CIENCIA, METODO Y POLÍTICA
EN MAX WEBER
Para Weber la producción científica no puede producir juicios de
valor que legitimen el Estado ni la practica de éste, que la
entendemos como la acción política; por lo que propone la
despolitización de la ciencia o del conocimiento científico que
se ocupa del Estado y su practica (la Política).
Esta concepción en Weber, no significa que se esté proponiendo la
desubjetivación del científico, que se entendería como una
total falta de toma de posición respecto de los juicios de valor que le
permiten seleccionar el objeto de estudio, es decir de separar lo principal de
ese objeto respecto de lo secundario; juicios de valor que expresan la
posición o inclinación ideológica y política del
investigador.
En cierta manera la identificación que Weber expresa con la neutralidad
de la ciencia, es casi total, ya que su único límite sería
el momento de la elección del objeto de estudio, donde la subjetividad
del científico determina la importancia social, científica,
personal, etc de lo que se investiga que no le da caracter de validez y
obligatoriedad, como la única y exclusiva realidad que debe conocerse,
pero nada mas, ya que la actitud que un hombre de ciencia debe adoptar
frente a una investigación, si quiere que esta sea científica, es
de no permitir en ella que se introduzcan sus propios juicios de valor, ya que
dejaría de tener plena comprensión del tema .
Por ello, y si la subjetividad del científico es solo cosa
deselección del objeto a investigar, el papel del científico es
dar cuenta del registro de los hechos al margen de los juicios de valor que de
ellos tenga, a partir de encontrar las causas de los hechos en base al conocimiento
del sentido mentado de la acción, es decir de las intenciones que
tenían los actores para realizar los hechos sociales.
Bajo este esquema metodológico, queda pues claro que mediante la ciencia
no se puede justificar o legitimar causas políticas existentes, ya que
la política o las acciones políticas son una lucha entre
distintas voluntades donde vence o se impone el que en un número
significativo de la sociedad y por un lapso de tiempo prolongado hace
creíble sus valores y sus acciones o hechos políticos.
Es decir que para Weber la política es la acción de lucha o
enfrentamiento entre distintas voluntades por la consecución del
poder y lo político el ambito donde se realiza ese
enfrentamiento. De ahí que Weber separa la practica
política de la producción científica, ya que esta
última no puede producir juicios de valor que legitimen la
practica de la política; por lo que al mismo tiempo plantea que
no se puede justificar o legitimar practicas políticas
existentes, en completa oposición a los planteamientos expresados en el
hegelianismo y el marxismo muy de moda en su tiempo.
Por otro lado, al ser para Weber la política la lucha por la
imposición (intersubjetivización social como
asumisión o credibilidad) de valores y/o hechos expresados comovoluntades
políticas, esta encuentra su sustancia cuando se separa de la
legitimación científica.
Estas voluntades, en el autor, son el resultado de la relación entre la
realidad empírica y las ideas valorativas (que son producto de una
acumulación histórica),, ideas que a su vez son producto de la
relación de las actitudes individuales, relación significativa
para cada individuo y solo para él, que al socializarse se convierten en
actitudes sociales que en última instancia constituyen la cultura, que
pueden constituirse en cultura política cuando las actitudes
individuales son actitudes políticas en proceso de socialización.
Entonces, cualquier practica política es responsabilidad de las
actitudes individuales, es decir de la acción de los individuos, por ello
Weber afirma que la acción de los individuos es lo que da sentido al
mundo a través de los valores dominantes, cuyo campo de competencia o
lucha es el campo de la política, por lo que la ciencia no puede
mediatizar la esfera valorativa individual o grupal, ya que la
construcción de valores individuales o grupales, son específicos
del ideal personal o grupal y, obedecen a un sentido de interés
histórico determinado.
En consecuencia para Weber, la ciencia solo contribuye a la acción
política de tres maneras distintas
1) Proporciona los medios técnicos para la realización de
determinados ideales; es decir, puede aconsejar a los políticos acerca
de los medios mas razonables para conseguir o mantener el poder.2)
Somete a examen el ideal político que se persigue; es decir, verifica la
existencia de contradicciones en el discurso y la acción
política, y la relación entre ambas.
3) Muestra al actor los axiomas que subyacen a su querer, dando a conocer, el
sentido de sus valores políticos, los fines que debe perseguir que sean
consecuentes con sus querencias, y las consecuencias previsibles de su accionar
o su hacer, junto con los efectos políticos de estas consecuencias.
Las dos primeras tienen un sentido técnico,
mientras que la tercera un sentido pedagógico.
Para el autor, el papel de las ciencias sociales y del científico
social, es hacer comprensible los motivos que tuvieron los actores sociales en
cuestión para llevar a cabo determinada acción social, dar cuenta
de los criterios valorativos que fundamentan la acción social; es decir
que la acción social es una conducta vinculada a un sentido subjetivo
dada por el propio actor, la que hay que explicar.
En función a esto, desarrolla un sistema de
conceptos de tipo ideal, que consiste en el ordenamiento mental de los
fenómenos sociales. Es de tipo ideal ya que es una construcción
intelectiva con fines explicativos, que no necesariamente reflejan un hecho o
fenómeno específico y determinado, sino que su peculiaridad
esta en el hecho que se abstrae de tiempo y espacio,
convirtiéndose en un esquema real abstracto, pero que esta
construido en base a lo esencial del objeto de investigación, cuya
función es aclarar lasignificación de los fenómenos a la
luz de perspectivas generales.
Los tipos ideales, en Weber, posibilitan la vinculación de los
fenómenos sociales e históricos con los valores últimos de
la sociedad, lo que no implica la introducción de juicios de valor en el
conocimiento científico para lo que fueron construidos.
Son una abstracción intelectualizada cuyo objetivo es dar cuenta del significado de la realidad,
destacando ciertos elementos frente a otros desde el punto de vista del significado
cultural.
La finalidad última del tipo ideal, es comparar la realidad
empírica con el modelo o tipo ideal construido para su
explicación como un parametro de aproximación, por lo que
no es importante la similitud entre el tipo ideal y el hecho real, ya que al
primero no le corresponde ningún caracter de realidad temporal
y/o espacial, mientras que el hecho real es hecho empírico, espacial y
temporalmente real.
Para Weber los tipos ideales tienen tres características
1) Son ahistóricos, ya que su construcción intelectiva consiste
en extraer las características fenoménicas de distintas
épocas para construir un modelo de fenómeno social.
2) Los tipos ideales nunca se implementaron tal cual
en la realidad, en ello consiste su idealidad, aunque sirven para explicar la
realidad.
3) Su objetivo es explicar las acciones individuales, espacial y temporalmente
y no acciones genéricas
Bajo Estas características, Weber, estaría pensando los tipos
ideales como
modelos deacción social de maxima racionalidad, cuya
construcción debe observar al menos una de las siguientes tres
modalidades
Primero que observa las expresiones directas o los motivos explícitos de
los actores sociales.
Segundo, que como modelo son un promedio cualitativo en base a la
observación de hechos o fenómenos similares a los que se trata de
explicar; y
Tercero, que el tipo ideal son mecanismos lógicos racionales o
teóricos al método comprensivo o al método casual.
Con estos elementos metodológicos Max Weber desarrolla sus concepciones
acerca de la política y sus expresiones en la realidad que le
tocó conocer; así entiende que la política es la
dirección o la influencia sobre la dirección de una
asociación política; por lo que la política sería
la aspiración a participar en el poder o a influir en la
distribución de éste entre las distintas asociaciones
políticas o, dentro de una misma asociación entre los distintos
grupos de hombres que la componen.
Por ello cuando dice que una cuestión es política, lo que quiere
significar es que esa cuestión, esta relacionada directamente a
intereses en torno a la distribución, la conservación, o
transferencia del poder; ya que para nuestro autor, quien hace política
aspira al poder como medio para la consecución de otros fines
(idealistas o egoístas), o al poder “por el poder”, para
gozar del sentimiento de prestigio que él confiere.
Para Max Weber el poder político es una relación de dominio entre
hombres, que sesustenta en la obediencia de los dominados a la autoridad de los
dominadores, cuya obediencia o sometimiento se asienta en la legitimidad, que
es la creencia de un grupo significativo de la colectividad en los valores que
sustenta la autoridad; y en la legalidad, que se expresa en el cumplimiento de
las normas y procedimientos establecidos, en cada época, para adquirir
el ejercicio del poder.
En cuanto a la legitimidad, como creencia en los valores que sustentan a la
autoridad, tiene mucho que ver las actitudes volitivas de la colectividad
creyente, como ser: el temor, la esperanza o infinidad de intereses de quienes
obedecen o acatan la dominación; temor a ser reprimidos, esperanza en el
reconocimiento, u otros intereses de realización personal y/o grupal.
Siguiendo a Weber, los motivos internos de justificación sobre los que
se apoya esta dominación pueden ser de tres tipos
En primer lugar la legitimidad del “eterno ayer” de la costumbre
consagrada por su inmemorial validez y por la consuetudinaria
orientación de los hombres hacia su respeto; esta es la legitimidad
tradicional, como la que ejercían los patriarcas y los príncipes
patrimoniales.
En segundo lugar la autoridad de la gracia o del carisma personal, la entrega
puramente personal y la confianza, igualmente personal, en la capacidad para
las revelaciones, el heroísmo u otras cualidades del caudillo que un
individuo posee; es la autoridad carismatica que detentaron y lo siguen
haciendo los profetas, o losjefes guerreros elegidos, los gobernantes
plebicitarios, los grandes demagogos o los jefes de los partidos
políticos.
Dominación producida por la entrega de los sometidos al carisma
puramente personal del caudillo, esta en el sentido de que el
líder carismatico es visto como alguien que esta
internamente llamado a ser conductor de hombres; es a su persona y a sus
cualidades a las que se entrega el discipulado, el séquito, el partido u
otro tipo de agrupación social.
En tercer lugar, la legitimidad basada en la legalidad, en la creencia en la
validez de preceptos legales y en la competencia objetiva fundada sobre normas
racionalmente creadas, es decir, en la orientación hacia la obediencia a
las obligaciones legalmente establecidas; una dominación como la que
ejercen el moderno servidor del Estado, y todos aquellos titulares del poder
que se asemejan a él.
Pero de todas maneras, la obediencia de los súbditos estara
condicionada por esos poderosos motivos de temor y de esperanza
que van implícitos a los motivos de legitimidad expresados anteriormente
como tipos
puros de dominación, ya que muy rara vez se encuentran de manera pura en
la realidad.
También observa que estos motivos en los que se sustenta la
dominación, no son los únicos determinantes en una empresa
política en competencia por la consecución o mantenimiento del
poder; ya que en este tipo de empresa, son también determinantes los
medios auxiliares que los políticos tienen a su disposición; que
se lospuede identificar como
1) El cuerpo del personal administrativo, que esta ligado al portador
del poder por la obediencia.
2) Los medios materiales de la administración, que son necesarios para
el empleo físico de la coacción y el manejo diario de la
administración.
El cuerpo administrativo cuya obediencia responde: a la representación
legal de la dominación que sustenta, a la retribución material
que reciben por ello, al honor social que se adquieren con su ejercicio, y/o al
temor a perder el puesto y con ello las ventajeas que representa éste.
Por ejemplo: respecto de la retribución material, el feudo de los
vasallos, las prebendas de los funcionarios patrimoniales, y el sueldo de los
actuales servidores del Estado; respecto del honor personal, el honor del
caballero, los privilegios estamentales, y el honor del funcionario.
Los medios materiales de la administración (edificios, maquinas,
armas, movilidades, etc), son los instrumentos que mantienen el dominio por la
fuerza, que en su caso pueden ser propiedad del cuerpo administrativo como
sucede en las estructuras políticas anteriores a la aparición del
Estado moderno, o pueden estar separadas del
cuerpo administrativo como
sucede en las Instituciones modernas.
Lo cierto es que estos medios a través de los cuales se ejerce el poder,
reproducen la dominación en el manejo diario de la
administración, que realiza la burocracia o el funcionariado
burocratico de los que dispone el titular de la dominación.En
base a estas consideraciones, plantea que en el Estado moderno, el manejo de la
administración se basa en el derecho estatuido y en reglamentos
racionalmente establecidos, cuya administración esta a cargo de
un cuerpo burocratico permanente que adquiere un caracter
profesional.
Es en este proceso de separación y expropiación de los medios
materiales de la administración respecto del cuadro administrativo, que
han aparecido las primeras categorías de políticos profesionales,
que hicieron del servicio a la política un medio de ganarse la vida, y a
la vez un ideal de vida, según nuestro autor.
Para Weber se puede hacer política, es decir, tratar de influir sobre la
distribución del
poder entre las distintas configuraciones políticas y dentro de cada una
de ellas, como político ocasional, como profesión secundaria, o como profesión principal.
Políticos ocasionales son todos los ciudadanos cuando depositan su voto
en elecciones, aplauden o protestan en una reunión política,
hacen un discurso político, o realizan
cualquier otra manifestación de voluntad de género
analogo.
Políticos semi profesionales son todos aquellos delegados y directivos
de asociaciones políticas que, por lo general, solo desempeñan
estas actividades en caso de necesidad, sin vivir principalmente de ellas y
para ellas, ni en lo material ni en lo espiritual; también los miembros
de los Consejos de Estado y otros cuerpos consultivos que solo funcionan cuando
son requeridos para ello; así comociertos grupos muy numerosos de
parlamentarios que solamente hacen política mientras estan
reunidos en el Parlamento.
Una gran parte de este tipo de actores
políticos estan muy lejos de poner su vida al servicio de la
política, de cualquier forma que no sea circunstancial, mas por
el contrario, aprovechan su participación en el poder para percibir
rentas o beneficios.
Según Weber, hay dos formas de hacer de la política una
profesión; o se vive “para” la política, o se vive
“de” la política; esta oposición no es en absoluto
excluyente, mas por el contrario, generalmente, se hacen las dos cosas, tanto
ideal como materialmente.
Es decir, que quien vive “para” la política hace de ello su
vida en un sentido íntimo, o goza simplemente con el ejercicio del poder
que posee, o alimenta su tranquilidad con la conciencia de haberle dado un
sentido a su vida poniéndola al servicio de algo. En este
sentido todo hombre que vive para algo, vive también de ese algo.
En un sentido económico, vive de la política como
profesión quien trata de hacer de ella una fuente duradera de ingresos;
mientras que vive para la política quien no se halla en ese caso, quien
es económicamente independiente de los ingresos que pueda proporcionarle
la política; por lo que tiene que ser económicamente libre, en el
sentido de que sus ingresos no han de depender de que se consagre a obtenerlos
todo o una parte importante de la actividad política.
En estas circunstancias, para Weber es plenamentelibre solamente el rentista,
aquel que percibe una renta sin trabajar, ya tenga su origen
en la tierra, en valores bursatiles, u otras fuentes de este sentido.
Por el contrario, considera que motivos puramente técnicos, no son
libres el obrero, el empresario y el médico, en cambio se libera con
mucha mayor facilidad el abogado y por ello ha jugado como político
profesional un papel mucho mas importante y mas dominante que los
otros profesionales.
De ahí concluye que la dirección de una asociación
política, sea un Estado o un Partido, conformada por personas que en el
sentido económico, viven para la política y no de la
política, significa necesariamente un reclutamiento
“plutocratico” de las capas políticamente dominantes;
lo que no significa que este tipo grupo político no trate también
de vivir de la política, y no acostumbre a utilizar su situación
de dominación para satisfacer sus intereses económicos privados.
Lo que significa que los políticos profesionales de esta clase, no
estan obligados a buscar una remuneración por sus trabajos
políticos, cosa que deben hacer quienes carecen de medios. Pero tampoco
se quiere decir que los políticos carentes de fortuna,
se propongan solamente atender a sus propias necesidades por medio de la
política, y no piensen principalmente “en la causa”.
De ello desprende otra conclusión en el sentido de que, para los hombres
adinerados la orientación de su actividad política es la
seguridad de su existencia; mientras que paralos carentes de riqueza, la
orientación de su acción es el idealismo político
totalmente desinteresado y exento de miras materiales, ya que su falta de
bienes no les apura en mantener el orden económico de una determinada
sociedad.
El político profesional, el que vive de la política, puede ser un
puro prebendado o un funcionario a sueldo, es decir que recibe sus ingresos
provenientes de tasas y derechos por servicios determinados, o percibe un
emolumento fijo en especie o en dinero, o en ambas cosas a la vez; mostrando
que así sucedía con el condottiero o el arrendatario o comprador
de cargos en el pasado, y sucede hoy con “el boss” americano, que
considera sus gastos como una inversión de capital a la que hara
producir beneficios utilizando sus influencias, o recibe un sueldo fijo, como
es el caso del redactor de un periódico político, de un
secretario de partido, de un ministro, de un representante, o de un funcionario
político moderno.
Por otro lado nos muestra que la figura típica del político
profesional, tanto la del caudillo como la de sus seguidores, ha cambiado con
el tiempo y se nos presenta bajo distintos aspectos; desde los clérigos
hasta los juristas universitarios, pasando por los literatos con
formación humanista donde también se encuentra al Mandarín
chino, la nobleza cortesana desposeída de su poder político
estamental, y los gentry aquellos rentistas y pequeña nobleza de las
ciudades.
Explica que en una primera instancia, el príncipe frente a
losestamentos, se apoyó en capas sociales disponibles de caracter
no estamental; a estas capas pertenecían en primer lugar los
clérigos como
consejeros del príncipe, que se
estructuraron como
un cuadro administrativo, capaz de leer y escribir, susceptible de ser empleado
en la lucha contra la aristocracia.
Una segunda forma del
mismo género, era la de los literatos con formación
humanística, a este grupo pertenecerían los historiógrafos
políticos del
príncipe y el mandarín chino.
La tercera categoría fue la nobleza cortesana, que surgió una vez
desposeídos de su poder político estamental, que entraron al
servicio del
príncipe como
políticos profesionales.
La cuarta categoría esta constituida por una figura
específicamente inglesa, un patriciado que agrupa tanto a la
pequeña nobleza como a los rentistas de las ciudades, y que es conocida
con el nombre de gentry, quienes retuvieron todos los cargos de la
administración local, desempeñandolos gratuitamente en
interés de su propio poder social.
Una quinta forma, propia sobre todo del continente europeo, fue la de los
juristas universitarios, que fueron los que llevaron a cabo la
transformación de la empresa política para convertirla en Estado
racionalizado; por lo que afirma que a partir de entonces, la figura del
abogado moderno va estrechamente unida con la moderna democracia.
Afirma que la importancia de los abogados en la política occidental, no
es en modo alguno casual; ya que la función del abogado es la dirigircon
eficacia un asunto que los interesados le confían, y en esto el abogado
es superior a cualquier funcionario, ya que puede hacer triunfar un asunto
apoyado en argumentos lógicos débiles y en este sentido malo,
convirtiéndolo así en un asunto técnicamente bueno.
Apoya esta conclusión en su percepción de que en la
actualidad la política se hace cada vez mas de cara al
público y, en consecuencia, se utiliza en ella como medio la palabra
hablada y escrita, tarea muy común en los abogados, y no en el
funcionario que ni es un demagogo ni, de acuerdo con su naturaleza debe serlo y
que, ademas, suele ser un pésimo demagogo cuando, pese a todo,
intenta serlo.
A partir de esta afirmación, llega a otra conclusión, que desde
la aparición del Estado Constitucional, y mas precisamente desde
la instauración de la democracia, la figura típica del jefe
político en occidente es la del demagogo; así la demagogia
moderna se sirve del discurso en cantidades aterradoras, aunque su instrumento
permanente es la palabra impresa; por ello el publicista político, y
sobre todo el periodista, son los representantes mas notables de la
figura del demagogo en la actualidad.
Para el autor, todo político de importancia tienen la necesidad de
influencia sobre la prensa y de conexiones con ella, pero salvo excepciones, no
se puede esperar que de entre las filas del periodismo surjan los jefes de
partido; aunque la carrera periodística continúa siendo una de
las mas importantes vías para laprofesionalidad política.
Respecto de los partidos políticos, los considera como sujetos
políticos colectivos que aparecen como los portadores mas
importantes de la voluntad política de los ciudadanos, pero que son en
realidad instituciones cuyo objetivo fundamental es la adquisición de
votos en elecciones, u otro tipo de manifestación de apoyo social, para
optar y tener control sobre la distribución de los cargos
políticos.
Por ello afirma que “Toda lucha entre partidos persigue
no solo un fin objetivo, sino también y ante todo el control sobre la
distribución de los cargos. Los partidos políticos
sienten mas una reducción de su participación en los
cargos que una acción dirigida contra sus propios fines
objetivos.”
Esta afirmación, muestra de manera clara el
doble sentido finalista de las acciones políticas, es decir que una
finalidad una vez alcanzada se constituye en un medio para la búsqueda
de una nueva finalidad, el poder como la
finalidad y como
medio para la realización de otros fines.
En esencia los partidos políticos son cazadores de cargos, en el sentido
de que incluso pueden llegar a cambiar sus programas y objetivos, por la
posibilidad de captar mayor cantidad de voto y por tanto mayor control sobre la
distribución de los cargos públicos.
Por ejemplo señala Weber como en España, hasta principios del
siglo XX, los dos grandes partidos se alternaban en el poder mediante
elecciones para proveer de cargos a sus seguidores; de la misma manera que
enSuiza los partidos de forma pacífica se reparten cargos en
función del número de votos obtenidos en cada elección.
Es en este sentido que las militancias partidarias y
sus seguidores ven a los partidos como
un medio, tal vez uno de los mas eficaces, para procurarse un cargo
público.
“Es evidente que la militancia del
partido, sobre todo los funcionarios y empresarios del
mismo, esperan del
triunfo de su jefe una retribución personal en cargos o en privilegios
de otro género.”
Weber señala como la estrategia general de los partidos
políticos, en aquellas asociaciones políticas medianamente
extensas donde la asignación de los titulares del poder es mediante
elecciones periódicas, es el reclutamiento libre de seguidores, la
presentación, propia o interpuesta de candidatos a elecciones y la
recolección y procura de medios económicos necesarios para
obtener votos.
En cuanto a estructura, los partidos políticos, según Weber, difieren
unos de otros, sin embargo hace alguna generalización en cuya cabeza
estaría el jefe o el grupo de prominentes, seguidos de un núcleo
de interesados en la existencia y pervivencia del partido, dentro de este
núcleo, estarían los mecenas económicos, quienes procuran
los recursos y el financiamiento para el desenvolvimiento del partido, cuya
intencionalidad es la consecución de los cargos o de las influencias
necesarias que les den rédito al financiamiento otorgado.
Todo este núcleo, es quien elabora los programas y procedimientosdel
partido así como la nominación de los candidatos, que en la
mayoría de los casos surgen del mismo núcleo, lo que quiere decir
que la masa partidaria no participa de manera real en la estructuración
y los procedimientos de acción establecidos por una minoría de
“notables”, tampoco la burocracia partidaria cuyo vínculo
esta establecido por la remuneración.
Los partidos como
organizaciones patrocinadora de cargos (como en
los Estados Unidos), tienen como objetivo por
medio de elecciones hacer a su jefe del
poder a fin de que tenga la posibilidad de distribuir cargos en el aparato
burocratico del Estado.
Este tipo de empresa política existe fundamentalmente en los sistemas
presidencialistas y se caracterizan por la carencia de programa propio, por lo
que la competencia interpartidaria es a través de postulados de
atracción en los votantes; no son partidarios de la formación de
castas burocraticas a las cuales las eluden y en el criterio del autor,
permiten la corrupción al interior del partido.
Los partidos de ideología también persiguen ser patrocinadores de
cargos: principales (en los sistemas parlamentarios) y subalternos (en los
sistemas no parlamentarios), a través de búsqueda y
consecución de que el jefe ocupe cargos de dirección
política, aunque para ello tratan de implementar y socializar ideales de
contenido político
En ambos casos la lucha entre los partidos se caracteriza por la
consecución de objetivos materiales y fundamentalmente por la
posibilidadde patrocinar cargos públicos, para lo cual incluso pueden
modificar sus programas partidarios de acuerdo a la relación con la
captación del voto.
Es así que los partidos políticos son empresas políticas
de interesados, es decir, de un grupo pequeño
de personas que: por un lado pretenden y en su caso participan del poder
político; y por otro lado financian al séquito partidario y a las
candidaturas en tiempos electorales y de votación.
Frente a estas asociaciones políticas,
estan los ciudadanos denominados políticamente pasivos, que junto
al séquito de reclutamiento libre, son los elementos vitales y
necesarios de todo partido.
Sin embargo, los partidos políticos son simples asociaciones de notables
que establecen una red de círculos partidarios en todo el territorio en
base a hombres de confianza que ocupan estos puestos a causa de la estima de
que son objeto por distintas razones.
En suma, la concepción weberiana acerca de los partidos, esta
basada en que considera a estas asociaciones políticas, como
organizaciones de políticos profesionales, que compiten por el poder en
el mercado de votos a través de la propaganda y la promoción de
sus líderes.
Como empresas políticas, estan basadas en el trabajo cotidiano y
disciplinado de funcionarios remunerados o a sueldo fijo, que basan su lealtad
en la retribución, estos reproducen y publicitan la actividad del
líder plebicitario y de la maquinaria partidaria, para la
consecución del apoyo de las masas sociales.