Se conoce como al-Ándalus al territorio de
la Península Ibérica y de la Septimania bajo
poder musulmán durante la Edad Media, entre los
años 711 y1492.1 2
Tras la invasión musulmana de la península, al-Ándalus se integró
inicialmente en la provincia norteafricana del Califato Omeya, para más
tarde convertirse en un emiratoy posteriormente en
un califato independiente del poder abasí. Con la disolución
del Califato de Córdoba en 1031, el territorio se dividió en
los primeros reinos de taifas, periodo al que sucedió la invasión de
los almorávides, los segundos reinos de taifas, la invasión de
los almohades y los terceros reinos de taifas. Con el avance de
laReconquista iniciada por los cristianos de las montañas del norte
peninsular, el nombre de al-Ándalus se fue adecuando al menguante territorio
bajo dominación musulmana, cuyas fronteras fueron progresivamente empujadas
hacia el sur, hasta la toma de Granada por los Reyes
Católicos en 1492, que puso fin al poder islámico en la península
Ibérica, aunque aún quedaban musulmanes viviendo en la Península (véase La
Alpujarra).
El nombre 'al-Ándalus' referido a la Península Ibérica, aparece
documentado por primera vez en una moneda conservada en el Museo
Arqueológico Nacional de España y datada en el año 716, pocos años después
de la invasión musulmana de Hispania. En esa moneda aparece el término latino 'Span', que correspondería a
'Spania' junto con el término árabe 'al-Ándalus'. Teniendo
en cuenta los múltiples testimonios del bilingüismo que existió en
al-Ándalus a lo largo de casitoda su historia entre el romance vernáculo y
árabe dialectal, no es de extrañar que en ésta y en otras monedas se usaran el
alfabeto latino y el árabe para escribir los términos equivalentes en cada
lengua. Sin embargo, a pesar de estar claro que el topónimo al-Ándalus se usó como sinónimo de la Hispania
musulmana, el origen del
término no está claro, y se han formulado varias teorías al respecto.
Tesis Vándala
Esta histórica y discutida tesis defiende que los vándalos,
pueblo germánico que ocupó la Bética romana entre el 409 y
el 429 y que desde allí pasó al norte de África, dieron origen al nombre de
al-Ándalus. La tesis de los vándalos ya se esgrimía en el mundo hispánico durante la Edad Media, aunque fue a partir del
siglo XVI cuando empezó a ser más difundida, apareciendo en la obra de
múltiples anticuarios del
ámbito cultural español. El arabista holandés del siglo
XIX Reinhart Dozy fue el primero en argumentarla según
la filología moderna. Uno de los razonamientos
sostenía que el nombre de Andalucía provenía de
'Vandalicia', que significaría 'la tierra de los vándalos'
pero no hay constancia documental de que la región alguna vez se denominara
'Vandalicia'. Sin embargo esta ha sido una etimología muy
popular y un
auténtico tópico histórico muy repetido. Siguiendo
esta falsa etimología, se llegó a usar
el topónimo latino 'Vandalia', a modo
de neologismo para referirse a Andalucía en textos modernos escritos
en latín, como por ejemplo el lema que aparece en el escudo de la ciudad
de Carmona: 'Sicvt Lvcifer lvcet in Aurora, itain Vandalia
Carmona' (Como el Lucero brilla en la Aurora, así en Vandalicia brilla
Carmona).
Tesis visigoda
Heinz Halm propone que 'al-Ándalus' es la arabización de la
expresión goda 'Landa-hlauts', sustantivo compuesto por los
término 'landa' (tierra) y 'hlauts' (sorteo) y que
significa 'tierras de sorteo'.3 Según Halm
los visigodos se repartían las tierras conquistadas mediante
'sorteos' con el objetivo de repoblarlas y llamaban a las tierras
repartidas 'Sortes Gothica'. De este modo
Halm mantiene que 'Landa-hlauts' era el nombre godo de la antigua
provincia Bética, y que de él pudo derivar el vocablo árabe al-Andalus.
Sin embargo en las fuentes históricas sólo se ha
documentado la expresión latina
'Gothica sors' referida al reino visigodo y no se ha hallado la
expresión 'Landa-hlauts' o similar en fuente histórica alguna.
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Historia
Conquista
Invasión musulmana de la Península Ibérica.
Entre los años 711 y 715, los musulmanes ocuparon una parte de
la Península Ibérica, aunque sin ningún tipo de dominio efectivo al norte
del Sistema Central. La invasión y ulterior ocupación del sur peninsular
se sostuvo manu militari. La parte mediterránea y la más meridional
sufrieron un desbordamiento demográfico de las
poblaciones locales, que se adaptaron a la nueva situación.
La entrada de los musulmanes en la península se produjo con el desembarco
en Gibraltar (Yebel Tárik), el 27 de abril de 711,
de Táriq Ibn Ziyad lugarteniente del gobernador
de Tánger (Musa ibn Nusair), lideró unejército de 9.000 hombres. Poco
después, el 19 de julio,
los visigodos fueron derrotados y su rey Rodrigo murió en
la Batalla de Guadalete. La ocupación del sur peninsular
con la implantación masiva de poblaciones norteafricanas se produjo
rápidamente. La presencia de los invasores musulmanes al norte del Sistema Central era sin embargo prácticamente
anecdótica, limitándose a guarniciones desde las que profundizar sus
incursiones militares o razzias.
Emirato de Córdoba
En el año 756 Abd al-Rahmán I llegó a Córdoba y
estableció una dinastía que gobernó al-Ándalus hasta 1031. En
el 773 Abd al-Rahmán I creó el Emirato de Córdoba,
independizándose política y administrativamente del Califato
de Damasco, aunque mantuvo con el mismo una unidad cultural, espiritual y
moral. Pese a todo, el verdadero organizador del emirato
independiente fue Abd al-Rahmán II, que delegó los poderes en manos de
los visires. La islamización fue muy rápida y el número
de mozárabes (cristianos en territorio musulmán) se redujo
considerablemente.
En el año 912, ascendió al trono Abd al-Rahmán III, cuando ya la
decadencia política del emirato era un hecho. Intentando acabar con las sublevaciones y conflictos, se proclamó
califa en 929, dando paso al califato de Córdoba.
Califato de Córdoba
En el año 929, Abd al-Rahmán III estableció el Califato de Córdoba,
declarando la independencia religiosa de Bagdad, capital del Califato
Abasí. Esta proclamación del califato contenía un propósito
doble: En el interior, los Omeyas querían consolidar su posición. En
elexterior, consolidar las rutas marítimas para el comercio en elMediterráneo,
garantizando las relaciones económicas con Bizancio y asegurando la
subadministración del
oro.
Tras la ocupación de Melilla en 927,
a mediados del siglo
X, los omeyas cordobeses controlaban el triángulo formado
por Argelia, Siyilmasa y el océano Atlántico. El poder del
califato se extendía asimismo hacia el norte y en 950 el Sacro
Imperio Romano-Germánico intercambiaba embajadores con Córdoba. En el año
939 un ejército cristiano liderado por Ramiro II
de León derrotó a las huestes árabes enviadas por Abderramán III en una de
sus operaciones de castigo (razias) contra el norte. El resultado de la batalla
disuadió a los Omeyas de su intención de instalar poblaciones árabes en las
inmediaciones del Duero y sus áreas despobladas.
La de los Omeyas es la etapa política más importante de la presencia islámica
en la península, aunque de corta duración pues en la práctica terminó en
el 1010 con lafitna o guerra civil que se desencadenó por el
trono entre los partidarios del último califa legítimo Hisham II, y los
sucesores de su primer ministro o hayib Almanzor. En el trasfondo se
hallaban también problemas como la agobiante presión fiscal
necesaria para financiar el coste de los esfuerzos bélicos en sucesivas
campañas contra el norte cada vez más gravosas. Oficialmente, el Califato de
Córdoba siguió existiendo hasta el año 1031, en que fue abolido dando
lugar a la fragmentación del
estado omeya en multitud de reinos conocidos como Reinos de Taifas.
Primeros reinos detaifas
Las taifas fueron hasta 39 pequeños reinos en que se dividió el califato como
consecuencia de la fitna o guerra civil. Cuando el
último califa Hisham III es depuesto y proclamada en Córdoba la
república, todas lascoras de al-Ándalus que aún no se habían independizado
se autoproclaman independientes. Cada taifa se identificó al principio
con una familia, clan o dinastía. Así surgen la taifa de
los amiríes (descendientes deAlmanzor) en Valencia; la de
los tuyibíes en Zaragoza; la de los aftasíes en Badajoz; la
de los birzalíes en Carmona; la de los ziríes en
Granada; la de los hamudíes en Algeciras y Málaga; y
la de los abadíes enSevilla. Con el paso de los años, las taifas
de Sevilla, Badajoz, Toledo y Zaragoza,
constituían las comunidades islámicas peninsulares.
Imperio Almorávide
La disgregación del
califato en múltiples taifas hizo evidente que sólo un poder político
centralizado y unificado podía resistir el avance de los reinos cristianos del norte. Así, la
conquista de Toledo
en 1085 por parte de Alfonso VI anunciaba la amenaza cristiana de acabar con los reinos musulmanes de la
península. Ante tal situación, los reyes de las taifas
pidieron ayuda al sultán almorávide del norte de África, Yusuf ibn
Tasufin, el cual pasó el estrecho y no sólo derrotó al rey castellanoleonés en
la batalla de Zalaca (1086), sino que conquistó progresivamente todas
las taifas. Pero su brutal ocupación militar termina en
fracaso al resistir los castellanoleoneses la toma de la emblemática capital
visigoda de Toledo.
Los primeros indicios delmalestar andalusí contra los Almorávides, se
produjeron en Córdoba en 1121, cuando la población se rebeló
contra los almorávides, sólo la intervención de los fakih pudo evitar un
baño de sangre. Otras rebeliones se produjeron en distintas
ciudades y a partir de 1140 el poder almorávide empieza a
decaer en el norte de África por la presión almohade. A la península llegan esas noticias. En 1144 un sufí, Ibn Quasi empieza un movimiento
anti almorávide y empiezan a surgir los llamados Segundos reinos
de Taifas.
Segundos reinos de taifas
Imperio Almohade
Los almohades desembarcaron desde 11458 en la Península Ibérica, y
trataron de unificar las taifas utilizando como elemento de
propaganda su agresión a los reinos cristianos y la defensa de la pureza
islámica. En poco más de treinta años los almohades lograron forjar un poderoso
imperio que se extendía desde Santarém (Centro de Portugal)
hasta Trípoli (Libia) y consiguieron parar el avance cristiano cuando
derrotaron a las tropas castellanas en 1195 en la batalla de Alarcos.
A pesar de los esfuerzos de los gobernantes, la dinastía almohade tuvo
problemas desde un principio para dominar todo el
territorio de al-Ándalus, en especial Granada y Levante. Por
otro lado, algunas de sus posturas más radicales fueron mal recibidas por la
población musulmana de al-Ándalus, ajena a muchas tradiciones bereberes.
La victoria cristiana en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212)
marca el comienzo del fin de la dinastía almohade, no sólo por el resultado del
encuentro en sí mismo sino por lasubsiguiente muerte del califa al-Nasir y las
luchas sucesorias que se produjeron y que hundieron el califato en el caos
político dando lugar a los Terceros reinos de Taifas.
Terceros reinos de taifas
Reino nazarí de Granada
A mediados del siglo
XIII al-Ándalus quedó reducido al reino nazarí de Granada. En el año 1238, entra en Granada Muhammed
I ibn Nasr conocido, asimismo, como Al-Ahmar, 'el Rojo' .Es
el creador de la dinastía Nazarí (que tuvo 20 sultanes granadinos) y
fue el fundador del Reino de Granada que, si bien al principio, confraternizó con
los reyes castellanos, tuvo que convertirse, pasado el tiempo, en tributario de
los mismos a fin de mantener su independencia.
En las últimas décadas de la dinastía nazarí de Granada estuvo dividida
por una guerra civil interna que enfrentó Al-Zagal, Muley
Hacen hermano de Al-Zagal, y su hijo Boabdil.
El último rey de la dinastía nazarí fue Boabdil (Abu
'Abd-AllAh). Su derrota en 1492 por los Reyes Católicos puso fin a
la Reconquista, proceso que comenzó en el siglo
VIII con Don Pelayo y la batalla de Covadonga. El Reino de Granada
fue anexionado a la Corona de Castilla.
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Organización territorial
En la época del Emirato y, sobre todo, del Califato, el territorio se organizó
en seis grandes regiones (nabiya), tres interiores y tres fronterizas, todas
con sus respectivas coras. Las demarcaciones o regiones interiores
eran: Al-Gharb, que abarcaba la actual provincia de Huelva y el
sur de Portugal; Al-Mawsat o tierras del centro, que
seextendía por los valles del Guadalquivir y del Genil, más las zonas
montañosas deAndalucía y el sur de la meseta; es decir, la
antigua Bética;9 y Al-Sharq o tierra
de oriente, que abarcaba el arco mediterráneo, desde la
actual provincia de Murcia hasta Tortosa. Entre estas
demarcaciones y los reinos cristianos se situaban las
tres Marcas: al-Tagr al-Ala o Marca Superior
(Zaragoza); al-Tagr al-Awsat o Marca Media (Toledo); y la al-Tagr al-Adna o
Marca Inferior (Mérida). Estas Marcas se mantuvieron hasta la
aparición de los Reinos de Taifas.
Cada Cora tenía atribuido un territorio con
una capital, en la que residía un walí o gobernador, que
habitaba en la parte fortificada de la ciudad, o alcazaba. En
cada Cora había también un cadí o juez.
Las 'Marcas'o 'thugur' (plural
de thagr), en cambio, tenían a su frente un jefe
militar llamado qa’id, cuya autoridad se superponía a las autoridades de
las coras incluidas en la marca.
Algunos autores consideran que las coras son
herederas de las anteriores demarcaciones béticas.10 La demarcación
suponía el ejercicio de determinados poderes políticos, administrativos,
militares, económicos y judiciales. La Cora, como demarcación base, se usó
prácticamente durante toda la existencia de al-Ándalus, aunque sólo se dispone
de información completa en la época del Califato de Córdoba.11 Algunos
autores cifran en 40 el número total de coras que llegó a haber en
al-Ándalus,12 y otras fuentes establecen que su número (excluidas las
pertenecientes a alguna de las Marcas) rondaría las 21-23
demarcaciones.13Las Coras, a su vez, estaban divididas en demarcaciones
menores, llamadas iqlim, que eran unidades de carácter
económico-administrativo, cada una de ellas con
un pueblo o castillo como cabecera. En los primeros tiempos
de la colonización musulmana, dentro de cada Cora se
establecieron los poblados en torno a castillos,
denominados 'hisn' ('husûn', en plural), que
actuaban como centros organizativos y defensores de un cierto ámbito
territorial, denominado 'Yûz' ('Ayza', en plural).14 Esta
estructura administrativa se mantiene invariable hasta el siglo X, en que
los distritos se modifican, aumentando mucho su tamaño,
denominándose 'aqalim' ('iqlim', en singular).
En otros momentos históricos, la organización en Coras se sustituyó
por otro tipo de demarcaciones, como
la Taha, propia del Reino
Nazarí de Granada.
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Economía
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La llegada de la civilización islámica a la península Ibérica provocó
importantes transformaciones económicas. De una economía esencialmente rural se
pasó para una economía marcadamente urbana.
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Uno de los lugares más importantes de la ciudad musulmana es
el suq (zoco) o mercado. Los mercados conocieron un
renacimiento en la península durante el periodo islámico. En ellos se realizaba
el comercio de productos diversos, principalmente de los productos
de metal y de otros productos de artesanía así como sedas, algodón o
tejidos de lana. Algunos artículos de lujo producidosen al-Ándalus se
exportaban a laEuropa cristiana,
al Magreb y hasta el Oriente. Los talleres y tiendas donde se
producían esos trabajos eran propiedad del Estado.
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En Al-Ándalus también se recurrió con frecuencia a la esclavitud como
fuente de mano de obra. A los esclavos se les solía apreciar diferentemente
según su raza ya que a cada una se le atribuía una cualidad diferente
para el trabajo.15
Agricultura
En las zonas secas surgió el cultivo del trigo y
la cebada. Se siembran también habas y granos, que eran la
base de la alimentación de la población. En períodos de baja producción se
recurría a la importación de cereales del norte de África. Fue durante esta época que el cultivo del arroz se
introdujo en la península, así como
el de la berenjena, la alcachofa y la caña de azúcar. Los frutales ocupaban una área agrícola
importante; Sintra era famosa por
sus peras y manzanas. El actual Algarve se
destacaba por la producción de higos y uvas. También
destacaba la producción de la miel y aunque su consumo estaba
prohibido por el islam, el vino se producía
y consumía en grandes cantidades, por lo menos hasta la llegada de
los almohades.16
Ganadería
Menor papel económico tendría la ganadería, destaca su importancia en la
alimentación, el transporte y menor en las labores agrícolas. La cría de ganado
era también una práctica común, en particular de
ganadobovino y caprino. Asimismo,
los conejos y las gallinas eran muy apreciados en la
alimentación. Los musulmanes cruzaron los sistemashidráulicos de
los Romanos con los de los Visigodos y con las técnicas que
trajeron del Oriente. A lo
largo de los ríos construyeron molinos de agua y para sacar agua de
los pozos introdujeron la noria y la picota.
Minería
No contó con un nivel técnico demasiado elevado,
durante este periodo continúa la explotación de los yacimientos mineros de la
península, como
se hacía desde los tiempos de los romanos. El oro se extraía de
algunos ríos, como
el Segre, Guadalquivir o en la desembocadura del Tajo. La plata se
encontraba en Murcia, Beja y Córdoba,
el hierro de Huelva y San
Nicolás del Puerto. El gran yacimiento de cinabrio eraAlmadén,
el cobre de Toledo y Granada,
el plomo de Cabra y el estaño del Algarve
Canteras de mármol se citan las de Sierra Morena, aunque seguía
siendo deficitario al-Ándalus en materiales de construcción suntuario y había
que importarlos.
Otras actividades
La abundante madera de
los bosques se usaba para la fabricación de piezas de mobiliário y
para la construcción naval y como
combustible. En Alcácer do Sal esta actividad era intensa debido a la
existencia de bosques en las proximidades. Citar también la recolección de
plantas medicinales y aromáticas y frutos dedicados a la alimentación (castañas
avellanas) o productos como
el corcho
La pesca y la extracción del
sal eran propiciadas por la existencia de una larga línea costera. En cuanto a
la pesca, se daba tanto pesca marítima como fluvial. Aunque
el pescado no debió de tener un papel importante en la
dieta. Las especies más capturadas eranla sardina y el atún,
utilizándose para la captura de este último un tipo de
red propia, denominada almadraba.
En cuanto a la sal se obtenía tanto de minas de sal gema en la región
de Zaragoza como
de salinas (lo más habitual) en las regiones de Alicante, Almería y Cádiz. Gracias a la sal se pudo desarrollar una importante industria de
salazón que constituyó uno de los objetos de exportación.
La caza podía aportar también tanto carnes (conejos, perdices),
dedicado a abastecer los mercados urbanos, como pieles destinados a la
industria peletera (zorro, nutria) en zonas escasamente habitadas, situadas
en la frontera septentrional. Aunque parece destacar más la
caza a modo de diversión, Se caza con aves de presa, siendo importante los
tratados sobre el cuidado y adiestramiento de estas aves.
Sociedad y cultura
La población de al-Ándalus era muy heterogénea. Desde
el punto de vista étnico estaba constituida principalmente por hispanogodos;
seguidos por los bereberes, que conformaban la práctica totalidad de los
ejércitos invasores y los muy inferiores en número líderes locales árabes.
Desde el punto de vista religioso la población era
omusulmana o dhimmi (cristianos y judíos). Se
conoce como muladíes a
los hispanogodos cristianos de al-Ándalus que se habían convertido al Islam,
mientras que se llama mozárabes a los que conservaron la religión
cristiana. Tanto unos como otros adoptaron costumbres y
formas de vida musulmanas. La clase dominante estaba formada por árabes,
beréberes y muladíes y la clase dominada lo estaba por cristianos yjudíos.
La estructura social andalusí estaba condicionada por el origen
étnico de cada grupo y por la clase social. Aunque el islam sólo
reconoce un tipo de sociedad, la umma o comunidad de creyentes,
los juristas islámicos fundaron el estatuto social sobre la condición
de hombres libres y esclavos. La estructuración interna de cada grupo respondía
al siguiente esquema: nobleza (jassa), notables (ayan) y masa (amma).
Los mozárabes y los judíos gozaban de libertad de culto, pero a cambio
estaban obligados al pago de dos tributos: el impuesto personal (yizia) y
el impuesto predial sobre el ingreso de las tierras (jaray). Estos
dos grupos tenían autoridades propias, gozaban de libertad de circulación y
podían ser juzgados de acuerdo con su derecho. Sin embargo, también
estaban sujetos a las siguientes restricciones:
* no podían ejercer cargos políticos;
* los hombres no podían casarse con una musulmana;
* no podían tener criados musulmanes o enterrar sus muertos con ostentación;
* debían habitar en barrios separados de los musulmanes;
* estaban obligados a dar hospitalidad al musulmán que la necesitara, sin
recibir remuneración.
Ciudades como Toledo, Mérida, Coimbra y Lisboa eran
importantes centros mozárabes. La convivencia no siempre estuvo libre de
conflictos. En Toledo
los mozárabes llegaron a encabezar una revuelta contra
el dominio árabe. Algunos mozárabes emigraron a los reinos cristianos del
norte, difundiendo con ellos elementos arquitectónicos, onomásticos y
toponímicos de la cultura mozárabe. Los judíos sededicaban al
comercio y a la recolección de impuestos. Fueron
también médicos, embajadores y tesoreros. El
judío Hasdai Ibn Shaprut (915-970), llegó a ser uno de los hombres de
confianza del
califa Abderraman III. En cuanto a su número, se calcula que a finales
del siglo XV había unos 50.000 judíos en Granada y unos 100.000 en
toda la Iberia islámica.17
Es muy difícil calcular la población del al-Ándalus durante el periodo de mayor
extensión del dominio islámico (siglo X), pero se ha sugerido una cifra próxima
a los 10 millones de habitantes. Los árabes se establecieron en las tierras más
fértiles; el valle del
Guadalquivir, levante y el valle del Ebro. Los bereberes, ocuparon las áreas montañosas, como
las sierras de la Meseta Central y la Serranía de Ronda, siendo
también numerosos en Algarve (un bereber, Said ibn Harun, daría
su nombre a Faro), si bien, después de la revuelta bereber de 740,
muchos regresaron al norte de África. En 741 llegaron a al-Ándalus un gran número de sirios con el
objetivo de ayudar en la represión de la revuelta bereber, que acabarían por
asentarse en el este y sur peninsular. Hay igualmente fuentes
que apuntan hacia la presencia de familias yemeníesen ciudades como Silves. Cabe
aún destacar la presencia de dos grupos étnicos minoritarios, los negros y los eslavos.
Los negros llegaron a al-Ándalus como
esclavos o como
mercenarios. Desempeñaron funciones como
miembros de la guardia personal de los soberanos, mientras que otros trabajaban
como mensajeros.
Las mujeres negras fueron concubinas o
criadas.Los eslavos fueron inicialmente esclavos, pero muchos
consiguieron progresivamente comprar su libertad. Algunos alcanzaron
importantes cargos en la administración y durante el
periodo de los primeros reinos de taifas (siglo XI) algunos eslavos formarían
sus propios reinos.
Cabe destacar que desde principios del siglo XV empezaron a
asentarse en los territorios peninsulares los gitanos.
Las casas de las clases más acomodadas se caracterizaban por
su confort y belleza, gracias a la presencia de divanes, alfombras, almohadas y
tapices que cubrían las paredes. En estas casas las noches se animaban
con la presencia de poetas, músicos y bailarines.
En las zonas rurales y urbanas existían baños públicos (hammam), que
funcionaban no sólo como
espacios para la higiene, sino también de convivencia. Los baños árabes
presentaban una estructura heredada de los baños romanos,
con varias salas con piscinas de agua fría, tibia y caliente. En ellos trabajaban masajistas, barberos, responsables de
guardarropa, maquilladores, etc. La mañana estaba reservada a los
hombres y la tarde a la mujeres. Con la Reconquista cristiana muchos de estos baños se cerraron al entenderse
que eran locales propicios a la conspiraciones políticas, así como a la práctica de relaciones sexuales.
El pan era la base de la alimentación del al-Ándalus, consumiéndose
también carne, pescado, legumbres y frutas. Los alimentos eran cocinados
con hierbas aromáticas, como
el orégano, y especias (genjibre,pimienta, comino).
La grasa usada era el aceite (al-zait), siendo famoso elproducido en
la región de Coimbra.
Los dulces eran también apreciados, como
las queijadas (qayyata), el arroz dulce con canela y
diversos pasteles hechos con frutos secos y miel, que son aún hoy
característicos de la gastronomía de ciertas regiones de la
península.
Tras una primera etapa de asimilación y emulación de los logros conseguidos por
el Califato de Bagdad y los distintos reinos persas (no se debe olvidar
que Persia es el centro cultural primordial del Islam clásico), se
estableció una cultura andalusí original, alcanzando un alto nivel, sobre todo
en los siglos X, XI y XII, hasta el punto de que al-Ándalus se convirtió en
referencia para Europa y para el resto del Islam, y convirtiéndose además en
transmisor principal de los conocimientos griegos, árabes, chinos e hindúes
llegados de oriente. Por todo esto, muchos historiadores hablan de un primer Renacimiento Europeo, o Pre-renacimiento.
El árabe se impuso como idioma culto, aunque gran
parte de la población empleaba lenguas romances o hebreo. Esta diversidad lingüística se reflejó en la literatura,
concretamente en la moaxaja.
Gracias al uso del papel, que permitía copias económicas, la biblioteca de
al-Hakam II en Córdoba (una de las 70 en la ciudad), contenía 400.000
volúmenes, entre ellos, los tesoros de la antigüedad greco-latina y
aportaciones originales de pensadores musulmanes
como Avempace y Averroes.
Ciencia
A semejanza de lo que sucedió en el dominio artístico, los árabes y bereberes
que se asentaron en la península Ibérica el siglo VIII comenzaron
porrecurrir a los saberes legados por la civilización visigoda.
Progresivamente, fruto de los contactos con Oriente (en el contexto, por
ejemplo, de la peregrinación anual a La Meca) y del deseo de algunos soberanos del al-Ándalus en hacer de sus cortes centros de saber
que rivalizasen con las ciudades del Oriente
Medio, se desarrolló en al-Ándalus una cienciaque presentó aspectos de
gran originalidad. Así, mientras que el resto de Europa permanecía en
la Edad Oscura del conocimiento, al-Ándalus
florecía.[cita requerida] La ciudad de Córdoba era uno de los centros
culturales más importantes del Imperio islámico clásico (y de toda
Europa), el otro fue Bagdad.
Todas las disciplinas científicas se impartían en madrasas (del árabe madrasa), en las que
el intercambio de estudiantes con el mundo islámico del otro lado del Mediterráneo era
importante.
Abderramán II fue uno de los primeros gobernantes que se esforzó por
convertir la corte cordobesa en un centro de cultura y
sabiduría, reclutando con este objetivo a varios sabios del mundo islámico. Uno de ellos
fue Abbás Ibn Firnás, que aunque fue contratado para enseñar música en
Córdoba, brevemente se interesó por otros campos del saber, como el vuelo; él
sería el autor de un aparato volador hecho de madera, con plumas y alas de
grandes aves (una especie de ala delta). Decidido a probar su obra, se
tiró de un punto alto de la ciudad y según los
relatos, consiguió volar durante algún tiempo, pero acabó por despeñarse,
sufriendo algunas heridas. En su casa, Ibn Firnas construyó un planetario,
en elcual no sólo se reproducía el movimiento de los planetas, sino también
fenómenos como
la lluvia y el granizo.
En el campo de la astronomía, deben destacarse los trabajos
de Al-Zarqali que vivió en Toledo
y en Córdoba el siglo XI y que es conocido en Occidente por su nombre
en latín, Azarquiel. Se hizo notable por la construcción de instrumentos
de observación astronómica, habiendo inventado la azafea, un tipo de astrolabio que fue usado por los
navegadores hasta al siglo XVI. Defendió también que la órbita de los
planetas no era circular, sino elíptica, anticipándose a Johannes
Kepler en este campo.
Al-Zahrawi (936-1013), más conocido como Albucasis,
médico de la corte del
califa Alhakén, fue un importante cirurjano de al-Ándalus. Es conocido como
autor de la enciclopédia Tasrif, en la cual presentó sus procedimientos
quirúrgicos (amputaciones, tratamientos dentarios, cirugías oculares). Esta
obra sería traducida al latín y usada en Europa en la enseñanza de la medicina durante la Edad Media.
En la botánica y farmacología, Ibn al-Baitar (nacido
en Málaga en finales del siglo XIII) estudió las
plantas de la península Ibérica, el norte de África y Oriente gracias a los
viajes que realizó en estas regiones. Fue autor de la obra Kitab al-Jami
fi al-Adwiya al- Mufrada, en la cual listó 1400 plantas con sus respectivos
usos medicinales; aunque se basó en los antiguos tratados griegos de botánica,
Ibn Baitar presentó el uso medicinal de cerca de 200 plantas hasta entonces
desconocidas. Ibn al-‘Awwam, residente en
la Sevilla del sigloXII, escribió un tratado agrícola
titulado Kitab al-fila-hah, uno de los trabajos medievales más importantes
en esta área. En él listaba 585 especies de plantas y
50 de árboles de fruto, indicando cómo debían ser cultivadas.
En el período que se extiende entre el siglo X y el
siglo XII surgieron los grandes geógrafos peninsulares, de los cuales
destacan Al Bakri, Ibn Yubair y Al Idrisi. al-Bakri trabajó esencialmente con fuentes escritas y
orles, sin dejar nunca al-Ándalus. Fue autor del Libro
de los Caminos y de los Reinos en el cual listaba todos los países
conocidos en la época. El libro estaba organizado por entradas, cada una
relatando lageografía, historia, clima y pueblo del
país en cuestión. Ibn Jubair, secretario del gobernador de Sevilla,
realizó en 1183 la peregrinació a La Meca, habiendo aprovechado la
ocasión para describir el Mediterráneooriental, haciendo referencia a los
acontecimientos políticos que aquella región del mundo vivía, expresamente
las Cruzadas. Al-Idrisi, nacido en Sabtah (Ceuta), recibió
su educación en la Córdoba de los Almorávides, pero tuvo que abandonar la
ciudad por motivos de persecución política y religiosa, para instalarse en
la Sicilia de los Normandos. En esta isla escribió el Libro
de Rogelio, (cuyo nombre deriva del
nombre del
patrono de al-Idrisi, el rey Rogelio II de Sicilia), donde describía el
mundo conocido hasta entonces. Las informaciones de la obra serían plasmadas en
un planisfério de plata.
Filosofía
Al-Ándalus sirvió de puente entre Oriente y Europa para la difusión de las
obrasde los filósofos clásicos griegos, en especial Aristóteles, que
seguramente se habrían perdido a no ser por las traducciones realizadas en
al-Ándalus.
El principal pensador de al-Ándalus fue Ibn Rusd (Averroes)
(siglo XII). Entre sus obras cabe señalar los
comentarios realizados sobre la obra de Aristóteles,
del que fue su traductor,
de Platón y una enciclopedia médica. Sus
ideas influyeron notablemente en el pensamiento renacentista. En la
Universidad de París el pensamiento de Aristóteles, en el siglo XIII, llegará
fundamentalmente gracias a Averroes. Los seguidores
más radicales de este pensamiento, que revolucionaba
las ideas anteriores, seran conocidos como
'averroistas latinos', su figura más conocida fue Siger de Brabante.
En 1270 y en 1277 las tesis de los 'averroistas latinos'
fueron condenadas por el obispo de París, y sus seguidores perseguidos. Otros filósofos importantes, además de Ibn Rusd (Averroes) fueron
Ibn Bayya (Avempace) e Ibn Tufayl.
* Maimónides
* Ibn Arabi
]Mística
La mística ocupó un lugar clave en la producción intelectual andalusí
y gozó de gran prestigio en el mundo islámico, en especial el sufismo,
cuyo máximo representante fue Ibn Arabi, que escribió una historia sobre
los santones andalusíes, fundamental para conocer el ambiente espiritual y la
sociedad de la época.
Abundaron los eremitas y los místicos, con una vida
ascética, como Ibn
Masarra, fundador de la primera escuela de espiritualidad andalusí,
la escuela masarrí, que triunfó entre la aristocracia cordobesa.
Pero la espiritualidadandalusí de los siglos XIII al XV está dominada por
la tariqa sadiliya, creada por varios filósofos andalusíes como Ibn
Masis, al-Sadilí, al-Ata, Abú-l-Abás o Ibn Abad, que
predica la renuncia a los carismas y el amor personal a Alá.
Arte emiral y califal
Desde el punto de vista artístico, el emirato andalusí emplea un estilo que no difiere en demasía del
resto del Califato
Omeya. Es decir, la adecuación de fórmulas y elementos de las culturas que les
habían precedido, en este caso del mundo romano y visigodo.
En ningún momento se produce una repetición literal de motivos y formas; al
contrario, su inteligente incorporación y asimilación se traduce en una
verdadera eclosión creadora, originándose el momento cúspide del arte califal.
En él se funden elementos de la tradición local hispano-romano-visigótica con
los elementos orientales, tanto bizantinos, como omeyas o
abasidas.
Los edificios artísticos se centran, desde el primer momento, en torno a su
capital, Córdoba, en la que se construyó una mezquita congregacional
destinada a convertirse en el monumento más importante del occidente islámico.
Destacan, entre otras, las obras llevadas a cabo durante el reinado de Abd
al-Rahmán II, corte que acogió a numerosos artistas, modas y costumbres
orientales; impulsó, entre otras, las construcciones del Alcázar de
Mérida así como la del alminar de la iglesia de San Juan en
Córdoba e hizo mejorar sus murallas y las de Sevilla. El califa Abderramán
III, siguiendo la tradición oriental, (según la cual cada monarca, como signo de prestigio,debía
poseer su propia residencia palaciega), decidió fundar la ciudad áulica
de Medina Azahara (Medina
al-Zahra).
En el resto del
territorio peninsular también es patente el florecimiento artístico impulsado
por el califato. Entre los de carácter religioso figuran las
mezquitas, medersas o madrazas y mausoleos. En la ciudad
de Toledo todavía se perciben restos
de su fortificación, así como algunos vestigios que definen
su alcazaba, medina, arrabales y entorno. De entre ellas
destaca la pequeña mezquita del Cristo
de la Luz o de Bab al-Mardum. Y obras tan significativas como la rábida de Guardamar del Segura (Alicante),
el Castillo de Gormaz (Soria) o la Ciudad de Vascos (Toledo).
El refinamiento imperante en la corte califal propició la
creación de toda clase de objetos decorativos que, bajo el patrocinio real, se
tradujeron en las más variadas expresiones artísticas. Mención especial
merecen los trabajos en marfil, entre los que se encuentran todo tipo de
objetos de uso cotidiano minuciosamente tallados:
botes y arquetas destinadas a guardar joyas, ungüentos y perfumes; almireces, pebeteros,
ataifores, jarras y jofainas de cerámica vidriada etc. En
el Museo Arqueológico Nacional, puede contemplarse el Bote de
Zamora destinado a la mujer de al-Hakam II. O la Arqueta
de Leyre, en el Museo de Navarra.
Los monarcas, igual que en Bagdad y El Cairo,
crean su propia fábrica de tejidos o bandas, lo que da lugar al principio de la
historia de la producción de tejidos en seda bordada en el al-Ándalus.
Los motivos vegetales y figurativosgeometrizados se inscriben en medallones que
forman bandas tal y como aparecen en el velo o almejí de Hisham
II que, a modo de turbante, le cubría la cabeza y le colgaba hasta los brazos.
Asimismo existían los talleres en los que se trabajaba el bronce, tallado con
figuras que representaban leones
y ciervos con el cuerpo cubierto de círculos tangentes evocando tejidos y que
se utilizaban como
surtidores en las fuentes. Su paralelismo formal y estilístico con piezas de
los fatimis ha conducido a la controversia acerca de la legitimidad
de algunas de estas piezas.
La cerámica cuenta con tipos de producción conocida como 'verde y
manganés'. Su decoración a base de motivos epigráficos, geométricos y una
destacada presencia de motivos figurativos se consiguen mediante la aplicación del
óxido de cobre (verde) y óxido de manganeso (morado).
Arte taifa
La destrucción de la unidad política llevó a la abolición del
califato cordobés en 1031 y a la creación de un mosaico de
reinos independientes que fueron denominadostaifas (de tawaifs,
partidos, facciones). Las rivalidades entre ellos, reivindicando la herencia del prestigio y la autoridad
del Califato, constituyeron la tónica dominante del período. Esta
situación se tradujo en el terreno artístico en la emulación de modelos
cordobeses.
En este contexto se inserta la arquitectura palatina
patrocinada por cada uno de los monarcas. Uno de los mejores testimonios es,
sin duda, la Aljafería de Zaragoza, emparentada tipológicamente
con el palacio omeya de Msatta (Jordania). Cuenta con
organizacióntripartita donde cada uno de los sectores estaba dedicado a
funciones diferenciadas. El sector central, de uso
protocolario, está dominado por un patio rectangular cuyos lados menores
estaban ocupados por albercas, pórticos y estancias alargadas acotadas en los
extremos por alcobas. Este esquema deriva, sin duda, de los
modelos palatinos cordobeses. A esta misma
tradición responde el repertorio de arcos desplegado en el edificio, entre los
que encontramos desde arcos lobulados, mixtilíneos, de herradura semicircular y
apuntada, a complejas organizaciones de arcos entrecruzados, superpuestos y
contrapuestos. Todos ellos están realizados con materiales pobres,
pero revestidos de yeserías con motivos vegetales, geométricos y
epigráficos, buscando un efecto de fastuosidad y aparente riqueza.
Las viejas alcazabas de los distintos reinos
también sufrieron importantes remodelaciones. En la
de Málaga se añadió un doble recinto
amurallado con torres cuadradas y un palacio al que corresponden los restos de
los llamados Cuartos de Granada. La vieja alcazaba de la Granada
musulmana, conocida como Qadima (antigua),
situada en la colina del Albaicín, se
fortificó con torres cuadradas y redondas y se le añadieron algunas puertas en
recodo, como
la puerta Monaita y la puerta Nueva. Asimismo, la ciudad conserva unos
baños conocidos como El
Bañuelo, en la carrera del Darro, organizados en tres estancias de las
cuales la central o templada adquiere, por razones de uso, unas mayores
dimensiones. Baños muy similares se conservan en Toledo, Baza y Palmade Mallorca.
La alcazaba de Almería fue fortificada con muros de tapial,
construyéndose en su interior un
palacio, al-Sumadihiyya, rodeado de jardines. En los casos de Toledo y Sevilla, reinos que pujaron más fuertemente
por la herencia cordobesa, se conservan deslumbrantes testimonios de las
crónicas árabes sobre sus palacios, así como escasos fragmentos
generalmente descontextualizados.
Al igual que la arquitectura, las artes suntuarias siguieron
la tradición cordobesa aunque el protagonismo fue adquirido por otros centros.
Así la producción de marfil se trasladó al taller
de Cuenca mientras que el prestigio en los textiles fue adquirido por
el taller de Almería. Por lo que respecta a la cerámica, se consolidó
una técnica que había aparecido durante el califato
pero que en estos momentos adquirió un gran desarrollo. Se trata de la cerámica
de 'cuerda seca' cuyas piezas se decoran con líneas de óxido de
manganeso formando diferentes motivos que se rellenan con vidrio de diferentes
colores.
Arte almorávide
Las obras realizadas durante el reinado del monarca Yusuf
ibn Tasufin, evidenciaban, todavía, la austeridad y falta de ornamentación
impuestas por su fervor religioso. Rigor formal que no mantuvo su hijo Alí
ibn Yusuf que, deslumbrado por el refinamiento cortesano de las taifas
andalusíes, patrocinó la construcción de varios edificios decorados con los más
bellos elementos.
El soporte preferido es el pilar, en sustitución de la
columna. Adoptan el arco de herradura y lobulado, a los que añaden arcos
de herradura o túmidos,lobulados trebolados,
mixtilíneos y lambrequines formados, éstos últimos, por pequeñas curvas,
ángulos rectos y claves pinjantes. En relación al desarrollo de los arcos
aplican, desde el salmer, un motivo en 'S'
denominado serpentiforme, ya utilizado anteriormente en
laAljafería de Zaragoza. El sistema
de tejados preferido es a dos aguas, construyen techos de madera y alcanzan un
gran desarrollo en el arte mudéjar, a la vez que realizan extraordinarias
cubiertas cupuladas. Unas, representadas por la cúpula del mihrab de la
mezquita de Tremecén, seguirán el modelo cordobés: arcos entrecruzados que
dejan la clave libre si bien, en este caso, arrancan de trompas angulares
demucarnas y utilizan unos complementos de estuco calado decorados con
exuberantes motivos florales. A partir de esta obra, en la que se documenta la
introducción en el zagreb de la mucarna o mocárabe, aparecen otros
tipos de cúpulas denominadas de mucarnas, como la que puede verse en la
mezquita de Qarawiyin en Fez.
Los trabajos artísticos continuaron vinculados a las
tradiciones anteriores. El taller textil
de Almería alcanzó su cenit realizando los famosos attabi.
Estos tejidos se caracterizan por la utilización de colores más suaves con
toques de oro formando círculos dobles, tangentes o enlazados, dispuestos en
filas, en cuyo interior se bordan parejas de animales. La similitud con los
tejidos sicilianos permite que se confundan ambos talleres. Un
problema similar plantean los marfiles, que contienen inscripciones ambiguas
que no acaban de aclarar a cuál de los dostalleres pertenecen. La cerámica, por
su parte, continúa desarrollando la técnica de 'cuerda seca parcial'
o 'total' dependiendo de que la decoración cubra toda la superficie o
parte de ella. Al mismo tiempo aparecen dos nuevas técnicas aplicadas a la
cerámica no vidriada: el esgrafiado y el estampillado, que se generalizarán en
la época almohade.
Arte almohade
El retorno a la austeridad más extrema condujo, incluso de forma más rápida que
en el caso de sus predecesores, los almorávides, a uno de los momentos
artísticos de mayor esplendor, de manera particular en lo que atañe a la
arquitectura. El arte almohade continuó la estela
almorávide consolidando y profundizando en sus tipologías y motivos
ornamentales. Construían con los mismos materiales: azulejos, yeso, argamasa y madera.
Y mantuvieron, como
soporte, los pilares y los arcos utilizados en el período anterior.
Sus mezquitas siguieron el modelo de la mezquita de
Tremecén, con naves perpendiculares al muro de la qibla. La arquitectura
palaciega introduce los patios cruzados que ya habían hecho su aparición en Medina al-Zahra, pero que
es, en estos momentos, cuando adquieren su mayor protagonismo. Su mejor testimonio se halla representado en el Alcázar de
Sevilla. Este esquema será aplicado, asimismo, en los
patios nazarís y mudéjares. Otra novedad consiste en la colocación de
pequeñas aberturas o ventanas cubiertas con celosías de estuco que dan acceso a
una estancia y que permiten, de este modo, su
iluminación y ventilación.
La arquitectura militar experimenta unenriquecimiento tipológico y se
perfecciona su eficacia defensiva que tendrá gran trascendencia, incluso para
el ámbito cristiano. Aparecen complejas puertas con recodos a fin de que los
atacantes, al avanzar, dejen uno de sus flancos al descubierto; torres
poligonales para desviar el ángulo de tiro;
torres albarranas separadas del recinto amurallado pero unidas a él
por la parte superior mediante un arco, lo cual permite aumentar su eficacia
defensiva respecto a una torre normal, como la Torre del Oro de
Sevilla; muros reforzados que discurren perpendiculares al recinto amurallado
con objeto de proteger una toma de agua, una puerta, o evitar el cerco
completo; barbacanas o antemuros y parapetos almenados.
En el terreno decorativo aplicaron un repertorio
caracterizado por la sobriedad, el orden y el racionalismo, lo que se traduce
en la aparición de motivos amplios que dejan espacios libres en los que
triunfan los entrelazados geométricos, las formas vegetales lisas y lo más novedoso:
la sebqa. Otra decoración arquitectónica que aparece en este
alminar y en la mezquita de Qutubiyya, es la cerámica, en la que se aplica la
técnica del
alicatado; es decir piezas recortadas que, combinadas entre sí, componen un
motivo decorativo. En otras ocasiones estas manifestaciones
artísticas unen el carácter ornamental con el funcional.
Las obras de arte de esta época están peor representadas a
causa de la confusión existente entre los diferentes períodos artísticos.
Es lo que ocurre, por ejemplo, con los tejidos, que no se distinguen fácilmente
de losmudéjares: acusan una práctica ausencia de motivos figurativos en tanto
que aumenta la decoración geométrica y epigráfica a base de la repetición
insistente de palabras árabes como 'bendición' y 'felicidad'.
En cuanto elementos metálicos, destacan los aguamaniles que representan figuras
de animales decoradas con incisiones vegetales cinceladas.
Arte nazarí
El arte nazarí es el estilo surgido en la época tardía de al-Ándalus en el
reino nazarí de Granada.
Los dos paradigmas del
mismo lo constituyen los palacios de laAlhambra y el Generalife.
La arquitectura militar desarrolla los mismos sistemas generados en la época
anterior, dotándola de una mayor complejidad. La arquitectura palaciega emplea
dos tipos de organización de patios: uno el patio monoaxial, patio de los
Arrayanes o de la Alberca, y otro, el patio cruzado, patio de
los Leones.
Las estancias vinculadas a ellos responden, nuevamente, a dos tipologías: una
alargada en cuyos extremos están las alcobas, y otra cuadrada rodeada por las
habitaciones, por ejemplo, la Sala de la Barca y la Sala de las
Dos Hermanas. Los escasos vestigios de arquitectura religiosa
permiten pensar en mezquitas que siguen el modelo almohade, con naves
perpendiculares al muro de la qibla. Quizá la única novedad destacable
provenga del
hecho de la utilización de columnas de mármol cuando el edificio es de cierta
relevancia.
En cuanto al repertorio ornamental utilizan una profusión decorativa que
enmascara la pobreza de los materiales, emplean desde zócalos alicatados y
yeserías de estuco, a decoraciónpintada como la que se conserva en la
bóveda de la Sala de los Reyes. Es característica la columna de fuste
cilíndrico y el capitel de dos cuerpos, uno cilíndrico decorado con bandas y
otro cúbico con ataurique. Los arcos preferidos son los de
medio punto peraltado y angrelados. Las techumbres de madera alternan con bóvedas mocárabes realizadas
con estuco como los de la Sala de las Dos Hermanas o la de
los Abencerrajes. Asimismo, a los motivos ornamentales habituales
(geométricos, vegetales y epigráficos), se une el escudo nazarí que será
generalizado por Mohamed V.
En las artes suntuarias destacan las cerámicas de reflejos metálicos y los
tejidos de seda a los que pueden añadirse los bronces, las taraceas y las
armas. La cerámica de lujo, conocida como de 'reflejo metálico' o
'losa dorada' se caracteriza por someter, la última cocción, a fuego
muy bajo 'de oxígeno' y menor temperatura. Con este
procedimiento la mezcla de sulfuro de oro y cobre empleada en la decoración
llega a la oxidación reduciendo el brillo metalizado. Era frecuente, también,
añadir óxido de cobalto con lo que se conseguían unos tonos azules y dorados.
Los tejidos se caracterizaban por su intenso colorido así como por los
motivos, idénticos a los empleados en la decoración arquitectónica.
[editar]Literatura
Artículo principal: Poesía árabe en los reinos de taifas.
Véase también: Árabe andalusí
En la poesía destacaron Ibn Hazm, Ibn Khafaja, Al-Mutamid, que
además fue rey de la taifa de Sevilla, Wallada (siglo X)
y Zaynab (siglo XII).