12 horas en RN pretérmino de menos de 35 semanas. A los
RN nacidos de madres que recibieron NVP como parte de la prevención de la
transmisión vertical, se debe agregar al AZT la administración de 2 dosis de 2
mg/Kg de NVP solución oral al RN, la primera lo más precozmente posible post
parto y la segunda a las 48 a 72 horas de vida. A los RN de
madres que no recibieron protocolo de prevención de la transmisión vertical o que
sólo recibieron profilaxis intraparto se les debe administrar AZT según
protocolo y 1 a 2 dosis de NVP. A los RN de madres con viremia
persistente a pesar de la administración de ARV o de madres con resistencia
conocida a ARV se les deben administra ARV adicionales en base a los
antecedentes clínico – virológicos, la disponibilidad de formulaciones
pediátricas y la evaluación de expertos.
j) sQué hacer en diferentes escenarios? sQué hacer en mujeres embarazadas
vírgenes a TAR con diferentes niveles de CD4? A las mujeres asintomáticas que
no requieren TAR por su propia salud se les debe ofrecer un
tratamiento acortado que pueda ser suspendido post parto. Es importante
considerar un esquema adecuado de tres drogas que
permita una buena supresión viral y no tenga mayor riesgo de inducir resistencia una vez que se
suspenda esta terapia postparto. Por los beneficios que se obtienen debido al
buen pasaje transplacentario y suseguridad durante el
embarazo se recomienda en mujeres sin exposición previa a TAR incluir
Zidovudina dentro del
esquema terapéutico. El otro análogo de nucleósido
recomendado es la Lamivudina. En este escenario
se recomienda en esta Guía el inicio de la TAR en la semana 24, una vez
finalizado el período de organogénesis. En los casos de CV > de 100.000
copias/ ml, se puede adelantar el inicio de TAR a la semana 14. Sin embargo,
las mujeres vírgenes a TAR con indicación de TAR por su condición clínica y/o
inmunológica deben seguir las recomendaciones de TAR para adultos, vale decir
que con recuentos de CD4 iguales o menores a 350 células/ mm3 se debe iniciar
TAR independientemente de la CV y la semana de gestación, teniendo en cuenta
las drogas recomendadas para embarazo. En los casos con CD4 < 250 células/
mm3 se puede usar Nevirapina que ha demostrado gran
eficacia en la prevención de transmisión vertical. Los casos descritos de
hepatotoxicidad se han observado con recuentos mayores
a 250 células/ mm En caso de reacción adversa severa se deberá reemplazar por
un IP. Recomendación: En mujeres sin exposición previa a ARV se recomienda el
uso de la coformulación AZT/ 3TC junto con Lopinavir/ ritonavir o bien con
Saquinavir/ ritonavir y la administración de AZT EV durante el trabajo de parto
o cesárea (Nivel de evidencia: AII). El inicio de la TAR para la prevención de
la TV se recomienda a partir de la semana 24 en mujeres sin indicación de TAR
por sucondición clínica o inmunológica (Nivel de evidencia: AI). En casos de CV
> 100.000 copias/ ml, se recomienda el inicio de la TAR para prevención de
la TV desde la semana 14 (Nivel de evidencia: AII) Si la mujer tiene indicación
clínica o inmunológica de inicio de TAR, ésta debe iniciarse de inmediato,
independientemente de la CV o semana de gestación (Nivel de evidencia: AI). Se
puede incluir Nevirapina en lugar de un IP reforzado
en mujeres que inician con CD4 < 250 células/ mm3 (Nivel de evidencia: AII).
sQué hacer con mujeres que han recibido TAR previa y
actualmente están sin TAR? En estas pacientes se debe obtener una historia
completa de las terapias usadas y de estudios genotípicos previos, hacer CV y
recuento de linfocitos CD4 al ingreso, realizar genotipo aún estando sin TAR e
iniciar terapia basada en todos estos antecedentes considerando las drogas
recomendadas como seguras en el embarazo y el recuento de linfocitos en el caso
de usar Nevirapina. Se debe incluir Zidovudina si es posible y adecuar luego el
esquema de acuerdo al resultado del estudio genotípico teniendo en
consideración que la interpretación de un test de genotipo en pacientes con
terapia suspendida es complejo y puede ocultar mutaciones. Por
esto mismo se recomienda una carga viral a las 4-6 semanas de iniciado el
esquema y si está fallando debe repetirse la genotipificación. En las
embarazadas que han usado previamente Nevirapina en
dosis única en el parto, se recomienda iniciar un esquema con Lopinavir/
ritonavir (121). Recomendación: En mujeres con exposición previa a ARV y sin
TAR actual serecomienda la realización de un estudio de genotipificación y
diseñar la TAR en base a los antecedentes y el genotipo actual (Nivel de
evidencia: sBIII?)
Se debe CV a las 4 a 6 semanas de iniciada la TAR y un nuevo estudio genotípico
si hay fracaso, para ajuste de TAR (Nivel de evidencia: AII) Se debe incluir en
lo posible Zidovudina en el esquema de TAR (Nivel de evidencia: AI) Si ha
habido uso previo de Nevirapina, aún en dosis única intraparto, se recomienda
utilizar Lopinavir/ ritonavir en lugar de Nevirapina en el esquema (Nivel de
evidencia: AII). sQué hacer con mujeres en TAR que se embarazan? En estos casos
se recomienda continuar TAR si está con carga viral indetectable, revisar
esquema de tratamiento y cambiar drogas con riesgos teratogénicos (Efavirenz) y
las que aumentan toxicidad (d4T), inluyendo Zidovudina en el esquema si es posible.
Si está recibiendo Nevirapina y está con CV indetectable, la mantención del
esquema, independiente del recuento de linfocitos CD4, no se ha asociado a
hepatotoxicidad. Si la embarazada en TAR tiene CV detectable > 1.000 copias/
ml, la realización de un estudio de genotipificación
permitirá adecuar la TAR según los resultados de resistencia. Cualquier embarazada en TAR con
una CV > 1.000 copias/ ml en semana 34, debe realizarse un
examen de genotipo y adicionar una dosis de Nevirapina en el momento del parto. No se ha
demostrado hepatotoxicidad con dosis única de Nevirapina en pacientes con CD4
mayores de 250células/ mm Los resultados del
estudio de resistencia
ayudan a seleccionar la TAR para el RN. Recomendación: En mujeres en TAR que se
embarazan se recomienda mantener la TAR si están con CV indetectable (Nivel de
evidencia: AI). Si el esquema en uso contiene
Efavirenz se debe cambiar por Lopinavir/ ritonavir o por Saquinavir/ ritonavir
(Nivel de evidencia: AI). Se debe realizar estudio de genotipificación en
embarazadas en TAR con CV > 1.000 copias/ ml (Nivel de evidencia: AII) y se
puede adicionar dosis única de Nevirapina en el momento del parto (Nivel de
evidencia: BIII). sQué hacer con embarazada que llega en semana 32 o más sin
TAR? En estos casos aún se puede lograr una buena respuesta a TAR ya que, si
bien la transmisión puede haber ocurrido durante el
embarazo, el período de mayor susceptibilidad es periparto. Es fundamental
tomar CD4 y CV basal urgente e iniciar TAR con Inhibidores de Proteasa sin
esperar los resultados de los exámenes. Si se logra obtener rápidamente el
recuento de linfocitos CD4 y éstos son menores de 250 células/ mm3 es posible
iniciar TAR con Nevirapina. Si se inicia TAR con IP y no se obtiene una CV
cercana al parto o la CV es mayor de 1.000 copias/ ml puede considerarse
agregar una dosis única de Nevirapina en el preparto. La suspensión de la TAR
post parto dependerá de la etapificación de cada caso.
Recomendación: En embarazadas que llegan semana 32 o más sin TAR se recomienda
tomar CD4 y CV e iniciar de inmediatoTAR con AZT/ 3TC coformulados acompañados
de un IP reforzado. Si se obtiene resultado de CD4 y es inferior a 250 células/
mm3 se puede usar Nevirapina en lugar de un IP
reforzado (Nivel de evidencia: AII). Se puede adicionar dosis única de
Nevirapina en el momento del parto (Nivel de evidencia:
BIII). sQué hacer con embarazada que llega al parto sin TAR previa? Si es posible debieran tomarse muestras basales para CD4 y CV e
iniciar inmediatamente Zidovudina endovenosa según esquema más una dosis única
de 200 mg de Nevirapina. También se recomienda usar
AZT/3TC coformulados por 1 semana para reducir el riesgo de resistencia futura a Nevirapina que tiene una
vida media prolongada. Eventualmente puede ser necesario por indicación de
tratamiento a la madre continuar con TAR por lo que se puede iniciar un IP postparto y mantener este esquema (AZT/ 3TC) hasta
obtener los resultados de CD4 y CV. En estos casos la única resolución del parto recomendable
es la cesárea. Recomendación: En embarazadas que llegan al parto sin TAR se
recomienda: - Zidovudina endovenosa según esquema (Nivel de evidencia: AII). -
Dosis única de Nevirapina (Nivel de evidencia: AI). - Resolución del parto por
cesárea (Nivel de evidencia: AII). sQué hacer con la embarazada VIH+ con
amenaza de parto prematuro o rotura prematura de membranas? Estas dos
situaciones, junto con el momento del parto, son consideradas de
riesgo para la TV por lo que merecen una especial atención dentro de los
cuidados médicos durante el embarazo en la mujer con VIH. Amenaza de parto
prematuro (APP) La prematuridad es la principal causa demorbi-mortalidad perinatal
en el mundo desarrollado (122) suponiendo hasta el 70% de las muertes
neonatales y siendo causa del 75% de la morbilidad (123). Es
decir, pese a una prevalencia de entre 510% en los países occidentales
concentra la gran mayoría de la morbimortaliad neonatal (124, 125). Se
le considera un síndrome cuyas causas son múltiples y
que incluyen patologías placentarias, infecciosas, distensión uterina
aumentada, etc. En el caso del VIH algunos autores
encuentran una asociación entre el parto de pretérmino y la infección por el
VIH (126). Las causas y mecanismos de la prematuridad en la
infección por VIH son desconocidos y por tanto no existe ninguna estrategia
preventiva que nos pueda garantizar la ausencia de prematuridad. El
riesgo de una APP es que se produzca un parto antes de
las 37 semanas. Su diagnóstico se basa en la presencia de contracciones
uterinas y la aparición de modificaciones cervicales antes de esta fecha.
Distintos autores han observado tasas
significativamente superiores de prematuridad en la población de embarazadas
seropositivas (127), aunque los trabajos suelen resaltar la presencia de
factores confundentes en este grupo de embarazadas (128) que hacen aumentar
dicha prevalencia, tales como
la adicción a drogas o la ausencia de control prenatal. Otros aspectos más
específicos de la infección por el VIH que harían aumentar la prevalencia del parto pretérmino serían el deterioro del estado inmune materno(129, 130) o el tratamiento antirretroviral (131,
132, 133) sobre todo en el caso de pacientes que reciben TAR previa al embarazo
(134). Debido a que el problema del parto prematuro es aún un tema
que no está resuelto, deberán adoptarse todas las medidas necesarias para
prevenirlo. Recomendaciones: Se debe ofrecer un
adecuado control prenatal a las embarazadas con infección por VIH (Nivel de
evidencia: AIII). Durante el control prenatal se recomienda: - La realización de
un screening de infecciones ginecológicas, dado el
mayor riesgo de parto pretérmino que presentan, aunque dicha medida no se ha
mostrado eficaz en la población general. (Nivel de evidencia: CII). - La
reducción del consumo
de tóxicos como
tabaco, alcohol y drogas. (Nivel de evidencia: BII). - Procurar un buen estado nutricional durante la gestación (Nivel de
evidencia: BII). - En caso de cirugía previa en el cuello uterino, frecuente
por la alta incidencia de displasia en VIH, evaluar su
competencia en el primer trimestre de la gestación y la necesidad de un
cerclaje. (Nivel de evidencia: CIII). - Un inicio más precoz de los controles
semanales, mediante monitorización fetal y tacto vaginal, comenzando
desde las 34 semanas (Nivel de evidencia: CIII). El diagnóstico y tratamiento
de la amenaza de parto prematuro seguirá las pautas habituales para la
población general según normas del MINSAL incluido el
uso de corticoides para reducir la morbi-mortalidad por prematuridad (Nivel de
evidencia: BI). - Sólo se administra profilaxis antibiótica si está indicado
por presencia de rotura prematura de membranas, colonizaciónvaginal por
estreptococo grupo B o cuadros infecciosos específicos. (Nivel de evidencia:
BI). - En presencia de contracciones regulares, aunque las modificaciones
cervicales sean escasas, se recomienda la administración, junto con el
tratamiento tocolítico, de AZT EV 2 mg/ kg/ hora durante la primera hora
seguida de 1 mg/ kg/ hora hasta que ceda la dinámica de acuerdo a la norma de
administración de ARV durante el parto de esta guía (Nivel de evidencia: AII).
- Si no se consigue frenar el cuadro y se desencadena el parto y/o se produce
la rotura de las membranas, se deberá realizar una cesárea con la suficiente
antelación. (Nivel de evidencia: AII). Rotura prematura de membranas La rotura
prematura de membranas (RPM) es la pérdida de la integridad de las membranas
ovulares antes del
inicio del
parto, con la consiguiente salida de líquido amniótico y la comunicación de la
cavidad amniótica con el canal endocervical y la vagina (135). Es uno de los
más frecuentes fenómenos obstétricos, apareciendo en el 3 a 30% de las
gestaciones y en un 25% de los casos se produce sin
haber alcanzado el término. Puede dar lugar a una serie de complicaciones como
infecciones maternas y fetales o neonatales, parto prematuro, etc, por lo cual
requiere de un manejo específico. Antes del uso de TAR en el embarazo,
varios estudios encontraron una relación entre la duración de la rotura de
bolsa y la TV, sobre todo si dicha duración es superior a cuatro horas (136,
137). Elriesgo de transmisión vertical aumenta en un
2% por cada hora que la bolsa permanece rota en mujeres con menos de 24 horas
de rotura (138). Al desconocerse el riesgo de infección fetal en pacientes con
RPM y carga viral plasmática muy baja y/o que reciben TAR, el tratamiento de la
RPM en estas pacientes no ha sido bien aclarado (139). El manejo
dependerá fundamentalmente, de la edad gestacional. Recomendaciones:
Frente a la Rotura Prematura de Membranas en embarazadas con VIH, la conducta
recomendada según la edad gestacional es la siguiente: Menor de 26 semanas: se
recomienda el tratamiento conservador por el riesgo de secuelas severas
secundarias a la prematuridad y la alta mortalidad neonatal. Todas las
pacientes deben recibir TAR y llevar a cabo las medidas habituales de control y
tratamiento como
administración de antibióticos profilácticos y corticoides. (Nivel de
evidencia: CII). Entre 26 y 30 semanas: deberá evaluarse cada caso según el
estado materno y fetal, la situación virológica de la madre, si ha recibido o
no tratamiento y los resultados neonatales del centro (Nivel
de evidencia: CIII). Entre 30 y 34 semanas: la conducta general recomendada
será poner término a la gestación. Dada la mayor tendencia al aumento de la TV
reportada en partos prematuros con RPM incluso recibiendo TAR, la vía preferida
será la cesárea (Nivel de evidencia: CII). En embarazos de término con RPM se
aconseja llevar a cabo una inducción inmediata del parto si el
índice de Bishop es favorable y si no está contraindicado el parto vaginal
(Nivel de evidencia: CII?).