(Nació en Atlanta, 15 de enero de 1929
– Memphis, 4 de abril de 1968) fue un pastor estadounidense de la iglesia
bautista1 que desarrolló una labor crucial en Estados Unidos al frente
del Movimiento por los derechos civiles para los afroamericanos y que,
ademas, participó como activista en numerosas protestas contra la
Guerra de Vietnam y la pobreza en general.
Por esa actividad encaminada a terminar con la
segregación estadounidense y la discriminación racial a
través de medios no violentos, fue condecorado con el Premio Nobel de la
Paz en 1964. Cuatro años después, en una
época en que su labor se había orientado especialmente hacia la
oposición a la guerra y la lucha contra la pobreza, fue asesinado en Memphis, cuando se
preparaba para liderar una manifestación.
Luther King, activista de los derechos civiles desde muy
joven, organizó y llevó a cabo diversas actividades
pacíficas reclamando el derecho al voto, la no discriminación y
otros derechos civiles basicos para la gente negra de los Estados
Unidos. Entre sus acciones mas recordadas estan el boicot
de autobuses en Montgomery, en 1955;su apoyo a la fundación de la
Southern Christian Leadership Conference, en 1957 (de la que sería su
primer presidente); y el liderazgo de la Marcha sobre Washington por el Trabajo
y la Libertad, en 1963, al final de la cual pronunciaría su famoso
discurso 'I have a dream' (‘yo tengo un sueño’),
gracias al cual se extendería por todo el país la conciencia
pública sobre el movimiento de los derechos civiles y se
consolidaría como uno de los mas grandes oradores de la historia
estadounidense.La mayor parte de los derechos reclamados por el movimiento
serían aprobados legalmente con la promulgación de la Ley de los
derechos civiles y la Ley del derecho al voto.
El 4 de abril de 1968 a las 18 horas y un minuto,
Martin Luther King fue asesinado por un segregacionista blanco en el
balcón del Lorraine Motel en Memphis (Tennessee). Sus
últimas palabras en ese balcón fueron
dirigidas al músico Ben Branch, quien iba a actuar esa noche durante una
reunión pública a la que asistiría Martin Luther:
Llegué a tierra de Cariay, adonde me detuve a
remediar los navíos y bastimentos, y dar aliento a la gente, que
venía muy enferma. Yo que, como
dije, había llegado muchas veces a la muerte, allí supe de
las minas del
oro de la provincia de Ciamba, que yo buscaba. Dos indios me llevaron a
Carambaru, adonde la gente anda desnuda y al cuello un
espejo de oro, mas no le querían vender ni dar a trueque.
Nombraronme muchos lugares en la costa de la mar, adonde decían
que había oro y minas; el postrero era Veragua, y lejos de allí
obra de veinte y cinco leguas: partí con intención de los tentar
a todos, y llegado ya el medio supe que había minas a dos
jornadas de andadura: acordé de inviarlas a ver vísperas de
San Simón y Judas, que había de ser la partida: en esa noche se
levantó tanta mar yviento, que fue necesario de correr hacia adonde
él quiso; y el indio adalid de las minas siempre conmigo.- En todos
estos lugares, adonde yo había estado, fallé verdad todo lo que
yo había oído: esto me certificó que es así de la
provincia de Ciguare, que según ellos, es descrita nueve jornadas de
andadura por tierra al Poniente: allí dicen que hay infinito oro, y que
traen corales en las cabezas, manillas a los pies y a los brazos dello,
y bien gordas; y de él, sillas, arcas y mesas las guarnecen y enforran. También dijeron que las mujeres de allí traían
collares colgados de la cabeza a las espaldas. En esto que yo
digo, la gente toda de estos lugares conciertan en ello, y dicen tanto que yo
sería contento con el diezmo. También todos conocieron la
pimienta []
En todos sus usos son como los de la
Española. El oro cogen con otras artes, bien que todos son nada con los
de los cristianos. Esto que yo he dicho es lo que oyó[]
no es mi propósito de fablar en aquella materia, salvo de dar cuenta de
mi duro y trabajoso viaje, bien que él sea el mas noble y provechoso.
--Digo que víspera de San
Simón y Judas corrí donde el viento me llevaba, sin poder
resistirle. En un puerto excusé diez
días de gran fortuna de mar y del
cielo: allí acordé de novolver atras a las minas, y
dejélas ya por ganadas. Partí, por seguir mi viaje, lloviendo:
llegué a puerto de Bastimentos, adonde entré y no de
grado: la tormenta y gran corriente me entró allí catorce
días; y después partí, y no con buen tiempo. Cuando yo
hube andado quince leguas forzosamente, me reposó atras el viento
y corriente con furia: volviendo yo al puerto de donde había salido
fallé en el camino al Retrete, adonde me retruje con harto peligro y
enojo, y bien fatigado yo y los navíos y la gente: detúveme
allí quince días, que así lo quiso el cruel tiempo; y
cuando creí de haber acabado me fallé de comienzo: allí
mudé de sentencia de volver a las minas, y hacer algo fasta que
me viniese tiempo para mi viaje y marear; llegado con cuatro leguas revino la
tormenta, y me fatigó tanto a tanto que ya no sabía de mi
parte. Allí se me refrescó del mal la llaga: nueve
días anduve perdido sin esperanza de vida: ojos nunca vieron la mar tan
alta, fea y hecha espuma. El viento no era para ir adelante, ni
daba lugar para correr hacia algún cabo. Allí me detenía
en aquella mar fecha sangre, hirviendo como caldera por gran fuego. El
cielo jamas fue visto tan espantoso: un
dí
King es recordado como
uno de los mayores líderes y héroes de la historia de Estados
Unidos, y en la moderna historia de la no violencia.