En noviembre recordamos a
nuestros muertos
La recordación de nuestros muertos, el 2 de Noviembre, se constituye en
una tradición muy arraigada en Ecuador.
Según los estudiosos, el culto a los muertos era una
practica de nuestros antepasados precedentes a la conquista española es
fechas correspondientes al equinoccio de finales de octubre.
Los sitios funerarios a veces erigidos en
montículos artificiales o tolas, eran lugares sagrados donde se
enterraban a los muertos. Se lo hacia frecuentemente en
grandes vasijas funerarias, junto a sus artículos mas preciados y
ofrendas en comida. Creían que algún día
despertarían con hambre en una nueva vida.
En el Ecuador, el 2 de Noviembre, la iglesia católica
celebre el día de los difuntos y en esa fecha se ve una agitada
actividad en los cementerios, se arreglan, pintan y redecoran las tumbas.
Pero la parroquia rural de Quito, Calderón, se vive
una fiesta muy particular en recordación de los muertos. Con
anticipación se preparan las mas deliciosas viandas con mote, chicha,
carnes y a infaltable colada morada, acompañada
con guaguas de pan. Con todo esto la familia se dirige al cementerio, en ese lugar santo, se serviran el alimento y
también se lo ofrecerana los seres queridos que fueron al mas
alla, a una mejor vida.
Al cementerio de Calderón acuden el 2 de Noviembre familias
indígenas enteras desde muy temprano, se instalan con todo el ceremonial
en las tumbas de sus mayores y permanecen todo el día en su platicas y
adoratorios.
La colada morada es parte de la tradición de recordar a los difuntos. En
todos los hogares sean estos opulentos o pobres, no
puede faltar la tradicional bebida para conmemorar esta fecha.
La familia espera impaciente este manjar preparado en
base a jugo de mora, piña, frutillas, mortiño, especerías
entre clavo de olor y anís estrellado.
La bebida se acompaña con unas delicadas “guaguas” de pan,
estas muñecas hechas de pan, representan a los difunto.
El 12 de Noviembre
Desde sus primeros años perteneció como tenencia al
Corregimiento de Riobamba, teniendo bajo su jurisdicción a las
poblaciones de Baños, Izamba, Patate, Pelileo, Quero, Quisapincha, Santa
Rosa de Pilahuín y Tisaleo. Fue arrasada por el terremoto del 20 de
junio de 1698, pero inmediatamente, don Mateo de la Mata y Ponce de
León, Presidente de la Audiencia de Quito, comisionó al fiscal
Lcdo. Antonio Ron para que con el Cap. Martín Martínez de
Tejadallevasen a cabo un nuevo levantamiento de la
ciudad, acto que se cumplió el 13 de agosto de ese mismo año.
El 19 de octubre de 1756, el Virrey de Nueva Granada le otorgó el
título de Villa, que le fue confirmado por su majestad el rey Carlos III
de España -el 1 de septiembre de 1759-, llamandola Villa de San
Juan de Ambato.
En 1797 estuvo nuevamente a punto de desaparecer casi totalmente debido a un terrible y violento terremoto que sacudió toda la
audiencia: Perdió entonces su categoría de villa y pasó a
ser una dependencia de la también destruida Riobamba. Afortunadamente,
al poco tiempo la ciudad fue reconstruida una vez mas y gracias al
esfuerzo de sus hijos se convirtió muy pronto en importantísimo
punto de comunicación entre Guayaquil y Quito.
Durante la colonia logró un gran desarrollo y
fue una de las primeras ciudades que plegó al movimiento independentista
iniciado en Guayaquil
con el triunfo de la Revolución del 9 de Octubre de 1820. Efectivamente,
luego de la victoria patriota obtenida en Camino Real, el pueblo
comprendió que había llegado la hora de luchar por su libertad, y
en la mañana del 12 de noviembre de ese mismo año, haciendo uso
de las pocas armas que pudieron encontrar a mano, losambateños atacaron
los cuarteles españoles y vencieron a las fuerzas del Crnel. Fominaya acantonadas en dicha plaza. Héroes de esa
gloriosa jornada fueron, entre otros, los hermanos Vicente, Teresa y Francisco
Flor, Mariano Navarrete, Lizandro y Joaquín Lalama, José
Suarez, Teodoro Barreto, Vicente Guerrero, Ignacio Martínez, Tomas
Sevilla y Joaquín Riera.
La Ley de División Territorial de Colombia del 25 de junio de 1824, la
designó cantón de la provincia de Chimborazo, condición
que mantuvo hasta el 3 de julio de 1860 en que se creó la provincia de
Ambato, que al año siguiente fue bautizada definitivamente con el nombre
del volcan que la caracteriza -Tungurahua-. Se designó entonces a
la ciudad de Ambato como su capital.
Poco a poco la ciudad fue creciendo hasta adquirir gran importancia comercial y
turística, mas, como si la naturaleza se hubiera ensañado con
ella, el viernes 5 de agosto de 1949 otro violento terremoto sacudió
nuevamente sus cimientos destruyéndola casi totalmente; pero al igual
que en las otras ocasiones, volvió a resurgir de entre sus ruinas para
convertirse en una de las mas bellas del Ecuador.
Ambato se ha distinguido por la laboriosidad y
el talento de sus hijos, y se la llama«La Tierra de los Juanes» por
haber sido cuna de tres de los hombres mas
ilustres del Ecuador: Juan Montalvo, Juan
León Mera y Juan Benigno Vela.
A raíz del terremoto de 1949 y como una demostración de la
rebeldía y el valor de sus hijos, mediante acta suscrita el 17 de
febrero de 1951 se creó en Ambato «La Fiesta de las Frutas y de
las Flores».
Posteriormente y buscando erradicar
definitivamente la mala costumbre de jugar con agua para celebrar el carnaval,
en 1962 se hizo coincidir dichas fiestas convirtiéndolas en un evento de
gran trascendencia artística y cultural.
Efectivamente, «La Fiesta de las Frutas y de las Flores» es en la
actualidad una de las mas cultas, bellas y tradicionales del Ecuador.
Ambato fue erigida en cantón de acuerdo con la Ley de División
Territorial de Colombia del 25 de junio de 1824, expedida por el Gral.
Francisco de Paula Santander, el mismo que esta integrado por las
parroquias rurales Ambatillo, Atahualpa (Chipzalata), Augusto N.
Martínez (Mundugleo), Cunchibamba, Constantino Fernandez
(Cullitagua), Huachi Grande, Izamba, Juan Benigno Vela, Montalvo, Pasa,
Picaigua, Pilahuín, Quisapincha, San Bartolomé, San Fernando,
Santa Rosa, Totoras (Transito) y Unamuncho.