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Biografia Daniel Reyes Camacho (1925-2007)
Daniel Reyes Camacho.
(1925-2007)
Daniel Reyes, Médico Militar, hombre culto e inteligente. Nacido en el poblado de Tulyehualco, Distrito Federal el 9 de
octubre de 1925. Siendo el menor y único varón procreado
por Don Teodoro Reyes Jiménez y Doña Eleazar Camacho Villaruel,
quedo huérfano a la edad de 5 años quedando a cargo de sus
hermanas mayores: Raquel, Noemí y Elia. Para
poder subsistir se vio en la necesidad de trabajar; cuidando ovejas, y su gran
deseo de salir adelante lo llevo a inscribirse en la
escuela primaria para realizar sus primeros estudios; lamentablemente algunas
de sus ovejas fueron robadas y se tuvo que trasladar a la ciudad de
México, separandose de sus hermanas. A pesar de
esto, él continúo su educación, inscribiéndose en
la secundaria nocturna. Después de mucho esfuerzo y sacrificios,
realizó sus estudios superiores en el Heroico Colegio Militar,
graduandose como
Médico Militar y posteriormente se estuvo desempeñando como Médico Legista.
Vivió en un medio social urbano
militarizado.Entre sus logros fue subdirector por 30 años en el Servicio
Médico Forense del Distrito Federal. Enfrento muchas veces el peligro,
ya que en ocasiones tuvo que asistir a diferentes combates; en una ocasión
estando en un enfrentamiento en Oaxaca, realizo una operación a un
militar en pleno campo de batalla salvandole a éste la vida.
Después de su valiente acción el ejército mexicano le
entregó un reconocimiento mismo que él
rechazo, pues él era hombre de convicciones e ideales fuertes y
decía que solo cumplía con su deber. Dentro de su carrera militar
alcanzó el rango de Mayor y se jubiló a los 74 años de
edad Siempre le fue leal a las fuerzas armadas de México, muestra de
ello es el uniforme que con gran gallardía y orgullo portó hasta
su sepulcro un 10 de diciembre del 2007 en el Distrito Federal a la edad de 78
años. El mayor Daniel Reyes Camacho sera recordado como
un hombre de caracter fuerte, firme en sus convicciones y leal a su
patria.
Corrado Vivanti inicia su narración con los
años en que Maquiavelo es secretario de la Segunda Cancillería de
la República florentina, una experiencia indispensable para escribir
«El Príncipe» muchos años después. Muy
importante también es la época en la que Maquiavelo se ve forzado
a exiliarse de Florencia. Vivanti reconstruye con
grandes dotes imaginativas lo que fue su día a día entonces,
principalmente dedicado a leer y escribir.
Un manual de supervivencia
La imagen que mas ha trascendido de Maquiavelo es la de un personaje
siniestro poseído por pensamientos diabólicos para alcanzar
ambiciones frustradas.
A él se atribuye la
frase «El fin justifica los medios». Sin embargo, el verdadero
Maquiavelo nada tiene que ver con
este mito,
como
bien muestra Corrado Vivanti. Maquiavelo es
un
observador privilegiado de la política en la época
del papa Alejandro VI y
suhijo César Borgia, en la que la inmoralidad y la corrupción
estan indisolublemente asociadas al poder.
El secretario florentino tuvo el talento de saber elaborar
un
manual de supervivencia basado en practicas nada ejemplares que, sin
embargo, estaban a la orden
del
día entre los representantes políticos. Pero el hecho de
haber analizado y clasificado dichas practicas no
significa que él las compartiera.
De hecho, a juzgar
por su trayectoria, Maquiavelo no fue capaz de aplicarse muchas de sus propias
recetas. Después de la caída de los Medici, vuelve a
Florencia con la
esperanza de recuperar su puesto en
la Cancillería y fracasa. A diferencia de muchos de sus
contemporaneos, no supo lucrarse con sus cargos públicos, y
murió
como
vivió: pobre.
Por último,
como
escritor no sólo es el autor de «El Príncipe», sino
un gran humanista. Una de las virtudes de esta biografía es mostrar la
relevancia
del
conjunto de su producción. Como muestra el capítulo
«Historiador, cómico y tragico», destacó en
diversas ramas de la literatura y del saber, y merece ser recordado
también como autor de una fascinante «Historia de
Florencia», de «El arte de la guerra» e incluso de una obra
de teatro como «La Mandragora».