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Diabetes - presentaciones clínicas de la diabetes, factores asociados al riesgo cardiovascular en la diabetes de tipo 2
INTRODUCCIÓN
Las complicaciones cardiovasculares de la diabetes incluyen: a) manifestaciones
diversas de enfermedad vascular aterosclerótica, como enfermedad
coronaria, enfermedad cerebrovascular y enfermedad arterial periférica
de las extremidades; b) complicaciones microvasculares, incluyendo
nefropatía diabética y retinopatía, y c)
miocardiopatía diabética, un trastorno del músculo cardíaco
causado por la diabetes.
La prevalencia de la diabetes esta aumentando en los países
desarrollados debido al incremento de la esperanza de
vida de la población y al aumento de la obesidad y de los habitos
de vida sedentarios. Por tanto, los cardiólogos y los médicos que
trabajan en el campo de la medicina cardiovascular deben prestar una
atención cada vez mayor a la diabetes como una de las
principales causas de enfermedad cardiovascular. Desde el punto de vista de la
medicina cardiovascular puede ser apropiado denominar a la diabetes como
una enfermedad cardiovascular.
PRESENTACIONES CLÍNICAS DE LA DIABETES
La diabetes tiene dos formas de presentación. La diabetes de tipo
1, también denominada insulinodependiente, suele comenzar en individuos
jóvenes, aunque ocasionalmente se puede desarrollar de manera
tardía, y se debe a una destrucción inmunológica de las
células beta del pancreas. Cuando el
control metabólico es escaso, este tipo de
diabetes predispone a complicaciones microvasculares como nefropatía y retinopatía,
y también a un comienzo prematuro de enfermedad vascular
aterosclerótica.
La diabetes detipo 2 o no insulinodependiente es la forma mas frecuente
de diabetes (alrededor del 90% de los pacientes con
diabetes tienen esta forma). Recientemente se ha propuesto
evitar el nombre de no insulinodependiente por la confusión que causa,
ya que muchos pacientes diabéticos de tipo 2 necesitan a la larga
tratamiento con insulina. Se manifiesta de manera característica
en edades medias o avanzadas y esta producida
por una resistencia
de los tejidos periféricos a la insulina, junto con un defecto en la
secreción de insulina por las células beta pancreaticas.
La resistencia a la insulina se produce por la obesidad y la inactividad
física, asociadas a una susceptibilidad genética; el defecto en
la secreción de insulina se debe a la combinación de una
susceptibilidad genética y al efecto de la edad avanzada. Las manifestaciones clínicas de la diabetes de tipo 2 van precedidas por
un período largo de tiempo durante el cual las personas susceptibles
desarrollan lo que se denomina «el síndrome
metabólico» o «síndrome de resistencia a la
insulina», caracterizado por la concurrencia de una serie de factores de
riesgo de enfermedad cardiovascular: dislipemia, hipertensión, obesidad
de tipo central y tendencia a una tolerancia alterada a la glucosa. La
tolerancia a la glucosa puede no estar alterada en las fases tempranas de su
desarrollo, pero con el tiempo se puede llegar a detectar mediante un test de tolerancia
a la glucosa oral, e incluso por la presencia de concentraciones elevadas de
glucosa en sangre. Este largoperíodo de incubación en el que
concurren factores de riesgo cardiovascular bajo la forma de síndrome
metabólico explica por qué muchos pacientes con diabetes de tipo
2 tienen una enfermedad cardiovascular manifiesta en el momento en que se
diagnostica la diabetes.
Puesto que la prevalencia de la diabetes en la población occidental es del 3-5%,
aproximadamente 1 millones de personas en
España tienen una diabetes diagnosticada (de las que el 90% es de tipo
2). Ademas, alrededor de medio millón de individuos tienen una
diabetes de tipo 2 no diagnosticada, debido a que su presentación es
insidiosa y puede pasar desapercibida durante muchos
años.
El riesgo de padecer una enfermedad coronaria en sujetos con diabetes de tipo 2
es dos-cuatro veces mas elevado que en individuos no diabéticos
de la misma edad, y el riesgo de presentar enfermedad cerebrovascular y
enfermedad arterial periférica de las extremidades es aún mayor. Un aspecto importante de esta enfermedad es que las mujeres
diabéticas pierden la mayor parte de su protección inherente
contra la enfermedad vascular aterosclerótica. La enfermedad
cardiovascular, sobre todo los síndromes coronarios, causan la muerte de
casi el 70% de los enfermos diabéticos. Alrededor del 20% de los
pacientes con síndrome coronario clínico tienen diabetes. Ademas, el pronóstico de la enfermedad coronaria es
mucho peor en los pacientes diabéticos que en los no diabéticos
1. El impacto de la diabetes en el riesgo de la
enfermedad coronaria y en su pronóstico se ilustra enla figura 1.
Fig. 1. Impacto de la diabetes en el riesgo de
enfermedad coronaria y su pronóstico, basado en un
estudio de seguimiento de 8 años llevado a cabo en Finlandia a partir de
una muestra representativa de sujetos diabéticos de tipo 2 de mediana
edad y de sujetos no diabéticos. Obsérvese que la curva de
supervivencia de los enfermos diabéticos sin infarto de miocardio previo
es similar a la de los pacientes no diabéticos que habían tenido un infarto de miocardio previo. El pronóstico de los
pacientes diabéticos con infarto de miocardio previo es extremadamente
malo; cerca de la mitad de ellos fallecieron durante
el seguimiento.
FACTORES ASOCIADOS AL RIESGO CARDIOVASCULAR EN LA DIABETES DE TIPO 2
La hiperglucemia, la principal anormalidad metabólica de la diabetes, es
un factor de riesgo por sí mismo que se asocia no sólo a
enfermedad microvascular, sino también a enfermedad vascular aterosclerótica,
por mecanismos que incluyen la glucosilación de proteínas de la
pared arterial, glucosilación de lipoproteínas,
acumulación en los tejidos de los denominados productos terminales de la
glucosilación, incremento de los procesos oxidativos de la pared
arterial y alteraciones de la trombogénesis y de la función
endotelial. Otro factor de riesgo es la hipertensión,
con una prevalencia mayor entre los pacientes diabéticos de tipo 2.
También lo es la dislipemia, que se caracteriza por un aumento de los
triglicéridos totales y de los triglicéridos ligados a
lipoproteínas de muy baja densidad(VLDL), y por
una disminución de las concentraciones de colesterol ligado a
lipoproteínas de alta densidad (cHDL). Los valores de colesterol LDL o
totales en pacientes con diabetes de tipo 2 son similares a los de los
individuos no diabéticos, aunque la proporción de
partículas aterogénicas pequeñas y densas de LDL
esta aumentada entre los diabéticos. Este patrón de
dislipemia, junto con la hipertensión y la obesidad de tipo central, son
los hechos mas característicos del síndrome
metabólico. Existe también evidencia de que la resistencia a la
insulina y la hiperinsulinemia asociada pueden estar relacionadas directamente
con el aumento de riesgo de enfermedad vascular aterosclerótica, aunque
este aspecto merece ser investigado. El tabaquismo tiene, como mínimo,
el mismo efecto sobre el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares entre
los pacientes diabéticos que entre los no diabéticos, por su
acción protrombótica y otros posibles mecanismos.
La diabetes de tipo 2 conduce a anormalidades
hemostasicas, que incluyen el aumento de las concentraciones del inhibidor del
activador de plasminógeno I (PAI-1), del
factor von Willebrandt, del
factor VII y del
fibrinógeno. También es normal la microalbuminuria, que es un marcador precoz de la nefropatía diabética
y posiblemente de una disfunción endotelial mas generalizada y,
por tanto, se asocia a un aumento del
riesgo cardiovascular.
Los datos de los estudios epidemiológicos prospectivos del UKPDS (United Kingdom Prospective Diabetes Study) en
pacientes diabéticosde tipo 2 recién diagnosticados y que estaban
libres de enfermedad vascular demuestran que durante el seguimiento a largo
plazo no sólo se incrementaron las complicaciones microvasculares al
aumentar los valores de hiperglucemia, sino también la incidencia de
infarto de miocardio (fig. 2) 2.
Fig. 2. Asociación de las concentraciones de
hemoglobina A1c como
indicador de hiperglucemia con el inicio de complicaciones microvasculares y
con la incidencia de infarto de miocardio en pacientes diabéticos de
tipo 2. Durante el seguimiento a largo plazo, no sólo
se incrementaron las complicaciones microvasculares al aumentar los valores de
hiperglucemia, sino también la incidencia de infarto de miocardio.
En el estudio MRFIT se han incluido mas de 350.000 varones de edad media
de los EE.UU., de los que mas de 5.000 son
diabéticos, especialmente de tipo 2. Se ha hecho un
seguimiento de 10 años durante los que se ha investigado la
relación entre el número de cigarrillos fumados al día y
la mortalidad cardiovascular. Los resultados indican que el riesgo de muerte
cardiovascular aumentó paralelamente con el número de cigarrillos
fumados al día, y que para cada nivel de tabaquismo el riesgo entre los
pacientes diabéticos era entre tres y cuatro veces mayor que entre los
individuos no diabéticos. Esta misma relación se ha encontrado
para la presión arterial sistólica y para las concentraciones de
colesterol, de forma que el aumento de la presión se asocia a un riesgo
cardiovascular que es mucho mayor entre losdiabéticos 3, y para cada
nivel de colesterol los individuos diabéticos se encuentran en una
situación de riesgo mucho mayor que los no diabéticos 4.
Desde el punto de vista de la prevención de la enfermedad cardiovascular
en la diabetes tipo 2 es importante remarcar que los factores de riesgo
convencionales (colesterol, presión arterial, tabaquismo) son similares
entre los diabéticos y los no diabéticos. Pero
debido a que el riesgo absoluto de muerte cardiovascular o de enfermedad
cardiovascular no fatal esta significativamente aumentado entre los
diabéticos, el impacto de los cambios en los factores de riesgo
cardiovasculares convencionales puede tener una repercusión mucho mayor
entre los pacientes diabéticos.
ENSAYOS DE PREVENCIÓN DE ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR EN LA DIABETES
Nos vamos a centrar en cuatro aspectos de la prevención cardiovascular:
control de la glucemia, tratamiento antihipertensivo, tratamiento
hipolipemiante y uso de la aspirina como agente antitrombótico. Los
ensayos que resumiremos a continuación se han
llevado a cabo en sujetos diabéticos de tipo 2, pero los resultados se
pueden aplicar también a pacientes diabéticos de tipo 1 de edad
media o avanzada.
Control de la hiperglucemia
Se han concluido cuatro ensayos que estudian el
impacto del
control de la hiperglucemia. El estudio UGDP fue un
ensayo reducido que se completó hace mas de 20 años. Proporcionó resultados equívocos en relación
con la enfermedad macrovascular y planteó la cuestión de la
seguridad de otros farmacoshipoglucemiantes, ya que en el grupo tratado
con sulfonilurea las complicaciones cardiovasculares fueron mas
frecuentes que entre los que recibieron tratamiento con insulina o dieta.
El estudio DIGAMI se llevó a cabo en Suecia y comparó el control
estricto de la glucosa sanguínea con el tratamiento convencional. Se
describen efectos beneficiosos en el pronóstico de los pacientes
diabéticos después de un infarto de
miocardio (fig. 3) 5. En el estudio DCCT, llevado a cabo en
los EE.UU. entre individuos diabéticos
jóvenes de tipo 1, se obtuvo un pequeño beneficio en la
prevención de las complicaciones microvasculares y se sugirió
algún beneficio en la prevención de la enfermedad macrovascular.
El UKPDS, un amplio ensayo clínico,
proporcionó resultados fuertemente sugestivos de beneficio 6.
Fig. 3. Mortalidad acumulada después de un infarto agudo de miocardio en pacientes diabéticos
de tipo 2, según los resultados del
estudio DIGAMI. Los pacientes fueron aleatorizados durante la fase aguda del
infarto de miocardio a un control intensivo de la glucosa sanguínea,
mediante múltiples inyecciones diarias de insulina, o a tratamiento
convencional. A partir del primer año de
seguimiento el pronóstico de los pacientes que fueron tratados con
insulina fue claramente mejor.
El objetivo del
estudio UKPDS fue determinar si el control intensificado de la glucosa
sanguínea con sulfonilurea o con insulina reducía el riesgo de
enfermedad macrovascular o de complicaciones microvasculares en los enfermos
diabéticos de tipo2. Se recogieron datos de mas de 3.800
pacientes y se hizo un seguimiento medio de 10
años. El grupo de tratamiento convencional comenzó
únicamente con un control de la dieta y, con el tiempo, la
proporción de pacientes de este grupo que recibió una terapia
farmacológica adicional aumentó de manera significativa. A pesar
de producirse un empeoramiento en el control de la diabetes, el estudio UKPDS
fue capaz de mantener la diferencia entre las concentraciones de glucosa
plasmaticas y de hemoglobina A1c entre los dos grupos a lo largo de todo
el ensayo. La media de la diferencia en las concentraciones de hemoglobina A1c
fue del 0 %.
El tratamiento intensivo resultó en una disminución del 25% en las complicaciones microvasculares (p = 0 ), del 11% en
cualquier complicación relacionada con la diabetes (p = 0,029) y del 16% en la incidencia
de infarto de miocardio (que estuvo cerca de la significación
estadística). Esta reducción de la incidencia de infarto de
miocardio se correlaciona con las observaciones epidemiológicas en las
que se comparan dos grupos con una diferencia de hemoglobina A1c de 0 %. Es importante señalar que el estudio UKPDS
también comparó dos tratamientos distintos: uno basado en la
insulina y el otro basado en la sulfonilurea. Los resultados beneficiosos
fueron similares en los dos grupos y han servido para
disipar los temores de que la sulfonilurea pudiera ser perjudicial. El UKPDS
también llevó a cabo un reducido estudio
en el que comparaba la metmorfina con el tratamientoconvencional. Con la
metmorfina también se obtuvieron resultados beneficiosos.
En resumen, los resultados del
estudio UKPDS demuestran que un buen control de la glucemia es importante en la
prevención de las complicaciones microvasculares, y sugieren que puede
ser beneficioso en la prevención de las complicaciones macrovasculares
de la diabetes de tipo 2, especialmente del
infarto de miocardio. El estudio DIGAMI sugiere, ademas, que un buen control de la glucosa sanguínea mejora el
pronóstico de los pacientes diabéticos después de un
infarto de miocardio.
Tratamiento antihipertensivo
Muchos de los amplios ensayos en los que se estudia el efecto del tratamiento
antihipertensivo incluyen un gran número de pacientes diabéticos,
especialmente de tipo 2. Los primeros estudios se basaron en el uso de diuréticos, después se pasó a
los bloqueadores beta y mas recientemente se han utilizado los
inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina (IECA) y los bloqueadores
de los canales de calcio. En los estudios Hypertension Detection and Follow-up
Program (HDPF) y Systolic Hypertension in the Elderly Program (SHEP) se obtuvo
una reducción de alrededor del 35% en las complicaciones
cardiovasculares mayores, incluyendo accidentes cerebrovasculares y enfermedad
coronaria. Los resultados fueron tan beneficiosos entre diabéticos como
entre no diabéticos. En el Captopril Prevention
Project (CAPP) se obtuvo una reducción estadísticamente
significativa en la incidencia de infartos de miocardio entre los
diabéticos pero noentre los no diabéticos. No se
observó ningún efecto sobre los accidentes cerebrovasculares en
ninguno de los dos grupos 7. El Hypertension Optimal Treatment (HOT) fue
diseñado para establecer la presión diastólica
óptima (90, 85 o 80 mmHg) en relación con la prevención de
los eventos cardiovasculares. La terapia basica consistía en un bloqueador de los canales de calcio, el felodipino, a la
que se añadían otros farmacos de acuerdo con un
régimen de 5 etapas. Hubo diferencias en la
presión arterial entre los grupos, pero esto no produjo diferencias en
la incidencia de eventos cardiovasculares entre los no diabéticos.
Sin embargo, entre los individuos diabéticos se produjo un claro descenso de las complicaciones cardiovasculares a
medida que se alcanzaban valores de presión arterial diastólica
mas bajos. La diferencia entre los grupos que tenían 90 y 80 mmHg
fue del
50% 8. En el Systolic Hypertension in Europe Trial (Syst-Eur) se compararon los
efectos del
nitrendipino (con la posible adición de enalapril y placebo) con el
placebo, en pacientes ancianos con hipertensión sistólica. El estudio incluyó a casi 500 pacientes diabéticos y
alrededor de 4.200 no diabéticos. La mortalidad de cualquier
causa y la de causa cardiovascular, y todos los eventos cardiovasculares,
incluyendo los no fatales, se redujeron significativamente entre los pacientes
diabéticos, pero sólo los eventos cardiovasculares y los
accidentes cerebrovasculares se redujeron entre los no diabéticos. El efecto de la disminución de la presiónarterial fue
también mayor entre los diabéticos 9.
Existen 4 ensayos que han examinado el efecto de
diferentes tratamientos antihipertensivos en poblaciones constituidas de manera
exclusiva por individuos diabéticos de tipo 2. Tres de ellos son ensayos
relativamente reducidos (FACET, ABCD y MIDAS) y se han
comparado los bloqueadores de los canales de calcio con los IECA o los
diuréticos. El estudio UKPDS que hemos mencionado con anterioridad, ha
comparado el efecto de la reducción intensiva de la presión
arterial con los tratamientos convencionales. Los resultados de los tres
primeros estudios han sido decepcionantes porque la
incidencia de complicaciones fue mayor en los pacientes diabéticos que
recibieron farmacos bloqueadores de los canales de calcio que la de
aquellos que fueron tratados con IECA o con diuréticos. Estos resultados
contrastan con los del estudio Syst-Eur. Una posible explicación de esta
discrepancia puede ser que el tratamiento con los inhibidores de la ECA sea
mejor que con antagonistas del calcio, aunque no se excluye la posibilidad de
que diferentes tipos de bloqueadores de los canales de calcio puedan tener un
efecto mayor. Este aspecto merece ser investigado.
El estudio de hipertensión UKPDS comparó el
tratamiento antihipertensivo intensivo frente al tratamiento convencional.
El tratamiento intensivo se llevó a cabo con dos regímenes
diferentes: uno basado en el IECA captopril, y el otro en el bloqueador beta
atenolol. Con el tratamiento intensivo se pretendía alcanzar una
presiónsistólica por debajo de 140 mmHg y diastólica por
debajo de 85 mmHg. Los beneficios obtenidos no fueron
diferentes entre el grupo que recibió captopril y el que recibió
atenolol, lo que demuestra que la reducción de la presión
arterial y el valor de presión arterial que se alcanzó fueron
factores mas importantes que el farmaco utilizado. Los
resultados de este estudio se resumen en la tabla 1.
Considerando el conjunto de los resultados que se han
obtenido en los diferentes ensayos antihipertensivos se puede concluir que la
reducción de la presión arterial es beneficiosa entre los
pacientes diabéticos. Debido a que el riesgo absoluto de complicaciones
cardiovasculares en individuos hipertensos con diabetes es mucho mayor que en
los que no tienen diabetes, el beneficio absoluto también es mayor entre
los diabéticos. Ademas, los estudios HOT y UKPDS demuestran que
los valores de presión arterial que se deben alcanzar tienen que ser mas
bajos entre los pacientes con diabetes.
Control de la dislipemia
Los ensayos diseñados específicamente para investigar el efecto del
tratamiento hipolipemiante sobre el riesgo de enfermedad coronaria u otras
formas de enfermedad aterosclerótica en los individuos diabéticos
todavía no se han completado, aunque se dispone ya de información
relevante.
Existen 3 ensayos de prevención secundaria que incluyen pacientes
diabéticos y que examinan el efecto de las estatinas (simvastatina o
pravastatina): 4S, CARE y LIPID, y uno que examina el efecto de un fibrato
(gemfibrozil):VA-HIT. Todos los pacientes del
estudio CARE habían tenido un infarto de miocardio, mientras que en los
estudios 4S y LIPID se incluyeron pacientes sólo con angina de pecho.
Los pacientes del
estudio VA-HIT tenían enfermedad coronaria clínicamente
establecida. La proporción de pacientes diabéticos que participa
en estos ensayos es, salvo en el caso del VA-HIT, mucho menor de la
esperada. Esto es debido a los criterios de exclusión del perfil
lipídico y también a los criterios de exclusión
cardiológicos. Los pacientes del
estudio 4S son claramente hipocolesterolémicos, con un punto de corte en
la concentración de triglicéridos de 2
mmol/l (este valor fue algo mas alto en los pacientes de CARE y LIPID).
El estudio VA-HIT estaba dirigido a un grupo
específico de pacientes: aquellos con enfermedad coronaria con valores
de cHDL bajos y de cLDL normales. En las figuras 4 a 6 se exponen los
resultados del
efecto que ha tenido el tratamiento sobre las concentraciones de cLDL, cHDL y
triglicéridos en estos 4 ensayos. En la tabla 2 se expone el efecto del tratamiento hipolipemiante
sobre la reducción del
riesgo relativo en estos 4 ensayos de prevención secundaria.
Fig. 4. Cambios en las concentraciones de colesterol
ligados a lipoproteínas de baja densidad (cLDL) en 4 ensayos de
prevención secundaria que han investigado el
efecto de las estatinas (4S, CARE y LIPID) y del gemfibrozil (VA-HIT). Las
columnas azules representan los cambios netos producidos por el tratamiento
frente al grupo placebo en todos lospacientes, y las columnas verdes los
cambios en pacientes diabéticos. La reducción del cLDL fue
mayor en el estudio 4S que en CARE, probablemente debido a que en el primero se
utilizó una corrección de la dosis de simvastatina de acuerdo con
la respuesta durante el primer mes, mientras que en CARE y LIPID se
empleó una dosis fija de pravastatina de 40 mg/día. Es
interesante señalar que en el estudio VA-HIT, el gemfibrozil no produjo
disminución (mas bien un ligero aumento)
del cLDL.
Fig. 5. Cambios en las concentraciones de colesterol
ligado a lipoproteínas de alta densidad (cHDL)
en los ensayos 4S, CARE, LIPID y VA-HIT. Las columnas azules
representan los cambios netos producidos por el tratamiento frente a placebo en
todos los pacientes, y las columnas verdes los cambios en pacientes
diabéticos. Obsérvese que la simvastatina (a dosis de
20-40 mg/día) empleada en el estudio 4S produjo el mismo incremento de
cHDL que el gemfibrozil del estudio VA-HIT. En los estudios CARE y LIPID el incremento de colesterol HDL fue
ligeramente menor.
Fig. 6. Cambios en las
concentraciones de triglicéridos en los estudios 4S, CARE, LIPID y
VA-HIT. Las columnas azules representan los cambios
netos producidos por el tratamiento frente a placebo en todos los pacientes, y
las columnas verdes los cambios en pacientes diabéticos. Como era de esperar, el gemfibrozil produjo la
reducción mas marcada, mientras que en los estudios 4S, CARE y
LIPID la disminución de triglicéridos no fue mayor del
10%.
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