La “era del guano' (1840-1872) es una época a la que se le
debe prestar una cuidadosa atención, debido a los muchos factores que
contribuyeron al auge económico obtenido de su explotación. En
este ensayo se presentan las tres clases de contratos que el Estado peruano
celebró (venta libre, consignación y monopolio comercial) con
diferentes capitalistas entre 1840 y 1872; escrito que, con un minucioso
analisis, pretende contribuir al debate sobre el derroche, por parte del
Estado, de los ingresos obtenidos de la explotación del guano.
Breve reseña histórica
En 1802, Alejandro von Humbolt fue el encargado de llevar a Europa una muestra
de guano de islas; al analizarse, se descubrió que el mencionado
producto contenía sustancias nitrogenadas que lo hacían un
fertilizante muy efectivo. En 1827 Mariano Eduardo de Rivero reveló la
importancia del guano; en 1840, el barón de Liebig demuestra las
excelencias que poseía como fertilizante de tierra. Otros personajes que
también estudiaron la importancia del guano fueron Alejandro Cochet[1],
Tomas Way y Carlos Barroilhet[2].
Debido a la revolución industrial en Inglaterra, se expulsó a
millones de campesinos de las tierras que ocupaban para convertirlas en pastos
en los que se criaría al ganado que producía la lana demandada
por la industria textil britanica (Manrique, 1995). Ante tal
eventualidad, se necesitaría un fertilizante potente que produzcalo
mismo o mas de lo producido antes de la conversión de las tierras
de labranza en pastos (y el guano de islas era el candidato perfecto) ya que
los campos iban decreciendo y la urbe se incrementaba.
Durante el período de explotación del guano se suscitaron 3
modalidades de comercialización, que culminarían en el comienzo
de una de las mas devastadoras crisis económicas del Perú.
Tratados de comercialización
Venta libre (1840-1841)
En 1840, Francisco Quiroz pactó con el Estado un arrendamiento por el
plazo de seis años en el que él se comprometía a pagar 10,
000 pesos por año (30 pesos por tonelada de guano) y con un adelanto de
40, 000 pesos; 1, 500 de los cuales fueron entregados en efectivo y el resto en
certificados de la deuda de la Casa de la Moneda (Basadre, 1974a). El
historiador tacneño Jorge Basadre en su tan aclamada Historia de la
República del Perú nos presenta las causas de la anulación
de dicho contrato:
“El guano embarcado en 1841 alcanzó tan altos precios en
Inglaterra que el Consejo de Estado hizo una representación al Poder
Ejecutivo. La Corte Suprema conoció del expediente y el gobierno
anuló el contrato que había suscrito, ordenó el
reconocimiento de las islas por peritos y pidió las propuestas de
quienes quisieran especular con el abono”
En síntesis: el Estado anuló el contrato a los 6 meses porque se
dio cuenta de que estaba perdiendo. Tal decisión no infringía el
contrato ya que en el mencionado acuerdo se estipulaba que si la demanda era
grande sepodía modificar el contrato con precio diferente. Dicho acuerdo
no se renovó en la misma modalidad, sino que se modificó en
consignaciones, las que se hegemonizaron durante un período de
veintiocho años.
Consignación (1841-1869)
En 1841, Francisco Quiroz y su socio Aquiles Allier dieron el inicio a la
época de consignaciones del guano, ya que este había pasado a ser
considerado como propiedad fiscal; el Estado pasaba a ser el propietario de un
factor de producción.
Entre 1841 y 1869 el Estado celebró 34 contratos de consignación
que tenían una estructura en común: el Estado recibía un
porcentaje de las ventas que el consignatario hacía; el mismo, cancelaba
su deuda al culminar el contrato.
El consignatario, ademas de lo pactado, podía brindar
préstamos al Estado los cual se cancelaban con bonos. Ante la antes
mencionada crisis económica del Perú, los bonos fueron
desvalorandose y los consignatarios optaban por venderlas a comercializadores
de bonos que usaban los mismos para pagar deudas al Estado (ya que los bonos no
perdían su valor al ser usados como medios de pago ante una entidad
pública en el Perú)[3].
En 1969 Fernando Palacios entregó una carta al presidente José
Balta en la que se ofrecía una propuesta sobre una nueva
negociación con el guano, modalidad que terminaría con los
consignatarios.
Monopolio (1969 en adelante)[4]
Balta entregó la propuesta de Palacios a su entonces Ministro de
Hacienda, el demócrata Nicolas de Piérola, quien tuvo
posteriormente variasconversaciones con Palacios. Enseguida, Piérola
fijó las bases a las cuales debía obtenerse una nueva
expedición de guano a Europa que hiciera desaparecer el fantasma del déficit
(producido por los anteriores acuerdos) y eliminase el sistema de las
consignaciones.
En Lima se especulaba acerca de que si en Europa se pudiese conseguir un nuevo
contratista para el guano. Solo los consignatarios creían estar
enterados de las grandes utilidades provenientes de este negocio (Basadre,
1974b). Hasta que en 1969 se opto por firmar con Augusto Dreyfus.
El famoso Contrato Dreyfus se trataba de un monopolio comercial en el que se le
anticipaba al Estado 2’ 000, 000 de pesos con la condición de que
la empresa sea la única comercializadora del guano[5].
“Para sus promotores y partidarios, el contrato Dreyfus tenía
múltiples ventajas. El país se libertaba del yugo de los
consignatarios. Un bien de inmenso valor, el valor comerciable, sobre el que
recobró el Estado su pleno demonio para ejercerlo de inmediato.”
(Basadre, 1974c).
Después de dos años, tras haber firmado el tratado, Dreyfus
demandó al Estado por promover el salitre[6] ante la Corte Suprema. Tras
esto el Estado tuvo una deuda con la casa Dreyfus pausada por la Guerra del
Pacífico y renovada dos décadas después.
Según nos comenta Heraclio Bonilla en su Guano y Burguesía en el
Perú, Dreyfus fue uno de los contratistas mas beneficiados por el
guano a pesar de la traición del Estado.
Sobre la utilización de los ingresos captados por
lacomercialización del guano
Los sistemas comerciales, mencionados antes, mediante los que se explotó
el guano fueron los causantes del auge económico del Perú, cabe
destacar una pregunta que es lanzada por el historiador Nelson Manrique en su
Historia de la República:
“¿Por qué razón los ingentes recursos generados
durante este período no se convirtieron en el cimiento para la
conversión de la sociedad peruana en una sociedad industrial moderna,
que superara los lastres coloniales, modernizara su economía y sentara
las bases para la construcción de un Estado democratico, basado
en la explotación de las riquezas nacionales en favor de los
peruanos?”(Manrique, 1995)
A lo que él mismo responde: “…lo cierto es que el grueso de
los recursos generados durante el período quedo en el
país.” (Ídem).
Manrique cita a Shane Hunt y su riguroso estudio sobre el destino de los
recursos generados durante el auge. Los porcentajes son muy ilustrativos:
Fuente: (Manrique, 1995, apud.)[7]
Manrique le llama derroche al excesivo gasto en la expansión de la
burocracia en el Perú (53,5% de los ingresos) sosteniendo que en vez de
eso se debió consolidar un Perú industrializado. Ante esto se
puede agregar que el Estado aun no se comportaba como una República, la
identificación de los ciudadanos con el Estado era lejana. Ante esto se
tuvo que invertir en burocracia para mantener la hegemonía de la
República y así ir alejandose del pensamiento colonial.
En los 7 Ensayos de Interpretación de la RealidadPeruana, José
Carlos Mariategui sostiene que las concesiones del Estado y los
beneficios del guano y del salitre crearon un capitalismo y una
burguesía, tal manifestación fue llamada plutocracia por Basadre.
Esta plutocracia se encargó de despilfarrar el dinero que habían
acumulado; por ejemplo, en 1958 hubo una huelga de artesanos como protesta por
la adquisición de artículos de lujo de las familias alturadas de
la capital[8] (Manrique, 1995).
En el contexto social, el Estado abolió la esclavitud[9] y el tributo
indígena[10] invirtiendo 7% de las ganancias en ello. Sobre la
esclavitud, se llegó en un acuerdo en el que ambas partes quedaban, de
alguna manera, satisfechas. La esclavitud de alguna manera fue abolida en 1821
con San Martín con la conocida Ley de vientres[11]. El tributo
indígena fue un gasto que después se restituyó tras la
crisis económica del Perú (1967), es natural que esto pasara
porque había una fuga fiscal paralela a la crisis.
En la época de los consignatarios el Estado se endeudó con
capitalistas nacionales y extranjeros; 19.5% de los ingresos se destinaron a
los pagos de esas deudas. El Perú terminó hundido en la
mas profunda crisis tras el derroche y tuvo que declararse en la banca
rota.
Veintiocho años de historia dejan una crucial radiografía del
Estado peruano de la segunda mitad del siglo XIX. Parte de esta
radiografía contribuyó a que el pensador peruano Manuel
Gonzalez Prada haga su tan conocida frase lapidaria, con la que termina
este ensayo: el Perú es unorganismo enfermo: donde se aplica el dedo,
brota pus. Casi un siglo y medio después, nos toca la
rectificación.
[1] Un hijo ilegítimo de Cochet, reclamó contra el gobierno
peruano, amparandose en una ley que otorgaba a su descubridor (en este
caso su progenitor) un tercio de cualquier propiedad del Estado que fuese
descubierta. (Basadre, 1974a).
[2] Barroilhet presentó reclamos durante mucho tiempo, afirmó
haber sido el primero en propagar las cualidades de este producto y
denunció a los consignatarios (la casa Gibbs). (Basadre,1974a).
[3] Cfr., BONILLA, Heraclio. Guano y burguesía en el Perú: el
contraste de la experiencia con las economías de exportación del
Ecuador y Bolivia. Tercera Edición. Quito: FLACSO, 1994.
[4] Hasta antes de la Guerra del Pacífico.
[5] Es muy ilustrativo el contraste del Contrato Dreyfus, firmado durante el
gobierno de Balta, con el que se firmó entre el Estado gobernado por el
ingeniero Alberto Fujimori (1990 - 2001) con la empresa española
Telefónica ante la compra de la Compañía Peruana de
Teléfonos fundada durante el septenio de Juan Velasco Alvarado
(1968-1975). Ambos se celebraron ante situaciones similares (déficit
fiscal, solicitud del monopolio comercial, etc.) y su comparación nos
ayuda a comprender mejor el sistema monopolizador del Contrato Dreyfus.
[6] El fertilizante de tierra que competía con el guano y que el Estado
extraía de las islas salitreras de Tarapaca.
[7] Por motivos ilustrativos, en este ensayo se presenta con graficos de
barraslas cifras de Hunt.
[8] Manrique manifiesta que a tal punto había llegado el derroche que se
importaban hasta las puertas de las viviendas.
[9] En realidad el término mas exacto es manumisión de la
esclavitud ya que se pagó por cada esclavo libre. Abolir implica obligar
al amo a dar la libertad a su esclavo sin pagarle ni un solo centavo por este.
La abolición de la esclavitud empezó en 1804 en Haití y
terminó en 1888 con Brasil; Perú fue el único caso de
manumisión.
[10] Tales hechos se dieron en circunstancia de una Guerra Civil. Castilla
proclamó dichos dictamenes sin ser Presidente Constitucional (se
especula que se buscaba votos para ganar futuras elecciones, el populismo
reinaba en el caudillo).
[11] Se estipulaba que todo hijo de esclavo nacido después del 28 de
julio de 1821 era libre. Obviamente esos hijos se quedaron en condición
de esclavos ya que tenían que ser criados por sus padres.
SEMANA 6
VISION HISTORICA DEL, PERU Y DEL MUNDO
CONTESTA LAS SIGUIENTES PREGUNTAS Y COMENTA LAS RESPUESTAS DE 2
COMPAÑEROS:
1.- A QUE SE DENOMINO “PROSPERIDAD FALAZ” Y ENTRE QUE AÑOS
SE DIO.
Elhistoriador peruano Jorge Basadre denomina “prosperidad falaz” al
periodo de auge que vivió el Perú con la riqueza del guano de la
isla que el Viejo Mundo compraba avidamente para revitalizar susgastadas
tierras agrícolas. Muchos se enriquecieron, los gobernantes pudieron
realizar grandes obras públicas, como los ferrocarriles y el
fortalecimiento de la armada. Se dio entre los años 1842 al 1866.